Lepus granatensis

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Liebre Ibérica[1]

Ejemplar de Lepus granatensis en un trigal.
Estado de conservación
Preocupación menor (LC)
Preocupación menor (UICN)
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Lagomorpha
Familia: Leporidae
Género: Lepus
Especie: L. granatensis
Rosenhauer, 1856
Distribución
Rojo: Autóctona. Púrpura: De origen incierto. Rosa: Introducida.
Rojo: Autóctona. Púrpura: De origen incierto. Rosa: Introducida.
Subespecies
  • Lepus granatensis subsp gallaecius, Miller, 1907.
  • Lepus granatensis subsp. granatensis, Rosenhauer, 1856.
  • Lepus granatensis subsp. solisi, Palacios y Fernández, 1992.
Sinonimia
  • mediterraneus, Wagner, 1841.
  • mediterraneus, Machado, 1869.
  • typicus, Hilzheimer, 1906.

La liebre ibérica (Lepus granatensis) es un mamífero lagomorfo endémico de la península ibérica.

Descripción

De tamaño mediano, mide entre 44 y 50 cm, su pelaje es suave y corto, con el dorso color marrón rojizo con una mancha blanca en la parte de arriba, y el vientre blanco hasta las patas delanteras. La cola tiene la punta negra,[2]

Las orejas son más largas que las del conejo, de 9,3 a 10,5 cm. Pesan de 1.500 a 2.600 g.

Huellas

La liebre ibérica a pesar de que cuenta con cinco dedos y unas grandes garras las cual utiliza mayormente para excavar, sus patas son iguales a las del conejo por eso su huella se parece tanto a la del conejo. Su pata tiene tanto pelaje en las plantas y dedos que no se logra ver bien, la liebre usa el método de marcar el talón en forma de línea longitudinal para avisar a sus compañeros que están en peligro. Un analizis la huella del conejo y la liebre se puede diferenciar porque el conejo al correr sobre terreno blando o nieve marca una letra «Y» y la liebre al correr deja una letra «L».[3]

Comportamiento

Al igual que el conejo, la liebre es una especie fundamentalmente crepuscular y nocturna. Durante el día permanecen encamados y en reposo.[3]

Se establece una jerarquía, defendida mediante persecuciones y demostraciones de fuerza adoptando posiciones intimidatorias. Cuando comen en grupo, los animales dominantes ocupan los mejores sitios, dejándoles a las más jóvenes las de menos alimentos; para lograr esto utilizan su habilidad de ser animales disuasorios la cual consiste en extender todas sus patas y arquear su cuerpo, está habilidad es apta para que los más jóvenes sepan que se deben retirar de esa zona de alimentos, Mayormente se encuentran manadas nocturnas.

Ya que esta especie es nómada no comprenden ningún territorio al que puedan defender, pero aún así existen peleas frecuentemente entre los machos para aparearse con las hembras. Existen algunas peleas que pueden llegar hacer mortales cuando alguien realiza un modelo de esclavitud en terrenos de pequeño alcance.[4]

Alimentación

Como todos los lagomorfos, la liebre ibérica es herbívora.

La liebre produce dos tipos de excrementos, uno claro y uno oscuro. Esta características se denomina cecotrofia. El excremento que se deshecha, de apariencia dura y clara puede ver en campos, hogares y praderas. El otro tipo de excremento es oscuro y cubierto de mucus, el animal lo ingiere directamente desde el ano cuando se encuentra en estado de reposo, aprovechando el contenido de vitaminas y nutrientes de las células vegetales.[5]

Reproducción

Las liebres ibéricas son animales solitarios que pueden reproducirse en cualquier época del año, aunque la mayoría de los partos se concentran entre febrero y abril y luego en junio y julio. El primer parto incluye una o dos crías, mientras que lo normal en los posteriores son tres o cuatro, que nacen de 42-44 días. Las hembras tienen la capacidad de aparearse y guardar el esperma de un macho incluso después de ser fecundadas con otro, lo que les capacita para tener una nueva camada en poco tiempo. Si por alguna razón se interrumpe el embarazo, la hembra no aborta, ya que su cuerpo puede reabsorber al embrión muerto.

Las crías nacen en un simple encamamiento, el mismo que la madre usa para dormir. Son notablemente precoces y en un año ya son maduros sexualmente. Las crías carecen del olor típico de los adultos, algo que unida a su capacidad para agazaparse las mantiene a salvo de los depredadores. Las liebres pueden vivir hasta nueve años en libertad y doce en cautividad.[3]

Distribución

Sólo se encuentra en la península ibérica (con la excepción de la Cornisa Cantábrica y los territorios situados al norte del río Ebro).

En la isla de Mallorca, fue probablemente introducida hace siglos y en la actualidad es muy rara.

