Diferencia entre revisiones de «Valor (axiología)»

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Los valores son una cualidad "sui generis" de un objeto (ref. Risieri Frondizi, ¿Qué son los valores?, 3a. ed., Breviarios, Fondo de Cultura Económica, 1972). Los valores son agregados a las características físicas, tangibles del objeto; es decir, son atribuidos al objeto y por un individuo o un grupo social, modificando -a partir de esa atribución- su comportamiento y actitudes hacia el objeto en cuestión.
Los valores son una cualidad "sui generis" de un objeto (ref. Risieri Frondizi, ¿Qué son los valores?, 3a. ed., Breviarios, Fondo de Cultura Económica, 1972). Los valores son agregados a las características físicas, tangibles del objeto; es decir, son atribuidos al objeto y por un individuo o un grupo social, modificando -a partir de esa atribución- su comportamiento y actitudes hacia el objeto en cuestión.
los valores son una cualidad que beneficia a la persona que lo posea y a las que lon reciban y cada uno pude obtenerlos



Se puede decir que la existencia de un valor es el resultado de la interpretación que hace el sujeto de la utilidad, deseo, importancia, interés, belleza del objeto. Es decir, la valía del objeto es en cierta medida, atribuida por el sujeto, en acuerdo a sus propios criterios e interpretación, producto de un aprendizaje, de una experiencia, la existencia de un ideal, e incluso de la noción de un orden natural que trasciende al sujeto.
Se puede decir que la existencia de un valor es el resultado de la interpretación que hace el sujeto de la utilidad, deseo, importancia, interés, belleza del objeto. Es decir, la valía del objeto es en cierta medida, atribuida por el sujeto, en acuerdo a sus propios criterios e interpretación, producto de un aprendizaje, de una experiencia, la existencia de un ideal, e incluso de la noción de un orden natural que trasciende al sujeto.

Revisión del 22:56 27 ago 2009

Para la Axiología, una disciplina de la Filosofía, el valor es una cualidad que permite ponderar el valor ético o estético de las cosas, por lo que es una cualidad especial que hace que las cosas sean estimadas en sentido positivo o negativo.

Los valores son una cualidad "sui generis" de un objeto (ref. Risieri Frondizi, ¿Qué son los valores?, 3a. ed., Breviarios, Fondo de Cultura Económica, 1972). Los valores son agregados a las características físicas, tangibles del objeto; es decir, son atribuidos al objeto y por un individuo o un grupo social, modificando -a partir de esa atribución- su comportamiento y actitudes hacia el objeto en cuestión.

Se puede decir que la existencia de un valor es el resultado de la interpretación que hace el sujeto de la utilidad, deseo, importancia, interés, belleza del objeto. Es decir, la valía del objeto es en cierta medida, atribuida por el sujeto, en acuerdo a sus propios criterios e interpretación, producto de un aprendizaje, de una experiencia, la existencia de un ideal, e incluso de la noción de un orden natural que trasciende al sujeto.

  1. Para el Idealismo: Las posturas idealistas tienen los siguientes representantes:
    1. Idealismo objetivo- Considera que el valor existe a pesar del observador (las ideas de Platón / Dios de los neotomistas).
    2. Idealismo subjetivo: Considera que el valor es creado en la conciencia de los individuos y es por lo tanto subjetivo. (Berkeley)
  2. Para el Materialismo: El propósito de la naturaleza del valor está en la capacidad que tiene el ser humano de valorar el mundo objetivamente, es decir, valorarlo tal como es, buscando no alterar, ni deformar esta visión. El mundo debe ser valorado tal como es. De esta forma, la naturaleza del valor es objetiva, pero el valor es interpretado subjetivamente por nuestra conciencia.


Distintas teorías axiológicas acerca de los valores

Platón, Kant y Nietzsche

Como se ha dicho, la axiología es la disciplina encargada del estudio del valor, de su naturaleza y esencia, así como de los juicios de valor. Esta disciplina comienza como tal en la segunda mitad del siglo XIX, aunque tiene precedentes remotos, como el del propio Platón, que hace sinónimos valor y ser. En La República, este pensador de la Antigüedad afirma que el Bien es el máximo valor, es decir, aquello a lo que aspira todo. Lo define un tanto oscuramente como el supremo garante del orden en la realidad, siendo el modelo que hombre y sociedad han de perseguir para su perfección. Los valores, según esto, serían los modelos reales que copia nuestro mundo sensible. Su captación, sin embargo, nos resulta complicada, requiriendo un talante especial y gran esfuerzo. Por eso, el gobierno de la Ciudad Ideal se encarga a los filósofos. Basta, eso sí, con conocer lo bueno para aspirar a ello y desearlo, ya que no se concibe que algo tan excelente pueda no ser deseado por quien lo vislumbra. Todo esto conlleva que el proceso educativo ha de apuntar a ese ideal, por el cual el hombre alcanza su perfección. La educación sería la actividad que pretende lograr la esencia del ser humano, que no es sino la realización en él de una serie de valores o metas ideales.

