Francesco Borromini

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Francesco Borromini

Francesco Borromini
Información personal
Nacimiento 25 de septiembre de 1599
Bissone (Suiza)
Fallecimiento 3 de agosto de 1667
Roma
Causa de muerte Suicidio Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Iglesia de San Juan de los Florentinos Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Suiza
Educación
Alumno de Carlo Maderno Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación arquitecto
Años activo 1608-1667
Movimiento Barroco Ver y modificar los datos en Wikidata
Obras notables iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane Ver y modificar los datos en Wikidata
Distinciones

Francesco Castelli, llamado Francesco Borromini[1]​ (Bissone, actualmente en el cantón del Tesino (Suiza), 25 de septiembre de 1599 - Roma, 3 de agosto de 1667) fue un arquitecto italiano, considerado uno de los máximos exponentes del barroco romano.

Biografía

Trampantojo en el patio del Palacio Spada de Roma, obra de Francesco Borromini. El pasillo es mucho más corto y la escultura mucho menor de lo que parecen.

Nació en el cantón del Tesino (Suiza),[2]​ hijo del cantero Giovanni Domenico Castelli y de Anastasia Garovo. Inició su carrera ayudando en la cantera a su padre, pero pronto se trasladó a Milán para estudiar y perfeccionarse. Allí se lo empezó a llamar con el sobrenombre de Bessone, en alusión a su pueblo natal, ubicado cerca de Lugano, en la región de lengua italiana de Suiza. Francesco trabajó en las obras del "duomo", la catedral de Milán.

En 1619 llega a Roma, donde cambia su apellido de Castelli a Borromini, y comienza a trabajar para su pariente lejano, Carlo Maderno en las obras de la Basílica de San Pedro. A la muerte de Maderno en 1629 se une al equipo de Gian Lorenzo Bernini en los trabajos de ampliación y refacción de la fachada del Palazzo Barberini.

Borromini trabaja allí como asistente de Bernini, pero luego de unos pocos años se produce entre ambos una enemistad que duraría toda la vida.

Durante el pontificado de Inocencio X (1644-1655) , gana la confianza del Papa, lo que le permite desplazar a su eterno rival en el puesto de arquitecto principal de Roma. Sin embargo, con el siguiente Papa, Alejandro VII (1655-1667) nuevamente renace la estrella de Bernini, acrecentando el enfrentamiento entre ambos arquitectos. A partir de allí Borromini se dedica a completar los interiores de la iglesia de Sant'Ivo alla Sapienza, de la actual Universidad romana, y a los trabajos en San Juan de Letrán. Adicionalmente, completa el basamento de la fachada de su primera obra independiente, la iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane en el Quirinal. La galería de Borromini en el Palazzo Spada juega con la perspectiva de tal manera que se va encogiendo, lo que la hace parecer más larga de lo que es.

Carácter

La genialidad siempre conlleva caracteres distintivos, circunstancia acentuada en este caso por el trágico final del artista. Así como Leonardo y Miguel Ángel han quedado grabados en la historia como hombres del Renacimiento, Borromini puede ser definido sin lugar a dudas como un hombre del Barroco.

Todos estos grandes artistas mostraron una motivación común por la investigación y la innovación, y plasmaron su búsqueda en infinidad de bosquejos y borradores. Borromini dejó a la posteridad su obra teórica "Opus Arquitectonicum", pero buena parte de sus escritos fueron destruidos por él mismo antes de su muerte.

Tenía reputación de honesto y poco interesado en las riquezas materiales, aunque posiblemente, como todo artista, sintiera necesidad de otras formas de reconocimiento. Daba especial relevancia a la plena libertad de diseño, negándose a "copiar" características u elementos estilísticos en sus proyectos,[3]​ y llegando al extremo de resignar toda remuneración a cambio de tal libertad expresiva. Religioso practicante y devoto, transcurría su vida laica con votos de pobreza.[4]

Se dice que su carácter era huraño y solitario, aunque cultivó amistad con el cardenal Spada, el marqués de Castel Rodrigo y el pintor Nicolas Poussin. Su final, con un suicidio similar al de Catón el Joven, arrojándose sobre su propia espada, hicieron que la posteridad acentuara su estoicismo, que en vida demostró mediante una rigurosa carrera profesional. Posiblemente esta característica fue la que le granjeó enemistades y pérdida de encargos en una época donde el respeto por el ordenamiento clásico limitaba en gran medida la innovación artística.

Últimos días

Lápida de Borromini, bajo la de Carlo Maderno.


