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Diferencia entre revisiones de «Violencia contra los varones»

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La '''violencia contra el varón'''<ref name=vargas_flores>{{cita publicación|apellido=Vargas Flores|nombre=José de Jesús|título=La diferenciación del yo y la relación hacia la violencia en el varón|publicación=Revista Electrónica de Psicología Iztacala|año=2010|volumen=13|número=4|url=http://www.revistas.unam.mx/index.php/repi/article/download/22590/21323|issn=1870-8420 |nombre2=Mariana |apellidos2=Rodríguez Cruz |nombre3=María Luisa |apellidos3=Hernández Lira}}</ref><ref>{{cita publicación |autor=Trujano, Patricia |autor2=Martínez, K. |autor3=Benítez, J. |issn=0210-8348 |año=2002 |título=Violencia hacia el varón |publicación=Psiquis |volumen=23 |número=4 |páginas=133-147 }}</ref><ref name="de la paz">{{cita libro|apellidos=Toldos Romero|nombre=María de la Paz|título=Hombres víctimas y mujeres agresoras. La cara oculta de la violencia entre sexos|año=2013|editorial=Editorial Cántico|isbn=978-849-403-689-7|páginas=370}}</ref> &mdash;o '''violencia contra los hombres'''&mdash;<ref>{{cita libro|apellidos=Kaplan|nombre=Steven|título=The Routledge Spanish Bilingual Dictionary of Psychology and Psychiatry|año=2011|editorial=Taylor & Francis|isbn=978-11-3677-120-0}}</ref> es una expresión utilizada por algunos investigadores para aglutinar a diversos fenómenos de violencia contra este grupo de personas en varios contextos, entre los que se encuentran la [[violencia intrafamiliar]], [[violencia en el noviazgo]], [[violencia de género]], [[maltrato infantil|violencia infantil]], entre otras.<ref>{{cita publicación|apellido=Felson|nombre=Richard B.|título=Is violence against women about women or about violence?|publicación=Contexts|año=2006|mes=spring|volumen=5|número=2|páginas=21-25|idioma=inglés|issn=1536-5042}}</ref><ref>{{cita libro|apellidos=Gelb|nombre=Joyce|título=Women and Politics Around the World: A Comparative History and Survey, Volumen 1|año=2009|editorial=ABC-CLIO|isbn=978-18-5109-988-7|páginas=657|apellidos2=Lief Palley|nombre2=Marian|idioma=inglés}}</ref><ref>{{cita libro|apellidos=Bundesministerium für Familie, Senioren, Frauen und Jugend|título=Gewalt gegen Männer, Personale Gewaltwiderfahrnisse von Männern in Deutschland|año=2004|editorial=Bundesministerium für Familie, Senioren, Frauen und Jugend|url=http://www.bmfsfj.de/RedaktionBMFSFJ/Abteilung4/Pdf-Anlagen/studie-gewalt-maenner-langfassung,property=pdf,bereich=bmfsfj,sprache=de,rwb=true.pdf|idioma=alemán|nombre-editor=Ludger|apellidos-editor=Jungnitz|nombre-editor2=Hans-Joachim|apellidos-editor2=Lenz|nombre-editor3=Ralf|apellidos-editor3=Puchert|nombre-editor4=Henry|apellidos-editor4=Puhe|nombre-editor5=Willi|apellidos-editor5=Walter}}</ref><ref>{{cita libro|apellidos=Gemünden|nombre=Jürgen|título=Gewalt gegen Männer in heterosexuellen Intimpartnerschaften: ein Vergleich mit dem Thema Gewalt gegen Frauen auf der Basis einer kritischen Auswertung empirischer Untersuchungen|año=1996|editorial=Tectum Verlag DE|isbn=978-38-9608-966-3|páginas=323|idioma=alemán}}</ref><ref>{{cita libro|apellidos=Mooney|nombre=Jayne|título=Gender, Violence and the Social Order|año=2000|editorial=Palgrave Macmillan|isbn=978-03-1223-157-6|páginas=274|idioma=inglés}}</ref>
