Diferencia entre revisiones de «Nuestra Señora del Perpetuo Socorro»

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Poco después el mercader llega a [[Roma]] con el cuadro y, tras algunas resistencias de la familia, el [[icono]] pasa a ocupar un lugar preferente en la Iglesia de [[Mateo el Apóstol|San Mateo]], regentada por los PP. [[Agustinos]]. Estamos en torno al año 1499, en tiempos del Papa español [[Alejandro VI]]. La iglesia de [[Mateo el Apóstol|San Mateo]] era un templo menor entre las grandes basílicas de San Juan de Letrán y Santa María la Mayor. Allí permanece la imñjho,hjljoooo4666657818136
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Pero en febrero de 1798, con la invasión de [[Napoleón]], sus tropas se apoderan de Italia y en Roma demuelen más de treinta iglesias de la ciudad, entre ellas la vieja [[Mateo el Apóstol|San Mateo]]. Los religiosos [[Agustinos]] salvan el cuadro milagroso y se lo llevan consigo. El icono entra en fase de olvido por más de 88 años.
Pero en febrero de 1798, con la invasión de [[Napoleón]], sus tropas se apoderan de Italia y en Roma demuelen más de treinta iglesias de la ciudad, entre ellas la vieja [[Mateo el Apóstol|San Mateo]]. Los religiosos [[Agustinos]] salvan el cuadro milagroso y se lo llevan consigo. El icono entra en fase de olvido por más de 88 años.

Revisión del 13:47 25 may 2010

Icono Virgen Perpetuo Socorro tras su restauración.

La Virgen del Perpetuo Socorro es un icono oriental procedente de Creta y venerado en Roma en la iglesia de los PP. Agustinos, a finales del siglo XV, y desde 1866 en la iglesia romana de San Alfonso. La Virgen del Perpetuo Socorro es la Patrona de Haití. La datación del icono es difícil de precisar. Unos los sitúan entre siglos X y XI, y otros a comienzos del siglo XV. Su festividad se celebra el 16 de junio.

Historia

Según una tablilla colocada antiguamente al lado del icono con un resumen histórico de la imagen, la cuna de este cuadro fue en la Isla de Creta, en el Mar Egeo. Un mercader sustrae el icono de una iglesia, lo esconde entre su equipaje y se embarca rumbo a otras tierras. Durante la travesía sobreviene una gran tempestad y los pasajeros se encomiendan a Dios y a la Virgen. La leyenda cuenta que el mar recuperó su calma y el pasaje arribó a puerto seguro.

Poco después el mercader llega a Roma con el cuadro y, tras algunas resistencias de la familia, el icono pasa a ocupar un lugar preferente en la Iglesia de San Mateo, regentada por los PP. Agustinos. Estamos en torno al año 1499, en tiempos del Papa español Alejandro VI. La iglesia de San Mateo era un templo menor entre las grandes basílicas de San Juan de Letrán y Santa María la Mayor. Allí permanece la imagen del Perpetuo Socorro durante trescientos años. Los escritores de la época hablan maravillas de esta advocación mariana: es la imagen milagrosa por excelencia. El siglo XVII parece ser el más intenso en la devoción y culto a la madre del Perpetuo Socorro.

Pero en febrero de 1798, con la invasión de Napoleón, sus tropas se apoderan de Italia y en Roma demuelen más de treinta iglesias de la ciudad, entre ellas la vieja San Mateo. Los religiosos Agustinos salvan el cuadro milagroso y se lo llevan consigo. El icono entra en fase de olvido por más de 88 años.

Icono Virgen Perpetuo Socorro antes de su restauración.

En 1855 los Redentoristas compran unos terrenos al lado de la Via Merulana y muy cerca de Santa María la Mayor. Se llamaba Villa Caserta y en su interior algún día estuvo edificada la iglesia de San Mateo. A través del P. Miguel Marchi se descubre el paradero del icono de María. Los hijos de San Alfonso María de Ligorio, el gran cantor de las Glorias de María, solicitan al Santo Padre la concesión del Perpetuo Socorro. Es el 11 de diciembre de 1865, y el 19 de enero de 1866 la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro regresa a la iglesia de San Alfonso, en el mismo emplazamiento donde había estado tres siglos.

Restaurada, ocupa el centro del ábside de la Iglesia de San Alfonso y su devoción e influencia se extiende a los cinco continentes. Centenares de miles de iconos de Perpetuo Socorro se esparcen por las iglesias, casas y carreteras del mundo. Sus mejores propagadores son los misioneros y las misiones populares, y los redentoristas son una congregación misionera. Con ellos María llegará a todas partes abriendo caminos al Redentor. Ella es la primera misionera. Así se cumple aquella frase de Pío IX a los Redentoristas en la audiencia al Superior General P.Maurón en 11 de diciembre de 1865: "Dadla a conocer a todo el mundo".

La Virgen del Perpetuo Socorro es hoy ciudadana del mundo. Existen veinte institutos religiosos acogidos a la Madre del Perpetuo Socorro. Grandes santuarios la celebran permanentemente con un constante fluir de peregrinos, como el de Baclaran (Filipinas), Belen (Brasil), Bombay (India), Singapour... Catedrales, parroquias e iglesias la tienen por titular. Haití la declara patrona de la nación. Igualmente diversas instituciones sanitarias. Numerosas editoriales, libros, revistas, emisoras de radio mantienen y propagan su devoción. Es una advocación mariana entrañable y sugerente. María es siempre, ayer, hoy y mañana Perpetuo Socorro.

