Wikipedia:Proyecto educativo/Fundamentos tecnológicos del e-learning 2019-20 (II)/Aula 4 2018-19 (I)/Grupo 8

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Introducción a las redes sociales en el ámbito educativo[editar]

El concepto de Red surge con la primera definición de Internet como “red de redes”. Ordenadores capaces de comunicarse entre sí. No obstante, esta tecnología es algo más. Es un medio de comunicación, interacción y organización social(Manuel Castells, Internet y la Sociedad Red, 2001:1)[1]​, es decir, Internet se concibe como un medio de comunicación sobre el que se basa nuestra sociedad, a lo que Castells llama “Sociedad Red” (2001:1). Después de años de transición entre Web 1.0 (que no implica una participación activa entre los usuarios) y 2.0 (colaborativa y bidireccional),la aparición de las redes sociales es una causa (o consecuencia) de la necesidad del ser humano de conectarse, socializar y, a su vez, utilizar y aplicar las nuevas tecnologías para tal fin.

En 2005, Tim O’Reilly propuso el término Web 2.0 para definir el fenómeno que se estaba empezando a desarrollar con la aparición de las herramientas de participación entre usuarios o con los propios contenidos. Estamos ante una Web social, interactiva y dinámica, donde los usuarios tienen la posibilidad no solo de consumir contenidos sino de interactuar con ellos. Esta capacidad de interactuación entre usuarios ha permitido que creadores y consumidores intercambien sus roles, llegando a crear un entorno de igualdad en los que todos los agentes que participan en un proceso comunicativo se encuentren al mismo nivel.

En esta misma línea, surge el formato que ha desembocado en la evolución de la mencionada Web 2.0: las redes sociales. Se consideran entornos en el que los usuarios han podido expresarse libremente concibiendo redes participativas, de creación, cooperación e intercambio de información. Por lo tanto, esta capacidad de poner en contacto a los usuarios ha provocado que se usen con fines diversos.

Juan José de Haro, en su artículo Redes Sociales en Educación,[2]​ establece dos tipos de redes sociales destinadas a la educación:

  • Redes sociales estrictas: cuyo foco de atención es únicamente la relación entre las personas sin otro propósito añadido (De Haro, 2010,204). A su vez, las divide en horizontales (donde el usuario se incorpora en una red ya hecha en la que ya cuenta con miles de usuarios, como por ejemplo Facebook) y verticales (creadas por los propios usuarios, con el fin de crear una red cerrada en la que todos los usuarios comparten un interés común).
  • Servicios 2.0 con características de redes sociales: De Haro establece una clasificación de los servicios de redes sociales y pone como ejemplo para este tipo Moodle, Linkedin, Xing, SlideShare, Flickr o Youtube. Como ejemplo de Servicios 2.0 específicos para niños, destaca Club Penguin [3]​, Edu 2.0 [4]​ o Panfu. [5]

Fortalezas y debilidades de las redes sociales en educación[editar]

En cuanto a las fortalezas y debilidades del uso de las redes sociales en educación:

Fortalezas:

  • Se estimula el aprendizaje a través de las interacciones, reflexiones y recursos o ideas compartidas, generando así nuevo conocimiento.
  • Se favorece la comunicación con profesionales de cualquier materia.
  • Se fomenta la curiosidad e investigación.
  • Se agiliza el aprendizaje.
  • Se favorece la sociabilización.
  • Se refuerzan las relaciones internas entre alumnos y entre alumnos y profesores.
  • Se promueve el aprendizaje autónomo.
  • Se favorecen mecanismos de trabajo diferentes debido a la diversidad de formas de redes sociales.

Debilidades:

  • Estimulan la distracción reduciendo por tanto la atención del alumno.
  • Pueden darse conflictos ya que en los nuevos paradigmas que se han creado con estas herramientas, como el anonimato y la distancia, contribuyen a la aparición de fenómenos como el ciberbullying, grooming, sexting o sextorsión.
  • Desconocimiento técnico del manejo correcto de estas herramientas (Domínguez, 2010, 33-45).[6]
  • Saturación por el gran número de herramientas existentes.
  • Uso o aplicación sin base metodológica.
  • Dependencia y adicción.
  • Sustituyen a las relaciones humanas reduciéndose éstas.
  • Falta de consenso en aspectos jurídicos.
  • Desprotección por parte de quién las usa.

