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Jajam Isaac Chehebar
Información personal
Nacimiento 1912
Alepo
Fallecimiento 1990
Buenos Aires
Religión Judía
Información profesional
Ocupación Gran Rabino, Juez Rabínico (daián) y docente
Conocido por Uno de los rabinos más distinguidos del judaísmo sefaradí del siglo XX y de los principales constructores del judaísmo observante en Argentina. Reconocido mundialmente por su actividad comunitaria y educativa, y por su autoridad halájica (ley judía).
Obras notables Responsa rabínica "Itzjak Ieranen"
Título Gran Rabino de la Congregación Sefaradí de Buenos Aires
Distinciones Premio Jerusalem

Isaac Chehebar[editar]

El rabino Isaac Chehebar (Alepo 1912 - Buenos Aires 1990), fue el Gran Rabino de la comunidad judía sefaradí oriunda de Alepo en Buenos Aires (1953- 1990) y uno de los rabinos más distinguidos del judaísmo sefaradí del siglo XX. De los principales constructores del judaísmo observante en Argentina. Reconocido mundialmente por su actividad comunitaria y educativa, y por su autoridad halájica (ley judía). Estableció y desarrolló una red escolar completa, desde un jardín de infantes hasta estudios terciarios religiosos para ambos sexos, la más grande del judaísmo observante sudamericano. Luchó por el bienestar del los refugiados judíos de Iraq y la liberación de los rehenes judíos en Siria. Autor de la responsa rabínica Itzjak Ieranen y galardonado en 1983 por el Estado de Israel con el Premio Jerusalem en reconocimiento de su labor docente. Es conocido hasta hoy en día por su comunidad como: 'El Jajam' (literalmente el sabio, sinónimo de rabino en la cultura sefaradí).

Biografía[editar]

Infancia[editar]

Nació en 1912 en Alepo, Siria[1]​.

En 1916 su padre fue reclutado a la fuerza por el ejército del imperio otomano sin dejar rastro alguno. En esa situación, Isaac fue apoyado por una institución benéfica de la sinagoga y centro de estudios Abud Harari que brindaba comida y educación gratuita a los niños que habían perdido a sus padres. El Jajam Chehebar escribió en sus notas personales sobre ésta época, y recordaba el trato humanamente excepcional que les brindaban a los niños los fundadores de esa institución. No mucho tiempo después, el asilo entró en crisis cerrando finalmente sus puertas. Poco después su madre falleció. Isaac y sus hermanos quedaron faltos de todo, hasta tal punto que su hermano menor murió de hambre en la calle. Tras esta trágica situación, fue adoptado por su tío hasta que finalmente su padre regresó[2]​.

Formación[editar]

En 1923, a la edad de 11 años, ingresó a la escuela de estudios superiores de Alepo, la Ieshibá "Deguel Hatorá", que se encontraba bajo la dirección de su fundador el Jajam Moshé Tawil[3]​. En la Ieshibá se ponía mucho énfasis en la profundización del talmud, el tanaj (la Biblia) y en el estudio de la halajá (ley judía) aplicada a la vida cotidiana. En especial se inculcaba el amor a Dios y el amor al prójimo. También se impartía clases de árabe y francés. El Jajam Tawil alentaba a sus alumnos al contacto con la gente para acercarles las palabras de Torá que aprendían[4]​. En Deguel Hatorá se formaron los grandes rabinos de las distintas comunidades alepinas alrededor del mundo, entre ellos el Rab Sadek Harari, Gran Rabino de Mexico y concuñado del Jajam Chehebar.

En 1924, a la edad de 12 años, fue premiado por sus conocimientos del libro Ieshaiá (Isaías), cuando en un concurso supo contestar de memoria cada palabra del texto del profeta. A esa misma edad, comenzó a estudiar con profundización el tratado talmúdico de Iebamot[5]​.

Estudió en la ieshibá durante siete años y se prerfeccionó en Tanaj, talmud y poskim (jurisprudencia rabínica). También se especializó en las obras filosóficas del Rambam (Maimónides) y le atrajo fuertemente el Zohar, que lo leyó seis veces seguidas[6]​.

El Jajam Moshé Tawil consideraba a su alumno Isaac como el mejor alumno de la ieshibá. En esa época, el joven Isaac estaba siempre con un libro en la mano y llegaba a estudiar dieciocho horas diarias. Su maestro, el Jajam Tawil, se preocupaba por su salud instándolo a salir y caminar al aire libre[7]​. El Jajam Chehebar consideró durante toda su vida al Jajam Moshé Tawil como su maestro y mentor, hasta tal punto que se refería a él, sin nombrarlo por su nombre, como "mi maestro y mentor"[8]​.

En 1928, a la edad de 16 años, mientras seguía avanzando en sus estudios, comenzó a ejercer como maestro en la ieshibá y a dar clases de talmud para comerciantes adultos[9]​.

En 1930, a la edad de 18 años, fue nombrado "Jajam" (rabino) con la aprobación de grandes rabinos, entre ellos el Rab Ezrá Shaio, jefe del tribunal rabínico de Alepo[10]​.

A partir de entonces, continuó perfeccionándose en sus estudios rabínicos con el Jajam Moshé Mizrahi, miembro del tribunal rabínico de Alepo[11]​.

Carrera docente en Alepo[editar]

En 1930, tras ser nombrado como Jajam, fue designado como director del Kitab de Alepo (escuela judía tradicional de educación primaria), teniendo a su cargo setecientos alumnos.

Implementó en la escuela varias reformas e introdujo nuevas metodologías de enseñanza. Instaló un sistema de agua corriente, electricidad para cada sala y compró bancos para las aulas (hasta ese momento los alumnos estudiaban sentados sobre la tierra). También tuvo que sustituir a todo el personal docente veterano por maestros más jóvenes, llenos de más entusiasmo y energía. A algunos los indemnizó y a los restantes los ayudó a encontrar trabajo y sustento en Israel. También instituyó un nuevo sistema de exámenes finales. Insumió todas sus energías para implementar estas reformas, puesto que parte de la comunidad se oponía[12]​.

Tras haber organizado todo lo preciso para la escuela, enfermó gravemente. Seis meses estuvo en cama sin poder moverse , pero finalmente se restableció. Según el médico, su intestino se había resentido por falta de nutrición y fue un milagro lo que le aconteció[13]​.

En 1943, Rajel Ianaít Ben Zví, la esposa de quién sería el segundo presidente del Estado de Israel, visitó Alepo y describió su encuentro con el Jajam Chehebar:

"Se nota la dedicación y presteza del director. Él conoce su función y es consiente de su responsabilidad...Su hebreo es pulido, el hombre es capaz....Él sabe cómo complementar la tradición con la modernidad y desea sinceramente introducir el hebreo vivo y hablado en la escuela"[14]​.

