Batalla del petróleo

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 20:14 9 jun 2014 por Gelpgim22 (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Pese a las grandes polémicas que generó el cambio de opinión del presidente: gracias al gobierno desarrollista de Arturo Frondizi, se dieron récords en extracción de petróleo nunca antes vistos en la historia argentina, llegando al autoabastecimiento de petróleo, por primera vez en Argentina.[1]

El gobierno de Arturo Frondizi anunció la batalla del petróleo en el invierno de 1958, exactamente el 24 de julio, el objetivo de la "batalla" era alcanzar el autoabastecimiento de hidrocarburos. Si bien este objetivo se cumplió en tres años, esta "batalla" es muy recordada porque se desataron grandes controversias tanto por parte de la oposición como dentro de la UCRI (el vicepresidente Alejandro Gómez renunció a su cargo), debido al giro ideológico del presidente argentino, estas políticas fueron tildadas de entregadoras a las empresas extranjeras. El químico Arturo Sabato fue una de las principales figuras tanto en esta "batalla" como también en las políticas petroleras del período de 1958 al 1962, aumentándose el área de exploración y explotación mediante los contratos con empresas privadas.[2]

Historia

Antecedentes

Cuando el 1 de mayo de 1958 Arturo Frondizi asumió la presidencia de la Nación Argentina, se encontró con un país con una economía muy desgastada, en quiebra, con una deuda externa de 1 000 000 000 de dólares y un déficit en la balanza de pagos de 300 000 000 de dólares anuales, precisamente este déficit era producido por las grandes compras de combustibles al exterior.[3]​ Existía un problema muy grande de consumo y producción de petróleo en Argentina: había un consumo de 15 600 000 de toneladas, pero en el país sólo se producían 5 000 000, por lo tanto se tenía que importar 10 000 000 de toneladas para llegar a abastecer de petróleo el país, todo esto presentaba un valor que representaba la tercera parte del producto de las exportaciones, y un gasto de 300 000 000 de dólares en importación de petróleo (lo que producía ese déficit en la balanza de pagos).[1][4]

En su discurso inaugural en el Congreso de la Nación expreso -entre otras cosas- algunas bases de su política energética:

"Debemos alcanzar el autoabastecimiento energético, basado en la explotación de los yacimientos de petróleo y carbón y la utilización de la potencia hidroeléctrica. Ello nos permitirá ir sustituyendo gradualmente las importaciones de combustibles que en 1957 han insumido la cantidad de 318 000 000 de dólares".
Discurso del 1 de mayo de 1958.[5]

Desenlace

El 24 de julio de 1958 el presidente relato un discurso ante el país, explicando los problemas y las consecuencias que tenía el seguir importando petróleo, el gobierno así anunció "la batalla del petróleo", el objetivo de esta "contienda" era lograr el autoabastecimiento petrolero "sea como sea". En su discurso dio la razón de su giro ideológico, la cual fue que Argentina no tenía más oro en el Banco para YPF, por lo que habría que atraer los capitales extranjeros para explotar el hidrocarburo, pero las petroleras se tendrían que llevar parte de las ganancias.[6]

Con todos los avances que hubo en YPF, compras de maquinarias, construcción de oleoductos, YPF logró llegar a duplicar su la producción, superando las 10 400 000 de toneladas de petróleo. Pero para lograr llegar a las 15 600 000 toneladas de petróleo, el gobierno tuvo que hacer contratos de locación de obras y servicios, en especial con tres compañías: Banca Loeb en la Provincia de Mendoza, Panamericam en la ciudad de Comodoro Rivadavia y con la compañía Tenneessee en la Provincia de Tierra del Fuego, así la Argentina logró por primera vez llegar al autoabastecimiento de petróleo, rompiendo con 50 años de abastecimiento de petróleo importado por los grandes monopolios extranjeros. El Presidente también firmó con una subsidiaria de Standard Oil, un contrato de explotación, y a este contrato siguieron otros, que sumaron en conjunto 200 millones de dólares, y un total de trece contratos. Además se le pudo dar solución a la crisis energética que había desde el gobierno de Juan Domingo Perón.[1][7]

Torre de perforación de petróleo en Campo Durán, explotado por YPF.

