Mozárabe

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Mozárabes (del árabe mustaʕrab, 'arabizado'; en árabe: مستعرب‎), es el nombre con el que se conocía a los cristianos que vivían en el territorio musulmán de al-Ándalus.

Información general

Concepto de mozarabía

Patena mozárabe del Monasterio de Valcavado (siglo X).

Los mozárabes tenían en la sociedad árabe el estatus legal de dimmíes —que compartían con los judíos—, como "no creyentes" en el Islam. A efectos prácticos su cultura, organización política y práctica religiosa eran toleradas, y contaban con cierta cobertura legal. Sin embargo, también se veían obligados a tributar impuestos de los que los musulmanes se veían eximidos, además de contar con otro tipo de restricciones, pues no se destruían las iglesias ya edificadas pero no se permitía construir otras ni arreglar las ya existentes. A medida que la cultura islámico-oriental arraigó en los territorios peninsulares dominados por los musulmanes, los mozárabes se fueron arabizando y muchos de ellos, por diversos motivos, se convirtieron al islam. Los motivos eran tanto religiosos como fiscales, dejando de ser mozárabes y pasando a ser designados muladíes. Como algunos autores señalan, la legislación islámica protegía a los grupos "ajenos", pero favorecía su integración en el Islam con medidas de orden muy diverso.[1]​ Las comunidades mozárabes se rigieron por el Liber Iudicorum y sus jueces (quḍāt al-nașārà o iudices) conservaron, en los primeros siglos del dominio islámico, la tradición de la cultura visigoda, aunque su jurisdicción solo se puso en práctica cuando ambas partes en litigio eran cristianas. Los casos mixtos, como se deriva de Ibn Sahl, eran resueltos por el cadí o el șahib al-šurta. El jefe de la comunidad cristiana, llamado comes o 'conde' tenía funciones recaudatorias (exceptor, mustajriŷ) y judiciales (qādī al-ˁaŷam), que solía delegar.[2]

Los árabes iniciaron la invasión de la Península Ibérica el año 711, encontrando al pueblo hispano-romano-visigodo que había heredado, reformándolos, los principios sociales y legales de la época romana, combinados con el cristianismo. Los hispano-romanos e hispano-godos defendieron con las armas su identidad como pueblo y como comunidad cristiana[cita requerida], aunque se sabe de numerosos casos en que los nobles cristianos cooperaron en colaboracionismo contra los mismos cristianos de otros reinos.[3]

El carácter inestable de las fronteras y la prolongada presencia árabe en la Península Ibérica favorecieron la integración entre culturas muy diversas entre sí. Dado el carácter eminentemente religioso de la sociedad islámica, con la progresiva integración (no sólo lingüística y legal, sino también religiosa y cultural) se facilitó que con el paso del tiempo los herederos de la sociedad preislámica pasasen a adquirir la consideración de musulmanes. La conversión, por tanto, representaba mucho más que un gesto de índole religiosa. De cualquier modo, se han documentado igualmente casos de "falsas conversiones",[4]​ aunque en su mayoría -y motivados por razones socioeconómicas y culturales, o por simple olvido de la antigua religión- los cristianos fueron asimilándose progresivamente al Islam, si bien por la superioridad cultural que en aquellos siglos adquirieron los árabes, los cristianos dominados por los musulmanes, se arabizaron culturalmente por lo que fueron llamados mozárabes (arabizados), aunque siguieron siendo cristianos.

Este proceso fue, por lo general, pacífico,[5]​ aunque las reclamaciones de la comunidad cristiana solían verse desdeñadas por los juristas islámicos y en alguna ocasión la parcialidad legal provocó revueltas, motines y martirios voluntarios.[6]​ Del mismo modo, la autoridad árabe presionaba a los cristianos para facilitar su asimilación: La persecución del Islam contra los cristianos fue a veces violenta, como sucedió especialmente en el Sur del país, o en Toledo, donde fueron asesinados en el martirio unos 5.000 cristianos mozárabes en el famoso «día de la Hoya»[cita requerida].

Los mozárabes de hoy, como comunidad litúrgica

Muchos españoles del Norte, Centro y Sur llevan en sus venas sangre hispano-romana o hispano-goda, como descendientes de los mozárabes de la Alta Edad Media. Tradicionalmente, se ha dado una gran concentración de familias mozárabes en Toledo.

Dichas parroquias fueron las de San Torcuato, San Sebastián, Santas Justa y Rufina, San Marcos, Santa Eulalia y San Lucas.