Los últimos días de Borromini lo muestran inmerso en una profunda depresión, fruto de desaires tardíos, posiblemente alguna enfermedad no diagnosticada, y un incremento en el carácter melancólico que lo acompañó toda su vida. Martin Raspe[5]​ recuerda los principales acontecimientos de sus últimos días:

  • 1 de julio de 1667: se toma la decisión de encargar la tumba de Alejandro VII a Bernini.
  • 22 de julio: desde esta fecha Borromini se siente enfermo y no vuelve a salir de su casa. Entrega un testamento para su guarda al notario Olimpio Ricci.
  • 24 de julio: recibe la noticia de la repentina muerte de Fioravante Martinelli.
  • 24 de julio: sale a San Juan de Letrán para asistir al jubileo (entronización de Clemente IX)
  • 29 de julio: Borromini requiere al notario la devolución de su testamento, que posteriormente se pierde.
  • 30 de julio: Borromini quema sus escritos y diseños.
  • 1 de agosto: recibe a su sobrino Bernardo. A la noche comienza a escribir un nuevo testamento.
  • 2 de agosto: al amanecer tiene una pelea con su sirviente, Francesco Massari, por causa de una luz para escribir sus notas, y se arroja contra su propia espada, resultando malherido. Dicta su testamento en favor de su sobrino Bernardo, con la condición que contraiga matrimonio con la nieta de Carlo Maderno.
  • 3 de agosto: Borromini muere en su lecho alrededor de las 22.00.

Extractos de sus escritos posiblemente del día 2 de agosto, luego de producido el incidente mortal, presentan el hecho casi como un accidente:

Me he sentido muy afectado por esto desde alrededor de las ocho de esta mañana y te contaré qué sucedió.Me había estado sintiendo enfermo desde el banquete de Magdalena (el 22 de julio) y no había salido a causa de mi enfermedad excepto el sábado y domingo en que fui a San Giovanni (dei Fiorentini) para el jubileo. Ayer por la noche, vino a mí la idea de hacer mi voluntad y exteriorizarla por mi propia mano. Así que comencé a escribirte después de la cena, y escribí con el lápiz hasta cerca de las tres de la mañana. Messer Francesco Massari, mi criado joven, quien duerme en la puerta siguiente de mis aposentos ya se había ido a la cama. Viendo que seguía inmóvil escribiendo y no había apagado la luz, me llamó diciendo: -"Signor Cavaliere, debe Ud. apagar la luz e ir a dormir porque ya es muy tarde y el médico quiere que descanse". Contesté que tendría que encender otra vez la lámpara al despertar, y me dijo -"Apáguela, porque la encenderé cuando despierte". Así que paré de escribir, alejé de mí el papel, apagué la lámpara y me fui a dormir. Cerca de las cinco o seis de la madrugada desperté y llamé a Francisco para pedirle que encendiera la lámpara. Como se negó dado que no había dormido suficiente, me puse impaciente y pensé como hacerme algún daño corporal. Permanecí en este estado hasta cerca de las ocho, cuando recordé que tenía una espada en el respaldo de la cama, colgada entre las velas consagradas, y en mi impaciencia por tener una luz tomé la espada, que cayó de punta junto a mi cama. Caí sobre ella con tal fuerza que terminé atravesado en el piso. Debido a mi herida comencé a gritar, con lo que Francesco entró rápidamente al cuarto, abrió la ventana, y al verme herido, llamó a otros que me ayudaron a recostarme en la cama y quitarme la espada. Así es como resulté herido.
"Borromini, de Sir Anthony Blunt, libro biográfico


La cúpula y la torre coclear son peculiares y reflejan la idiosincrasia de los motivos arquitectónicos que distinguieron a Borromoni de sus contemporáneos. El interior presenta una nave de inusual planta centralizada, en la que se alternan cornisas cóncavas y convexas, ascendiendo a una cúpula decorada con una matriz lineal de estrellas y puttis. La estructura muestra un esquema de estrella de seis puntas. Desde el centro del piso las cornisas asemejan dos triángulos equiláteros que forman un hexágono, aunque tres de las puntas tienen forma de trébol, mientras que las restantes terminan en concavidades. Las columnas interiores se distribuyen sobre puntos de un círculo. La fusión entre los excesos febriles y dinámicos del barroco y la geometría racionalista constituyen un logro excelente para una iglesia perteneciente a una institución papal de altos estudios.

Oratorio de San Felipe Neri (Oratorio dei Fillipini)

La congregación de los filipinos tenía ya una de las iglesias mejor decoradas de Roma, y la orden, muy adepta a la expresión piadosa a través de la música, pensó construir un oratorio que incluía aposentos al lado de la iglesia de Santa Maria in Vallicella (Chiesa nuova), ubicada en pleno centro de Roma.