Se pueden encontrar otras dos especies de liebre en la península: la liebre europea (Lepus europaeus), al norte del río Ebro, desde las costas de Asturias hasta la costa catalana y la liebre de piornal (Lepus castroviejoi) con una distribución restringida a los montes de León donde puntualmente coincide con L. granatensis.[5]

Distribución a través de su comodidad

Es un animal con mucho valor en los ecosistemas meridionales de España, por eso su entendimiento ecológico y vínculos con las causas que predominan la variedad espacial son fundamentales para su subsistencia y uso. Las exuberancias pertenecientes de la liebre ibérica se han conseguido a partir de transeptos estratificados de 1.000 m de distancia. El Índice más largo y extenso en subsistencia de estos animales es la primavera con un total de 0,26 liebres/km, pero este empieza a disminuirse en la estación de invierno que llega a un total de 0,075 liebres/km. Mayormente se encuentran en la siembre de cultivos de sequio con un 0,32 liebres/km, las zonas con una vegetación natural y descuido casi no se encuentran liebres comúnmente su porcentaje es de 0,06 a 0,04 liebres/km.[6]

Hábitat

El hábitat requerido por la liebre ibérica es sumamente variable, pero por lo general abierto y más o menos llano. Habita por igual en marismas (es notablemente abundante en el Coto de Doñana) que en praderas secas, al nivel del mar o en prados de alta montaña, en llanuras herbáceas o cubiertas de matorral o árboles bajos. Se adapta sorprendentemente bien al impacto humano sobre el ambiente, hasta el punto de que no es rara verla en campos de cereales, huertas, olivares o viñedos. En estos últimos lugares suele ser perseguida porque devora los frutos y brotes de las plantas cultivadas, además de por su mismo valor cinegético. No obstante, es una especie no amenazada, al menos en la península ibérica.

Depredadores, conservación y amenazas

Entre sus depredadores habituales, aparte del hombre, se encuentran los lobos (Canis lupus signatus), zorros (Vulpes vulpes), gatos monteses (Felis sylvestris) búho real (Bubo bubo), águila imperial (Aquila adalberti) y águila real (Aquila chrysaetos) , si bien se calcula que hasta una treintena de especies animales (incluyendo mamíferos, aves y reptiles) pueden alimentarse ocasionalmente de la liebre ibérica. Para evitar esto, las liebres se valen fundamentalmente de sus agudos oído y olfato y su capacidad para correr hasta 70 km/h.

Enfermedades

A pesar de que a la liebre ibérica no le afectan las mismas enfermedades del conejo (es decir, no sufre ni de mixomatosis, ni EVH), sí contrae la fiebre de la liebre (fibre "deer fly"), la cual es generada por el virus Francisella tularensis, citado por primera vez en España en 1994 y en Castilla-León en 1997. Tal parece esta enfermedad fue introducida a España por las liebres que no tenían control veterinario. Esta enfermedad es transmitida por la picadura de un mosquito que haya absorbido la infección de otra liebre, también puede ser transmitida a través de una garrapata. Esta enfermedad se desarrolla en muy poco tiempo puede llevar de uno a diez días de incubación, esta enfermedad zoonótica puede afectar al perro y al hombre. Esta enfermedad esta registrada como amenaza en Oficina Internacional de Epizootias ya que puedo transmitirse de un animal al hombre. La única manera existente de detectar esta enfermedad es en el esqueleto de la liebre, ya que las que padecen de esta enfermedad tienen a tener sangre en forma de espuma en el cráneo.[7]

La liebre no se contagia de mixomatosis, pero desde 1994 se vienen observando casos de tularemia.

Otra amenaza para esta especie es la mortandad causada por las cosechadoras mecánicas en los campos de cereales.[7]

Supervivencia entre localidades

En un periodo de 141 días constituye un porcentaje de 38% en las liebres que viven en la Veta Carrizora, 22% en 244 días para las liebres que habitan en la Vera de Martinazo. Estos animales también tienen una supervivencia media de 184 en la región de Veta Carrizosa, y por último una supervivencía de 220 días en la Vera. Su poca supervivencia se da por la mortalidad causada por los meses de inundaciones y temporadas de sequías.

Supervivencia por sexos

La supervivencia total es de un periodo de 244 días, que sería un 0,29 de las liebres. Los machos llegan a unos 232 días, lo que constituye un 0,26%, mientras que para las hembras la supervivencia media es de un transcurso de 206 días.

País Tasa de superveniencia Caza Ref.
Bandera de Dinamarca Dinamarca 0,59% No [8]
Bandera de Polonia Polonia 0,51% No
Bandera de Francia Francia 0,56% No
Bandera de los Países Bajos Países Bajos 0,25%
Bandera de Hungría Hungría 0,38%
Bandera de España España Marisma PND 0,20% No
Bandera de España España Vera PDN 0,29% No

Véase también

Referencias

  1. Wilson & Reeder's. «Mammal Species of the World». pagína (en inglés). Consultado el 3 de junio de 2012. 
  2. Francisco J. Purroy (8 de julio de 2011). «Liebre ibérica». Enciclopedia virtual de los vertebrados españoles. Consultado el 3 de junio de 2012. 
  3. a b c Manuel Erasmo López Sarmiento (2004). «Liebre». Proyecto Sierra De Baza. Consultado el 30 de mayo de 2012. 
  4. Francisco J. Purroy. «Enciclopedia Virtual De Los Vertebrados Españoles». pagína. Consultado el 2 de julio de 2012.  Texto «fecha 8-07-2011» ignorado (ayuda)
  5. a b «Liebre Ibérica: Especies Cinegéticas». CienciayCaza. 2012. Consultado el 2 de junio de 2012. 
  6. Arques Pina, José Belda Antolí, Antonio Peiró Clavell, Victoriano Martínez Pérez, José Emilio (2011). «Seguimiento de la liebre ibérica». pagína. Consultado el 3 de julio de 2012. 
  7. a b José-María Moreno-Carmen Pérez-Olivares (1997-2007). «Liebre». Madridejos. Consultado el 1 de junio de 2012. 
  8. F. Carro, J.F. Beltrán, F.J. Márquez, J.M. Pérez y R.C. Soriguer (14 de enero de 2002). «Supervivencia de la Liebre Ibérica» (PDF). Consultado el 16 de junio de 2012. 

Enlaces externos