En relación con la naturaleza de esas metas o ideales que hemos definido como valores, Platón afirma que son, como hemos visto, objetos reales. Los valores serían ideas platónicas. A esta concepción ya se opusieron los sofistas, que con su teoría psicologicista de los valores adoptaron una perspectiva relativista. En este debate se planteaba con siglos de antelación la moderna discusión acerca de la naturaleza de los valores. Así pues, el extremo opuesto a la postura realista platónica, que en tiempos de Platón representaron algunos sofistas (recordemos la doctrina del Homo mensura de Protágoras o las intervenciones de Gorgias en el diálogo que lleva su nombre) es el idealismo kantiano. Vamos a comentarlo muy brevemente.

Kant arroja un dualismo en el que el reino de los fines y del valor se distancia del de los juicios teóricos. Propugna, además, una ética sin contenido, llamada formal, frente a las éticas materiales de naturaleza prescriptivas. Lo único que nos movería a actuar moralmente sería el puro deber, independientemente de la utilidad o satisfacción de lo cumplido. En este sentido, habría que someterse al denominado por él "imperativo categórico", mandato general de la razón que en sus diferentes formulaciones viene a decir que actuemos como quisiéramos que todo el mundo actuase con nosotros. Esto no es algo con realidad propia y definida, sino un ideal que reside en nuestra subjetividad racional. Recordemos que toda la filosofía de Kant trata de los límites del hombre y concluye su imposibilidad para acceder a supuestas realidades absolutas (como eran los valores para Platón). Los ideales o los valores corresponden a la subjetividad del hombre. Son sus ideas (siempre relativas al propio ser humano) las que orientan y determinan la conducta.

En este debate histórico acerca de los valores, hemos de incluir, por supuesto, a Nietzsche, quien realizó una crítica a los procedentes de la cultura judeocristiana y propuso su teoría del Superhombre. Básicamente, su pensamiento se ubica en el anti-esencialismo, por lo que se opone frontalmente a toda la tradición no sólo judeocristiana, sino clásica griega. De hecho, se le considera uno de los antecedentes del actual pensamiento débil o postmoderno. Su propuesta consiste en la sustitución de los viejos "valores absolutos" de nuestra cultura por una nueva escala de bondades más acorde con la vida (vitalismo) y el instinto. Se trata del dominio de lo subjetivo respecto a lo absoluto-esencial-eterno.

Platón, Kant y Nietzsche han tratado, pues, de los valores; mas la problemática axiológica se plantea con especial relevancia en la polémica decimonónica entre el subjetivismo y el objetivismo. Estas posturas representan dos respuestas distintas acerca de la naturaleza de los valores. La primera ubica el valor en el ámbito de la fisiología y psicología del individuo que valora, mientras que la segunda considera su existencia independiente del sujeto.

El subjetivismo axiológico

Lo apoya la constatable diversidad de creencias, gustos y valores. Nos aturde esta ineludible pluralidad y ello nos tienta a decantarnos por un relativismo cuya versión mejor argumentada la tenemos en el subjetivismo axiológico. Éste defiende que el que algo se considere valioso depende de la impresión que origine en el individuo, de ahí que se vea sujeto a las condiciones del momento histórico, personales, etc. El valor no es absoluto, sino relativo. En realidad, habría tantos valores y sistemas de valores como sujetos. De esta idea parten dos concepciones, que pasamos a caracterizar brevemente:

El valor como experiencia subjetiva

La defienden la Escuela Austriaca y de Praga. Sus representantes principales son Alexius Meinong , Christian von Ehrenfels y John Dewey, cuyas ideas se pueden sintetizar en que, independientemente de si el valor nace del agrado o del deseo, siempre residirá en la reacción subjetiva de agrado ante un objeto existente o posible. Todos ellos esgrimen una concepción subjetivista y relativista del valor, basando éste en el interés, emotividad o deseo que produce.