Respecto a esta visita, el propio Jajam Chehebar le escribió en una de sus cartas[15]​, que la señora Ben Zví visitó Alepo con la intención de llevarse niños a Israel y educarlos en unos kibutzim, a lo que el Jajam se opuso totalmente por no ser la educación de esos kibutzim de acuerdo a la Torá y los preceptos religiosos de la tradición judía. Dos años más tarde, cuando la emigración de niños y jóvenes alepinos a esos kibutzim de Israel comenzó a masificarse, el Jajam Chehebar se dirigió con una carta al Gran Rabino de Israel, el Rab Isaac Haleví Herzog, suplicándole por una alternativa religiosa israelí para esos kibutzim[16]​.

En 1945, tras ganar prestigio como educador en el ámbito judío, fue convocado por la fundación mundial Otzar Hatorá para organizar la escuela judía primaria tradicional de Damasco. Permaneció tres meses en Damasco trabajando los programas educativos y logró aumentar el número de alumnos de ochenta a trescientos[17]​.

Además de educador, el Jajam Chehebar tenía fama como gran orador. En reiteradas oportunidades lo rabinos de la comunidad le encomendaban que pronunciara discursos en la gran sinagoga de Alepo. En 1933 hubo una gran sequía en Alepo y la comunidad proclamó un día de ayuno. Ese día pronunció un gran sermón junto a los rabinos Moshé Mizrahi y Shelomó Zaafrani. En 1940, al recibir las trágicas noticias del Holocausto en Europa, pronunció, por pedido del Rab Moshé Mizrahi, un discurso ante toda la comunidad "para llamar la atención acerca de la penuria de nuestros hermanos perseguidos"[18]​.

En esos años, un periódico publicó un articulo escrito contra los sabios del talmud y el Jajam le respondió replicando con un extenso artículo en el periódico "Al ´Alam al Israili"(El mundo Israelita) de Beirut[19]​.

Líder comunitario en Alepo[editar]

En 1946, a la edad de 34 años, contrajo matrimonio con la señorita Camelia Silvera de 20 años de edad[20]​.

El lunes primero de diciembre de 1947, tras la declaración del 29 de noviembre de la partición de Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío, una gran multitud atacó e incendió todas las sinagogas de Alepo, incluyendo la gran antigua sinagoga, las escuelas y varias casas judías. Quemaron cuarenta rollos de Torá y al menos dos mil pares de Tefilín. Los judíos no salieron de sus casas por miedo a ser dañados o matados. El Jajam Chehebar y su esposa seguían los acontecimientos desde una de las ventanas de su casa que daba a una de las sinagogas. En un momento se abalanzaron hacia su edificio para subir y unos vecinos árabes los salvaron, no dejando pasar a nadie al edificio y diciendo que todos los que vivían ahí eran musulmanes[21]​.

Ese mismo día, los dirigentes de la comunidad, los ricos y todos aquellos que podían huir, abandonaron Alepo. El rabino Chehebar permaneció prácticamente solo frente a la comunidad, compuesta por los sectores más desamparados, y se vio obligado a hacerse cargo de los asuntos públicos. Hasta su partida de Siria fue consejero y asesor del Gran Rabino de Alepo, el Jajam Moshé Mizrahi. También trabajó como secretario del tribunal rabínico (Bet Din) y como redactor de las respuestas a las preguntas de halajá planteadas por las comunidades alepinas desde todos los rincones del mundo[22]​.

Después de aquel ataque del primero de diciembre de 1947, los judíos de Siria vivieron con temor y bajo amenaza. Se instauró una supervisión policial sobre la comunidad judía de Alepo, y el Jajam Chehebar ofició de contacto entre las autoridades sirias y la comunidad. Tuvo el talento de cultivar buenas relaciones con las autoridades sirias, la policía y los oficiales del más alto rango, lo que se tradujo en beneficio de la comunidad y lo que le permitió interceder y rescatar a muchos judíos de la prisión[23]​.

En 1948, a través de la comunidad alepina de Nueva York, el Joint American Jewish Distribution Committee, comenzó a enviar un dinero destinado a los pobres, enfermos y a las escuelas judías de Siria, que era distribuído todos los meses por intermedio del Jajam Chehebar. Asimismo, el Jajam procuró por todos los medios que la comunidad judía saliera de Alepo hacia Israel. En este contingente, emigraron a Israel su padre, su madrastra, dos de su hermanos y también sus suegros[24]​.

Su activismo por el bienestar de los refugiados de Iraq[editar]

Tras la proclamación del Estado de Israel, la situación de los judíos de Iraq comenzó a tornarse cada vez más incierta. Muchos de ellos comenzaron a salir de aquel país tomando Alepo como territorio de tránsito. Al abandonar sus hogares se veían impedidos de llevar consigo dinero u objetos de valor. La tarea secreta del Rabino Chehebar consistía en ayudarlos a emigrar a Israel, los asistía y se encargaba de apoyarlos económicamente, gracias a los fondos solidarios del Joint y una organización de judíos oriundos de Siria en Nueva York[25]​.

Refugiado en Beirut[editar]

En 1952, fue denunciado por un correligionario a las autoridades sirias, por organizar emigraciones de judíos hacia el nuevo Estado de Israel. Un oficial de la policía siria le comunicó sobre la denuncia y le dijo que le tenía preparado un permiso de viaje al Líbano por 20 días, a fin de que se pudiera escapar. A los dos días, el 6 de Septiembre de 1952, el Jajam, su esposa y sus cuatro hijos, partieron hacia Beirut dejando su casa y casi todas sus pertenencias, sin saber que nunca habrían de volver. Ya estando en Beirut, le comentaron que ni bien dejó Alepo, su casa había sido revisada por militares y lacraron las puertas. Al compañero del Jajam en los proyectos de emigración a Israel, que por alguna razón desoyó la advertencia del Jajam de escaparse con él, lo pusieron en prisión y lo maltrataron duramente durante dos meses. Al enterarse el Jajam de lo acontecido a su compañero quiso regresar a Alepo a fin de intentar rescatarlo, pero desde Alepo le comunicaron que en caso de volver correría igual suerte que su amigo[26]​.

Al expirar el lapso de 20 días que tenía permitido permanecer en el Líbano y viendo que ya le era muy peligroso volver a Alepo, se las ingenió para prorrogar tres veces más el permiso de permanencia en Beirut[27]​.

El Jajam (derecha) junto al Jajam Iaacob Attie (izquierda)

En ese lapso, fundó en Beirut, junto a otros refugiados de Alepo, una escuela primaria religiosa que logró convocar 80 alumnos. Cuando dejó un año más tarde Beirut, dejó la dirección de la escuela en manos del Jajam Iaacob Attie, más tarde rabino de Bat Iam, Israel, y futuro consuegro suyo. La escuela creció hasta congregar 150 alumnos[28]​.

El 14 de octubre de 1952, al enterarse la congregación alepina de Buenos Aires que el rabino Isaac Chehebar se encontraba refugiado en Beirut, le escribieron a través de la presidencia de la comunidad, invitándolo a ocupar el sitial de Gran Rabino del la Congregación Sefaradí.

Gran Rabino Sefaradí de Buenos Aires[editar]

Situación de la Comunidad Sefaradí Alepina en Buenos Aires[editar]

El 22 de octubre de 1953, a los 41 años de edad, llegó a la Argentina junto a su familia, lo que significó el inicio del resurgimiento espiritual de la Comunidad Sefaradí de Buenos Aires[29]​.

