Loranca de Tajuña

Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 20:27 1 jun 2020 por ElProConLag (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Loranca de Tajuña
municipio de España


Bandera

Escudo


Vista general de la localidad
Loranca de Tajuña ubicada en España
Loranca de Tajuña
Loranca de Tajuña
Ubicación de Loranca de Tajuña en España
Loranca de Tajuña ubicada en Provincia de Guadalajara
Loranca de Tajuña
Loranca de Tajuña
Ubicación de Loranca de Tajuña en la provincia de Guadalajara
País  España
• Com. autónoma  Castilla-La Mancha
• Provincia  Guadalajara
• Comarca La Alcarria
• Partido judicial Guadalajara
Ubicación 40°26′49″N 3°06′50″O / 40.446944444444, -3.1138888888889
• Altitud 708 m
Superficie 36,66 km²
Población 1509 hab. (2023)
• Densidad 33,47 hab./km²
Gentilicio loranqueño, -a
Código postal 19141
Alcalde (2015) Enrique Calvo

Loranca de Tajuña es un municipio español de la provincia de Guadalajara, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Pertenece a la región histórica de Castilla. Tiene una población de 1509 habitantes (INE 2023).

Geografía

Loranca de Tajuña

El casco antiguo de la villa está emplazado en la margen derecha del valle del río Tajuña a media ladera de una empinada vertiente orientada al mediodía que une el páramo alcarreño con el valle fluvial, junto al punto en que emana un enorme manantial de afamadas aguas en el pasado, llamada Fuente de los Olmos.

Recientemente la población se ha expandido mucho en dirección al páramo, donde Loranca cuenta con las urbanizaciones de El Olmillo, Montejaral y Fuentetajuña.

Su término municipal limita con los de Pioz, Aranzueque, Renera, Hontoba, Escariche, Guadalajara, Pozo de Guadalajara y Pezuela de las Torres

Fuente Pera

Salpicando el término municipal y la propia villa, se encuentran numerosos manantiales y fuentes, entre ellas la Fuente del Rey, la Fuente de los Olmos, la Encubierta, la Fuensanta, El Arca, la Fuente Pera o la Fuente del Saúco. Un elemento paisajístico de Loranca son los yesares, capas de estratos yesíferos blanquecinos que se dejan ver en las lomas que bajan a la vega.

Naturaleza

Flora

En el entorno de Loranca crece un bosque mediterráneo relativamente alterado por la explotación agrícola milenaria. En las zonas más secas hay Quercus ilex y en las zonas donde existe mayor humedad ambiental o bien subterránea aparecen masas de roble quejigo Quercus Faginea puras o mixtas. También forman parte de la flora municipal el arce de Montpellier y el espino blanco. Fruto del aprovechamiento agrícola, se encuentran otras especies como el zumaque, arbusto utilizado para el tinte que en otoño adquiere un vivo color rojo, nogueras, viñas, ciruelos, cerezos, almendros, olivos... que en combinación con la flora silvestre crean el singular paisaje alcarreño.

En las lomas labradas hay olivares centenarios y romerales (para la apicultura). Donde el bosque se ha degradado aparecen aulagas, tomillo, romero y coscoja. En el bosque de ribera junto al río Tajuña y los principales arroyos aparecen el chopo negro, el álamo blanco, sauces, carrizos, zarzas y junqueras. El monte Loranca (titularidad privada) y el monte Guadalajara constituyen las formaciones boscosas mejor conservadas del término municipal.

Fauna

En el término habitan especies típicas del entorno mediterráneo y de la zona, con mamíferos como el jabalí, el corzo, el zorro, el conejo o la liebre, aves como el águila real, el águila perdicera, la paloma torcaz, el tordo, el ruiseñor, la perdiz, la codorniz y el ánade real en el río y reptiles como la culebra.

Las principales especies acuáticas son el barbo y la carpa.

Historia

Se sabe que la etimología del vocablo Loranca es prerromano, lo que da indicio de su antigüedad.