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Algunos investigadores consideran que la violencia contra el hombre es un problema social serio, porque aunque se habría prestado mayor atención a la violencia que se ejerce contra las mujeres, sería posible argumentar que la violencia contra los hombres en varios contextos es un problema social sustancial digno de atención;<ref name=strauss>{{cita libro|nombre=M.|apellidos=Strauss|apellidos-editor=Loseke, D. R.|apellidos-editor2=Gelles, R. J.|apellidos-editor3=Cavanaugh, M. M.|título=Current controversies on family violence|capítulo=Women's violence toward men is a serious social problem (pp. 55-77)|año=2005|ubicación=Newbury Park|editorial=Sage Publications|idioma=inglés}}</ref><ref name=gutton>{{cita libro|nombre=Donald|apellidos=Gutton|nombre2=Tonia|apellidos2=Nicholls|nombre3=Alicia|apellidos3=Spidel|nombre-editor=Frederick P.|apellidos-editor=Buttell|nombre-editor2=Michelle|apellidos-editor2=Mohr Carney|año=2006|título=Women who perpetrate relationship violence: moving beyond political correctness|capítulo=Women's Female Perpetrators of Intimate Abuse (pp. 1-32)|idioma=inglés|ubicación=Newbury Park|editorial=The Haworth Press}}</ref><ref name=rabinovitch>{{cita web|url=http://www.guardian.co.uk/world/2001/nov/26/gender.uk1 |idioma=inglés |título=Domestic violence can't be a gender issue |urlarchivo=http://web.archive.org/web/20090827015857/http://www.guardian.co.uk/world/2001/nov/26/gender.uk1 |fechaarchivo=27 de agosto de 2009 |fecha=26 de noviembre de 2001 |editor=The Guardian |autor=Rabinovitch, Dina}}</ref><ref name=kelly>{{cita publicación |autor=Kelly, Linda |url=http://www.law.fsu.edu/journals/lawreview/downloads/304/kelly.pdf |formato=PDF |título=Disabusing The Definition of Domestic Abuse: How Women Batter Men And The Role of The Feminist State |idioma=inglés |publicación=Florida State University Law Review |volumen=39 |número=2 |páginas=791-855|urlarchivo=http://web.archive.org/web/http://www.law.fsu.edu/journals/lawreview/downloads/304/kelly.pdf|fechaarchivo=27 de noviembre de 2015}}</ref> sin embargo, éste sería un tabú social<ref name=Seifert>{{cita libro|apellidos=Seifert|nombre=Tina|título=Macht und Gewalt unter dem Aspekt der Geschlechterdifferenz: Die Gewalt der "Friedfertigen"|año=2007|editorial=GRIN Verlag|isbn=978-36-3885-013-1|páginas=30|idioma=alemán}}</ref><ref name=Lenz>{{cita libro|apellidos=Lenz|nombre=Karl|título=Frauen und Männer: zur Geschlechtstypik persönlicher Beziehungen|año=2003|editorial=Beltz Juventa|isbn=978-37-7991-371-9|páginas=326|idioma=alemán}}</ref> y «un fenómeno distinto a la violencia contra las mujeres y debe analizarse como tal»,<ref>{{cita libro|apellidos=Weldon|nombre=S. Laurel|título=Protest, Policy, and the Problem of Violence Against Women: A Cross-National Comparison|año=2002|editorial=University of Pittsburgh Pre|isbn=978-08-2295-774-4|páginas=287|idioma=inglés}}</ref> debido a que su naturaleza, causas y consecuencias serían distintas,<ref>{{cita libro|apellidos=Pan American Health Organization|título=Health in the Americas|año=2002|editorial=Pan American Health Organization|isbn=978-92-7531-587-3|páginas=1128|idioma=inglés}}</ref> así como los espacios en que se manifiesta.<ref>{{cita publicación |autor=Ramos de Souza, Edinilsa |título=Masculinidade e violência no Brasil: contribuições para a reflexão no campo da saúde |publicación=Ciência & Saúde Coletiva |año=2005 |volumen=10 |número=1 |páginas=59-70 |idioma=portugués |url=https://web.archive.org/web/20151208060451/http://www.bvsde.paho.org/bvsacd/cd26/a06v10n1.pdf|issn=1413-8123 }}</ref>
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Revisión del 16:37 14 jun 2017