Si bien el Gran Rabinato se encontraba en el barrio de Once, donde funcionaba la sinagoga Yesod Hadath, su autoridad se expandía también a las sinagogas y escuelas alepinas de otros barrios, entre ellas la institución Shaaré Sión del barrio de Flores.

En esos años, la comunidad judía alepina de Buenos Aires se encontraba en un punto de inflexión. Gran parte de la comunidad, en especial la nueva generación, como consecuencia de las influencias del medio ambiente del nuevo continente y la falta de una sólida educación religiosa, comenzó a alejarse de la observancia religiosa que regía tradicionalmente la vida de los judíos alepinos. Asimismo, la otra gran parte de la comunidad que sí estaba ansiosa y comprometida con la tradición, estaba desorientada y su observancia religiosa era superficial. Sin embargo, muchos años después, el Jajam recordaba el lado positivo de su encuentro: "Cuando llegué a Buenos Aires me sentí como en Alepo, como en casa...me encontraba entre mi gente. Era mi misma comunidad... pese a que habían pasado treinta años de la inmigración"[30]​. Con su arribo se inició una etapa de reconstrucción, crecimiento y reorganización de la comunidad.

Rabinato[editar]

Al llegar a Buenos Aires, encontró al Rabinato desprovisto de una buena organización y carente de archivos, libros y registros matrimoniales. Tampoco contaba con secretarios y escribas especializados para las tareas rabínicas. El Jajam Chehebar ordenó los asuntos y dirigió todos los asuntos halájicos (ley judía) concernientes al Rabinato en forma detallada y meticulosa.

Ordenó dentro de su Congregación la prohibición de ceremonias judías de casamiento sin autorización rabínica. Escribió las leyes y costumbres de los casamientos. Estableció para los casamientos el requisito de un certificado de soltería y cuando lo fuera necesario de judeidadl[31]​.

Renuncia al Rabinato y su reinstauración[editar]

Ya en sus comienzos como Gran Rabino se ganó el cariño de la gran mayoría de la comunidad. Sin embargo, algunos miembros de la comisión directiva, en especial los que detentaban el poder económico, se oponían a la línea observante del Jajam y a su prédica por el cumplimiento de las normas judías tradicionales. Antes de su llegada, la gente de poder económico, quienes mantenían las distintas instituciones de la comunidad, tenían más peso que el rabino en las desiciones del lineamiento religioso de la Comunidad. El Jajam luchó por cambiar esta situación y dejó un principio claro: tal como en una Universidad es el responsable académico quién marca la línea educativa, en una comunidad es el rabino quién establece las pautas religiosas. Cuando vio que miembros de la comisión directiva se oponían a la observancia religiosa y hasta le exigieron que otorgara un permiso de casamiento que no correspondía según la halajá (ley judía), presentó a la Comunidad una renuncia indeclinable, dejando así su puesto de Gran Rabino y también su fuente de manutención. La renuncia del Jajam movilizó a toda la comunidad. A la semana de su renuncia se congregaron en el local del presidente de la Congregación aproximadamente cien personas, los dirigentes de la comunidad y la comisión directiva. Según lo que dijo el presidente, a la gente le gustaba el rabino, sentían que era un hombre enviado del cielo. En esa reunión se decidió restituir al Jajam a su puesto de Gran Rabino. Para comunicarse con el Jajam, tuvieron que interceder con su mujer, la señora Camelia. La señora Camelia recibió esa misma tarde a la comisión directiva en su casa y convenció a su marido para que dialogue con ellos. En esa reunión se llegó a la conclusión de seguir el lineamiento de la Comunidad según la Torá y el rabino Chehebar volvió a tomar su puesto como Gran Rabino[32]​.

Proyecto de retorno a la observancia de los mandamientos de la Torá[editar]

El principal objetivo del Jajam Chehebar como rabino de su Comunidad fue fortalecer la práctica de los preceptos religiosos. En esos años, gran parte de la comunidad comenzó a alejarse de la observancia de los preceptos, en especial la nueva generación, hijos de inmigrantes. El Jajam se enfocó principalmente en la observancia de los preceptos más básicos de la halajá judía, el Shabat (el descanso sabático), el Cashrut (normas judías de alimentación) y la Taharat Hamishpajá (normas judías respecto a la vida conyugal). Esta gran tarea la llevó a cabo a través de la educación en las escuelas, una campaña de difusión entre los feligreses, estableciendo estructuras que permitan el cumplimiento cómodo y más fácil de los mandamientos, y con la ayuda de muchos activistas que lo acompañaron. Otro factor importante en su proyecto, fue el convertir a la Sinagoga en el principal centro comunal de los feligreses[33]​.

Shabat (el descanso sabático)

En los años cincuenta e inicios de los sesenta, no eran muchos los que concurrían a al Sinagoga los sábados, menos aun los días de semana. A partir de su arribo, los oficios diarios y sabáticos alcanzaron mayor relieve y popularidad. El Jajam comenzó a brindar conferencias en las vísperas del descanso sabático y paulatinamente se incrementó la presencia de los fieles. Así lo expresaba en 1964 el presidente de la Comunidad:

"Todos los viernes antes de la iniciación del culto sabático, nuestro Gran Rabino pronuncia una conferencia en la que vuelca su sabiduría y elocuencia. Y semana a semana el culto sabático contaba audiencias más nutridas. El Rabino comentaba hechos y problemas contemporáneos, enfocados con un criterio de actualidad, sobre la base de las enseñanzas de la Torá".

El Jajam (centro) junto a Don Shaul Sutton (derecha)

Si bien la concurrencia a la Sinagoga aumentaba, todavía muchos comerciantes judíos alepinos abrían sus negocios en Shabat, actitud prohibida según la halajá (ley judía). En 1967, los señores Shaul Sutton y Jacobo Tosún dirigidos por el Jajam comenzaron una campaña de concienciación para que todos los comerciantes judíos del Once cerraran sus negocios el día sábado. El Jajam firmó un volante entregado a mano de los comerciantes y publicado en Mundo Israelita el 5 de agosto de 1967. Con los años, los comerciantes de la Comunidad comenzaron a cerrar sus negocios el día sábado[34]​.

En una ocasión, cuando se enteró que la Israexpo, una muestra comercial en la que el Estado de Israel presentaría por primera vez al público argentino su producción, abriría su feria el día sábado, estableció contacto con el gobierno de Israel para que lo eviten. Ese mismo viernes se anunció en la exposición que de acuerdo a lo especificado de Israel no se venderán los artículos expuestos hasta el domingo[35]​.

Cashrut (normas judías sobre la alimentación)

Antes de su llegada a Buenos Aires las situación del cashrut (normas judías de alimentación)era caótica, la Comunidad en general no estaba muy comprometida con las leyes del cashrut, no había una shejitá organizada, ni restaurantes y servicios de fiestas casher, solamente existía una carnicería casher de la Congregación.

