Aparición de la Virgen a san Jacinto (El Greco)
La Aparición de la Virgen a San Jacinto es la temática de dos obras de El Greco. A pesar de su gran calidad y de la unánime atribución a este pintor por parte de los críticos, estas pinturas suelen pasar desapercibidas en los estudios sobre este genial artista.
Aparición de la Virgen a San Jacinto | ||
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Año | 1605-10 ca. | |
Autor | El Greco | |
Técnica | Óleo sobre lienzo | |
Estilo | Manierismo | |
Tamaño | 158,4 cm. × 98,7 cm. | |
Localización | Barnes Foundation, Philadelphia, USA | |
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Encabezado
Estas dos obras están catalogadas por Harold Wethey con los Números 233 y 234 en su Catálogo Razonado de obras de El Greco. [1]
Temática de la obra
Jacinto de Cracovia fue un religioso enviado a Polonia y a Kiev para introducir la Orden de Predicadores, y también se le atribuye la predicación en otras zonas entre el mar Báltico y el Mar Negro.
Pero El Greco no representa a San Jacinto consagrado a su actividad misionera. Según una leyenda, la Virgen María se le apareció en ocasión de una invasión de los Tártaros, pidiéndole que salvara una imagen suya de la destrucción. Jacinto pudo salvar la imagen, a pesar de que era más pesada de lo que razonablemente una persona podría levantar.
Análisis de las obras
Los dos lienzos son casi idénticos, y se diferencian principalmente por sus dimensiones. Sin embargo, Wethey señala pequeñas diferencias formales y notables diferencias de calidad.
En ambas telas, vemos en la parte izquierda un Rompimiento de gloria, en el que María y el Niño Jesús están sobre una nube luminosa. Jacinto está arrodillado en el interior de una iglesia, contemplando la aparición de la Virgen y el Niño. Al fondo y a la derecha de la iglesia, vemos dos columnas sobre sendos pilares. En una Hornacina a la izquierda y detrás de estas columnas, se ve la imagen borrosa de un Obispo, que podría ser Estanislao Kostka o tal vez Pandrotta de Cracovia, quien se dice que presenció el prodigio.
La mano derecha de Jacinto reposa dramáticamente sobre su pecho, mientras la izquierda se extiende hacia el espectador, como una invitación a entrar en la pintura. La Túnica rosada de la Virgen es el único detalle de color cálido en toda la composición, contrastando con el color azul de su Manto.
El Greco representa la escena con gran maestría en el uso de la línea, el color y la luz, especialmente en el Rompimiento de gloria, y una enorme precisión y habilidad en la pincelada. La Imprimación rojiza que el maestro dejó visible en varias partes de los lienzos, y la finura con la qual aplicó las capas superiores de pintura, son típicas de esta etapa del maestro cretense. [2]
Versión de la Barnes Foundation de Filadelfia
Según H.E. Wethey, esta obra coincide con la pieza de mayores dimensiones catalogada por Jorge Manuel, y es la de mayor calidad de las dos actualmente conservadas. Esto se nota en la mayor brillantez de color, especialmente en la Virgen y el Niño, en la mayor maestría de las pinceladas, en las otras figuras y en la decoración arquitectónica. En cambio, una curiosa deformación en una mano de San Jacinto, podría ser debida a una restauración defectuosa.
Versión del Memorial Art Gallery of Rochester (Nueva York)
El pavimento de la iglesia y las columnas de la derecha fueron defectuosamente pintados por un ayudante. La vestimenta de San Jacinto de caracteriza por la vivacidad de la pincelada, pero su cabeza (en especial los labios, ojos y orejas) debieron ser retocados por un ayudante, de forma inexperta. [3]
Referencias
Bibliografía
- Wethey, Harold Edwin; El Greco y su Escuela (Volumen-II); Ediciones Guadarrama; Madrid-1967
- Gudiol, José; Doménikos Theotokópoulos, El Greco; Ediciones Polígrafa, S,A.; Barcelona-1982; ISBN 84-343-0031-1
- Álvarez Lopera, José; El Greco, La Obra Esencial; Editorial Sílex; Madrid-2014; ISBN 978 84-7737-8600
Enlaces externos