Microblogging[editar]

Se entiende por microblogging, microblogueo o nanoblogueo la utilización de mensajes breves para informar, promocionar o anunciar algo con una finalidad de forma abreviada. Esta síntesis se encuentra limitada en unos 140 caracteres.

Existen muchas redes que cuentan con sistema de microblogueo como pueden ser: Twitter, Edmodo, Tumblr, Twiducate, Diipo o Plurk, entre otras. Aunque es Twitter la red que ha logrado mayor aceptación y seguidores con el paso del tiempo.

Por otro lado, se encuentra Facebook que es una red social que permite compartir recursos y contenido que ha ido evolucionando al microblogging dando cabida a diferentes experiencias para el aprendizaje colaborativo. (Llorens y Capdeferro, 2011). [7]

El uso extendido de estas redes sociales y la posibilidad de inmediatez con los recursos a través de las mismas ha dado lugar a que se desarrollen en entornos educativos. En los últimos años, el microblogueo se ha convertido en un camino importante dentro de la educación pues ofrece la posibilidad de transmitir, informar y compartir opiniones relacionadas a un tema en concreto mediante los hashtags o tweets.

Entre las razones más destacadas para hacer uso del microblogueo en el aula podemos detallar la proximidad o la inmediatez, entre otras. (Peña-López, 2011)[8]

Es por ello, que el uso pormenorizado de unos caracteres limitados permite que el alumnado sea capaz de sintetizar la información relevante, compartiéndola de manera eficaz dentro de un entorno educativo.

A su vez, estas aplicaciones permiten crear diversidad de actividades como microcuentos, debates, coloquios o la explicación de actividades y el uso compartido de materiales. (Haro, 2010).[2]

Por todo ello, el microblogueo ofrece un campo enorme de posibilidades y usos; todo dependerá de las necesidades en cada momento y las capacidades del docente para proponer y usar otras aplicaciones (Lara, Ugarte y Sádaba, 2010).[9]

Finalmente, como ejemplo de microblogueo desde entornos educativos, la Universitat Oberta de Catalunya(UOC) utiliza la red social Twitter para dicho fin como medio de interacción educativo a través de hashtags.

Uso de las redes sociales en educación[editar]

La aparición de comunidades de aprendizaje y formación permite una interacción entre sus miembros para el desarrollo de actividades educativas, ya sean de tipo grupal o individual. Estas comunidades se basan en un aprendizaje de tipo social, donde se incentivan la comunicación, la participación y la aproximación a situaciones reales. De este modo, se acerca al alumnado a su propio entorno pero también a otros contextos más alejados de su realidad. Asimismo, el nuevo conocimiento se construye a través de la compartición de opiniones, reflexiones y recursos entre semejantes.

Las redes sociales estrictas se focalizan en las relaciones de carácter general, sin centrarse en ningún tema. Los usuarios tienen múltiples intereses, lo que le aporta una gran flexibilidad en su uso y un potencial muy significativo para los procesos de aprendizaje, puesto que se pueden adaptar a las diversas necesidades de los diferentes contextos. Dentro de este tipo de redes sociales podemos encontrar las denominadas redes sociales completas, como es el caso de Facebook, que permiten un mayor intercambio interpersonal, al poder compartir todo tipo de recursos digitales.

La idoneidad del uso de las redes completas en educación pasa por posibilitar la creación de redes cerradas solo para usuarios registrados y permitir la formación de grupos dentro de la propia red [2]

El hecho de poder crear espacios educativos cerrados aporta una mayor seguridad ante posibles intromisiones. Por su parte, el hacer grupos dentro de la red posibilita la aparición de espacios de práctica y trabajo flexibles y ajustados a cada situación dentro de la red (grupos de clase, grupos de alumnos dentro de una misma clase, grupos alumno-docente, etc.).