Enseñó y difundió la observancia del cashrut, restableció el decreto del Jajam Shaul Sutton, primer Gran Rabino de la Congregación Sefardí, de no casar a ninguna pareja dentro de la Congregación que no realizara el banquete casher. Creó dos shejitot con un equipo de cuatro shojatim (matarifes) cada una. Promovió la apertura de restaurantes casher, entre ellos el restaurante Sucat David, el primero casher en Argentina, supervisado constantemente por el Rabinato. Promovió la apertura de nuevas carnicerías casher en otros barrios como el de Flores y en la ciudad de Mar del Plata. Organizó el horneado de pan casher, y convino con los hoteles más importantes del país que permitieran realizar fiestas estrictamente casher bajo la supervisión directa del Rabinato.

Hoy en día, casi toda la comunidad sefaradí realiza sus fiestas casher y observa en sus casas el cashrut[36]​.

Asimismo, el rabino Chehebar insistió, por conductos sutiles y diplomáticos, que la Embajada de Israel en Buenos Aires celebrara sus recepciones según las normas del cashrut, hasta lograr el cumplimiento de su cometido[37]​.

Taharat Hamishpajá (normas judías respecto a la vida conyugal)

Logró concientizar a su comunidad sobre la importancia del cumplimiento de las normas judías respecto a la inmersión en la mikve (baño ritual) de la mujer judía. Asimismo, estableció que las novias de la Congregación sean instruídas en esas normas. A instancias suyas, se construyó una mikvé en Mar del Plata y se abrieron otros baños rituales en el país y en el exterior[38]​.

Obra educativa[editar]

Recién llegado, antes de cualquier otro tema comunitario, se dedicó exclusivamente a la cuestión educativa. En ese entonces, la Comunidad solamente contaba con un jardín de infantes y una escuela primaria integral de estudios judaicos y oficiales en el Barrio de Once, que a los ojos del Jajam se encontraba en un estado de muy bajo nivel. En esta situación, se vio obligado a dedicar todas sus energías con el objetivo de elevar el nivel educativo. Personalmente controlaba a cada maestra y maestro, examinaba a cada alumno por separado y comenzó a emitir nuevos lineamientos e indicaciones a los directores y alumnos. Visitaba la escuela con frecuencia y permanecía varias horas en ella haciendo observaciones y aclaraciones.

A fin de mejorar el nivel educativo invitó a docentes y maestros preparados en el exterior, entre ellos el Rab Abraham Bin Nun y el Rab Shelomó Jevroni, que trabajaron como directores de la escuela. Les solicitó a los directores que le rindieran un informe diario acerca del avance de la escuela, además de mantener un diálogo constante. Los directores no tenían que aguardar para ser recibidos en su despacho, siempre tenían la prioridad[39]​.

Asimismo, comenzó a enviar alumnos a estudiar a las Ieshibot de Israel becados por la Congregación, a fin de contar con ellos como docentes una vez concluída su enseñanza superior[40]​.

Hizo mucho por valorar el rol del maestro. Le recomendaba a los directores y a sus esposas que vistieran con mucha elegancia a fin de que su presentación cause una buena impresión en los alumnos y sus padres. Se preocupó por el buen salario de los docentes y por sus necesidades generales. Un año antes de fallecer, sin que nadie le pidiera, se ocupó personalmente en conseguir fondos para elevar los sueldos de los maestros[41]​.

Creó un centro de actividades, rezo y cursos de Torá especialmente para niños, adolescentes y jóvenes , llamado Minián Modelo[42]​. Años después, invitó para dirigirlo a su alumno el rabino Isaac Sacca.

Organizó cursos extra-escolares para niños y jóvenes los días sábado y domingo, llamados Keter Torá, incentivando a los alumnos con importantes premios. También organizó cursos de Torá para niños y jóvenes en Mar del Plata durante las vacaciones de Verano, en las que él mismo les enseñaba personalmente[43]​.

En 1966, por inspiración del Jajam y bajo su guía, la Congregación funda la ieshibá (Seminario Rabínico) Deguel Torá, ubicada en la sinagoga Sucath David que se inició con 15 o 20 alumnos[44]​.

En 1973, consiguió transformar a la escuela primaria religiosa del Barrio de Flores en un instituto integral. Consideraba fundamental que las escuelas de la Comunidad impartan tanto la enseñanza judaica como la oficial[45]​.

Aproximadamente en ese mismo año, por iniciativa de Don Shaul Sutton, presidente de la Congregación Sefaradí, el rabino Chehebar fundó una escuela secundaria comercial para chicos y otra para chicas. La Secundaria para chicas contó, gracias a la iniciativa del director Abraham Bin Nun, con un segundo turno de estudios judaicos, el Tijón[46][47]​. Asimismo, paralelamente a la fundación de la ieshibá Bet David y por iniciativa del director Abraham Bin Nun, creó la Midrashá, un profesorado para la formación de maestras jardineras y primarias, también en materias judaicas. Tanto el Tijón como la Midrashá, comenzaron a traer un despertar y renacimiento religioso observante en las jóvenes y mujeres de la comunidad. Hasta ese entonces, las mujeres no contaban con estudios judaicos avanzados de manera oficial[48][49]​.

Fundación de la ieshibá (Seminario Rabínico) Bet David[editar]

Ni bien llegado a la Argentina en 1953, comenzó a formar un grupo de los mejores egresados de la escuela primaria, organizando para ellos un curso de talmud y halajá (ley judía), que funcionaba durante las tardes en la sinagoga Yesod Hadath. Asimismo, organizó otro curso de talmud para un grupo de adolescentes durante las mañanas, bien temprano previo al rezo matutino (shajrit), dictado por él mismo durante 12 años. Cuando hubo una cantidad de 30 alumnos en los cursos vespertinos tomó la decisión de abrir una ieshibá[50]​.

En octubre de 1976 fundó la ieshibá Bet David y trajo para dirigirla de Israel al rabino Meir Sasson, yerno del Gran Rabino Ovadia Yosef. Al año ya contaba con más de 40 alumnos divididos en cinco niveles, en 1982 con más de 80 y en 1984, con alrededor de 100, convirtiéndose en la ieshibá más grande de Sudamérica y de la que egresaron decenas de rabinos que ofician alredededor de America Latina[51]​. Si bien la ieshibá contaba con un director, el Jajam Chehebar la dirigía personalmente. La visitaba constantemente, examinaba a los alumnos y contaba con un listado de cada grado con sus horas y temas de estudio. Semana a semana sabía que hoja de talmud se estaba enseñando en cada grado. Estaba al tanto de la asistencia diaria de cada alumno, y hacía llamar a sus casas en el caso de la ausencia de algún alumno para averiguar el motivo[52]​.

Labor editorial[editar]

Se preocupó por volver a publicar nuevas ediciones de los libros escritos por los sabios judíos de Alepo y logró que la editorial israelí Majón Haketav se adhiera a esta campaña[53]​. Los ejemplares se distribuían gratuitamente en todas las comunidades y centros de estudios judaicos. El Jajam escribió en la introducción de uno de los libros reeditados:

"Siempre aspiré a perpetuar el nombre de estos santos editando sus libros, a fin de que los jóvenes de la nueva generación conozcan de qué cantera fueron tallados"[54].