Tras la reconquista de la zona a finales del siglo XI, la población perteneció por poco tiempo al común de villa y tierra de Guadalajara y, posteriormente, al alfoz de la villa de Almoguera.

Tras ser objeto de trueque entre la Orden de Calatrava y el rey, finalmente Loranca perdió el realengo al ser entregada en mayo de 1379, como dote de boda por el rey Enrique II de Trastámara a su hija ilegítima María de Castilla, al contraer matrimonio con Diego Hurtado de Mendoza, posteriormente almirante de Castilla. Tras la muerte del Almirante en 1404 heredó la villa su hija doña Aldonza de Mendoza, condesa de Arjona, y a la muerte de ésta sin hijos, en junio de 1435 se le donó a Luis de la Cerda, conde de Medinaceli.

En 1475 fue objeto de venta a don Íñigo López de Mendoza y Figueroa, primer conde de Tendilla, quien ya ejercía el señorío sobre las vecinas poblaciones de Aranzueque, Armuña de Tajuña, Fuentelviejo y Tendilla. Perteneció a los condes de Tendilla y a sus sucesores, los marqueses de Mondéjar hasta el siglo XVIII.

El segundo conde de Tendilla, Íñigo López de Mendoza y Quiñones, señor de Loranca, hizo noche en la villa el 5 de noviembre de 1509, con motivo de su último viaje a sus estados alcarreños desde la ciudad de Granada, donde residía en calidad de Capitán General de aquel reino desde su conquista en 1492.

Ya en fecha 2 de diciembre de 1579, los entonces alcaldes ordinarios Pedro Gómez Caballero y Mateo Sánchez declararon a los funcionarios del censo de Felipe II que la villa contaba con 260 casas y vecinos, aproximadamente 1000 habitantes.

La Compañía de Jesús edificó en el punto más alto del valle, encima de la villa el monasterio de Jesús del Monte, a principios del siglo XVII, que alcanzó una próspera existencia de siglo y medio y cuyas ruinas aún presiden el valle.

Entre 1625 y 1656 ejerció de párroco en Loranca Francisco Martínez de Argüello, cuya sobrina doña Úrsula de Argüello casó con el maestro médico Antonio de Murcia y fueron cabeza de una estirpe de médicos, letrados y clérigos muy poderosa en la comarca a lo largo de los siglos XVII y XVIII.

Según el censo del marqués de Campoflorido (1712) Loranca contaba en aquellas fechas con apenas 62 vecinos. La disminución obedeció a la fuerte mortandad de provocada por la hambruna del año 1699 y los saqueos de los ingleses y austriacos en el verano de 1706 durante la Guerra de Sucesión.

También hay constancia de fuerte mortandad en los libros de difuntos de la parroquial de San Pedro Apóstol para el otoño de 1748 y, posteriormente, en el año 1805.[1][2]

En 1964 se celebraron en los llanos de Loranca las Jornadas Internacionales de Cetrería con la participación de Félix Rodríguez de la Fuente, que conllevó el salto a la fama del insigne naturalista español. Participaron cetreros europeos y presidió el acto el gobernador civil de Guadalajara en la época. El evento fue filmado por el NO-DO.

Demografía

Tiene una superficie de 36,66 km² con una población de 1275 habitantes y una densidad de 35,84 hab/km².

Evolución demográfica de Loranca de Tajuña
1991199620012004200820132015
278305350575136813731275
(Fuente: INE)

Patrimonio

Portada renacentista de la iglesia

En la parte alta de la villa se aprecia la disposición original de las calles junto a la construcción típica de la zona. Mamposte, cal, yeso y sillar en algunas casas junto con un entramado interior de madera. Se pueden encontrar dinteles renacentistas que residualmente quedan ocultos en el antiguo entramado urbano, dando testimonio de la importancia de la que gozó Loranca en siglos anteriores. Entre sus principales monumentos cuenta con:

