Ir al contenido

Physalis ixocarpa

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 04:34 22 oct 2020 por SeroBOT (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
 
Physalis ixocarpa

Flores y fruto incipiente en el cáliz acrescente.
Taxonomía
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Solanales
Familia: Solanaceae
Subfamilia: Solanoideae
Tribu: Physaleae
Subtribu: Physalinae
Género: Physalis
Especie: Physalis ixocarpa
Brot. ex Hornem., Hort. Bot. Hafn. Suppl., 26, 1819
Sinonimia

Physalis philadelphica

Frutos inmaduros y maduros.
Physalis ixocarpa - MHNT

Physalis ixocarpa, llamado popularmente tomate — vocablo que comparte con otras especies de la familia — verde, miltomate, tomatillo, o tomate de fresadilla, es una especie originaria de México, perteneciente a la familia de las solanáceas.

Descripción

Es una planta herbácea anual sensible a las heladas. Las flores son hermafroditas y de una tonalidad amarilla; tiene una polinización zoofila, principalmente las polinizadoras son abejas. El tallo de planta es extriado y sus hojas son glabras. Su fruto es pequeño, esférico y verde o violácea rodeado por una envoltura papirácea. La envoltura, está conformada por el cáliz

Cuando el fruto madura rompe el envoltorio adyacente, el cual es de color marrón.

Nombre común

Este tipo de tomate también es conocido como tomate de cáscara, tomate de hoja, tomate de fresadilla, tomate milpero, tomate verde, tomatillo, miltomate (México, Guatemala), o simplemente tomate en el centro y partes del sur de México (y en tal caso el tomate rojo, Solanum lycopersicum, es llamado jitomate). En aspecto es similar al alquequenje o halicácabo del viejo mundo, con el que es a veces confundido.

Historia del nombre

La especie es originaria de Mesoamérica, de donde los registros históricos indican que su nombre original en náhuatl es tomātl, que significa ‘gordura de agua’, de tomohuac ‘gordura’ y atl ‘agua’. Pasó al español como tomate. Aunque no existen registros, se dice que en la época prehispánica el nombre tomate se refería únicamente al tomatillo, y jitomate al tomate rojo. Se especula que los españoles al llegar a América exportaron el cultivo del jitomate al resto del mundo llamándolo simplemente tomate, por lo que ese nombre se fue utilizando de forma casi única para el tomate rojo (aunque también el tomate verde llegó a otros países). Esta historia podría explicar el hecho de que en el centro de México le llaman jitomates a los tomates rojos.

Propiedades

Aunque estos tomates son de color verde, no deben ser confundidos con tomates rojos que aún no maduran, debido a que estos últimos pueden ser venenosos debido a su contenido de solanina. Otras partes de la planta de tomate diferentes a los frutos no deben ser empleadas en la alimentación por su contenido de toxinas.

Usos

Gastronomía

Los tomates son ampliamente utilizados como ingredientes de salsas verdes en varios países latinoamericanos. La frescura y verdor de las bayas es el principal criterio de selección. En Guatemala, sin embargo, se les usa muchísimo en su gastronomía pero se les llama miltomate. El rojo es el tomate.

Frescos, pueden conservarse refrigerados unas dos semanas.

Taxonomía

Physalis ixocarpa fue descrita por Félix de Avelar Brotero ex Jens Wilken Hornemann y publicado en Hortus Regius Botanicus Hafniensis, en 1819.[1][2]

Referencias

  1. «Physalis ixocarpa». Tropicos.org. Missouri Botanical Garden. Consultado el 11 de julio de 2015. 
  2. «Physalis ixocarpa». The Plant List. Consultado el 11 de julio de 2015. 

Bibliografía

  1. CONABIO. 2009. Catálogo taxonómico de especies de México. 1. In Capital Nat. México. CONABIO, Mexico City.
  2. Cowan, C. P. 1983. Flora de Tabasco. Listados Floríst. México 1: 1–123.
  3. Cronquist, A. J., A. H. Holmgren, N. H. Holmgren, J. L. Reveal & P. K. Holmgren. 1984. Vascular Plants of the Intermountain West, U.S.A. 4: 1–573. In A.J. Cronquist, A. H. Holmgren, N. H. Holmgren, J. L. Reveal & P. K. Holmgren (eds.) Intermount. Fl.. Hafner Pub. Co., New York.
  4. Fernald, M. 1950. Manual (ed. 8) i–lxiv, 1–1632. American Book Co., New York.
  5. Hudson, W. D., Jr. 1986. Relationships of domesticated and wild Physalis philadelphica. 416–432. In W.G. D'Arcy Solanaceae: Biol. Syst.. Columbia Univ. Press, New York.
  6. Moss, E. H. 1983. Fl. Alberta (ed. 2) i–xii, 1–687. University of Toronto Press, Toronto.
  7. Munz, P. A. & D. D. Keck. 1959. Cal. Fl. 1–1681. University of California Press, Berkeley.
  8. Pérez J., L. A., M. Sousa Sánchez, A. M. Hanan-Alipi, F. Chiang Cabrera & P. Tenorio L. 2005. Vegetación terrestre. Cap. 4: 65–110. In J. Bueno, F Álvarez & S. Santiago (eds.) Biodivers. Tabasco. CONABIO-UNAM, México.

Enlaces externos