Escribió un resumen de las normas para las festividades judías, publicada en su edición completa en 1986[55]​.

Su preocupación por el bienestar de la Argentina[editar]

Siempre se preocupó por el bienestar de la Argentina, su patria adoptiva, donde vió florecer y prosperar a su comunidad. Cuando estalló la Guerra de las Malvinas estableció una oración especial y ordenó a todas las comunidades judías recitarla todos los días por la paz y el éxito de la Argentina. También ordenó que todos los niños de sus escuelas recen todos los días por el binestar de Argentina. Este gesto, que cobró difusión a través de los medios, provocó un sentimiento de aprecio y reconocimiento por parte del amplio público argentino[56]​.

Su activismo por la liberación de los judíos de Siria[editar]

A partir de proclamación del Estado de Israel, los judíos de Siria se encontron bajo amenaza y sin permisos para emigrar. Aun así, miles de ellos lograron escapar. En cambio, desde 1955 se bloquearon totalmente los caminos de salida. La situación de los judíos empeoraba después de cada guerra con Israel. Fundamentalmente, los judíos quedaron encerrados en Siria en condición de rehenes en el conflicto bélico.

No bien llegó a la Argentina, el Jajam Chehebar se abocó a la liberación de los judíos en Siria. Recaudó fondos para facilitar su emigración y emprendió una amplia acción de esclarecimiento, así como una perseverante gestión ante las autoridades sirias y ante los organismos de derechos humanos, dentro y fuera del país.

En 1961, se intercedió ante el Gobierno Argentino, logrando por conductos diplomáticos que se autorizase la salida de familias de la aldea siria de Kamishli bajo la condición de que se dirigieran exclusivamente a la Argentina.

En 1974, remitió un telegrama con su firma al General Háfez el-Ásad, presidente de la República Árabe Siria y al Ministro de Justicia de aquel país:

"Teniendo conocimiento que ha dado inicio un juicio a puertas cerradas contra dos judíos, nos dirigimos a S.E para solicitar la realización de dicho proceso en forma pública, permitiendo la asistencia de observadores imparciales durante su desarrollo, esperamos que el gobierno sirio actúe con justicia y que respete el derecho de cada judío de abandonar las fronteras de Siria para reunirse con sus familiares. Este hecho estaría a tono con el alivio de la tensión en el Medio Oriente que es realmente deseado por todos los hombres amantes de la paz".

Ese mismo año, le envió un telegrama al Embajador de Siria en Argentina:

"Apelamos a sentimientos religiosos y de humanidad para que el gobierno de Siria haga conocer una lista de prisioneros israelíes, y permita que sean visitados por la Cruz Roja Internacional, respetando el fiel cumplimiento de la Convención de Ginebra. Confiamos en la respuesta a este llamamiento, que calme la angustia de centenares de familias que desconocen la suerte de sus hijos, para lo que pedimos el amparo de las normas aceptadas por todos los países civilizados sobre prisioneros de guerra"

En 1992, el Gobierno Sirio oficializó el permiso de emigración.

Cuando se desencadenó la guerra civil en el Líbano, el rabino Chehebar se preocupó por anunciarle a la comunidad judía de Beirut que las organizaciones judías de Argentina estaban dispuestas a sufragar los gastos de viaje de todos los judíos que quisieran abandonar el Líbano. Les hizo saber asimismo que estaban invitados a radicarse en la Argentina o en Brasil[57]​.

Fallecimiento[editar]

A la noche del 17 de agosto de 1990 falleció a los 78 años de edad. Fue lamentado por toda la Congregación Judía Argentina y por las comunidades judías alepinas de todo el mundo. En el mismo día del funeral, fue nombrado su hijo, el rabino Iosef Chehebar, como nuevo Gran Rabino de la Congregación Sefardí[58]​.

Visión religiosa y filosofía educativa[editar]

Relación con su comunidad[editar]

Mantenía un permanente contacto personal con los miembros de su comunidad, quienes concurrían a consultarlo por diversos problemas personales y familiares, o bien por conflictos de tipo laboral. Sus puertas estaban abiertas para todo aquel que necesitara alguna palabra de aliento, un consejo o una bendición[59]​.

Estaba siempre presente en las alegrías de sus feligreses como en sus momentos difíciles. Iba personalmente a visitar a los enfermos de su Congregación para bendecirlos y aliviarlos. Se destacó por la ayuda y el estimulo a las víctimas de quebrantos. A los necesitados de una ayuda económica, se dedicaba a conseguirles buenos préstamos o donaciones, siempre de forma discreta cuidando la dignidad del necesitado. Cada víspera de Pesaj, le hacía llegar a los niños necesitados de la escuela ropas lindas para la fiesta como un premio por su buena conducta y no por caridad, para que ni elllos ni sus padres se ofendieran. Reitaradamente concientizaba y pregonaba en su comunidad sobre la importancia de la caridad[60]​.

El camino del equilibrio[editar]

Mientras que muchos de los primeros dirigentes de la Congregación lo veían inflexible y estricto en lo concerniente a la línea observante de la Comunidad, algunos sectores de la ultraortodoxia lo consideraban muy permisivo y flexible. Así se refirió su hijo, el rabino Iosef Chehebar, Gran Rabino actual de la Congregación Sefaradí Alepina:

"Mi padre tuvo la grandeza y la sabiduría de ir llevando las cosas de forma gradual, cuestión que en aquél tiempo no se entendía tanto; después lo reconocieron... Muchos no lo entendieron, incluso lo rechazaron. Pero, hoy, en realidad, se puede ver cuánta razón tenía. Si queremos llegar al cielo de una sola vez y convertirnos en jasidim [grandes devotos], quizá para el padre está muy bien, pero es posible que sus hijos no lo aguanten. Y lamentablemente, hoy en día en Israel, muchas familias muy religiosas, que tienen muchos hijos, algunos de ellos se desviaron completamente del camino de la Torá, porque quisieron subir muy alto de repente, y cada persona es diferente; hay que comprenderla. Ese es el camino que nos enseñó nuestro padre, y en el que se conducía la gente de Alepo, el camino del equilibrio, el camino del Rambam [Maimónides], la prudencia. Siempre procurando llegar a lo más alto, en la medida que se pueda. Pero si esto no es posible, que por lo menos estemos dentro del ambiente y cuidemos las cosas más importantes: la pureza familiar, Shabat, Cashrut, las cosas básicas. Desde ahí podemos progresar.[61][62]".

