Oniros

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Ceyx / Morfeo se aparece a Alcíone. Grabado de Virgilio Solís para el Libro XI de las Metamorfosis de Ovidio, 650-749. Fol. 150r, imagen 12.

En la mitología griega, los oniros (en griego Ὄνειροι, Óneiroi) — en plural— u Oniro (Ὄνειρος, Óneiros) — en singular— son las personificaciones de los «sueños» o «ensueños». Son una tribu alada[1]​ de mil hermanos que dormían plácidamente en una caverna ubicada en el inframundo, al lado del arroyo del agua del Olvido. Ahí florecen fecundas adormideras y otras hierbas que se cosechan durante la noche.[2]

Pausanias menciona haber visto las estatuas de un Oniro e Hipno adormeciendo a un león. Escribe que la imagen se llamaba Epidotes.[3]

Versión griega[editar]

Hesíodo dice que «parió a Noche (Nyx) al maldito Hado (Moro), a la negra Ker y a la Muerte (Tánato); parió también al Sueño (Hipno) y engendró la muchedumbre de los Ensueños (óniros); los había dado a luz sin acostarse con nadie».[4]Eurípides les da otro origen y exclama «¡oh venerable tierra, madre de los sueños de alas negras!».[1]

Homero habla de ellos en sus dos obras. En la Ilíada el Ensueño (Oniro) es un mensajero del propio Zeus: «Anda, ve, pernicioso Ensueño, encamínate a las veleras naves aqueas, introdúcete en la tienda de Agamenón Atrida, y dile cuidadosamente lo que voy a encargarte». Oniro toma la forma de Néstor para hablarle en sueños.[5]​ En la Odisea, sin embargo ya los cita en plural. Los Ensueños vivían en las oscuras playas del extremo occidental del Océano, en una caverna del Érebo, cera del prado de asfódelos.[6]​ Los dioses les enviaban sueños a los mortales desde una de las dos puertas allí situadas: los sueños auténticos surgían de una puerta hecha de cuerno, mientras que los sueños falsos se abrían paso desde una puerta hecha de marfil.[7]Esopo cuenta cómo una vez Apolo se jactó ante Zeus de su poder profético y éste tuvo que castigarlo, comandando a la estirpe de Oniro para que cumpliera su función profética durante los sueños.[8]​ Los himnos órficos también denominan a los oniros como mensajeros del destino futuro.[9]

Versión latina[editar]

Higino y Cicerón, poetas latinos, dicen que tanto los Sueños (Somnia) como el Sueño (Somnus) habían nacido de la unión entre la Noche (Nox) y el Erebo.[10][11]Ovidio, en cambio, dice que los Ensueños son hijos del Sueño, y además menciona a tres por sus nombres: Morfeo (el principal entre sus hermanos), Fobétor (o Iquelo) y Fantaso:

Mas el padre, del pueblo de sus mil hijos, despierta al artífice y simulador de figuras, a Morfeo: no que él ninguno otro más diestramente reproduce el caminar y el porte y el sonido del hablar. Añade además los vestidos y las más usuales palabras de cada cual. Pero él solos a hombres imita. Mas otro se hace fiera, se hace pájaro, se hace, de largo cuerpo, serpiente: a él Ícelo los altísimos, el mortal vulgo Fobétor le nombra. Hay también de diversa arte un tercero, Fántaso. Él a la tierra, a una roca, a una ola, a un madero y a cuanto vacío está todo de ánima, falazmente se pasa. A los reyes él y a los generales su rostro mostrar de noche suele, otros los pueblos y la plebe recorren. Prescinde de ellos su señor y de todos los hermanos solo a Morfeo, quien lleve a cabo de la Taumántide lo revelado, el Sueño elige, y de nuevo en una blanda languidez relajado depuso la cabeza y en el cobertor profundo la resguarda.[12]

Referencias[editar]

  1. a b Eurípides, Hécuba 70–72
  2. Ovidio: Las metamorfosis XI, 585–677
  3. Pausanias: Descripción de Grecia II 10, 2
  4. Hesíodo, Teogonía 212.
  5. Homero: Ilíada II, 8
  6. Homero, Odisea xxiv.12.
  7. Homero, Odisea xix.562.
  8. Fábulas de Esopo 529
  9. Himno órfico 86, a los Sueños
  10. Higino: Prefacio de las Fábulas 1
  11. Cicerón: Sobre la naturaleza de los dioses III 17
  12. Ovidio, Las metamorfosis xi.633–649.

Bibliografía[editar]

Enlaces externos[editar]