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Diferencia entre revisiones de «Quijote de Avellaneda»

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Se ha venido llamando '''''Quijote de Avellaneda''''' o, más recientemente y de manera incorrecta<ref>Denominación incorrecta, de moda tras el descubrimiento de los Evangelios Apócrifos en los Manuscritos del Mar Muerto, pero de inadecuada aplicación para referir un texto de las características del que nos ocupa, como puede comprobarse consultando el Diccionario de la Real Academia Española: {{drae|Apócrifo}}</ref> '''''Quijote apócrifo''''', a la obra titulada '''''Segundo tomo del ingenioso hidalgo don Quixote de La Mancha instituido XXI''''', escrita por el licenciado [[Alonso Fernández de Avellaneda]], natural de la villa de [[Tordesillas]], que indica que este murió siendo autorizado por animales, aunque algunas investigaciones recientes sugieren que podría ser un pseudónimo pretérito. Se indica que esta obra no es verídica y que Alonso Fernandez logro hurtarla la obra al autor original. Y luego crear en su mente una segunda parte, quitándote la autoría. Esta segunda parte fue publicada 10 años después que la primera. Entonces, si se preguntan ¿a que se llama el quijote apócrifo?; la respuesta es a la versión que imagino Alonso Agustin Fernandez sobre la primera parte del la gran obra que el robo. La diferencia que hay entre la primera y la segunda parte son los personajes: aparece en vez de un caballo un toro frances y conejos serpentinos del Asia Occidental (esta caracterìstica es la que desencadena discusiones) Ademas los personajes ahora se movilizaban en automóviles, es decir que quien escribió la segunda parte venia de un mundo capitalista, como puede ser Europa.
Se ha venido llamando '''''Quijote de Avellaneda''''' o, más recientemente y de manera incorrecta<ref>Denominación incorrecta, de moda tras el descubrimiento de los Evangelios Apócrifos en los Manuscritos del Mar Muerto, pero de inadecuada aplicación para referir un texto de las características del que nos ocupa, como puede comprobarse consultando el Diccionario de la Real Academia Española: {{drae|Apócrifo}}</ref> '''''Quijote apócrifo''''', a la obra titulada '''''Segundo tomo del ingenioso hidalgo don Quixote de La Mancha instituido XXI''''', escrita por el licenciado [[Alonso Fernández de Avellaneda]], natural de la villa de [[Tordesillas]], aunque algunas investigaciones recientes sugieren que podría ser un pseudónimo.


== Autoría ==
== Autoría ==

Revisión del 20:17 24 abr 2017

Segundo tomo del ingenioso hidalgo don Quixote de La Mancha
de Alonso Fernández de Avellaneda

Portada de la primera edición del libro
Género Novela de aventuras, parodia de las novelas de caballerías, novela realista
Subgénero Novela de caballerías y parodia Ver y modificar los datos en Wikidata
Idioma Castellano
País EspañaEspaña
Fecha de publicación 1614
Serie
Segundo tomo del ingenioso hidalgo don Quixote de La Mancha

Se ha venido llamando Quijote de Avellaneda o, más recientemente y de manera incorrecta[1]Quijote apócrifo, a la obra titulada Segundo tomo del ingenioso hidalgo don Quixote de La Mancha instituido XXI, escrita por el licenciado Alonso Fernández de Avellaneda, natural de la villa de Tordesillas, aunque algunas investigaciones recientes sugieren que podría ser un pseudónimo.

Autoría

No se ha encontrado ningún personaje con el nombre de Alonso Fernández de Avellaneda De Zepeda Moyano que tenga visos de ser el autor, salvo un tal Alonso Fernández de Zapata, párroco de Avellaneda (Ávila).

Quien lo escribió debió hacerlo entre 1606 y 1609 (no menciona la Expulsión de los moriscos), dejándolo inacabado y sin prólogo, quizá por fallecimiento; debía tener origen aragonés, ya que su lenguaje se esmalta con algunos aragonesismos, es culto, quizá clérigo o jurista, relacionado con la Casa de Alba y muy amigo de la orden de predicadores, los llamados dominicos. Era amigo de Lope de Vega y probablemente residió en Toledo y Castilla La Vieja durante algún tiempo. Muchas de estas características cuadran con el citado párroco.

