Alí ibn Yúsuf
Alí ibn Yúsuf | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
1083 o 1084 Ceuta durante la dominación musulmana (Marruecos) | |
Fallecimiento | 26 de enero de 1143 | |
Familia | ||
Familia | Imperio almorávide | |
Padres |
Yusuf ibn Tašufin Zaynab an-Nafzawiyyah | |
Hijos | ||
Información profesional | ||
Cargos ocupados | Emir almorávide (1106-1143) | |
Alí ibn Yúsuf (1083-1143) (en árabe: علي بن يوسف) era hijo de Yúsuf ibn Tasufín y fue el segundo emir almorávide desde 1106 hasta su muerte, en 1143. En los primeros años de reinado, el Estado alcanzó su máxima extensión; luego, comenzó la crisis que terminó por destruirlo, ya fallecido Ibn Yúsuf.[1]
Primeros años
Nació en Ceuta en el 1084.[2][3][4] Era más alto que su padre, de piel más clara, pelo negro y rizado, ojos negros y nariz aguileña, con cara ovalada.[2] Su madre fue una esclava cristiana muy bella, a la que llamaban Faid al-Husn («Dechado de Belleza»).[2][3][4] Se crio en la propia Ceuta, muy influido por la cercana cultura andalusí.[2] A diferencia de su padre, no se tiene constancia que visitase el desierto, y su formación fue urbana.[3] Generoso[5] y afable, carecía de la iniciativa paterna.[3] Inteligente, tenía cierta inclinación al ascetismo y escaso apego al mando.[5]
Fue proclamado heredero al trono de su padre en el Magreb en 1102 y a comienzos del 1103 acompañó a este a la península ibérica para que los notables de la región lo reconociesen como tal, acto que tuvo lugar en Córdoba.[6]
Apogeo almorávide
Su padre falleció en el 1106 y durante los primeros años de reinado de Ali, continuó el impulso expansivo que había caracterizado el de aquel, hasta el 1117.[7][3] Fue bien recibido por sus súbditos, a pesar de su juventud —contaba con apenas veintidós años—.[2] Como su padre, ostentó el título de Amir al-Muslimin que le había concedido a aquel el califa abasí de Bagdad.[8] Para entonces contaba ya con experiencia administrativa, pues a los dieciocho años se le había encomendado la supervisión del sistema judicial.[9]
El primer contratiempo, baladí, fue el conato de sublevación de su sobrino Yahya, que gobernaba Fez.[10] La rebelión fracasó cuando el nuevo soberano decidió marchar contra la ciudad, sola en su rebeldía, y la población, insegura de sus fuerzas, retiró su titubeante apoyo a Yahya, que huyó hacia Tremecén.[10] Alí entró en Fez sin encontrar resistencia el 7 de diciembre de 1106.[10]
Seguidamente realizó algunos cambios administrativos: al gobernador de Córdoba, Muhámmad ibn al-Hach, le asignó la región de Fez, mientras que a su hermano Tamin, que hasta entonces había administrado el territorio marroquí, lo envió a al-Ándalus.[11][3] Apenas seis meses más tarde, sin embargo, Ibn al-Hach volvió al norte, para asumir el gobierno de Valencia.[11] La acción política y militar en al-Ándalus quedó así en manos de Tamin, ayudado por los veteranos comandantes Sir ibn Abu Bakr en el oeste e Ibn al-Hach en el este.[3]
En julio o agosto del 1107, cruzó el estrecho de Gibraltar para recibir el homenaje de sus súbditos andalusíes y trazar el plan de campaña contra los cristianos del norte, siguiendo el ejemplo paterno.[12][13] Hecho esto, retornó al Magreb.[12][13] Este gozaba de paz, sin amenazas internas ni externas al dominio almorávide.[14] Esto le permitió a Ibn Yúsuf concentrarse en las ofensivas en al-Ándalus.[14] A pesar de esto, las campañas las realizaron casi todas sus capitanes, en general capaces, pues Ibn Yúsuf solo visitó el territorio en cuatro ocasiones: en 1107, 1109, 1117 y 1121.[3] Aunque reinó treinta y siete años, únicamente realizó estas cuatro visitas, ninguna en los últimos veintiún años de reinado.[3] El centro de Estado seguía en el Magreb.[3]
Venció a las tropas cristianas en la batalla de Uclés[3] y conquistó la Taifa de Zaragoza en 1110.[1][15] En el verano del 1109, encabezó la campaña para recuperar Toledo que, tras tomar Talavera en agosto y correr las tierras de Madrid y Guadalajara, fracasó ante la tenaz defensa de Álvar Fáñez.[16][17][15] Por el contrario, Ibn al-Hach logró la conquista de Zaragoza a finales de mayo del 1110,[18] abandonada por su soberano, Abdelmalik, que no creyó contar con fuerzas suficientes para defenderla ante las simpatías de parte de la población por los almorávides.[19] Tras esta anexión, el imperio alcanzó su apogeo territorial: en la península ibérica, la frontera con los Estados cristianos del norte seguía aproximadamente las líneas del Ebro en el este y del Tajo en el oeste.[19]
