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El héroe mitológico [[Filoctetes]] disparó una flecha mortal con el arco de [[Heracles]] a Paris. Algunas versiones apuntan a que el príncipe murió en el campo de batallas, otras a que pudo huir herido y envió un emisario a la morada de su primer amor, [[Enone]], la única que podía salvarlo. Según esta versión, la ninfa se negó a curarlo en un primer momento, pero arrepentida salió en su búsqueda sin llegar a tiempo: Paris había muerto. Fue entonces cuando [[Enone]] se suicidó arrojándose sobre la pira en la que era incinerado su amor.<ref>Partenio de Nicea, ''Sufrimientos de amor'', iv,5; [[Quinto de Esmirna]], ''[[Posthoméricas]]'' x,457.</ref>
El héroe mitológico [[Filoctetes]] disparó una flecha mortal con el arco de [[Heracles]] a Paris. Algunas versiones apuntan a que el príncipe murió en el campo de batallas, otras a que pudo huir herido y envió un emisario a la morada de su primer amor, [[Enone]], la única que podía salvarlo. Según esta versión, la ninfa se negó a curarlo en un primer momento, pero arrepentida salió en su búsqueda sin llegar a tiempo: Paris había muerto. Fue entonces cuando [[Enone]] se suicidó arrojándose sobre la pira en la que era incinerado su amor.<ref>Partenio de Nicea, ''Sufrimientos de amor'', iv,5; [[Quinto de Esmirna]], ''[[Posthoméricas]]'' x,457.</ref>


== Paris hilton en el arte ==
== Paris en el arte ==
[[Archivo:Mengs, Urteil des Paris.jpg|thumb|200px|''El juicio de Paris'' ([[1757]]), por [[Anton Raphael Mengs]].]]
[[Archivo:Mengs, Urteil des Paris.jpg|thumb|200px|''El juicio de Paris'' ([[1757]]), por [[Anton Raphael Mengs]].]]



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Los amores de Paris y Helena (1788), pintado por J. L. David.

En la mitología griega, Paris, en griego antiguo Πάρις, también llamado Alejandro, en griego antiguo Αλέξανδρος, Aléxandros, 'el protector del hombre', fue un príncipe troyano, hijo del rey Príamo y de su esposa Hécuba.

Su historia

Nacimiento y juventud

Hécuba, reina de Troya, tuvo un sueño durante su embarazo: soñó que daría a luz a una antorcha que incendiaría la ciudad. Esaco, hermanastro del futuro príncipe, poseía el don de interpretar los sueños y aconsejó que, a su nacimiento, abandonaran al recién nacido. Fue así como Príamo, el rey y padre de la criatura, ordenó a su criado Agelao que abandonara al pequeño en el Monte Ida. Agelao, en último momento, se apiadó del recién nacido y decidió criarlo como si fuera su hijo.

El pequeño creció con el nombre de Paris, siendo un joven guapo y fuerte que dominaba el arte de la música.[1]​ Su primera historia de amor la vivió con la ninfa Enone, hija del dios-río Cebrén. Ella, que poseía el don de la profecía y la medicina,[2]​ predijo que sería ella la única que podría salvarlo de una herida de muerte.[3]

El juicio de Paris

El juicio de Paris (1636), pintado por Peter Paul Rubens.

En el Olimpo, Éride, la Discordia, prometió dar la manzana de oro que lanzó en las bodas de Tetis y Peleo a la diosa más hermosa. Fue así como ninguna deidad se atrevió a elegir entre Hera, Atenea o Afrodita. Con tal de acabar con el problema, Zeus decidió que la respuesta la diera Paris.

El dios mensajero Hermes presentó a las tres diosas ante Paris y le propuso el dilema. Cada una le prometió algo si resultaba ser la elegida: Hera le prometió ser soberano del mundo, Atenea ser invencible en la guerra y Afrodita le prometió entregarle a Helena, la mujer más bella del mundo. Finalmente, el joven eligió a Afrodita, que además se convirtió en su protectora, y las otras dos deidades juraron venganza. Lo que él no sabía era que esa decisión terminaría desencadenando la guerra de Troya.[4]

Juegos fúnebres en su honor

Príamo, rey de Troya y padre biológico de Paris, celebraba cada año unos juegos en honor a su hijo, que creía muerto. En una ocasión, los servidores del rey se llevaron a su toro favorito para emplearlo como premio en los susodichos juegos. Paris, que fue uno de los jugadores, ganó y se hizo con el toro, haciendo nacer en sus hermanos la indignación al creer que habían sido derrotados por un simple pastor. Dispuestos a matarlo, fueron detenidos por Casandra, quién gracias a sus poderes adivinatorios, reconoció que el simple pastor era el hijo del rey Príamo.[5]

El rapto de Helena

El rapto de Helena (c.1530), por Francesco Primaticcio.