Misa y oficio se celebran diariamente en latín en la Capilla del Corpus Christi de la Catedral Primada de Toledo; la misa en Rito Hispano Mozárabe se celebra en español semanalmente (cada martes, a las 19 h.) en el monasterio de las Hermanas Clarisas de Madrid -junto a Cibeles-; mensualmente en el Monasterio Cisterciense de Valdedios (Asturias); según calendario en la Catedral Vieja de Salamanca y, esporádicamente, en muchos lugares de España.

En el año 1992, fue presentado al Santo Padre, Juan Pablo II el primer volumen del Nuevo Misal Hispano-Mozárabe. Celebró entonces, el mismo, la Santa Misa en este rito el 28 de mayo del mismo año, siendo así la primera vez que lo hacía un Papa.[cita requerida]

Como curiosidad puede añadirse además que, con motivo de la celebración del 800 aniversario de la conquista de la ciudad de Alcaraz, en la actual provincia de Albacete, por el rey Alfonso VIII de Castilla, vino a celebrarse en la misma el 23 de mayo de 2013, en la Parroquia de la Santísima Trinidad y Santa Maria, una misa por este rito, presidida por el arzobispo de Toledo y superior del Rito Mozárabe, queriendo reconocer con este gesto los esfuerzos de conservación de este legado a lo largo de los siglos.[cita requerida]

Caballeros mozárabes

Estos son los caballeros pertenecientes a la Ilustre y Antiquísima Hermandad de Caballeros Mozárabes de Nuestra Señora de la Esperanza de San Lucas de la Imperial Ciudad de Toledo. Estos caballeros son descendientes directos de aquellos cristianos que vivieron bajo dominación musulmana en la ciudad de Toledo y que ayudaron al Rey Alfonso VI a conquistar la ciudad. Alfonso VI Reconoció la cristiandad de estos caballeros otorgándoles el "Fuero Mozarabus" y concediéndoles en el año 1085 el privilegio, entre otros, de poder ser armados caballeros, que en ese tiempo era concederles la hidalguía, pues únicamente los nobles tenían acceso al estamento militar. IX Centenario del «Fuero Mozárabe» de Alfonso VI. El 20 de marzo del año 2001, se conmemoró en Toledo, (de acuerdo con el Programa de actos y ponencias preparado ), los 900 años de la concesión, por Alfonso VI, Rey de Castilla y León, del Fuero, Privilegio o "Charta Firmitatis", en XIII kalendas de abril de la Era 1130 (20 de marzo del año 1101), favoreciendo "ad totos Mozárabes de Toleto, tam Cavalleros quam Pedones", por el que, en traducción del medieval "LIBRO DE LOS PRIVILEGIOS DE TOLEDO", "los absuelvo de toda Lex de subjectión antigua et dó vos prescripta libertad", facultándoles a seguir rigiéndose por el "Libro del Fuero Judgo antiguo" y -principalmente- "doles libertad que si alguno fuere de entrellos de pie e quisiere e oviere poder, que sea Cavallero", que fue los mismo que declararles nobles, pues en ese tiempo la milicia era puramente militar. Es el más antiguo Fuero Gentilicio conservado, transcrito literalmente del original "escrito en letra gótica, en pergamino de cuero", en la confirmación de Pedro I, dada en las Cortes de Valladolid, a 25 de octubre de 1351, procediendo de él la calidad y denominación honorífica, hasta hoy vigente, de "Caballero" o "Dama Mozárabe de Toledo". Nace también de este Fuero, donde se declara, entre otras cosas la hidalguía de los mozárabes, confirmado por la mayoría de los Reyes de Castilla y de España , la Ilustre Comunidad Mozárabe de Toledo, integrada hoy por cerca de 2.000 familias de esta calidad, rito y jurisdicción parroquial personal

El título con que se trata a estos caballeros es el de Ilustrísimo.

La comunidad Mozárabe, formada por familias, cuenta en la actualidad con una rama social, la Hermandad de Caballeros y Damas Mozárabes que desfilan en la Procesión del Corpus Christi, entre otros actos, se agrupan en torno a las dos parroquias matrices de las Santas Justa y Rufina y Santa Eulalía y San Marcos en Toledo. La cabeza de la mozarabía es el Cardenal Primado de las Españas y Arzobispo de Toledo, además de existir una rama cultural, a través del instituto de Estudios Visigóticos de Toledo.