Borromini fue uno de los postulantes para la construcción del proyecto, entre los que se contaba a Paolo Maruscelli. Resultó empleado para el trabajo durante trece años que incluyeron varios períodos conflictivos. Para 1640 el oratorio estaba en uso, y en 1643 se completó la biblioteca. La llamativa fachada cercana a la entrada de la iglesia tiene poca semejanza con las estructuras interiores. Dentro del oratorio el espacio se articula mediante semicolumnas.

Influencia

El retrato de Borromini en la sacristía de San Carlo alle Quattro Fontane.

Borromini fue una importante influencia para el arquitecto piemontés Guarino Guarini y sus sucesores.

Comentarios sobre Borromini y su obra

Maderno, junto con Borromini y Carlo Fontana eran los líderes de una banda de artistas que conspiraron para sacar a la arquitectura de su tranquilo reposo (...), que sustituyeron por una turbulenta movilidad.
Karl Baedecker, 1883 en "Guía de Italia central"
Era usual verlo de humor melancólico o, como decían algunos de sus allegados, hipocondríaco, a causa de lo cual se enfermaba realmente, sumado a la continua especulación sobre las cosas de su arte, con el tiempo esta tendencia se profundizó y se convirtió en una actitud permanente, de tal forma que huía de las conversaciones para estar en soledad , ocupado solamente en el giro continuo de pensamientos turbulentos.
Filippo Baldinucci, historiador del arte (1624-1696)

Principales proyectos

La siguiente es una lista cronológica de las obras en las que participó Borromini como proyectista, ya sea en forma independiente o en colaboración con otros arquitectos:

Referencias

  1. Se cree que el origen de este sobrenombre deriva de su primer encargo como arquitecto independiente: la reconstrucción de la Iglesia de San Carlos Borromeo, también conocida como San Carlos junto a las Cuatro Fuentes ("San Carlo alle Quattro Fontane" -o "San Carlino", por sus reducidas dimensiones-).
  2. Como curiosidad hay que señalar que la emisión de billetes de 100 francos suizos que estuvo en vigor hasta mediados de la década de 1990 estaba dedicada a él.
  3. Por cierto no desarrollaré esta profesión con el fin de ser un simple copista, si bien sé que al inventar cosas nuevas no se puede recibir el fruto del trabajo, siquiera tarde como no lo recibió el mismo Miguel Ángel cuando en la reforma de la gran Basílica de San Pedro usó nuevas formas y ornamentos que sus propios emuladores le criticaban, al punto de procurar muchas veces privarlo de su cargo de arquitetco de San Pedro: sin embargo, el transcurso del tiempo ha puesto de manifiesto que todas sus ideas han resultado dignas de imitación y admiración. ("io al certo non mi sarei posto à questa professione col fine di esser solo copista, benche sappia che nell'inventar cose nuove non si può ricever il frutto della fatica, se non tardi, sicome non lo ricevette l'istesso Michel'Angelo quando nel riformare l'architettura della gran Basilica di S. Pietro, veniva lacerato per le nuove forme et ornati, che da suoi emuli venivano censurate, à segno che procurorno più volte di farlo privare della carica di architetto di S. Pietro, ma'indarno, et il tempo poi ha chiarito, che tutte le cose sue sono state reputate degne d'imitatione, et ammiratione")-Francesco Borromini, Opus Architectonicum,
  4. El lenguaje de Borromini en el barroco, Luis Alberto González [1] Archivado el 28 de septiembre de 2007 en Wayback Machine.
  5. Martin Raspe: Borrominis letztes Projekt
  6. Hibbard, Howard (1991). Bernini. Nueva York: Penguin. p. 78. ISBN 978-0-14-013598-5. 

Bibliografía

  • The Genius in the design:Bernini, Borromini and the rivarly that transformed Rome, J.Morrisey, mayo 2006, ISBN 0-7156-3532-8
  • Borromini, Sir Anthony Blunt, Harvard University Press, Massachusetts, 1979, 240p. ISBN 0-674-07925-6
  • Borromini’s San Carlo alle Quattro Fontane: a study in multiple form and architectural symbolism, Leo Steinberg, Ed. Garland, Nueva York, 1920, 473p. ISBN 0-8240-2008-1
  • Francesco Borromini, Paolo Portoghesi, Art Books Intl Ltd, marzo 1998, ISBN 88-435-3105-0.

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