En Génesis 19 se relata como Dios decidió destruir Sodoma luego de que una multitud intentara golpear y violar a dos ángeles, resaltando que ignoraron a las hijas de Lot y fueron directo por los ángeles debido a su condición de ser hombres[1]

La hambredeloshombrespor comerempanadas ñum ñum estaban ricasviolencia contra el varón[2][3][4]​ —o violencia contra los hombres[5]​ es una expresión utilizada por algunos investigadores para aglutinar a diversos fenómenos de violencia contra este grupo de personas en varios contextos, entre los que se encuentran la violencia intrafamiliar, violencia en el noviazgo, violencia de género, violencia infantil, entre otras.[6][7][8][9][10]

Algunos investigadores consideran que la violencia contra el hombre es un problema social serio, porque aunque se habría prestado mayor atención a la violencia que se ejerce contra las mujeres, sería posible argumentar que la violencia contra los hombres en varios contextos es un problema social sustancial digno de atención;[11][12][13][14]​ sin embargo, éste sería un tabú social[15][16]​ y «un fenómeno distinto a la violencia contra las mujeres y debe analizarse como tal»,[17]​ debido a que su naturaleza, causas y consecuencias serían distintas,[18]​ así como los espacios en que se manifiesta.[19]

Dentro de las razones por la que se considera un tabú social a la violencia contra los varones[15][16]​ estarían la contradicción que su existencia tiene con el rol de género estereotipado que ve a los varones como el sexo fuerte,[20]​ por lo que «es despreciada y de pocos países se conocen estudios sobre la violencia específica de mujeres contra varones, aunque sí existen».[21]

De acuerdo con lo anterior los varones están subrepresentados como víctimas[22][23]​ y sobrerrepresentados como perpetradores de la violencia.[24][25]

La violencia sexual contra los varones es tratada de manera diferente según la sociedad, y puede no ser reconocida por la ley internacional.[26][27][28][29]

Percepción

Algunos estudios muestran que la violencia es percibida como más o menos seria dependiendo del género de la víctima y del perpetrador[30][31][32]​ De acuerdo con un estudio en la publicación «Aggressive Behavior», la violencia contra mujeres tenía un tercio más de probabilidades de ser denunciada a la policía por terceras partes, sin importar el sexo del atacante,[33]​ aunque la combinación de sexos con más probabilidades de ser denunciada era la de un perpetrador masculino con una víctima femenina.[33]​ El uso de estereotipos por las fuerzas de la ley es un tema reconocido,[34]​ y la académica internacional Solange Mouthaan sostiene que, en escenarios de conflicto, la violencia sexual contra varones ha sido omitida en favor de un enfoque hacia la violencia sexual contra mujeres y niños.[35]​ Una explicación para estos diferentes enfoques es la mayor potencia física que los hombres tienen a comparación con las mujeres, haciendo que las personas tiendan más a condenar la violencia gracias a esta configuración sexual.[36]​ El concepto de hombres sobrevivientes a la violencia va en contra de las percepciones sociales del rol de género del hombre, conduciendo a un bajo reconocimiento y a pocas previsiones legales que amparen estos hechos.[37]

Los historiadores de la religión Katherine K. Young y Paul Nathanson han sostenido el uso de estereotipos por periodistas y por los medios con misandria cultural, en los que los hombres son vistos como de menor valor y en consecuencia no significativos como víctimas de la violencia.[38]

Violencia de género

Diversos investigadores feministas afirman que ningún tipo de violencia que se ejerza contra el hombre es violencia de género, y la acotan sólo al caso de aquella que es la ejercida contra las mujeres en diferentes ámbitos tomando como referente la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer de 1993;[39][40]​ otros investigadores sostienen que este es un concepto más amplio e incluye a aquel tipo de violencia física o psicológica ejercida contra cualquier persona sobre la base de su sexo o género.[39][41][42][43][44][45]​ De acuerdo a Naciones Unidas, el término es utilizado «para distinguir la violencia común de aquella que se dirige a individuos o grupos sobre la base de su género»,[44]​ enfoque compartido por Human Rights Watch en diversos estudios realizados durante los últimos años,[46][42][47]​ y por el Estatuto de Roma al indicar en su artículo 7(3) que el término género implica a ambos sexos.[48][49]

Este tipo de violencia presenta diversas características diferentes a otros tipos de violencia interpersonal,[50]​ y aunque comúnmente es asociada a la violencia contra la mujer —sin ser sinónimos—,[51][52]​ la violencia de género es un problema que puede incluir a los varones en ciertas situaciones: ataques o violaciones sexuales contra sujetos en prisión, prostitución forzada, explotación laboral, tortura en tiempos de guerra, tráfico de personas, patrones de acoso u hostigamiento en organizaciones masculinas,[39]​ ataques homofóbicos hacia personas o grupos de homosexuales, bisexuales y transgéneros,[53]​ entre otros.