El inconveniente de esta concepción subjetivista es la eliminación de la obligatoriedad universal de someternos a normas no acordes con los propios intereses. De este modo, implicaría un peligroso «todo vale». Pero, desde un enfoque también subjetivista, la Escuela Neokantiana trata de corregir este peligro y realiza una aportación diferente, matizando que el sujeto puede ser la propia especie humana, la totalidad de sus individuos. Esto, como indica el propio nombre de la Escuela, hunde sus raíces en el idealismo kantiano. Lo exponemos a continuación.

Escuela Neokantiana, el valor como idea

En ella englobamos a Guillermo Windelband, Enrique Rickert y Bruno Bauch. Todos parten de la convicción de que el valor es una idea, pues las ideas tienen más potencia impulsora en la conducta humana que los intereses o el propio agrado. Idea en el sentido de que es una pura (sin contenido) categoría mental, una forma subjetiva a priori del espíritu humano, sin más contenido que aquel que le presta la estructura formal de la mente, una idea dependiente del pensamiento colectivo humano. El fundamento que confiere valor es un sujeto [ideal], universal: El hombre en general. Pero esta visión tampoco carece de puntos débiles:

  1. Se queda en el conocer y la metodología, olvidando la ontología.
  2. Contrariamente a lo que implica, es un hecho que las valoraciones son múltiples, que existen diferencias individuales y no es ese sujeto general quien valora.
  3. Sus normas vacías no obligan.

Características Del Subjetivismo Axiológico:

  1. Los valores existen en si por si.
  2. Como entidades absolutas e independientes no necesitan ser opuestos en relación con los hombres de la misma manera que tampoco necesitan relacionarse con las cosas.
  3. El hombre puede mantener diversas relaciones con los valores.
  4. Pueden variar históricamente las formas de relacionarse hombres con los valores incluso ser ciegos para percibirlos en una época dada.

El objetivismo axiológico

Distinguimos dos vertientes y una idea fundamental: la de la objetividad (realidad) de los valores. Presentamos estas versiones para continuar la discusión a continuación.

El apriorismo material del valor de la Escuela Fenomenológica

Afirma que los valores son objetos ideales más allá de la experiencia. Serían algo así como ideales de perfección, captados mediante intuiciones emocionales especiales: La estimativa. El principal representante de esta corriente es Max Scheler. Este autor destaca la independencia e inmutabilidad de los valores, puntualizando que sólo nuestro conocimiento de ellos es relativo, no los propios valores. Su pensamiento se contrapone al de Kant, al cual critica. En síntesis, sostiene una ética a priorística pero material que en algunos puntos baraja la noción de Dios. En esto difiere de Nicolai Hartmann, quien elabora su pensamiento desde una posición atea. En España, siguieron los pasos de Scheler Manuel García Morente y José Ortega y Gasset. Ortega y Gasset, por ejemplo, defiende una concepción del valor en la que éste no consiste en una cosa agradable o deseada/deseable. Los valores serían algo objetivo consistente en cualidades irreales residentes en las cosas. Según los fenomenólogos los valores son cualidades absolutas, sui generis, ideales, o cualidades irreales independientes de las cosas o de las estimaciones. No residen en el sujeto, sea éste empírico o trascendental como propugnaban los subjetivistas. No se confunden con el sujeto valorante, ni con las cualidades físicas de los objetos. Están divorciados del mundo de lo real, pero tienen objetividad y consistencia propias. La persona no los crea, se encuentra con los valores convirtiéndolos en bienes, hace de mediadora entre el mundo del ser y del valor, funde los reinos del ser y del deber. Esto posee un punto flojo, y es que no existe una fundamentación última, o la que dan no se sostiene.

El valor como realidad o el realismo del valor

En este caso los valores residen y se identifican con el ser, están encarnados en lo presente. Esta identificación la encontramos en Platón (ya lo hemos visto), Santo Tomás de Aquino, Francisco Suárez y, en nuestro tiempo, en Louis Lavelle y Rene Le Senne. Pero esta corriente tendrá en Stern uno de sus pensadores más representativos. Este estudioso distingue entre:

Características Del Objetivismo Axiológico:

  1. Los valores un reino propio.
  2. Los valores se hallan en una relación peculiar con las cosas reales valiosas que llámanos bienes.
  3. Los valores son independientes de los bienes en que se encarnan.
  4. Los bienes dependen del valor que encarnen.
  5. Los valores son inmutables no cambian con el tiempo ni de una sociedad a otra.

Bibliografía

Frondizi, Risieri. ¿Qué son los valores? Fondo de Cultura Económica (México), 1992. ISBN: 968-16-0140-8.

Enlaces externos

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