Diferencia entre revisiones de «S»

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== Historia ==
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Se corresponde con la letra S del [[alfabeto latino]] o romanplp`k0ok y0'yoyo ma mamao guevo
Se corresponde con la letra S del [[alfabeto latino]] o romano, que proviene del [[alfabeto griego]]: [[sigma]].


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! Proto-Semitico <br /> š
! Fenicio <br /> S
! Griego <br /> Sigma
! Griego <br /> Sigma
! Etrusco <br /> S
! Etrusco <br /> S

Revisión del 18:10 12 ene 2010

Descendientes Ś Ŝ Š Ş Ș ʂ

La S es la vigésimo segunda letra del alfabeto español, decimonovena del orden latino internacional y es la decimoctava consonante. Su nombre es femenino: la ese, y el plural eses.

Historia

Se corresponde con la letra S del alfabeto latino o romano, que proviene del alfabeto griego: sigma.

Proto-Semitico
š
Fenicio
S
Griego
Sigma
Etrusco
S
Latín
S

Fonética

El español conoce diversos tipos de /s/. En la norma castellana la /s/ es apico-alveolar, es decir, la punta de la lengua se aproxima a la "montaña" alveolar que se encuentra justo encima de los dientes superiores. En las zonas de seseo de Andalucía y América la /s/ es predorsal o dental según hablantes y regiones. Este tipo de /s/ se articula con la punta de lengua dirigida hacia los incisivos inferiores, es la llamada "ese sevillana". Este tipo de /s/ alterna con una de tipo dentoalveolar, con la punta de lengua dirigida hacia los dientes superiores, es el tipo de ese llamada "cordobesa (de la Córdoba española)". En algunas regiones de América también se oye una /s/ de tipo apical como la castellana, como por ejemplo en hablantes de Bolivia, del interior de Colombia (sobre todo Medellín), zona andina de Perú y aisladamente en la República Dominicana.

En las zonas donde la /s/ es predorsal encontramos también la articulación dental o interdental ciceante, muy semejante o igual a la "z" castellana, aplicada tanto a las grafías S como a la Z o la C. Esto ocurre particularmente en la zona costera de Andalucía y más aisladamente en partes de América, (se ha observado en algunos hablantes costeños de Perú).

En Andalucía, Extremadura, Murcia, en gran parte de la Mancha y Canarias, así como en buena parte de América, particularmente en las costas, la -s implosiva padece un debilitamiento histórico. Este debilitamiento de la articulación de -s genera una compleja variedad de soluciones:

  1. Elisión total de toda -s implosiva: tomates > tomate, este > ete. La elisión total de -s sin efectos compensatorios se produce en casi toda Andalucía occidental y en buena parte del español antillano, particularmente en el español dominicano, también es muy frecuente en el castellano rioplatense en muchos casos por influjo de la inmigración italiana llegando a ser particularmente notoria tal elisión en la gran ciudad de Rosario y su extensa área de influencia fonológica.
  2. Glotalización de la -s implosiva. Por esta regla /s/ se articula como una suave aspiración glotal, semejante a la /h/ inglesa o el sonido de la "j" andaluza: mujeres > [muhéreh], los bosques [loh 'bohkeh]. La aspiración aparece en convivencia con otros tipos de debilitamiento de -s.
  3. Geminación consonántica. La -s implosiva genera un alargamiento o geminación de la consonante posterior: este > ette, esperanza > epperanza, whisky > wikki, isla > il·la. En Andalucía la tt geminada suele resolverse en una /t/ simple de tipo alveolar, como la /t/ inglesa. La geminación consonántica también convive con los otros fenómenos de debilitación descritos.
  4. Alargamiento vocálico. En algunas zonas, particularmente en América, la -s origina un alargamiento compensatorio de la vocal anterior, especialmente si es una vocal tónica: este > e:te, isla > i:la. El alargamiento es una solución poco extendida y también convive con las otras soluciones señaladas.
  5. Apertura vocálica. La caída de la /s/ abre la vocal anterior: tomates > tomatE, huertos > huertO, donde E y O representan unas vocales más abiertas que /e/ y /o/. En los hablantes que presentan esta apertura se aprecia el uso distintivo del timbre vocálico y por tanto las cinco vocales fonológicas del español se elevan a diez. Como ejemplo, la palabra "mano" tiene /o/ cerrada y "manos" tiene /O/ abierta, "casa" tiene una /a/ central o velar y "casas" tiene una /ä/ marcadamente palatal. La apertura vocálica y la creación de cinco nuevas vocales fonológicas es típico del andaluz oriental.