Mientras que en sus comienzos dentro de la Congregación tuvo que lidiar principalmente con los dirigentes que apuntaban hacia el alejamiento de la observancia religiosa tradicional, durante sus últimos años, luego del despertar religioso dentro de su Comunidad, tuvo que lidiar con las tendencias extremistas. Estas nuevas tendencias, estaban presentes especialmente dentro de la nueva juventud, que estaba comenzando a incorporar el modelo religioso de la ultraortodoxia ashkenazí y conductas más rigurosas de lo exigido por la halajá (ley judía), un modelo no tradicional dentro del judaísmo observante alepino. La tradición rabínica alepina en la que se crió el Jajam Chehebar, se caracterizaba por su apertura y naturalidad hacia la modernidad y el mundo occidental, siendo a su vez fiel al cumplimiento de la halajá, y entre otras cosas, por su política de integración a todos los miembros de la comunidad, sea cual sea su nivel de observancia. En tales circunstancias, el Jajam publicó un comunicado citando las palabras del libro Sheerit Iosef:

"A causa de que aquellos hombres no son estudiosos de la Torá, y sobre cualquier asunto dicen que está prohibido, pues así es la mentalidad de la persona a la que D-os no concedió sabiduría e inteligencia y no tuvo el zejut [el mérito] de ser iluminado por la luz de la Torá: prohiben lo permitido y dicen sobre cualquier cosa que está prohibido..."[63]

Filosofía educativa de la ieshibá (Seminario Rabínico) Bet David[editar]

A diferencia de las ieshibot comunes de hoy en día, el Jajam Chehebar estableció que para los alumnos adolescentes el funcionamiento de la ieshibá sea durante las tardes, luego de los estudios oficiales de la escuela secundaria. Para los alumnos que ya habían concluído la etapa secunadaria, la ieshibá ofrecía también un programa opcional de estudio de día completo. En una ocasión, uno de los maestros de la ieshibá comenzó a inducir a los alumnos adolescentes para que abandonen los estudios del secundario a fin de que se consagren exclusivamente a los estudios religiosos. Al Jajam le disgustó la filosofía educativa de dicho maestro (dentro de su comunidad) y lo despidió de su puesto[64]​.

En 1988, decidió establecer dentro de la ieshibá clases de inglés, al observar que muchos alumnos tomaban clases extra-escolares de lengua inglesa dejando sus estudios de la ieshibá. El director de la ieshibá de ese momento se opuso a su decisión, diciendo que estaba prohibido según la halajá. El Jajam respondió con una carta halájica en la que demostraba que no solamente estaba permitido, sino también era un deber introducir esas clases de inglés por varios motivos; para mantener a los alumnos dentro del ambiente de la ieshibá, para que no tengan que interrumpir sus estudios religiosos, para transmitirle a los padres de la comunidad que es buena y agradable la combinación de los estudios religiosos con la cultura general y los estudios seculares (derej eretz) y también por tratarse de un estudio muy importante para la salida laboral en el futuro de los alumnos. Esta carta se la envió al Gran Rabino Ovadia Yosef, quien estuvo de acuerdo con su determinación[65]​.

Fue partidario de trasladar la ieshibá del edificio del secundario al de la sinagoga Yesod Hadath. Quería lograr un vínculo recíproco entre los miembros de la Congregación y los alumnos de la ieshibá. En sus propias palabras: "El ambiente crea a la persona, no construyamos una ieshibá fría, instalémosla aquí [en la sinagoga], donde estamos rezando todo el día"[66]​.

Respecto al estudio del talmud, educaba a sus alumnos a que estudien en profundidad y no superficialmente. Sin embargo, insistía en que el estudio esté enfocado más en el peshat -la interpretación literal de las fuentes- que en las disquisiciones teóricas -pilpulim-[67]. Respecto al estudio de la halajá, les exhortaba que ahondanden siempre en las fuentes primarias -en las palabras de los sabios del talmud- y que no se conformen solamente con la lectura del Shulján Aruj (el código de la halajá escrito aproximadamente en 1550, aceptado por todo Israel)[68]​. Aun así, los alentaba a estudiar y repasar bien las palabras del Shuljan Aruj como síntesis de la halajá, hasta saberlas totalmente de memoria[69]​. En una de sus cartas a su alumno el rabino Isaac Sacca, le recomienda que antes de especializarse en halajá práctica, se perfeccione más en los diversos tratados talmúdicos con sus comentaristas y en el estudio profundo de los mismos[70]​. Sin embrago, a uno de sus alumnos que había escrito y publicado estudios talmúdicos sobre distintos tratados, le recomendaba dedicarse al estudio de la halajá aplicada a los dilemas que presenta el mundo moderno y que escriba un libro de halajá orientado al público general y no solamente al académico[71]​.

Asimismo, les remarcaba reiteradamente a sus alumnos la importancia del estudio del Tanaj con sus exégetas[72]​.

Visión y conducta religiosa[editar]

Recomendaba a sus alumnos estudiar las obras del Rambam (Maimónides). Así le escribió a su alumno el rabino Isaac Sacca:

El Jajam junto a su alumno el rabino Isaac Sacca

"Nuestra intención es fijar en nuestra ieshibá un curso fijo sobre el libro del Conocimiento (Madah) del Maimónides, que está colmado de normas precisas, reverencia pura a Dios y verdadera, humildad, gracia y rectitud, sin ningún tipo de exteriorización, virtudes nobles y agradables que coronan a sus poseedores, especialmente a los estudiosos de la Torá. Ojalá escuchen mi consejo y también ustedes estudien todos los días de este libro y lo repasen hasta haberlo memorizado totalmente y de él absorberán un espíritu santo, puro y real"[73].

Asimismo les recomendaba estudiar especialmente las leyes de Maimónides respecto a la idolatría, que según sus palabras "contienen ideas muy importantes para erradicar todo tipo de costumbres supersticiosas e irracionales"[74]​.

En esos años, la juventud más observante estaba siendo especialmente atraída por el modelo religioso de los judíos observantes ashkenazíes oriundos de Eurpoa Oriental. El Jajam Chehebar les advertía a sus alumnos de origen sefaradí seguir fielmente con la herencia de los sabios de Sefarad y Alepo, tanto en la forma de estudio -enfocado más en el peshat (la interpretación literal de los textos sagrados)-, como en la conducta religiosa, definida por él como una "conducta religiosa recatada"[75]. Por este motivo, no permitía a los alumnos de su ieshiba que vistieran los flecos del Talet (los tzitzit) fuera de las ropas (como sí acostumbran algunos ashkenazíes). Tampoco permitía que se dejen crecer el cabello de las patillas, las peot, más de los exigido por la halajá (ley judía). Aun así, le importaba que los alumnos de la ieshibá se cubran la cabeza con una kipá, a pesar que no lo consideraba una obligación halájica para los que no eran sabios y estudiosos de la Torá y que la gente observante de Alepo no acostumbraba a cubrirse la cabeza[76]​. En una ocasión, cuando uno de los alumnos se movía en demasía mientras rezaba como señal de fervor religioso, el Jajam Chehebar lo frenó y enderezó para que rece quieto y sereno[77]​.

Su responsa rabínica Itzjak Ieranen y sus resoluciones halájicas[editar]

El Jajam era un fiel alumno y seguidor de la tradición halájica del mundo sefaradí. A diferencia de otros grandes rabinos sefaradíes de su época, que estudiaron o estuvieron en contacto en su juventud con los rabinos ashkenazíes oriundos de Europa Oriental, la formación rabínica del Jajam fue pura y exclusivamente con los grandes sabios de Alepo y hasta su llegada a Argentina casi no tuvo contacto con el mundo ashkenazí. Por lo tanto, sus opiniones halájicas y sus resoluciones respecto a las cuestiones que presenta el mundo moderno, son un reflejo puro de la línea halájica sefaradí (no muy predominante en la observancia judía contemporánea) y son uno de los referentes más importantes de ella para los estudiantes de la halajá contemporáneos.