Trabajo en equipo usando las TIC

Estas redes sociales permiten relaciones más eficientes cuanto más numerosas sean, si el número de usuarios es muy bajo no se genera una actividad suficiente, pues la participación es puntual, y no cumple su función educativa y socializadora. Mientras que si estas comunidades disponen de miembros suficientes se garantiza una actividad social muy enriquecedora y que se retroalimenta con comentarios, imágenes, videos, etc., lo que favorece a su vez un aprendizaje informal y altamente motivacional para el alumnado red (De Haro, 2010: 210). [2]

De Haro resalta los usos más habituales de las redes completas en educación, aunque la flexibilidad de las mismas permite desarrollar infinidad de utilidades. [2]

  • Creación de redes específicas para una materia o para un grupo de materias.
  • Establecimiento de comunidades para centros educativos con subgrupos internos dentro de ellas.
  • Formación de redes para resolución de dudas y desarrollo de actividades para una asignatura concreta.
  • Creación de grupos que actúan a modo de tablón de anuncios de una asignatura (tareas, trabajos, etc.).
  • Formación de grupos de trabajo para que los alumnos desarrollen un proyecto académico.
  • Establecimiento de redes para la tutorización del profesor en trabajos, ya sea a un único alumno a un grupo reducido.

Por otra parte, para hacer que las redes sociales en general sean herramientas aptas en educación es necesario analizar y redefinir los roles tanto de docentes como del alumnado. El papel del profesor está centrado en guiar y apoyar el proceso de enseñanza-aprendizaje, mientras que el alumnado toma un papel protagonista en su formación, construyendo sus propios conocimientos.

El rol tradicional del docente cambia sustancialmente hacia un perfil heterogéneo y complejo (Cabero y Román, 2006)[10]​, actuando como:

  • Asesor de contenidos y tutor permanente de la actividad del alumnado.
  • Mediador en los procesos de aprendizaje y en la atención a la diversidad del alumnado.
  • Diseñador de recorrido, actividades e investigador en el aula.
  • Planificador y gestor de recursos.
  • Motivador activo del aprendizaje y la interacción y participación de los estudiantes.
  • Evaluador continuo de todo el proceso.

Asimismo, para un éxito completo en el uso de redes sociales en educación, el docente deberá dar a conocer todas las opciones que ofrecen estas herramienta y el papel del alumnado en su utilización, asegurar un nivel de competencia digital homogéneo dentro del grupo y establecer normas y limitaciones.

Por su parte, el alumnado en el contexto de las redes sociales debe representar un papel más activo y constructivo, lo que les obliga a desarrollar destrezas digitales y en cuanto al procesamiento, interpretación y reproducción de la información. Así como compartir recursos y proponer pautas y líneas de actuación.

Referencias[editar]

  1. Castells, Manuel (2001). «Internet y la Sociedad Red». Conferencia de Presentación del Programa de Doctorado sobre la Sociedad de la Información y el Conocimiento. Universitat Oberta de Catalunya. Consultado el 12 de octubre de 2018. 
  2. a b c d e de Haro, Juan José (2010). «Redes Sociales en Educación». Educar para la comunicación y cooperación social. Consejo Audiovisual de Navarra. Consultado el 13 de octubre de 2018. 
  3. «Club Penguin». Consultado el 13 de octubre de 2018. 
  4. «Edu20.org». Consultado el 11 de octubre de 2018. 
  5. «Panfu.me». Consultado el 11 de octubre de 2018. 
  6. Caldevilla Domínguez (2010). «Las Redes Sociales. Tipología, uso y consumo de las redes 2.0 en la sociedad digital actual/The social webs. typology, use and consumption of the webs 2.0 in today’s digital society». Revistas Científicas Complutenses.Documentación de las Ciencias de la Información 33 (45). Consultado el 20 de octubre de 2018. 
  7. Llorens Cerdà, Francesc; Capdeferro Planas, Neus (2011). «Posibilidades de la plataforma Facebook para el aprendizaje colaborativo en línea». RUSC. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento 8 (2). Consultado el 19 de octubre de 2018. 
  8. Peña-López, Ismael (2011). «Herramientas colaborativas en las aulas. Microblogging. Taller en la 2a Jornada Institucional de Docents de la UOC». Consultado el 21 de octubre de 2018. 
  9. Lara, S; Ugarte, C; Sádaba, C (2010). Educar para la comunicación y la cooperación social. C. Naval. 
  10. Cabero, Julio; Román, Pedro (2006). E-Actividades. Un referente básico para la formación en Internet (Primera edición). Sevilla: MAD. pp. 23-32. ISBN 84-665-4768-1.