Batería de tracción
Una batería de tracción es una batería que impulsa el movimiento de un vehículo híbrido eléctrico o todo-eléctrico.
Las baterías de tracción más utilizadas actualmente son las de iones de litio y para la unión de sus componentes suele utilizarse la soldadura por rayo láser.[1]
Estas baterías impulsan vehículos eléctricos como el Nissan Leaf, el Mitsubishi i MiEV de Mitsubishi, (al igual que sus gemelos Citroën Cero y Peugeot Ion) y los Renault ZE.
Se trata de una tecnología que puede utilizarse en combinación con la electricidad renovable para optimizar la red eléctrica (V2G). Una batería de un vehículo puede recibir electricidad de la red o puede aportar electricidad a la red. Tanto la recepción como el aporte pueden ser gestionados por un software que optimiza este proceso, dependiendo de toda una serie de parámetros, entre los que destaca sobre todo el horario de uso del vehículo y la distancia a recorrer. Es un handicap que muchos automovilistas estarán dispuestos a soportar si ello les supone beneficios monetarios, ya que se podrá adquirir energía cuando es más barata (por la noche) y se podrá vender cuando es más cara (durante el día).
Véase también
Referencias
Enlaces externos
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