El Jajam Chehebar junto al Gran Rabino Ovadia Yosef

El Jajam nunca tuvo la intención de publicar sus escritos halájicos en un libro. El libro Itzjak Ieranen, es una compilación de sus cartas y ensayos halájicos, realizada tras su fallecimiento por su alumno el rabino Isaac Sacca. Estas cartas, eran el producto de una profusa correspondencia rabínica en la que respondía a las consultas que le eran formuladas por comunidades y rabinos de todo el mundo. Sus corresponsales incluyeron la mayoría de los grandes rabinos de su tiempo, entre ellos el Jajam Ovadia Hadaia, famoso cabalista y juez rabínico de Jerusalem[78]​, el Jajam Ben SIón Abá Shaul, director de la ieshibá Porat Iosef[79], el Jajam Matlub Abadi, rabino importante de la comunidad alepina de Nueva York[80]​, y en especial el rabino Ovadia Yosef, Gran Rabino de Israel[81]​, con el que se tenía un aprecio y cariño mutuo muy fuerte.

Gran parte de sus opiniones halájicas no están escritas en esta responsa, sino son conocidas por las normas que estableció en la Congregación Sefaradí, por su ejemplo y por su enseñanza oral.

Fiel a la tradición sefaradí, se guiaba según las normas establecidas por el Gran Rabino español Iosef Caro (1488-1575) autor de gran código de leyes Shulján Aruj. Sin embargo, en caso que la costumbre tradicional de la comunidad alepina no coincidía con lo establecido en el Shulján Aruj se guiaba según la costumbre. Tal era su apego a las costumbres tradicionales, que en una de sus cartas le escribe a un rabino que deje de cuestionar las bases halájicas de las costumbres alepinas cuando se trata de la práctica de los mandamientos, ya que la costumbre es uno de los pilares de la ley judía. Aun así, le aclaraba a sus alumnos alepinos, que cuando se encuentren en otra comunidad con diferentes tradiciones, que no se diferencien públicamente de ella, sino se adapten a ella[82]​.

Muchas de sus resoluciones halájicas no las exponía al público general, sino solamente las expresaba en sus cartas a particulares. Se cuidaba mucho de no establecer su opinión públicamente cuando sabía que no era el momento indicado de exponerlo, o por tratarse de una prohibición que la comunidad todavía no estaba capacitada para aceptar, o por tratarse de un permiso rabínico que pudiera confundir al iletrado en materia halájica. En algunos casos aplicaba lo establecido por el Shulján Aruj, que cuando de todas maneras una prohibición va a ser transgredida, es preferible que se transgreda sin que se sepa que está prohibido, a que se transgreda a sabiendas[83]​.

Algunas de sus resoluciones y opiniones halájicas características:

  • No aceptaba la conversión al judaísmo cuando no estaba basada en un compromiso real con el cumplimiento de los mandamientos de la religión judía. Pregonó en el mundo rabínico por el cuidado de esta norma, que no se estaba cuidando inclusive en algunos tribunales rabínicos ortodoxos[84]​.
  • Con respecto a la adopción de niños, exigía documentación halájica sobre los padres biológicos del niño, para evitar problemas futuros en caso de que esos niños contraigan matrimonio dentro de la comunidad judía[85]​.
  • Escribió que está permitido, en casos de necesidad, dictar clases de materias seculares dentro de la ieshibá (Seminario Rabínico), además de ser importante para transmitir lo bueno y agradable de combinar estudio de Torá con la cultura general[86]​.
  • Consideraba al día de la independencia del Estado de Israel (Iom Hahatzmaut) como un día festivo y alegre para el pueblo judío, en el cual no se deben realizar las suplicas de lamentación (tajanún) en el rezo.
  • Sostenía que la peluca no sirve para cumplir la obligación de la mujer judía de cubrirse el cabello[87]​. No hizo pública esta opinión.
  • Con respecto a la prohibición halájica de cargar en Shabat en propiedad pública, sostenía que no estaba permitido llevar sobre el cuerpo el elástico que se suele usar para llevar las llaves, ya que el elástico no es considerado parte de la vestimenta. Para llevar las llaves de tal forma que no se transgreda la prohibición halájica de cargar, sostenía que las llaves tienen que funcionar como las verdaderas hebillas del cinturón[88]​. Solamente hacía saber su opinión a los que sabía que iban a aceptarla en la práctica. Algunos de sus feligreses mandaron a fabricar para ellos cinturones especiales con dicho fin.
  • Pregonaba en su Congregación en las vísperas de Pesaj, que los judíos alepinos acostumbran no comprar e ingerir alimentos hechos y cocinados fuera del hogar, a pesar que sepan que no contienen jametz[89]​.
  • Si bien el Shulján Aruj escribe que se acostumbra a no cortarse el pelo y afeitarse desde la festividad de Pesaj hasta el 34 de Omer como señal de duelo, el Jajam escribió que en Alepo no se acostumbraba de esa manera y hasta los mismos rabinos se afeitaban[90]​. El Jajam también acostumbraba como los rabinos de Alepo.
  • Escribió que está permitido comprar alimentos hechos en fabricas de no judíos que 1/60 de la mezcla del producto es de ingredientes no casher[91]​.
  • A diferencia de lo común en los ámbitos observantes de hoy en día, todos los miembros de la Comunidad saludaban al Jajam Chehebar y le besaban su mano como señal de respeto, tanto los hombres como las mujeres (actitud común y corriente para los judíos de Siria) y también dentro de su familia le besaban su mano, tanto sus hijos como sus yernos y nueras. Esta actitud, no muy común hoy en día, también la aceptó el rabino Iosef Jaim (1835-1909), Gran Rabino de Bagdad, en su libro Od Iosef Jai (sección semanal Shofetim).
  • A diferencia de lo común en las sinagogas ortodoxas de hoy en día, en la sinagoga del Jajam, al igual que en otras sinagogas ortodoxas de Buenos Aires, las mujeres se sentaban durante el rezo en el mismo salón que los hombres sin estar separados por una mejitzá (una pared o cortina de separación). Aun así, se sentaban en distintos sectores, los hombres de un lado y las mujeres de otro. La sinagoga también contaba con un palco para damas, que funcionaba cuando el salón no era lo suficientemente grande para abarcar también a las mujeres, por ejemplo en las festividades y los sábados. Tras su fallecimiento, se estableció la mejitzá dentro de su sinagoga.

Familia[editar]

El Jajam junto a su nieto el rabino Isaac (Moisés) Chehebar en el día de su Bar Mitzvá

Junto a su esposa Camelia formó una gran familia de maestros y rabinos.

Entre ellos:

  • Su hijo, el rabino Iosef Chehebar, Gran Rabino actual de la Congregación Sefardí oriunda de Alepo
  • Su hijo, el rabino Abraham Chehebar, director actual de la ieshibá Bet David, la ieshibá más grande de Sudamérica.
  • Su nieto, el rabino Isaac (Moisés) Chehebar, director de dos kolelim (plural de kolel, seminario rabínico de posgrado) y varios centros de estudios de halajá. Una de las autoridades halájicas más consultadas de Buenos Aires. Autor del libro Torat Habait.

