Fallo de mercado

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En economía, fallo de mercado es el término usado para describir la situación que se produce cuando el suministro que hace un mercado de un bien o servicio no es eficiente, bien porque el mercado suministre más cantidad de lo que sería eficiente o también se puede producir el fallo porque el equilibrio del mercado proporcione menos cantidad de un determinado bien de lo que sería eficiente.

Para los economistas, el término se aplica cuando la ineficiencia es particularmente dramática, o cuando se sugiere que una institución fuera del mercado (como el gobierno, una institución pública o un colectivo de personas asociadas) podría ser más eficiente y producir mejores resultados que iniciativas privadas de mercado.

El "fallo de mercado" no debe confundirse con una situación de "colapso económico" o con una disfunción en las reglas de mercado. Sólo debemos usar el término "fallo de mercado" para referirnos a una situación en la que el mercado falla a la hora de lograr eficiencia, en sentido económico.

Muchos fallos de mercado serían situaciones en que las fuerzas del mercado no ayudarían a garantizar el interés general y existe otra forma de organizar la producción o la asignación de bienes de modo que todo el mundo esté más satisfecho que si se deja la organización a los procedimientos del mercado. A veces los fallos de mercado son situaciones consideradas por algunos de tipo extraeconómico: como por ejemplo la sostenibilidad ecológica o los desequilibrios sociales que comprometen la continuidad de un determinado sistema económico. Actualmente es común el enfoque de presentar ciertos resultados económicos a modo de teoremas que capturan las características básicas de esas situaciones y las relaciones que guardan entre ellas.

Causas de los fallos de mercado

De acuerdo con todos los resultados las principales razones por las que ocurren fallos de mercado son:

  • Cálculo inadecuado de los costos y beneficios en forma de precios y por tanto se introducen distorsiones en las decisiones microeconómicas de los agentes económicos.
  • Estructuras de mercado inadecuadas o con desempeño no-óptimo.
  • Competencia imperfecta, aparece cuando una empresa tiene más poder de mercado que el resto de las empresas que están operando en un momento determinado. Como consecuencia de este fallo, los consumidores van a consumir una cantidad menor a un precio mayor. Ejemplos de estructuras de mercado sin desempeño óptimo de acuerdo a los patrones de eficiencia económica son:
    • Monopolio, aunque considerado generalmente como una forma de fallo de mercado, cierto tipo de monopolios con curvas de costes decrecientes a largo plazo, como por ejemplo los monopolios naturales, pueden no ser tan ineficientes frente a las alternativas posibles.
    • Monopsonio, por el cual un producto sólo tiene un comprador natural que puede manipular o distorsionar los precios en su beneficio.
    • Oligopolio, en el que sólo un reducido número de agentes tiene capacidad de producir un determiado producto o servicio,
    • Oligopsonio, en el cual sólo un reducido número de agentes son los demandantes de un determinado bien o servicio, pudiendo cada uno de ellos influenciar los precios en su beneficio.
    • Competencia monopolista
  • Discriminación de precios
  • Mercados con información asimétrica, por el cual alguno de los agentes tiene información privilegiada y puede aprovechar el desconocimiento de ciertos hechos por parte de los agentes para fijar precios por encima o por debajo del precio de equilibrio en su beneficio.
  • Externalidades negativas, que se producen cuando un tercer agente recibe algún perjuicio resultante de la actividad económica de un productor o un consumidor, no relacionado con él.
  • Bien público, bien económico cuya naturaleza conlleva que es no rival y no excluyente. Un bien es no rival cuando su uso por una persona en particular no perjudica o impide el uso simultáneo por otros individuos -por ejemplo: una señal de Radio (medio de comunicación)- y es no excluyente cuando no se puede impedir su usufructo por usuarios potenciales o reales.

En ocasiones los fallos de mercado o la dinámica natural del mercado tienen consecuencias gravísimas, durante la Gran Hambruna irlandesa (1845-49) que mató a entre un 20% y un 25% de la población del país, se siguieron exportando grandes cantidades de comida a Inglaterra.[1][2]

Interpretaciones

Como podría esperarse, la cuestión de los fallos de mercado (y como deberían ser tratados) es fuente de polémica entre las diversas escuelas de pensamiento económico.

