Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego

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Ovejas afuera de un galpón de esquila de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego.

La Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego (SETF) fue la empresa ganadera más importante de la Patagonia Chilena y Argentina, fundada en 1893 llegó a contar con un total de alrededor de tres millones de hectáreas.[1]

Contexto histórico

La intención de Francia de encontrar un enclave en las costas magallánicas hizo que la atención del gobierno chileno se fijara en el territorio de Magallanes. En el Gobierno de Manuel Bulnes es, cuando en 1843 se funda el Fuerte Bulnes, primer asentamiento del Chile republicano en la zona. Aunque en un comienzo fue una colonia penal, más tarde comenzaría la oleada de colonos europeos y chilenos.

Como consecuencia de las medidas de fomento de la colonización dispuestas por el gobierno del presidente José Joaquín Pérez, en el decreto del 2 de noviembre de 1867, arriban a Magallanes los primeros inmigrantes británicos a la antigua Colonia de Magallanes en la década de 1880.[2]​ En este periodo llegan a Magallanes, los forjadores de este feudo ganadero.

Historia

En 1890, José Nogueira, colono comerciante de origen portugués, solicitó al Gobierno chileno la concesión de un millón de hectáreas en la Isla Grande de Tierra del Fuego, con el fin de dedicarlas a la ganadería ovina. Mediante el Decreto Supremo Nº 2616, de 9 de junio de 1890 es otorgada la concesión. El colono se comprometió a formar una sociedad anónima que aporte el capital necesario para sustentar dicha actividad. Además, debería dar cumplimiento a las condiciones de la concesión. Primero, estaba limitada a un plazo de veinte años, desde la fecha de legalización de la Sociedad prometida. Segundo, en el plazo de los tres años siguientes a la reducción del decreto a escritura pública (lo que aconteció en octubre de 1890), debería estar formada la Sociedad ofrecida, con un capital de $l.000.000. Es decir la sociedad debía formarse en octubre de 1893.[1]

Mauricio Braun, socio de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego

Tras varios contratiempos, como la Guerra Civil en 1891 en el Gobierno del Presidente Balmaceda y el fallecimiento de José Nogueira el 21 de enero de 1893, todo parecía que el plan de ocupar los terrenos en Tierra del Fuego llegaba a su fin. Sin embargo, Sara Braun, viuda de José Nogueira, no se desanimó y pidió ayuda a su hermano Mauricio Braun, el cual contactó al británico Peter H. Mc Clelland, un prominente hombre de negocios, haciéndolo principal colaborador en dicha iniciativa.[3]

Peter H. Mc Clelland, co-fundador y Presidente del Directorio de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego.

El 31 de agosto de 1893 se forma oficialmente en la ciudad de Valparaíso ante el notario Tomás Ríos González.[4]​ Entre los primero accionistas se encontraban: Sara Braun, Mauricio Braun, Elías H. Braun, José Menéndez, Gustavo A. Oehninger, Guillermo Wilms, y Ramón Serrano. Comienza así a forjarse el mayor latifundio ganadero de la Patagonia.

A comienzos de 1894, se terminan las primeras instalaciones de la estancia "Caleta Josefina", que comprenden viviendas para los peones y ovejeros, los galpones y los baños para los lanares. Partiendo con 7.600 cabezas de ganado ovino; 1.020 bovinos; 215 equinos, los que a partir del trabajo y esfuerzo se multiplicarían con creces. El administrador que contrataron fue el neozelandés Alexander A. Cameron, el cual tuvo que lidiar con las correrías por parte de los Onas. Años más tarde nace la estancia San Sebastián entre los paralelos 52° y 53° S, en torno a la bahía Inútil.

Los primeros años de trabajo comienzan a dar sus frutos y las ganancias son invertidas en la compra de más terrenos y la construcción de edificios, instalación de máquinas o ejecutar otras obras necesarias a la explotación, con el fin de aumentar las existencias de animales y capitalizar la multiplicación de éstos.

El 25 de septiembre de 1905, en una subasta pública, la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego adquiere numerosos terrenos fiscales en la Patagonia chilena (8.500 hectáreas) y en el seno de Última Esperanza (330.540 hectáreas). Además en el transcurso de ese año y a comienzos de 1906 se compraron 71.622 ha a privados de Última Esperanza. La Sociedad Explotadora se hace acreedora de los mejores terrenos de pastoreo de Última Esperanza, provocando molestia entre los primeros colonos que ya habían trabajado duramente por 15 años, viendo truncado sus anhelos de progresar en esos australes parajes.

Entre los años 1906 y 1907 se efectúan las primeras adquisiciones de terrenos en la República Argentina, por un total de 172.711 hectáreas.

Trabajadores en el Frigorífico Bories, 1920.