Paris fue acogido en la corte real de Troya y tuvo la oportunidad de embarcarse hacia Grecia, donde su tía Hesíone vivía después de que Telamón la hubiera secuestrado tiempo atrás. El príncipe Paris se ofreció para acaudillar la expedición y decidió dirigir a Cástor y Pólux, que vivían en Lacedemonia. Su padre dio el visto bueno, a pesar de que Héleno ya había revelado que, si el viaje se llevaba a cabo, Troya pagaría las consecuéncias.[6]

Después de estar en casa de Cástor y Pólux, Paris llegó a Esparta, donde reinaba Menelao y su esposa Helena, la mujer más preciosa del mundo que le había prometido antaño Afrodita. El príncipe troyano no tardó en enamorarla con la ayuda de la diosa[7]​ y, aprovechando que Menelao estaba en Creta celebrando los funerales de su abuelo, Paris y Helena se fugaron a Troya. Algunas versiones dicen que la joven fue raptada y no se marchó por su propia voluntad y otras dicen que lo que se fugó con Paris fue una imagen fantasmagórica de ella, cumpliéndose así la venganza de Hera por no haber sido escogida como la diosa más bella.

En su viaje se llevaron un gran número de riquezas, pero no a la hija de 9 años de Helena: Hermíone.[8]​ En su viaje, una tempestad provocada por la diosa Hera hizo que el barco fuera a parar a Sidón, ciudad que los troyanos saquearon.[9]​ A su llegada a Troya, los ciudadanos no aceptaron a Helena, pues lo consideraban una ofensa hacia el rey Menelao, y quisieron devolverla. A pesar de ello, la decisión de la familia real troyana fue que Helena podía quedarse en Troya junto a Paris.[10]​ La ninfa Enone, primer amor de Paris, y su padre, Cebrén, se marcharon despechados de la ciudad.

La Guerra de Troya

Paris y Enone, grabado de Agostino Carracci.

Cuando Menelao descubrió lo sucedido, reunió una gran flota para conquistar Troya. Así inició la guerra, una guerra en la cual Paris demostró ser un buen arquero. En la llanura, el príncipe retó a Menelao: quien ganara se quedaría con Helena. Paris resultó casi herido de muerte de no ser porqué Afrodita lo transportó a las murallas. Algunas versiones apuntan a que fue él quién mató a Aquiles, disparándole con el arco en el talón. Otra versión dice que lo mató con la espada del dios Apolo y otra dice que fue la propia deidad quién disparó la flecha que acabó en el talón de Aquiles.[11]

Muerte

El héroe mitológico Filoctetes disparó una flecha mortal con el arco de Heracles a Paris. Algunas versiones apuntan a que el príncipe murió en el campo de batallas, otras a que pudo huir herido y envió un emisario a la morada de su primer amor, Enone, la única que podía salvarlo. Según esta versión, la ninfa se negó a curarlo en un primer momento, pero arrepentida salió en su búsqueda sin llegar a tiempo: Paris había muerto. Fue entonces cuando Enone se suicidó arrojándose sobre la pira en la que era incinerado su amor.[12]

Paris en el arte

El juicio de Paris (1757), por Anton Raphael Mengs.

El juicio de Paris es un icono en la historia del Arte. La escena del joven príncipe presentando la manzana de oro a las diosas Hera, Atenea y Afrodita para elegir a la más bella se ha repetido en innumerables ocasiones, en especial a partir del Renacimiento. El primer ejemplo lo tenemos en un mosaico de Antioquía del siglo II. Autores como Cranach, Giordano, Rubens, Agostino Carracci, Watteau o Boucher ha representado dicha escena mitológica.

Paris también ha aparecido en la literatura ya en la antigua Grecia. Inspiró una tragedia de Sófocles y otra de Eurípides, ambas tituladas Alejandro y actualmente desaparecidas. Paris es personaje en la obra de Ovidio y en la Divina Comedia de Dante en el segundo círculo del infierno siendo sacudido eternamente por un fiero viento, junto a Helena y otros que habían sucumbido al pecado de la lujuria.

El mito de Paris ha sido tratado en el siglo XX, como en la ópera Rey Príamo (1962) de Michael Tippett o en la novela Spielball der Götter (Juego de dioses) de Rudolf Hagelstange. La canción "La herida de Paris", de Luis Alberto Spinetta, esta inspirada en el flechazo que causa la muerte de Aquiles.

En 2004, el personaje de Paris en la película Troya fue interpretado por Orlando Bloom.

Véase también

Referencias

  1. Apolodoro, Biblioteca mitológica, iii, 12, 5; Homero, Ilíada iii, 54
  2. Partenio de Nicea, Sufrimientos de amor, iv,1.
  3. Partenio de Nicea, Sufrimientos de amor iv, 4.
  4. Apolodoro, Epítome iii, 2.
  5. Higino, Fábulas, 91.
  6. Dares Frigio, Historia de la destrucción de Troya, 6-8.
  7. Fragmentos de épica griega arcaica, edición de Alberto Bernabé, p. 102. Madrid, Gredos, ISBN 84-249-3524-1.
  8. Antonio Ruiz de Elvira, Mitología clásica, p.406-407. Madrid, Gredos, ISBN 84-249-0204-1.
  9. Apolodoro, Epítome 3, 4.
  10. Dictis de Creta, Diario de la guerra de Troya i,7-10.
  11. Antonio Ruiz de Elvira, Mitología clásica, p. 427.
  12. Partenio de Nicea, Sufrimientos de amor, iv,5; Quinto de Esmirna, Posthoméricas x,457.

Enlaces externos