A continuación, una cita del discurso del 24 de julio de 1958, en la cual explica el porque de su giro ideológico.

"Cuando asumimos al gobierno, las reservas de oro ascendían a 125 000 000 y medio de dólares, y el conjunto de oro y divisas a poco más de 250 000 000 de dólares. A su vez el 1 de mayo al 31 de diciembre [1958] habrá que cumplir con compromisos por valor de 645 000 000 de dólares en el exterior. No disponemos por lo tanto, ni de un gramo de oro en el Banco Central para YPF".
Cita del discurso del presidente Arturo Frondizi declarando la "batalla del petróleo".[6]

Controversias y cuestionamientos

Construcción del gasoducto Campo Durán en 1958, con este gasoducto se llevó gas a los hogares argentinos.

Esta "batalla" fue sin lugar a dudas uno de los momentos más conflictivos durante el gobierno de Arturo Frondizi, muchos miembros de la oposición (inclusive algunos legisladores dentro de la UCRI), se opusieron a los contratos petroleros acusándolos de "entreguistas". Por ello renunció el vicepresidente Alejandro Gómez.[8]

En 1954, cuando Frondizi era diputado, había escrito el libro Petróleo y política, en el cual hablaba entre otras cosas de que YPF no precisaba ayuda externa ni capitales extranjeros para lograr el autoabastecimiento de petróleo, también dio un histórico discurso por Radio Belgrano el 27 de julio de 1955, en ese discurso cuestionó los contratos petroleros de Juan Domingo Perón, definiendolos como "una ancha franja colonial cuya sola presencia sería como la marca física del vasallaje", y sentó las bases de su propia propuesta de gobierno.[9]

Sin embargo, cuando asumió el gobierno, Frondizi reconoció la debilidad de YPF, además firmó contratos con empresas estadounidenses, acción que iba totalmente en contra de lo que había dicho el diputado Frondizi, a lo que decía el presidente Frondizi, este gran cambio en su política, generó varias manifestaciones y huelgas, como los de los obreros petroleros, apoyados por el peronismo, en septiembre del año 1958 los gremios de trabajadores petroleros declararon una huelga general, en repudio a los contratos petroleros. El presidente decretó el estado de sitio, poniendo presos a peronistas y comunistas, y de hecho se rompe el Pacto Frondizi-Perón.[7]

Objetivos

El gobierno de Frondizi sentó tres bases fundamentales para "ganar" esta batalla.[1]

  1. Nacionalización del petróleo.
  2. Monopolio de YPF.
  3. Autoabastecimiento petrolero.

Obras y resultados

Terminales y válvulas del gasoducto Campo Durán, ejemplo de la infraestructura que gozó Argentina durante "la batalla del petróleo".

Aunque en esta batalla, el gobierno perdió confianza, sobre todo en el ala izquierda por el tema de la negociación de contratos con empresas estadounidenses, los resultados en producción que dio batalla del petróleo fueron bastante positivos: por primera vez Argentina logró el autoabastecimiento, las reservas aumentaron un 50 %, se compraron 36 equipos perforadores de pozos petroleros, en 1958 se construyó el gasoducto Campo Durán, se realizó la compra más grande de maquinarias para YPF y en el año 1960 se llegó a tener 100 equipos trabajando, el doble de lo que tenía YPF, se logró dar una solución a la crisis energética que había hacia 1951, acabando con la "dieta eléctrica" y los apagones. Pero un detalle aún más relevante fue que al no tener que comprar hidrocarburos hacia que se ahorren divisas, ya que antes se gastaban muchos capitales en importación de petróleo. Prácticamente se creó la industria petroquímica que ubicó al país como segunda potencia regional en este rubro.[4][1]

En Argentina también existen yacimientos de carbón. El yacimiento más grande se encuentra en Río Turbio, en la Provincia de Santa Cruz, esta es la fuente de carbón más grande de Argentina, tiene el 99 % de las reservas de carbón del país. La explotación comenzó por el año 1941, y su explotación estuvo originalmente a cargo de YPF. Durante el gobierno de Frondizi se creó YCF (Yacimientos Carboníferos Fiscales), empresa encargada de la exploración y extracción de carbón. En la actualidad Argentina usa este carbón para calefacción o para abastecer a las centrales térmicas para producir electricidad, pero para las industrias lo importa.[10]

