Batalla del Puente de Calderón

Artículo bueno
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 21:49 11 jul 2007 por Netito777 (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.

Plantilla:Infobox conflicto militar La Batalla del Puente de Calderón es parte de la guerra de Independencia de México. La batalla fue trabada entre fuerzas insurgentes y fuerzas realistas, el 17 de enero de 1811 en Puente de Calderón, Jalisco, a unos 60 kilómetros al este de Guadalajara, en México. Participaban cerca de 100.000 insurgentes, comandados por Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abasolo. Las fuerzas realistas, que sumaban apenas 6.000 soldados, estaban dirigidas por Calleja, el conde de la Cadena y ex intendente de Puebla Manuel Flon y el brigadier José de la Cruz. Como auxiliar de Calleja peleaba el coronel Manuel Emparán.

La batalla recibió su nombre porque la posesión del puente fue el objetivo de los combatientes; y fue el último episodio bélico de la primera etapa de la Independencia de México. Los realistas eran 6.000, y los insurgentes 100.000, al mando del cura Miguel Hidalgo y Costilla.

Antecedentes

El grito de Dolores del 16 de septiembre de 1810 por el párroco de Dolores Hidalgo, Allende y otros líderes insurgentes, provocó el inicio de la primera etapa de la Guerra de Independencia. En un principio, no hubo resistencia militar, por lo que en Celaya, Hidalgo fue proclamado Capitán General de América. [1]

El 28 de septiembre, en Guanajuato se libró la batalla de la Alhóndiga de Granaditas, en la que los realistas y todos los españoles y algunos criollos acaudalados se refugiaron en el edificio. Durante la acción militar, pereció el intendente Juan Antonio Riaño, y acto seguido, un minero llamado Juan José de los Reyes Martínez (El Pípila) incendió la puerta de la Alhóniga, permitiendo así que la tropa tomara el edificio lo saqueara y ejecutara a muchos españoles.

Los insurgentes marcharon a Valladolid, que se entregó sin resistencia el 17 de octubre. Prosiguieron el camino hacia la Ciudad de México, y acamparon en Toluca el 29 de octubre. Al día siguiente, las tropas realistas al mando de Torcuato Trujillo, esperaban a los insurgentes en el Monte de las Cruces. Los insurgentes derrotaron a los españoles en la Batalla del Monte de las Cruces. El 1 de noviembre, Hidalgo comisionó a José Mariano Jiménez a entrevistarse con el virrey Francisco Javier Venegas de Saavedra, en busca de lograr un acuerdo para que la capital se rindiera. Venegas se negó, y estuvo a punto de fusilar a los emisarios.

Mientras tanto, el comandante militar de San Luis Potosí, Félix María Calleja, organizaba un ejército para combatir a los insurrectos. Tras salir de San Luis Potosí, entró a Dolores, y saqueó la casa del sacerdote Hidalgo. Poco después entró en Querétaro.

Las presiones de los líderes insurgentes sobre Hidalgo, en el sentido de avanzar cuanto antes sobre la capital no surtieron efecto. Hidalgo decidió replegarse al Bajío. A pesar de contar con cerca de 80 mil hombres, los insurgentes se retiraron al Bajio. [2]

El 7 de noviembre Calleja se encontró con los insurgentes en Aculco. El ejército realista de inmediato comenzó la acción militar, en la que los insurgentes huyeron debido a que se enfrentaban por primera vez con un ejército sumamente organizado.

Hidalgo y Allende se separaron desde entonces. Hidalgo marchó con una parte del ejército a Valladolid, donde se cometieron matanzas de españoles durante esa época. El 26 de noviembre Hidalgo entró en Guadalajara, que había sido tomada el 11 de noviembre por José Antonio Torres "el amo", donde se repitieron las mismas matanzas que en Valladolid, hecho que se le imputaría a Hidalgo en su juicio meses más tarde.

Allende llegó a Guanajuato, donde las fuerzas de Calleja tenían puesto su objetivo. El mismo día que Hidalgo llegó a Guadalajara, Calleja y Allende se enfrentaban en Guanajuato. Allende y sus hombres (entre los que estaban Aldama y Jiménez) perdieron la batalla. Alende ordenó a Abasolo el degüello de los presos en la Alhóndiga.

Tras la derrota, los insurgentes se volvieron a reunir en Guadalajara, donde Hidalgo fue proclamado Alteza Serenísima.

La Batalla

Tras una entrevista con Venegas, Calleja resolvió avanzar sobre Guadalajara y cortar de tajo la insurrección. Con ayuda del intendente poblano Flon, y de los militares De la Cruz y Emparán, con quienes planeó la campaña a Guanajuato, se decidió a marchar a Guadalajara.