El Cardenal Cisneros hizo construir la capilla del Corpus Christi para que en ella, por privilegio papal, se celebre la misa y el oficio coral según el rito Mozárabe, supervivencia de la liturgia hispano-visigoda, conservada por los cristianos que vivieron sometidos al dominio árabe. Protegida por una reja gótica encierra en su interior un mosaico de la Virgen con el Niño, mandado construir en Roma por el Cardenal Lorenzana, y una gran pintura mural de Juan de Borgoña conmemorativa de la toma de Orán por el Cardenal Cisneros, regente del Reino en 1509, bajo una cúpula octogonal obra de Jorge Manuel Theotocópuli, hijo del Greco.

Actualmente los Caballeros Mozárabes participan en la procesión del Corpus Christi de Toledo a mayor Gloria de Dios. Desde el año 2005 la entidad se encuentra hermanada con la Real Cofradía de Caballeros Cubicularios de Zamora.

Para éste tipo de actos visten manto de paño azul con birrete del mismo color y con la cruz de Alfonso VI bordada sobre el brazo izquierdo (birrete y paño con detalles dorados).

Lengua mozárabe

Por lo que se refiere a la lengua mozárabe, estuvo constituida por distintos dialectos romances. No había unidad entre ellos y, a diferencia de otras lenguas románicas, se escribían en alfabeto árabe en vez de alfabeto latino. Según Sola-Solé, el mozárabe formó "parte del habla propia de las comunidades cristianos que, sometidas al Islam, continuaban viviendo en los grandes centros urbanos del antiguo reino visigótico." Los conocemos por las jarchas (estrofas finales de las poesías denominadas moaxajas) de los poetas andalusíes, que en ocasiones usaban estribillos romances con algunos arabismos y hebraísmos. Se atribuyen al sustrato mozárabe varias de las diferencias entre el valenciano y el balear respecto al catalán, y el portugués, y características de hablas sureñas del castellano como el panocho o el andaluz.

Los términos árabes contenidos en nuestras jarchas proceden, por lo común, del fondo de la lengua poética y se relaciona con el mundo del amor, tema primordial de nuestras jarchas. (Sola-Solé pg. 35)

Según Sola-Solé, la lengua mozárabe es una mezcla de 40% de términos orientales y 60% de vocablos romances y de estas palabras orientales, la mayoría son sustantivos y los verbos son mucho menos frecuentes.

Unos ejemplos de palabras españolas modernas derivadas del árabe

algodón < al-qutun
alfombra < al-khumra
alcoba < al-qubbah
aldea < ad-dayah
alcalde < al-qadi 'el juez'
albóndiga < al-bunduqa

Fonética y morfología

En algunos aspectos, el mozárabe es más arcaico que las otras lenguas romances. Basado en los documentos escritos identificados como mozárabe, unos ejemplos de estas características arcaicas son la preservación de grupos consonánticos del latín (CL, FL, PL) y de consonantes sordas intervocálicas (P, T, C) como en las palabras lopa (loba), toto (todo), y formica (hormiga).

La morfología de unas palabras es más similar a latín que a otros lenguas romances en general. Este variedad romance tenía un impacto substancial en la formación del portugués, español, y en particular el español de Andalucía, lo cual explica por qué estos idiomas tienen palabras de origen árabe andalusí.[7]

Problemas de traducción

El debate que rodea la traducción del mozárabe se enfoca en las vocales del árabe. Vemos mucho esta controversia en la traducción de las jarchas porque cada traducción viene a ser una opinión o una adivinación educada. Lo que crea este dificultad es la falta de vocales en la ortografía del árabe y también tiene que ver con la diversidad de influencias en el mozárabe. Ya que el mozárabe fue una lengua mezclada, cada región que lo hablaba tenía una mezcla diferente. El mozárabe de diferentes regiones tendría tendencias, reglas, y pautas diferentes de los otros. Por eso hay mucho debate y dificultad en la traducción del mozárabe y en particular las jarchas.

"Naturalmente las mayores dificultades para la recta interpretación de las voces mozárabes se refieren a las vocales, no sólo porque éstas con frecuencia no se reproducen gráficamente, sino también por el reducido sistema vocálico del árabe clásico, y la inexistencia de vocales agrupadas en hiatos o diptongos decrecientes. Como es sabido, en la lengua clásica árabe sólo existen tres vocales: /a/ /i/ /u/. Las primeras dificultades se plantean, a la hora de tratar de reproducir, empleando los caracteres árabes, una /e/ o una /o/ de la lengua romance." (Galmés de Fuentes pg. 47)

Muestra de mozárabe del siglo XI

Mozárabe: Castellano: Ladino/Judeoespañol: Gallego-Portugués: Gallego: Valenciano: Leonés/Asturiano: Portugués: Latina:

Mio sîdî ïbrâhîm
yâ tú uemme dolge
fente mib
de nohte
in non si non keris
irey-me tib
gari-me a ob
legar-te

Mi señor Ibrahim,
¡oh tú, hombre dulce!
ven a mí
por la noche.
Si no, si no quisieres,
iré a ti,
dime dónde
encontrarte.