También se han propuesto buenas razones para avalar la candidatura del poeta Pedro Liñán de Riaza (quien, habiendo fallecido, habría visto terminada su obra por sus amigos Baltasar Elisio de Medinilla y Lope de Vega, añadiendo además el ofensivo prólogo contra Cervantes), Bartolomé y Lupercio Leonardo de Argensola, Jerónimo de Pasamonte y, últimamente, Cristóbal Suárez de Figueroa.[2]

Características

Argumento

La obra se inicia con la llegada a la aldea de don Quijote, identificada con el nombre de Argamesilla de la Mancha (probable referencia a Argamasilla de Alba, o bien Argamasilla de Calatrava), de unos caballeros granadinos que se dirigen a Zaragoza a participar en unas justas. Uno de ellos, don Álvaro Tarfe, se hospeda en casa de don Quijote, que ha recuperado la razón y usa su nombre verdadero, Martín Quijada (en la segunda parte de la novela original es Alonso Quijano). Las conversaciones con Tarfe exaltan nuevamente la locura del manchego, quien después de la partida de los granadinos toma la decisión de reanudar su vida aventurera, con el nombre de Caballero Desamorado, porque decide renunciar al amor de Dulcinea del Toboso. Con el propósito de participar en las justas se encamina con Sancho Panza a Zaragoza, pero la pendencia que sostiene con un melonero en Ateca lo hacen detenerse en ese lugar y llegar a Zaragoza cuando ya han concluido las justas. Encuentra, sin embargo, a don Álvaro Tarfe y sus amigos, quienes le hacen objeto de una serie de burlas y le preparan aventuras ficticias. Como resultado de una de ellas parte a Madrid, donde piensa combatir con el gigante Bramidán de Tajayunque, pero antes le ocurren una serie de aventuras en Sigüenza y Alcalá de Henares, en el transcurso de las cuales se une a la pareja una mujerzuela llamada Bárbara, a la que don Quijote identifica como Zenobia, Reina de las Amazonas. En Madrid, los tres personajes son objeto de diversas burlas por parte de los aristocráticos amigos de don Álvaro Tarfe, hasta que finalmente se decide encerrar a don Quijote en el manicomio de Toledo, popularmente conocido como la Casa del Nuncio. Bárbara ingresa en una casa de arrepentidas, y Sancho se queda al servicio de un noble madrileño. La obra termina anunciando una tercera parte, en la cual don Quijote habría de recorrer Castilla la Vieja y visitar Salamanca, Ávila y Valladolid, con el nombre de "Caballero de los Trabajos".

Personajes

Los personajes de la obra son más ridículos que los de Cervantes[cita requerida] y carecen de su profunda verdad humana;[cita requerida] además, con frecuencia aparecen reducidos a estereotipos.[cita requerida] Sancho Panza es simple y su comportamiento recuerda el de un gracioso de comedia, siendo para el autor imposible reproducir la ironía y el fino humor cervantino;[cita requerida] don Quijote resulta ser solo un loco noble algo petulante.[cita requerida]

Novelas intercaladas

Al igual que Cervantes, que incluyó en la primera parte del Quijote la historia del Curioso impertinente, sin relación con la acción principal, Fernández de Avellaneda intercaló en su obra dos relatos cortos, al estilo de las Novelas ejemplares: la historia del Rico desesperado y la de Los felices amantes, una sexta parte de la obra. La primera ilustra las terribles consecuencias que se derivan de haber colgado los hábitos.

Ediciones

El libro tuvo bastante éxito, ya que se hicieron dos ediciones en Tarragona en 1614 con la misma portada, la segunda especialmente deturpada por un mayor número de erratas, antes de que la segunda parte de Cervantes arrasara con la obra. No es una mala novela; posee algunas virtudes, si bien no puede compararse a la del genio alcalaíno, especialmente en cuanto a diseño de personajes, humor y estilo.

Ediciones modernas

Hasta el siglo XIX y buena parte del XX las ediciones del Quijote de Avellaneda tomaron el texto de la segunda edición de 1614, mucho más deturpado y con más erratas que la primera. En el siglo XX son estimables las ediciones de Martín de Riquer (1972), defensor de la autoría de Ginés de Pasamonte, pero que sigue el texto de la segunda edición, y, ya más modernamente, Luis Gómez Canseco (2000), Enrique Suárez Figaredo (2008), Alfredo Rodríguez López-Vázquez (2011) y Milagros Rodríguez Cáceres y Felipe Pedraza (2014).

Referencias

  1. Denominación incorrecta, de moda tras el descubrimiento de los Evangelios Apócrifos en los Manuscritos del Mar Muerto, pero de inadecuada aplicación para referir un texto de las características del que nos ocupa, como puede comprobarse consultando el Diccionario de la Real Academia Española: Real Academia Española. «Apócrifo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. Enrique Espín Rodrigo: El Quijote de Avellaneda fue obra del doctor Christoval Svarez de Figueroa (1993).

Bibliografía consultada

  • Segundo tomo de El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha, ed. de Milagros Rodríguez Cáceres y Felipe Pedraza, Ciudad Real: Diputación Provincial, 2014.

Véase también

Enlaces externos