Poco antes los insurgentes recibieron la noticia de que el coronel Mier fue derrotado por los realistas, y de que el cura de Ahualulco José María Mercado tomó el puerto de San Blas, en el actual estado de Nayarit.

Los insurgentes marcharon del 14 al 16 de enero hasta el puente, donde acamparon la noche del 16 y entonan campos religiosos. Según algunos autores, Hidalgo esperababa que al ver el número tan grande de insurgentes, Calleja desertara y se pasara al bando insurgente. [3]

La mañana del 17 Hidalgo afirma, "Hoy desayunaré en Puente de Calderón, comeré en Querétaro y cenaré en México" Después ordenó a Allende organizar al ejército de la siguiente manera; La artillería quedó bajo la dirección del General José Antonio Torres, la caballería fue encargada a Mariano Abasolo y las reservas las dirigió Miguel Hidalgo; el General en jefe de la batalla fue Ignacio Allende. [4]​ La batalla comenzó y en principio los insurgentes iban triunfando. A pesar de las diferencias de parque, los rebeldes mexicanos estuvieron a punto de derrotar a las fuerzas virreinales, pero la desesperación generada por la explosión de una granada española en las municiones mexicanas confundió al lado mexicano, ya que aquella explosión destruyó gran parte de la artillería mexicana, lo que en primera instancia redujo las pocas municiones insurgentes, causó pánico entre los soldados y creó un incendio que les prohibió toda buena visibilidad sobre el enemigo, misma que creo una ola de desesperación y terror entre los insurgentes que se dan a la fuga. Los monárquicos españoles sacaron provecho de eso y solamente persiguieron al enemigo que huye.

Consecuencias

Archivo:Puente Calderón.jpg
Actual Estado del Puente de Calderón

Los insurgentes huyen hacia el norte, y en la hacienda del Paberllón, cerca de Zacatecas, Hidalgo es despojado del mando militar en favor de Allende, pero conserva el trato de Alteza Serenísima, pero en el resto del camino es tratado como prisionero. [5]

En marzo reciben la invitación del cacique texano Ignacio Elizondo, de reunirse con ellos en las Norias de Baján, Coahuila, para comprar armamento en los Estados Unidos de América.

El 21 de marzo los insurgentes llegan a Acatita de Baján. Primero llegó una carroza de Allende, Aldama, Jiménez e Indalecio, hijo de Allende. Elizondo los recibe, y acto seguido, los captura.

Tiempo después llegó el contingente de Abasolo, que es detenido por realistas. Al final llegó Hidalgo a caballo, Elizondo se encargó personalmente de recibirlo, y poco después es aprehendido.

Los prisioneros son llevados a Chihuahua, donde se les realizó juicios sumarios. Allende, Aldama y Jiménez son fusilados el 26 de junio, Hidalgo el 30 de julio y Abasolo es condenado a prisión perpetua en Cádiz, España, donde murió en 1816.

Notas

  1. Hidalgo Jean Meyer
  2. Existen desacuerdos sobre la razón o razones que hicieron a Hidalgo tomar esta decisión. Una de ellas es la proximidad de un encuentro militar con las fuerzas de Calleja. Otros historiadores afirman que de haberse tomado México, los insurgentes provocarían un saqueo mucho mayor al de Guanajuato, al que se vería sumada la plebe capitalina, y que la decisión del cura quiso evitar esto. Lucas Alamán explica que la Inquisición apresó a los hijos y a la viuda de Manuel Hidalgo, hermano del cura, y que Venegas amenazó con degollarlos si los insurgentes avanzaban
  3. Miguel Hidalgo de Maité Hernández, página 169
  4. México a través de los siglos de Julio Zárate
  5. Siglo de Caudillos

Bibliografía

  • VELÁZQUEZ, Rogelio (2000). «Historia de México». Ciudad de México: Editorial Castillo. 970-20-0019-X. 
  • NIETO LÓPEZ, José de Jesús (1998). «Historia 3». Ciudad de México: Editorial Castillo. 970-642-214-5. 
  • FUENTES MARES, José (1984). «Historia Ilustrada de México». Ciudad de México: Editorial Océano. 968-491-045-2. 
  • ZÁRATE, Julio (1889). «MÉXICO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS». Ciudad de México: Editorial Cumbre. 
  • VILLALPANDO, José Manuel (2002). «Miguel Hidalgo». Ciudad de México: Editorial Planeta D'Agostini. 970-726-050-5. 
  • HERNÁNDEZ, MAITE (2003). «Miguel Hidalgo». Madrid: EditorialDastin. 84-492-0327-2003. 
  • MEYER, Jean (1996). «Hidalgo». México: Editorial Clío. 

Enlaces externos