Violencia sexual

[...] Y llamaron a Lot y le dijeron: ¿dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos. Entonces Lot salió a ellos a la puerta, cerró la puerta tras sí y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. [...] Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta. Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos y cerraron la puerta. Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta. Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? ¿yernos, hijos?
Génesis 19,[1]​ interpretado como una escena de violación colectiva cometida hacia dos hombres[54]

Históricamente la violación masculina ha sido un tema tabú debido al estigma que involucraría el ser violado,[55][56][57]​ y «la literatura revela que tanto los perpetradores/as hombres como las mujeres pueden ser heterosexuales u homosexuales»;[58]​ además, la gran mayoría de las investigaciones dedicadas a evaluar este tipo de agresiones no incluyen a los hombres como víctimas o solamente los consideran como perpetradores.[59][60][61][62]

Su abordaje en el ámbito de la investigación criminalística se remonta recién a partir de la década de 1980,[63]​ mientras que legalmente la definición de ataque sexual y violación explícitamente consideraba como víctima a las mujeres, por lo que la posibilidad de incluir a los hombres en tal estatus era inexistente.[56]​ Por otro lado, la inclusión de este flagelo en las estadísticas nacionales es reciente en muchos países, principalmente debido a lo arcaico en la definición del término; por ejemplo, en el caso de Estados Unidos, sólo el año 2012 se amplió el concepto para incluir, entre otros crímenes, a la violación masculina dentro de sus informes agregados de criminalización.[64][65]

Al respecto, en 1999 se estimó que los varones son 1.5 veces menos propensos a reportar este tipo de abusos perpetrados por otro hombre a la policía en comparación a las mujeres, probablemente porque pone en juego su masculinidad o por temor a ser asociado a la homosexualidad.[55][63][66]​ Dentro de la población gay, las bajas denuncias de agresiones sexuales se relacionarían a la baja confianza en el sistema judicial[67]​ o por el estereotipo de que dichos sujetos «disfrutan ser violados»,[68]​ entre otras razones.

Una investigación croseccional realizada en un grupo de varones ingleses en 1999 sugirió que alrededor de un 2.89% había sufrido alguna experiencia sexual no consensuada como adultos y un 5.35% abuso sexual siendo niños.[69]​ Por otro lado, de acuerdo al Departamento de Justicia de Estados Unidos, el año 2003 un 13% de los casos reportados provinieron de varones,[66]​ mientras que en Alemania, dos estudios de 2003 indicaron que entre un 25.1% y 30.1% de los sujetos reportaron al menos un incidente sexual no consensuado con una mujer, teniendo como elemento la poca resistencia de los varones a este tipo de ataques.[56]

Dentro de la población homosexual, una investigación del Reino Unido en 1994 indicó que un 27,6% señaló que había sufrido algún abuso sexual durante su vida.[67]

Violencia sexual en guerras

En la guerra, la violencia sexual es cometida por hombres contra hombres como guerra psicológica con el objeto de desmoralizar al enemigo.[70]​ La práctica se puede remontar hasta la Antigua Persia y las Cruzadas.[71]​ La castración es utilizada como un medio de tortura física, con fuertes efectos psicológicos, tales como la pérdida de la capacidad de procrear y la pérdida del estatus de «Hombre completo».[71]​ El derecho penal internacional no considera la violencia sexual contra varones basada en el género como un tipo diferente de ofensa, y la trata como crimen de guerra o tortura.[72]​ La cultura del silencio que rodea este problema a menudo deja a los varones sin apoyo.[73]