Sus dominios se extendían por Marruecos en África y, en la península ibérica, Andalucía, Valencia y parte de Aragón, Cataluña y Portugal. La unificación del Magreb occidental y de al-Ándalus permitió la extensión de la cultura de este en aquel.[20] En el Magreb, muy seguro en los primeros años del reinado, se adoptaron las formas del arte andalusí.[20]
Las reformas administrativas y financieras de Ali cambiaron el gobierno de las provincias y aseguraron los ingresos estatales.[20]
Decadencia
Tras los primeros años de expansión, llegó el periodo de decadencia del Estado, que se tuvo que enfrentar tanto a monarcas cristianos más belicosos que los anteriores en la península ibérica como a la rebeldía andalusí.[20][5] Esta fase comenzó en torno al 1118-1120.[21]
El malestar, debido a una mezcla de motivos políticos, económicos —la guerra continua comenzó a perjudicar a la economía— y religiosos, comentó a fortalecerse y extenderse.[21] La supresión de impuestos que había tenido lugar en los primeros tiempos de la expansión almorávide dio paso a una multiplicación de tributos, necesarios para sostener a los ejércitos.[21]
Con el tiempo, Ali fue abandonando los asuntos de Estado, de los que había estado muy pendiente en los primeros veinticinco años de reinado.[21] Más asceta que guerrero, fue cayendo cada vez más bajo el dominio de los alfaquíes.[21][22] Acentuada la crisis con el surgimiento de los almohades, dejó la tarea de afrontar las diversas amenazas en manos de su hijo y sucesor, Tasufín.[21]
En la península ibérica los gobernadores tendieron a desembarazarse[23] del escaso control central y adoptaron la sofisticada cultura andalusí.[24] La reacción de Alí al deterioro continuo de la situación fue la reclusión cada vez mayor en su palacio de Marrakech y la acentuación de la práctica religiosa.[25] El imperio quedó controlado indirectamente por los alfaquíes, que empleaban su influencia en el soberano para dominar el Estado y mejorar su posición.[26] Con una interpretación cada vez más rígida y jurídica de la religión, condenaron las nuevas corrientes y los estudios teológicos y llegaron a quemar las obras de Al-Ghazali.[27][22]
Falleció retirado de los asuntos públicos,[23] encerrado en su palacio, en medio de la grave crisis del Estado, el 22 de enero de 1143.[28][29][nota 1] Le sucedió su hijo Tasufín ben Alí ben Yúsef, que se había distinguido en los combates contra los Estados cristianos de la península ibérica.[20][30]
Notas
Referencias
- ↑ a b Bosch Vilá y Molina López, 1998, p. 173.
- ↑ a b c d e Bosch Vilá y Molina López, 1998, p. 174.
- ↑ a b c d e f g h i j k Kennedy, 1996, p. 172.
- ↑ a b Viguera Molins, 2007, p. 179.
- ↑ a b c Viguera Molins, 2007, p. 180.
- ↑ Bosch Vilá y Molina López, 1998, pp. 165, 167.
- ↑ Bosch Vilá y Molina López, 1998, pp. 167, 173.
- ↑ Bosch Vilá y Molina López, 1998, pp. 169, 174.
- ↑ Bosch Vilá y Molina López, 1998, p. 176.
- ↑ a b c Bosch Vilá y Molina López, 1998, p. 175.
- ↑ a b Bosch Vilá y Molina López, 1998, p. 177.
- ↑ a b Bosch Vilá y Molina López, 1998, p. 179.
- ↑ a b Viguera Molins, 2007, p. 183.
- ↑ a b Bosch Vilá y Molina López, 1998, p. 180.
- ↑ a b Viguera Molins, 2007, pp. 183-184.
- ↑ Bosch Vilá y Molina López, 1998, pp. 184-185.
- ↑ Kennedy, 1996, p. 173.
- ↑ Viguera Molins, 2007, p. 184.
- ↑ a b Bosch Vilá y Molina López, 1998, p. 187.
- ↑ a b c d e Bosch Vilá y Molina López, 1998, p. 243.
- ↑ a b c d e f Bosch Vilá y Molina López, 1998, p. 244.
- ↑ a b Viguera Molins, 2007, p. 182.
- ↑ a b c Viguera Molins, 2007, p. 186.
- ↑ Bosch Vilá y Molina López, 1998, p. 245.
- ↑ Bosch Vilá y Molina López, 1998, pp. 245-246.
- ↑ Bosch Vilá y Molina López, 1998, pp. 247-248.
- ↑ Bosch Vilá y Molina López, 1998, pp. 247-249.
- ↑ Bosch Vilá y Molina López, 1998, p. 242.
- ↑ Guichard, 1989, p. 536.
- ↑ Viguera Molins, 2007, pp. 179, 186.
Bibliografía
- Bosch Vilá, Jacinto; Molina López, Emilio (1998). Los almorávides. Editorial Universidad de Granada. p. 362. ISBN 9788433824516.
- Guichard, Pierre (1989). «capítulo 4: los nuevos musulmanes». Historia de España/ 3, Al-Andalus: musulmanes y cristianos (siglos VIII - XIII). Planeta. p. 591. ISBN 9788432083730.
- Kennedy, Hugh (1996). Muslim Spain and Portugal : a political history of al-Andalus (en inglés). Longman. p. 342. ISBN 9780582495159.
- Viguera Molins, María Jesús (2007). Los reinos de Taifas y las invasiones magrebíes : Al-ándalus del XI al XIII. RBA. ISBN 9788447348152.
Predecesor: Yúsuf ibn Tašufín 1062–1106 |
Alí ibn Yúsuf Emir almorávide 1106–1143 |
Sucesor: Tasufín ben Alí ben Yúsef 1143–1145 |
Enlaces externos
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