Los distintos tipos de debilitamiento de la -s implosiva nunca han gozado de prestigio en el español estándar y los hablantes cultos de las regiones señaladas intentan mantener la articulación de -s. En aquellos dialectos donde la elisión de -s es completa (andaluz occidental y antillano) pueden darse casos de -s hipercorrecta, particularmente cuando hay una noción falsa del plural: "las doces" por "las doce", "las gentes" por "la gente", "las ropas" por "la ropa", "ellos no tienen trabajos" por "no tienen trabajo". La -s hipercorrecta es especialmente frecuente en los hablantes semicultos de la región antillana.

Pese a no gozar de prestigio, en España la erosión de la -s implosiva se extiende progresivamente en zonas donde el fenómeno era desconocido. Es el caso de Madrid y zonas cercanas, donde la /s/ se asimila frecuentemente a una consonante velar: los bosques > "los bojques", los geranios > "loj geranios", etc. Pese a todo, el castellano del norte de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Asturias, Cantabria, la Rioja, Aragón y en las zonas bilingües de España la -s implosiva se suele mantener con bastante firmeza. En América las zonas donde la -s resiste de forma más consistente son México (especialmente en las tierras altas), interior de Colombia, Ecuador y Perú, en toda Bolivia y zonas del norte de Argentina. Como decíamos, en el resto del español americano la -s sufre los diversos tipos de erosión señalados, muy particularmente en la ribera caribeña.

El símbolo ſ

El símbolo ſ es conocido como "ese alta" y fue una representación común para el mismo sonido hasta entrado el siglo XIX. La existencia de dos grafías diferentes para la misma letra proviene del griego clásico, en el que la ese griega (minúscula), la letra sigma, tiene dos grafías: σ y ς, que se usan de forma parecida a como se empleaban la ese alta y baja. Los usos de las dos eses son un poco diferentes según el país: 1)Se uſaba la eſe alta ſiempre en el interior de una palabra, reſervándoſe la eſe baja (s) como mayúſcula y para el final las palabras (así ha sido usada aquí): este es el uso más común en la mayoría de las lenguas europeas (inglés, francés, alemán,...), pero no en castellano ni italiano; 2) se usaba la ese alta en posición final de sílaba o entre dos vocales en castellano e italiano, por su forma vocálica.

Debido a que la grafía de ſ y de f son parecidas, suelen ocurrir confusiones con la f en la lectura de documentos antiguos.

Reglas para su uso ortográfico

Se escriben con s:

  • Las palabras terminadas en ésimo, esco, isis, ismo, ista, osa, oso y sura, excepto décimo y sus compuestos (undécimo, decimoquinto...) y dulzura, pues viene de dulce: pésimo, vigésimo, grotesco, parentesco, crisis, tesis, capitalismo, islamismo, violinista, ciclista, valiosa, escandalosa, glorioso, goloso, sabrosura, travesura.
  • Las palabras terminadas en sión de los sustantivos que se deriven o tengan un afín terminado en sible, sivo, so, sor y sorio : extensión (extensible), televisión (televisivo), propensión (propenso), agresión (agresor).
  • Las terminaciones ense y és que forman los gentilicios, menos vascuence: canadiense, costarricense, holandés, japonés.
  • Las terminaciones ísimo de los adjetivos que están en grado superlativo: rarísimo, carísimo, hermosísimo, grandísimo, durísimo.

Representaciones alternativas

En alfabeto fonético aeronáutico se le asigna la palabra Sierra. En código Morse es: ···

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