En 2012, un informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR, {en inglés UNHCR, United Nations High Commissioner for Refugees}) afirmó que la violencia basada en género y sexo contra varones (adultos y niños) ha sido por lo general mencionada solo como una nota al pie en los informes.[74]​ En un estudio, menos del 3% de las organizaciones que consideran la violación como un arma de guerra menciona a los hombres o provee atención a las víctimas masculinas.[27][29][75]​ Se observó en 1990 que el idioma inglés "carece de términos y frases que describan apropiadamente la violación de varones"[76]

Violencia sexual en el sistema penintenciario

Múltiples autores están de acuerdo en que en el sistema penintenciario se producen más violaciones de hombres que de mujeres, aunque hay disidencias.[cita requerida] Según tres publicaciones independientes citadas por Alex Thio y Jim Taylor en 2011, la violación de mujeres en el ámbito penintenciario, a nivel mundial, es proporcionalmente equivalente al de este grupo en general, mientras que uno de cada cinco hombres que ingresen a prisión serán violados antes de cumplir su condena. Esto excede al 3,8% de hombres que serán víctima de una violación a lo largo de su vida.[77]​ Según el mismo autor, hay tres motivos que pueden resaltarse para que se dé este fenómeno: la poca empatía hacia los presidiarios de parte de la sociedad, la falta de castigos a los violadores y la no separación de depredadores sexuales (lobos) de los presos más sumisos (punks).[77]​ Según el Informe mundial sobre la violencia y la salud de 2003 de la Pan American Health Organization, la violencia sexual en las prisiones se da principalmente entre los detenidos, generalmente como una forma de establecer jerarquías, respeto y castigos. Aunque también se reportan casos en donde los internos son obligados, por parte de las autoridades, a violarse unos a otros por «diversión», o bien son obligados a dar favores sexuales o son «castigados» sexualmente.[78]

Violencia doméstica y de pareja

Pintura Kalighat "Mujer golpeando a un hombre con una escoba", Calcuta, India, 1875

A pesar de numerosos estudios que informan sobre la preponderancia de la violencia doméstica perpetrada por los varones contra las mujeres,[79]​ otros estudios sugieren que las tasas de violencia doméstica de las mujeres y los hombres son equivalentes.[80]​ Eso ha generado muchas controversias y discusiones entre los investigadores.

Algunos autores indican que tanto en la violencia doméstica contra las mujeres como en la que es realizada contra los hombres se pueden encontrar motivos similares,[81]​ mientras que la idea de que el hombre pueda ser víctima de la mujer genera resistencias y no está exenta de controversias, en las que se trata, por ejemplo, el sesgo al entender la idea de violencia física como la única forma de violencia realmente importante.[82]

El estudio de 2013 «Proyecto sobre el estado del conocimiento del abuso por la pareja» (PASK por las siglas en inglés de «Partner Abuse State of Knowledge Project»,[83]​ publicado por el Grupo de Investigación de la Violencia Doméstica, {Revista Springer Publishing "Partner Abuse"[84]​}) reiteró los hallazgos de paridad en las tasas para hombres y mujeres tanto como agente activo como agente pasivo del abuso. El «Estudio sin precedentes de la violencia doméstica afirma se necesita reconocer a las víctimas masculinas» (en inglés «The Unprecedented Domestic Violence Study Affirms Need to Recognize Male Victims»),[85]​ condujo a la conclusión de su título.

Los varones que son víctimas de la violencia doméstica a veces son reacios a denunciarla o a buscar ayuda. También existe un paradigma establecido de que solo los hombres perpetran violencia doméstica y que nunca son víctimas.[86]​ Esto ha sido relacionado con las afirmaciones de que las mujeres solo son violentas en casos de represalia y de autodefensa, aun cuando la evidencia global de múltiples fuentes contradice esta idea.[86]​ Como con otras formas de violencia contra el varón, la violencia de pareja es generalmente menos reconocida en la sociedad cuando las víctimas son varones.[87][88]​ La violencia de las mujeres contra los varones es a menudo banalizada[24][89][90]​ debido al la supuesta debilidad física de las mujeres; en tales casos, se omite considerar el uso de objetos peligrosos y armas que se puede efectuar.[24]​ Una investigación llevada adelante desde 1990 ha identificado problemas en la percepción y un real sesgo cuando la policía está involucrada, negándose a reconocer a la víctima masculina incluso cuando se encuentre herida.[91]​ Todo esto es debido a la percepción machista del hombre, en el que él debe ser el sujeto fuerte y dominante.