Escuela neoclásica

Según la economía neoclásica, la mayoría de fallos de mercado crean ineficiencias (en el sentido de Pareto), por eso para el enfoque neoclásico cualquier proceso económico de mercado que no sea eficiente en el sentido de Pareto es visto como un fallo de mercado con independencia de si el resultado sirve o no al "interés público". Por ejemplo, algunos consideran que la existencia de grandes desigualdades en la distribución de la riqueza o el ingreso va contra el interés general o interés público, pero esta situación puede llegar a ser Pareto-óptima. En cambio un sistema de impuestos para reducir el grado de desigualdad, que puede ser de interés general, puede ser simultáneamente ineficiente en el sentido de Pareto. Así para el enfoque neoclásico, la desigualdad económica no es un factor que tenga nada que ver con los fallos de mercado.

Por otro, algunos autores neoclásicos consideran que las situaciones en que la actividad mercantil produce una desigualdad creciente de los que ya inicialmente son más ricos son un fallo de mercado, puesto que supuestamente ahí estaría interviniendo la habilidad de aquellos con mayor riqueza para imponer su poder de mercado para incrementar su riqueza. Para estos autores neoclásicos estos fenómenos estarían reflejando la falta de competencia en los mercados

Escuela keynesiana/neokeynesiana

La moderna macroeconomía keynesiana o neokeynesiana aplica la visión neoclásica para interpretar el fallo para lograr el pleno empleo de los recursos en términos de fallos de mercado. Una vez modificada la teoría para tener en cuenta el modelo walrasiano básico de equilibrio general produce resultados keynesianos. Los neokeynesianos hacen mayor énfasis en el no-ajuste automático o rápido de los precios y (especialmente) de los salarios.

Escuelas austríaca y liberalismo económico

Muchos abogados del capitalismo del laissez-faire, como los economistas de la escuela austríaca y demás partidarios del liberalismo económico, niegan la existencia de fallos de mercado,[3][4]​ o los ven como cuestiones poco significativas, temporales o irrelevantes. Por ejemplo el problema de las externalidades es desechado a veces etiquetándolo como "efectos colaterales".

Algunos autores llegan incluso a calificar de «claramente absurdos» varios de los argumentos sobre los fallos de mercado,[4]​ sugiriendo que simplemente muestran que el mercado no es perfecto (y por tanto perfectible) aunque rechazan la posibilidad de mejorarlo por otros medios. Por tanto, minimizan la posibilidad de situaciones producidas por la propia dinámica de mercado, y que en general no se enmiedan por la propia dinámica del mercado.

Escuela de la elección pública

También algunos economistas de la teoría de la elección pública argumentan que la existencia de fallos de mercado no justifica la intervención estatal para resolverlas. Argumentan que en ciertas situaciones los costes de la intervención estatal correctora pueden ser más altos que los ocasionados por un fallo de mercado, los denominados "fallos del gobierno".

Para estas escuelas, los fallos de mercado usualmente son sólo una deficiencia en la existencia y extensión de más mercado. Por tanto con frecuencia proclaman que la solución es "más mercado" y abogan por el establecimiento de más mercados y por "mercantilizar" la asignación de ciertos recursos.

Escuela marxista

En general, el marxismo tradicionalmente ha argumentado que un sistema de derechos de propiedad individual es un problema en sí mismo, y que los recursos deben ser asignados de otro modo diferente al mercado (por ejemplo por elección democrática, por un planificador central o por un grupo planificador democráticamente elegido y responsable ante los electores).

El concepto de "fallo de mercado" de muchos marxistas difiere del sentido habitual de "ineficiencia económica". Para muchos marxistas el mercado siempre tiene resultados democráticamente indeseados, o dicho de otro modo, la solución preferida sería diferente de la alcanzada mediante las reglas de mercado. De ese modo la escuela marxista mira los fallos de mercado inherentes a cualquier economía capitalista basada en la propiedad de los medios de producción, al igual que otros fenómenos como crisis cíclicas inherentes al funcionamiento general del capitalismo. Así aunque los marxistas argumentan a favor de abolir ciertas relaciones capitalistas, frecuentemente no contemplan argumentos basados en los fallos de mercado, ya que no contemplan los "mercados perfectos" como un fin deseable o razonable. Tradicionalmente los marxistas ven la explotación capitalista y las crisis económicas como sucesos que existen también en los "mercados perfectos".

Referencias

  1. Ranelagh, John O'Beirne, A Short History of Ireland. Cambridge University Press, Cambridge, Inglaterra, 2ª edición, 1994. Primera edición, 1983, p. 115, citado The Great Irish Famine.
  2. Irish Famine Curriculum Committee (1998), The Great Irish Famine, accedido 21 de septiembre 2010
  3. Gil Guillory. Ludwig von Mises Institute
  4. a b Fallas del mercado, por Arturo Hidrobo

Bibliografía

Enlaces externos

Véase también