Segunda guerra italo-etíope

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Invasión de Etiopía
Parte de período de entreguerras

Reclutas italianos en la estación de Montevarchi, Italia, antes de partir al frente bélico.
Fecha 2 de octubre de 1935 - 9 de mayo de 1936
Lugar Etiopía
Resultado Decisiva victoria italiana
Cambios territoriales Anexión italiana de Etiopía. Creación del África Oriental Italiana
Beligerantes
Bandera de Italia Reino de Italia Bandera de Etiopía Imperio de Etiopía
Comandantes
Bandera de Italia Víctor Manuel III
Bandera de Italia Benito Mussolini
Bandera de Italia Emilio de Bono
Bandera de Italia Pietro Badoglio
Bandera de Italia Rodolfo Graziani
Bandera de Italia Vincenzo LaCorte di Leuca I
Bandera de Etiopía Haile Selassie
Fuerzas en combate
330.000 hombres
595 aviones
795 tanques
500.000 hombres
Bajas
10.000 muertos 275.000 muertos

La Invasión Italiana de Etiopía, también llamada la Segunda Guerra Italo-Etíope, duró 7 meses, entre 1935 y 1936. Es vista como una muestra de la política expansionista que caracterizó las Potencias del Eje y de la ineficiencia de la Sociedad de Naciones, antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Orígenes

Desde su llegada al poder Benito Mussolini había prometido la creación del Imperio Italiano, que controlaría el Mediterráneo, en aquel entonces en poder de Francia y Reino Unido. No deseando iniciar la guerra con estos países, Mussolini enfocó su vista en Etiopía, una nación independiente pero débil, situada entre las colonias italianas de la Eritrea italiana y la Somalia Italiana.

Interpretando los tratados fronterizos a su conveniencia, los italianos entraron cada vez más y más dentro del territorio etíope. Etiopía acudió en busca de ayuda al gobierno del Reino Unido, que conformó una comisión para arbitrar el problema, sin embargo, inmediatamente los británicos se retiraron, siguiendo la política de apaciguamiento que caracterizó a las naciones aliadas antes de la guerra. Básicamente, los aliados creían que era mejor ceder a las demandas de las Potencias del Eje antes que iniciar una guerra.

En diciembre de 1934 tropas etíopes e italianas se enfrentaron, falleciendo 150 hombres del primer bando y 50 del segundo. La Sociedad de Naciones exoneró de culpa a ambos bandos, e Italia empezó a acumular fuerzas en la frontera.

El emperador etíope Haile Selassie empezó a reclutar hombres, llegando a formar un ejército de 500.000 soldados, que sin embargo, estaba armado simplemente con rifles y carabinas bastante anticuados, con algunos soldados incluso sólo portando lanzas. Las tropas etíopes carecían de mando único pues eran convocadas por clanes casi independientes entre sí, y por todo poderío aéreo disponían de una docena de aviones de la Primera Guerra Mundial.

Desarrollo de las operaciones

La invasión

Artillería italiana en Tembien.

El 3 de octubre de 1935, 100 000 soldados del Ejército italiano comandados por el mariscal Emilio De Bono atacaron desde Eritrea (en ese entonces posesión colonial italiana) sin declaración previa de guerra. Al mismo tiempo una fuerza menor comandada por el General Rodolfo Graziani atacó desde la Somalia Italiana. El 6 de octubre, Adua, un lugar simbólico para el ejército italiano, fue capturada. En dicho lugar, las tropas italianas habían sido derrotadas en la Primera Guerra Italo-Etíope el año 1896. El 15 de octubre, las tropas italianas capturaron Aksum, y el obelisco que adornaba la ciudad fue arrancado de su sitio y enviado a Roma para ser colocado simbólicamente frente al edificio del Ministerio de Colonias creado por el régimen fascista.

La Sociedad de Naciones impuso numerosas sanciones económicas al Reino de Italia, pero éstas incluían embargo de productos que no eran de primera necesidad para la industria italiana: el mineral de hierro y el petróleo no estaban considerados en dicha lista, y por ello empresas de Estados Unidos (que no era miembro de la Sociedad de Naciones) Reino Unido, Francia, y obviamente Alemania, siguieron vendiendo tales productos a Italia.

Exasperado por el lento y precavido avance de De Bono, Mussolini colocó al General Pietro Badoglio en su lugar. Las fuerzas etíopes atacaron al ejército invasor recién llegado y lanzaron un contraataque en diciembre de 1935, pero su ejército, rudimentariamente armado, no pudo oponer mucha resistencia contra las armas modernas de los italianos. Cabe indicar que inclusive el servicio de comunicaciones de las fuerzas etíopes dependía de mensajeros a pie pues no disponían de aparatos de radio. Con ello le bastaba a los italianos imponer un estrecho cerco a destacamentos etíopes para dejarlos totalmente ignorantes sobre los movimientos de su propio ejército. La contraofensiva etíope logró detener el avance italiano por algunas semanas, pero la superioridad del invasor en calidad de armamento (particularmente artillería pesada y aviación)impidió a los etíopes aprovechar sus éxitos iniciales. Badoglio también usó gas mostaza en bombardeos aéreos, violando las Convenciones de Ginebra; no sólo fue usado este gas contra los combatientes sino contra los civiles en un intento de dañar la moral del pueblo etíope. Además se informó de ataques italianos deliberados contra ambulancias y hospitales de la Cruz Roja; los italianos retomaron la ofensiva a inicios de marzo.