Leyes y medidas

No se observa la inclusión de este fenómeno como violencia de género dentro de los ordenamientos jurídicos de España o América Latina por ejemplo, aunque algunos países han adoptado legislaciones neutrales con el fin de hacerlas aplicables de manera equivalente.[48]​ Adicionalmente, en la bibliografía académica existe consenso en no considerarlo como violencia de género,[39]​ aunque los casos registrados podrían reflejar como un problema social de dimensión cuantificable.[11][12][13][14]

En la legislación uruguaya la ley sobre violencia doméstica está expresada de tal forma que incluye a ambos géneros, sin embargo relega al «Instituto Nacional de la Familia y la Mujer» la tarea de seleccionar peritos para evaluar qué está incluido dentro de este tipo de violencia.[92]

Por ley Orgánica 1/2004 se regula en España las medidas de protección integral contra la violencia de género. La ley conceptúa la violencia de género como un tipo de violencia contra la mujer cometida por el hombre.[93]​ Se distingue de la violencia doméstica que se castiga en el Código Penal, de manera mucho más leve (o no castiga según el caso), según la reforma aprobada por Ley Orgánica 11/2003, que considera violencia doméstica, en los artículos 173,153 y concordantes del Código Penal,[94]​ la violencia cometida contra

quien sea o haya sido su cónyuge o sobre persona que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia.

La interpretación de las leyes fue objeto del planteamiento de la cuestión de inconstitucionalidad, que fue desestimado por el Tribunal Constitucional.[95]​ En 2009, la diputada Rosa Díez pidió la apertura de centros similares a las casa de acogida, alegando la desigualdad creada por la ley.[96]

El 10 de febrero de 2009 se inauguraron en Holanda cuarenta centros de acogida para hombres víctimas de violencia familiar.[97][98]

Homicidio

Estadísticas de homicidios de acuerdo con la Ofic. de Estadísticas de Justicia de los EE.UU.
Delincuente masculino/Víctima masculina 65.3%
Delincuente masculino/Víctima femenina 22.7%
Delincuente femenina/Víctima masculina 9.6%
Delincuente femenina/Víctima femenina 2.4%

En los Estados Unidos, los varones están sobrerrepresentados como víctimas de homicidio, tanto para perpetradores varones como mujeres.[99]​ De acuerdo con las estadísticas del Departamento de Justicia de los EE.UU., las mujeres que asesinan varones más probablemente maten conocidos, esposos o novios, mientras que los hombres más probablemente maten extraños.[100]​ En muchos casos, las mujeres asesinan varones a causa de haber sido víctimas de violencia por parte de sus parejas íntimas.[101]

Matanzas masivas

La masacre de Srebrenica fue el mayor asesinato de civiles en un ambiente bélico desde la Segunda Guerra Mundial.[102]​ El ataque fue dirigido específicamente a los hombres adultos; de las 8372 personas que murieron, solo 7 fueron mujeres.[102]

En situaciones de violencia estructural que incluyen guerra y genocidio, hombres y niños varones a menudo son apartados y asesinados.[103]​ Se evidencia el asesinato de objetivos por sexo durante la Guerra de Kosovo, donde la estimación de víctimas civiles masculinas sugiere que constituyeron más del 90% de las bajas civiles.[103]​ Otros ejemplos de matanzas masivas de civiles masculinos incluyen algunas de las Represión política en la Unión Soviética.[104]

Hombres y niños varones no combatientes han sido, y continúan siéndolo, los objetivos más frecuentes de las matanzas en masa y masacres genocidas, así como de una gran cantidad de atrocidades y abusos menores.[105]​ Gendercide Watch, un grupo independiente de derechos humanos, documenta múltiples asesinatos de género enfocados en varones (adultos y niños): Operación al-Anfal,[106]​ (Kurdistán iraquí), 1988 - Genocidio Armenio[107]​ (1915–17) - Genocidio en Ruanda,[108]​ 1994. La conscripción forzada también puede considerarse una violencia contra los varones basada en el género.[109]

Véase también

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Bibliografía no citada

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