Patrona de Haití

Teniendo esta advocación mariana como patrona de su congregación, los Padres Redentoristas la llevaron a sus misiones en Haití. Allí se le edificó un santuario en Béle-Aire, cerca de Puerto Príncipe, la capital de Haití.

En 1883 una terrible epidemia de viruela azotaba el país. Los devotos acudieron a la Virgen del Perpetuo Socorro y le hicieron una novena. La epidemia cesó milagrosamente y se decidió nombrarla patrona del país.

En 1993 se celebró con gran regocijo el centenario del milagro y del nombramiento de la Virgen como patrona de Haíti. El Papa Juan Pablo II visitó Haití para esta celebración y puso al país bajo el amparo de la Virgen del Perpetuo Socorro.

Descripción del icono

Detalle Arcángel Miguel.

La imagen o icono original del Perpetuo Socorro está pintado al temple sobre madera. Mide 53 cm de alto por 41,5 cm de ancho. Sobre un fondo de oro destacan cuatro figuras. En el centro, llenándolo todo como protagonistas, la Virgen y el Niño; y en un lejano segundo plano, los dos arcángeles Miguel y Gabriel con los instrumentos de la Pasión. Según costumbre oriental, cada personaje está identificado por una inscripción griega en abreviatura.

Detalle Arcángel Gabriel.

La Virgen se nos muestra sólo de medio cuerpo y en actitud de pie. Viste túnica de color rojo abrochada en el cuello y un manto azul marino que la cubre desde la cabeza. Bajo el manto apunta una cofia verde mar, que recoge y oculta sus cabellos. Tiene sobre la frente dos estrellas. Las coronas de oro y pedrería del Niño y de la Madre son regalos del Capítulo Vaticano para su coronación.

El Niño Jesús descansa sobre el brazo izquierdo de su Madre y se agarra con ambas manecitas a la mano derecha de la Virgen, buscando protección, al contemplar los instrumentos de la Pasión que le aguarda. Su figura es de cuerpo entero, vestido con túnica verde, ceñida con faja roja y de su hombro derecho cuelga un manto de color rojizo marrón. Tiene entrecruzadas las piernas y lleva los pies calzados con simples sandalias, con la peculiaridad que la del pie derecho queda suelta y colgando. Todo es simbolismo. Los instrumentos que presenta San Gabriel son la cruz griega de doble travesaño y cuatro clavos. San Miguel, la lanza y la esponja. Ambos arcángeles ocultan sus manos que sostienen un pomo con los símbolos de la Pasión. Los abundantes pliegues y sombreados de las vestiduras van profusamente marcados en oro.

Con estos sencillos elementos y símbolos el inspirado artista bizantino consiguió plasmar en este bellísimo Icono su fe y devoción y legarnos un objeto para el culto y devoción, rico en contenido teológico, como veremos a continuación. Las Abreviaturas Griegas que hay escritas sobre el Icono significan:

MP OY [Meter Theou]: Madre de Dios (en los ángulos superiores del Icono) O AP M [O Arjanguelos Mijael]: el Arcángel Miguel (sobre el arcángel que está a la izquierda del quien mira). O AP G [O Arjanguelos Gabriel]: el Arcángel Gabriel (sobre el arcángel que está a la derecha del que mira). IC XC [Iesus Jristos]: Jesucristo (a la derecha de la cabeza de Jesús Niño).

Mensaje del icono

Detalle manos Virgen Perpetuo Socorro.

María del Perpetuo Socorro es un icono bizantino, una imagen representativa de la Virgen de la pasión. La interpretación general es clara. Los arcángeles Gabriel y Miguel presentan a Jesús niño los instrumentos de su Pasión futura. Al contemplar esta dramática visión, el niño, en su condición de hombre mortal y pasible, se asusta y se estremece y en un brusco movimiento busca socorro en los brazos de su Madre, a cuya mano se aferra con fuerza. El susto y movimiento brusco del Niño están expresados por la contorsión de piernas, el repliegue del manto y la sandalia desprendida.

El icono representa la realidad teológica completa de la Redención por la Pasión Gloriosa. Los instrumentos de la Pasión no son sólo presagio de dolor y muerte, aparecen en las manos ‘veladas’ como trofeo y símbolo de victoria lograda.

Todo Icono es espacio de culto y contemplación espiritual. Está pintado para nosotros. Por eso la Virgen no está mirando al Niño para consolarlo, como sería lo más natural, sino que se sobrepone al dolor de su Hijo y al suyo propio y endulza benignamente su rostro, para ofrecer al que la contempla una mirada llena de acogida y de ternura y un mensaje de esperanza. Cada detalle posee un simbolismo propio. Mirarla con amor es el mejor método y nos ocurrirá como a un enamorado de nuestra Imagen, que escribía: “No me canso de contemplarla, porque cada vez que la miro siempre descubro en ella algo nuevo”.

Esta gran riqueza de contenido teológico, más allá del arte pictórico, convierten este icono es una bella síntesis visual de los evangelios de la infancia. La pintura es mensaje, es teología en imagen.

Copias de la imagen en otros lugares

Enlaces