En 1915 Alexander Cameron renuncia a su cargo de Administrador General de la Sociedad, debido a su necesidad de tomar un descanso. En honor al brillante trabajo desempeñado por el Sr. Cameron, se le dio su nombre a una nueva Estancia formada posteriormente con los terrenos ubicados al sur de las estancia Caleta Josefina y San Sebastián.[1]​ El cargo fue ocupado por el Sr. T. R. D. Burbury, quien sirvió en su puesto hasta julio de 1923, fecha en que fallece.

En la Estancia Bories, a 5 kilómetros de la actual ciudad de Puerto Natales, donde el colono alemán Rodolfo Stubenrauch había construido una grasería en el año 1905, la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego comienza la construcción del más grande establecimiento frigorífico, el Frigorífico de Puerto Bories. El cual comienza a funcionar en 1910 en la fabricación de carne conservada. Fundado en 1915, ya en el año 1920 contaba con todas las industrias complementarias de la ganadería: matadero, frigorífico, grasería, conservación de carnes, fabricación de extracto de carne, curticumbre con máquinas lavadoras de lana, galpones de esquila, etc.

Puerto Bories es hoy día Monumento Nacional de Chile. El museo que se encuentra en él, resume la historia y las tradiciones de la zona mostrando la importancia del frigorífico en el desarrollo económico de Puerto Natales y de la toda la Patagonia, con maquinarias de principios del siglo XX en perfecto estado de conservación. La construcción original tiene un estilo arquitectónico de fines del siglo XIX inspirado en la época post-victoriana en Inglaterra. En el puerto se encuentra también un hotel de lujo.[5]

El genocidio selknam

Hacia 1894 la ocupación de Tierra del Fuego, abarcaba prácticamente todos los terrenos ocupados históricamente por los selknam, sus antiguos paraderos de caza, de habitabilidad, de ceremonias y de tránsito, estaban condenados a desaparecer y a ser relegados al extremo meridional de la isla. Además, la llegada de los carneros precipitó la pérdida de su principal fuente alimenticia los guanacos, que fueron presas de las armas de fuego por parte de las estancias. De esta manera los indígenas, captaron rápidamente la facilidad de acceder al "guanaco blanco", como llamaban a las ovejas y comenzaron a cazarlas. Este principal hecho, fue en consecuencia el primer punto de crisis, entre colonos e indígenas. La lucha no fue menor, entre quienes veían en el indígena como agresor de los derechos de propiedad, y el selknam que veía en el Koliot (hombre blanco en selknam) un intruso de sus ancestrales territorios.

Mercenarios de Julio Popper disparando. En el suelo se observa el cadáver de un selknam.

La ocupación ganadera, comenzó a ser centro de la polémica en la colonia magallánica, las autoridades estaban absolutamente al tanto de la situación de los indígenas, sin embargo, el criterio fue condescendiente con la causa ganadera, y no con los selk’nam.[cita requerida] Notoriamente la mentalidad de la época era una realidad que aunque dolorosa, no contemplaba la inclusión del mundo indígena a un paradigma fundamentado bajo los criterios del progreso y la civilización. Así, los empresarios ganaderos actuaron siempre bajo su propio criterio, financiando campañas de exterminio, para lo cual se contrataron a numerosos hombres (extranjeros en su mayoría), entre los que se destaca a Julio Popper.[6]​ Se importó gran cantidad de armamentos, cuyo objetivo era hacer frente a los continuos saqueos selknam. La veracidad de los acontecimientos fue ratificada por los propios empleados de estancia, quienes más tarde, al ser sometidos a un sumario, confirmaron que las expediciones en contra de los indígenas eran prácticas más usuales de lo que muchos pensaban.

Véase también

Referencias

  1. a b c Durán, Fernando (1943). Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego, 1893-1943. Valparaiso. 
  2. Punta Arenas en su primer medio siglo 1848-1898, Punta Arenas, 1988
  3. Durán, Fernando (1943). «Capítulo II: La concesión Nogueira». Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego, 1893-1943. Valparaiso. 
  4. Durán, Fernando (1943). «Capítulo III: La primera etapa». Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego, 1893-1943. Valparaiso. 
  5. The Singular Hotels, The Singular Hotels Puerto Bories
  6. Gusinde, Martín (1951). Hombres primitivos en la Tierra del Fuego (de investigador a compañero de tribu). Sevilla: Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla. pp. 98-99. 

Bibliografía

  • Durán, Fernando (1943) Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego, 1893-1943, Valparaíso, Chile.[1]
  • Martinic Beros, Mateo, (2000) Última Esperanza en el tiempo, Ediciones de la Universidad de Magallanes. Punta Arenas, Chile.

Enlaces externos