Mio sinyor Ibrahim,
Ay vos!, hombre dulse!
venite a mi
de noche.
Si non, si non keres,
ire a vos,
decime onde
toparte.

Meu senhor Ibrâhim,
ó tu, homem doce!
vem a mim
de noite.
Se non, se non queres,
ir-me-ei a ti,
diz-me onde
te encontro.

Meu señor Ibrahim,
oh ti/tu, home doce!
ven a min
de noite.
Senón, se non quixeres,
ireime a ti,
dime onde
te encontro.

Mon senyor Ibrahim,
oh tu, home dolç!
Vine a mi
de nit.
Si no, si no vols,
aniré a tu,
digues-me (dis-me) on
et trobo/e.

El mio señor Ibrahim,
á tu, home melgueru!
ven a min
pela nueche.
Si non, si nun quies,
dire a ti,
dime ónde
atopate.

Meu senhor Ibrahim,
ó tu, homem doce!
Vem a mim
de noite.
Senão, se não quiseres,
ir-me-ei a ti,
diz-me onde
te encontro.

O domine mi Ibrahim,
o tu, homo dulcis!
Veni mihi
nocte.
Si non, si non vis,
ibo tibi,
dic mihi ubi
te inveniam.

Véase también

Referencias

Notas

  1. En lo tocante a los matrimonios mixtos, por ejemplo, se establecía que un cristiano convertido podía escoger entre conservar a su esposa cristiana o repudiarla, mientras que se prohibía el matrimonio de un cristiano con una mujer musulmana. Otro ejemplo de carácter religioso: los bienes cedidos a la Iglesia a perpetuidad a raíz de una defunción también podían pasar excepcionalmente a manos musulmanes.
  2. Aḥkām kubrà, ms. Rabat, f. 141 r. y 168 r. Cita Lévy-Provençal, Historia de la España musulmana, V, p. 122. Y L. Peñarroja Torrejón., Cristianos bajo el islam, Gredos, Madrid, 1993, p. 55.
  3. Consta de la participación cristiana en operaciones militares árabes dirigidas a la conquista de Cantabria. Vid. DUFOURCQ, CHARLES-EMMANUEL; "La vida cotidiana de los árabes en la Europa Medieval", Temas de Hoy, 1994.
  4. Tampoco debió ser inusual que los hijos de una cristiana casada con un musulmán fuesen instruidos secretamente en el cristianismo.
  5. Según explica el académico José Ruíz Sánchez en su Morisma y mozarabía: "a los nuevos administradores de los territorios ocupados sólo les interesó el aspecto tributario y militar de la cuestión, lo que cantaran o creyeran los hispanos de entonces les traía sin cuidado, hasta ahí llegó la tolerancia"
  6. DUFOURCQ explica la historia de un cristiano de noble linaje que anunció su intención de convertirse al Islam si el mismo imán de Córdoba le instruía. Dada su relevancia simbólica, su petición fue concedida, pero en cuanto se inició su formación denunció el Islam como herejía, fue martirizado y expuesto a los muros de la ciudad. La admiración popular hizo que cundiese el ejemplo, y con el tiempo los musulmanes procederían a retirar los cadáveres de noche, para reducir la posibilidad de que sus correligionarios dispusiesen un funeral de honor.
  7. en:Mozarabic language#Morphology and phonetics

Bibliografía

  • Galmés de Fuentes, Álvaro (1983). Dialectología Mozárabe. Madrid: Editorial Gredos. 
  • Peñarroja Torrejón, Leopoldo (1990). El mozárabe de Valencia : nuevas cuestiones de fonología mozárabe. Madrid : Editorial Gredos. 
  • Sola-Solé, Josep M. (Josep María) (1973). Corpus de poesía mozárabe; las harǧa-s andalusies. [Barcelona] Ediciones Hispam. 
  • Francisco Javier Simonet (1897-1903). Historia de los mozárabes de España. Real Academia de la Historia. 
  • ROUSSET, Emilio, Y OTROS (1998). Los mozárabes: Una minoría olvidada. Fundación El Monte. 
  • MASER, Matthias, y HERBERS, Klaus, (2011). Die Mozaraber. Definitionen und Perspektiven der Forschung. Lit. 

Enlaces externos