El 29 de marzo de 1936, Graziani bombardeó la ciudad de Harar y dos días después los italianos consiguieron una gran victoria en la Batalla de Maychew, la cual anuló toda posible resistencia organizada de los etíopes. El emperador Haile Selassie se vio forzado a escapar al exilio el 2 de mayo, y las fuerzas de Badoglio llegaron a la capital Adís Abeba el 5 de mayo.

Italia anexó oficialmente el territorio de Etiopía el 7 de mayo y el rey italiano Víctor Manuel III fue proclamado emperador. Las provincias de Eritrea, Somalilandia Italiana y Abisinia (Etiopía) fueron unidas para formar la Provincia Italiana de África del Este.

Resultados

Soldados italianos en Etiopía.

El júbilo en Italia fue enorme al anunciarse la definitiva victoria italiana el 9 de mayo. Personalidades como el Papa Pío XI y Sir Winston Churchill expresaron su admiración por la eficacia de la campaña italiana en Etiopía, pero también preocupación por lo que esto significaba: el brutal expansionismo italiano acercaba a Mussolini a la órbita de Adolf Hitler.

El 30 de junio de 1936, el exiliado emperador Haile Selassie intentó dar un discurso ante la Sociedad de Naciones, en Ginebra, denunciando a Italia, pero fue abucheado por los partidarios de Mussolini llegados hasta allí y tuvo que abandonar el edificio. Haile Selassie declaró su desprecio y enojo contra la comunidad internacional que no hizo nada para evitar la conquista de su país, y declaró de manera casi profética "Hoy nos sucedió a nosotros. A ustedes mañana".

La Sociedad de Naciones había ciertamente condenado la acción italiana, pero nunca pudo implementar sanciones económicas eficaces contra el Reino de Italia, pues a pesar de decretarse un embargo comercial éste no privaba a los italianos de materias primas necesarias para continuar la guerra. Los principales miembros de la Sociedad de Naciones (Francia y Reino Unido) tampoco mostraron intención seria de detener a Italia, tratando más bien de seguir una política de apaciguamiento hacia el régimen fascista y evitando todo conflicto con él. Como consecuencia, Mussolini retiró su país de la Sociedad de Naciones en 1937 al advertir que su aventura militar no había causado perjuicios serios a Italia, y esto lo acercó todavía más al III Reich y al Japón, que ya habían seguido ese mismo camino.

Durante la ocupación, la aviación militar italiana utilizó el muy tóxico gas mostaza en sus bombardeos contra las tropas etíopes y contra la propia población civil, como escarmiento para las guerrillas que asolaban el país. Semejante acto estaba prohibido expresamente por tratados internacionales vigentes en 1935 y debía considerarse un crimen de guerra, pero con el fin de mantener el apaciguamiento de Mussolini, los gobiernos francés y británico evitaron dar mucha difusión a estos ataques.

Conclusión

Haile Selassie a su llegada al exilio, en Jerusalén.

La ocupación italiana no pasó de una década. Durante la Campaña de África Oriental, tropas del Reino Unido y guerrillas etíopes expulsaron a los italianos de Etiopía en mayo de 1941 y Haile Selassie regresó al poder. El Obelisco de Aksum, un monolito llevado a Roma como trofeo de guerra de la Italia fascista, finalmente fue devuelto a su ciudad de origen en octubre del 2005, siendo reerigido el 4 de septiembre de 2008.

La población etíope sufrió mucho con la conquista. Se calcula que la población paso de 16 millones a solo 5 o 9 millones (en el anterior intento de conquista por parte de los italianos la población se redujo de 7 a 11 millones a solo 4).[1]

Cronología

1935

  • 10 de octubre de 1935: El gobernador etíope responsable del sector de Mek'ele (Frente Norte) se pasa con sus fieles (1.200 hombres) a los italianos
  • 21 de octubre de 1935: Tropas somalíes aliadas de los italianos ocupan Geladi en el sur; Presionado por Mussolini, el general Emilio de Bono avanza con sus tropas hacia Macallé.
  • 15 de diciembre de 1935: Los etíopes contraatacan a los italianos en el norte.
  • 22 de diciembre de 1935: Para contener a las tropas etíopes, el día 22 los italianos usan gas mostaza (iperita) contra las filas enemigas.

1936

  • 24 de enero de 1936: Las tropas italianas de Badoglio rompen el cerco etíope.
  • 31 de marzo de 1936: Los italianos derrotan al núcleo principal del ejército etíope en la decisiva Batalla de Maychew, al mando del emperador Haile Selassie. Las fuerzas etíopes ya no pueden reponerse, lo que facilita el avance de Badoglio.
  • 14 de abril de 1936: En el sur, las tropas italianas comienzan el avance hacia Harar, que ya no se detendrá a pesar de los contraataques etíopes.
  • Abril de 1936: A finales de mes, los italianos toman Degeh Bur. Los ejércitos etíopes ya han perdido la mayoría de sus soldados y material de guerra, y ya no pueden oponer resistencia efectiva ante el avance italiano.

Referencias

Véase también