En 1960 se construyó un segundo gasoducto (contando el gasoducto de Comodoro Rivadavia a Buenos Aires), se llamó el "Gasoducto General San Martín", pero a diferencia al otro gasoducto, este tiene mayor diámetro y en consecuencia mayor capacidad de transporte. La construcción del gasoducto fue motivada cuando se descubrieron yacimientos gasíferos en la provincia de Salta, así el ducto fue planificado para que vaya de Campo Durán a Buenos Aires y que también, se uniera con áreas de Bolivia para importar gas desde ese país. Durante unos cuarenta años, el servicio de gas alcanzó una participación del 40 % del consumo de energía primaria, y llegó a ser el combustible esencial y el más barato para la mayoría de la población, también sirvió para dar una solución al problema energético. Sustituyó a los combustibles líquidos para generar electricidad y en grandes industrias.[11]

En total, durante los cuatro años de gobierno se perforaron 4000, y para 1962 ya se exportaban 530 000 000 de metros cúbicos de fuel-oil, el metro cúbico de petróleo pasó a costar 6 dólares, cuando antes se gastaba 20 dólares. Gracias a la construcción de oleoductos y los gasoductos antes mencionados, se pudo abastecer al país de gas para las industrias y hogares, reemplazando a los combustibles sólidos y líquidos que se usaban para cocina y calefacción.[12][13]

Cuando la Patagonia fue productora de este recurso en la cuenca neuquina, en los yacimientos de Loma de la Lata, surgieron los gasoductos NeuBA I y II, de la provincia de Neuquén a Buenos Aires. Le siguió el que uniría Neuquén con Mendoza y hacia el este, para llevar el gas a otras regiones del país. Esta red de gasoductos troncales, junto con una extensa red de gasoductos secundarios, puso el gas natural al alcance de los hogares más poblados del país, como también a las industrias.[11]

Véase también

Referencias

  1. a b c d e Eduardo Ferrari Del Sel. (22 de julio de 2008). «Día del petróleo: a 50 años de la batalla del petróleo» La Capital. Consultado el 28 de enero de 2010.
  2. (23 de julio de 1998). «Arturo Sabato: su fallecimiento» Diario La Nación. Consultado el 20 de octubre de 2010.
  3. Mario Cadenas Madariaga. (10 de julio de 2010). «Perón, Frondizi y el petróleo» Corrientes opina. Consultado el 17 de julio de 2010.
  4. a b Red Came. «A 50 años de la asunción de Arturo Frondizi». Consultado el 14 de enero de 2010. 
  5. La batalla del petróleo, cincuenta años después iEco.
  6. a b Altamirano, Carlos (1998). Los nombres del poder: Arturo Frondizi. ISBN 950-557-248-4.
  7. a b «Presidente Arturo Frondizi». Pais Global. Consultado el 28 de octubre de 2009. 
  8. «La imagen de Frondizi vuelve a ser popular luego de 50 años del golpe»
  9. Arturo Frondizi (presidente de la Argentina). (2008). Frondizi: El presidente que cambió el rumbo [programa de televisión]. República Argentina: TN. Consultado el 13 de noviembre de 2009. Escena en 6:25. «Producción de acero».
  10. «El petróleo en la Argentina» (en español). Planeta Sedna. Consultado el 21 de abril de 2010.
  11. a b «Nº 616 - El gran gasoducto: lo que vino después» Agenda reflexión. Consultado el 9 de junio de 2010.
  12. Roberto Mario Minervino. (13 de diciembre de 2010) «13 de Diciembre – Día del Petróleo» Informa Junín. Consultado el 13 de diciembre de 2010.
  13. Arturo Frondizi (presidente de la Argentina) (2008). Frondizi: El presidente que cambió el rumbo (programa de televisión). República Argentina: TN. Escena en 6:25. Consultado el 13 de noviembre de 2009. «Producción de acero». 

Bibliografía consultada

  • Altamirano, Carlos (1998). Los nombres del poder: Arturo Frondizi. ISBN 950-557-248-4. 

Enlaces externos