Exterior de la iglesia de San Pedro
  • Iglesia parroquial dedicada a San Pedro Apóstol y que se presume obra del maestro Juan de la Riba, concluida en el año 1536. De estilo renacentista, destaca su portada sur y en su interior cuenta con una pila bautismal mozárabe del templo primitivo, un cuadro dedicado a Santa Cecilia del siglo XVII y una pila bautismal no catalogada en el exterior. Altares e imágenes son todos de reciente factura ya que los anteriores fueron destruidos en la Guerra Civil. Se conserva testimonio de hornacinas, imágenes, cuadros y retablos que eran las joyas del templo, dotándolo hasta el siglo XX de un patrimonio equiparable a otras villas de la zona. Se conoce la existencia de un órgano barroco de la fábrica de Madrid hasta mediados del siglo XX, fecha en la que fue vendido. La torre de la iglesia es de época musulmana (siglo X) perteneciente a la antigua torre vigía sobre la que se asienta la iglesia actual y el anterior templo mudéjar. En su interior se aprecian dos arcos de ladrillo mudéjares.
  • Ermita de la Soledad del siglo XVII, ubicada en la entrada al pueblo, en la carretera de Aranzueque. En su interior se venera a la imagen de esta Virgen. Posee una bóveda flamígera de gran belleza en su interior.
  • Ruinas del antiguo monasterio jesuita de Jesús del Monte, abandonado en el año 1767, tras la expulsión de la Orden por el rey Carlos III. Perteneció a los jesuitas de Alcalá concebido como residencia veraniega. Aún se pueden apreciar el horno, el aljibe, la entrada principal y la monumental puerta de la hacienda (trasladada a la Casa de la Cultura en 2005). Las columnas de su antiguo claustro se encuentran en el Palacio de Laredo de Alcalá de Henares.
Torre del Reloj
  • Torre del reloj, del siglo XVII y reformada en el siglo XVIII: sita en la misma plaza Mayor.
  • Ermita de San Roque, del siglo XVII, integrada en el cementerio municipal.

Fiestas y tradiciones

  • En honor a Santo Domingo de Guzmán patrón de la localidad, del 3 al 8 de agosto, se celebran festejos taurinos en forma de encierros campestres y por las calles principales a los que suelen acudir una gran cantidad de aficionados y espectadores. Se realizan multitud de actividades durante la semana previa (denominada popularmente como semana cultural). A su vez es tradicional la elaboración de pastelería tradicional así como disfrutar de orquestas cada noche.
  • También se celebra el día de la Exaltación de la Cruz, 14 de septiembre, antigua fiesta mayor, en honor al Cristo de la Misericordia,con encierros por el campo, Misa Mayor y procesión.
  • La Cruz de Mayo: en la ermita de la Soledad se disfruta de bollos y rosquillas así como de la sangriada popular y antaño se cantaban los mayos.
  • San Benito: el 11 de julio los vecinos de Loranca y Pezuela de las Torres acuden de forma conjunta a la ermita de San Benito, en el límite municipal, donde tras la misa se disfruta del baile y el almuerzo en la pradera junto al río.

En cuanto al folclore, la danza típica es la jota castellana bailada con el traje regional al estilo alcarreño. También destaca la antigua tradición de cantar los mayos así como numerosas canciones y dichos locales que hablan del pueblo.

Gastronomía

Domina la cocina alcarreña, protagonizada por gachas y migas del pastor así como la miel y el aceite, procedentes de la elaboración en el término y alrededores, y los asados de cordero o cabrito aderezados con romero y tomillo.

En cuanto a los postres, encontramos los puches, el hornazo (no confundir con los bollos preñados de Salamanca y Ávila) o las rosquillas.

Referencias

  1. Historia de Loranca de Tajuña.
  2. Ricote Redruejo y González López. Historia de Loranca de Tajuña. Bornova. ISBN 84-649-5595-0 |isbn= incorrecto (ayuda). 

Enlaces externos