Alumnos[editar]

  • El rabino Isaac Sacca, Gran Rabino de la Comunidad Sefardí de Buenos Aires oriunda de Turquía
  • El Dr. Nisim Tawil, eminente erudito del judaísmo y director de Toratenu, la escuela primaria y secundaria de la Congregación Sefaradí alepina.

Enlaces externos[editar]

Bibliografía[editar]

  • Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. Buenos Aires, 1995.
  • Los Judíos de Alepo en Argentina. Susana Brauner Rodgers, Buenos Aires, 2005.

Referencias[editar]

  1. Rabbi Itzjak Chehebar, Un visionario, Vida y Obra. 1995. p. 20. 
  2. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 31-38. 
  3. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 45. 
  4. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 46,48. 
  5. «Biografía de un Grande». Kesher Kehilatí. Agosto de 1991. p. 11. 
  6. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 45. 
  7. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 47-48. 
  8. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 46. 
  9. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 48. 
  10. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 48. 
  11. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 48. 
  12. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 49-50. 
  13. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 52. 
  14. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 50. 
  15. Responsa halájica "Itzjak Ieranen" (יצחק ירנן), respuesta 64 (סי' סד)
  16. «מורשת מכירות פומביות. מכתב מעניין מאוד מאת הגאון הרב יצחק שחיבר מנהל הת"ת בארם צובה. חלב תש"ה. בענין עלייתם של ילדים וילדות והמרת דתם בארץ ישראל בקום המדינה. מכתב ייחודי והיסטורי». www.moreshet-auctions.com. Consultado el 27 de marzo de 2017. 
  17. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 51-52. 
  18. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 54. 
  19. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 70. 
  20. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 58. 
  21. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 61-65. 
  22. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 65-66. 
  23. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 66-67. 
  24. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 67-69. 
  25. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 85. 
  26. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 85-89. 
  27. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 89-90. 
  28. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 90. 
  29. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 95. 
  30. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 101. 
  31. «Biografía de un Grande». Kesher Kehilatí. Agosto de 1991. p. 11. 
  32. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 103-107. 
  33. Rodgers, Susana (2005). Los Judíos de Alepo en Argentina. p. 178 y 194. 
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  40. Rodgers, Susana (2005). Los Judíos de Alepo en Argentina. p. 184. 
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  50. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 202-203. 
  51. Rodgers, Susana (2005). Los Judíos de Alepo en Argentina. p. 188. 
  52. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 203, 207, 208. 
  53. «קטלוג לספרי רבני ארם צובה וכתבי ידם - לבטון, חיים מרדכי בן חלפון, -1869 (page 6 of 110)». hebrewbooks.org. Consultado el 12 de mayo de 2017. 
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  58. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 232-242. 
  59. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 125. 
  60. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 135-137. 
  61. "25 aniversario del Jajam Itzjak Chehebar zz"l", revista Iajad de la Congregación Sefardí.
  62. «Las palabras del Gran Rabino Yosef Chehebar». http://www.mashaladigital.com/index.php?r=site/showpost&postid=13721. 
  63. «Interesante comunicado del Jajam Z"L sobre posiciones desmedidas». Kesher Kehilatí. Diciembre de 1990. p. 15. 
  64. Testimonio de los ex alumnos de la ieshibá
  65. Yosef, Ovadia. Responsa halájica Iabía Omer (יביע אומר)) Oraj Jaim, respuesta 21 (סי' כא) (en hebreo). 
  66. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 204-205. 
  67. Rabbi Itzjak Chehebar, Un Visionario, Vida y Obra. 1995. p. 207. 
  68. Responsa halájica "Itzjak Ieranen" (יצחק ירנן), respuesta 18 (סי' יח)
  69. Carta del Gran Rabinato de la Congregación Sefardí, 15/04/1986
  70. Carta del Gran Rabinato de la Congregación Sefardí, 8/12/1983
  71. Cartas del Gran Rabinato de la Congregación Sefardí, al inicio del libro Ohel Rajel (אהל רחל) del rabino Jaim Harari (חיים הרארי).
  72. Responsa halájica "Itzjak Ieranen" (יצחק ירנן), respuesta 16 (סי' טז)
  73. Carta del Gran Rabinato de la Congregación Sefardí, 29/10/1982
  74. Responsa halájica "Itzjak Ieranen" (יצחק ירנן), respuesta 22, 2 (סי' סב,ב)
  75. Carta del Gran Rabinato de la Congregación Sefardí, 29/10/1982
  76. Responsa halájica "Itzjak Ieranen" (יצחק ירנן), respuesta 64 (סי' סד)
  77. Testimonios de los ex alumnos de la ieshibá
  78. Ver responsa halájica del rabino Hadaia "Iaskil Avdí" (ישכיל עבדי), , tomo 6 Ioré Deá pregunta 23, tomo 7, Ioré Deá respuesta 4
  79. Ver responsa halájica del Rabino Abá Shaul "Or Lesión" (אור לציון) tomo 1, Oraj Jaim respuesta 31, Ioré Deá respuesta 5 y Eben Haezer respuesta 4
  80. Ver responsa halájica del rabino Abadi "Maguen Baadí" (מגן בעדי), respuesta 28 y 29
  81. Ver responsa halájica del rabino Ovadia Yosef "Iabia Omer" (יביע אומר), tomo 6, Eben Haezer respuesta 13, tomo 7, Oraj Jaim respuesta 21, Ioré Deá respuesta 7, Joshen Mishpat respuesta 9 y más lugares.
  82. Responsa halájica "Itzjak Ieranen" (יצחק ירנן), respuestas 16 (סי' טז) y 22,2 (סי' כב,ב)
  83. Ver por ejemplo responsa halájica "Itzjak Ieranen" (יצחק ירנן), respuesta 30 (סי' ל), al final del punto 1 ('אות א), respuesta 108 (סי' קח) y respuesta 132 (סי' קלב)
  84. «הפרדס - No. 49 Vol. 6 1975 March - (page 26 of 36)». hebrewbooks.org. Consultado el 15 de mayo de 2017. 
  85. Responsa halájica "Itzjak Ieranen" (יצחק ירנן), respuesta 123 (סי' קכג)
  86. Responsa halájica "Itzjak Ieranen" (יצחק ירנן), respuesta 12,13 (סי' יב,יג)
  87. Responsa halájica "Itzjak Ieranen" (יצחק ירנן), respuesta 132 (סי' קלב)
  88. Responsa halájica "Itzjak Ieranen" (יצחק ירנן), respuesta 30 (סי' ל)
  89. Responsa halájica "Itzjak Ieranen" (יצחק ירנן), respuesta 42 (סי' מב)
  90. Rasponsa halájica "Itzjak Ieanen" (יצחק ירנן), respuesta 66 (סי' סו)
  91. Responsa halájica "Itzjak Ieranen" (יצחק ירנן), respuestas 68-72 (סי' סח-עב)