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Usuario:SantiagoGonzalezPerezUM/Taller

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Rotondismo

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El término rotondismo, acuñado por primera vez por el crítico de arte Fernando Castro Flórez, designa la tendencia, en origen española, de usar la rotonda como espacio de exposición del arte público; siendo por ello comúnmente conocido también como arte de rotonda. Los ejemplos de rotondismo, conocidos como rotondas monumentales, se mantienen en el exterior, expuestas a los cambios y a la erosión del entorno; en consecuencia muchas han desaparecido.

Contexto

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Ejemplo de rotondismo en Túnez.

El crecimiento de las ciudades y la expansión de su periferia ha posibilitado la creación y modernización de las comunicaciones con las diferentes poblaciones circundantes. Entre todos los elementos viales que se ven involucrados en dichas comunicaciones, las rotondas constituyen un medio idóneo para la expresión artística y su "visita" por los ciudadanos que, en su día a día, se ven obligados a usarlas.

Actualmente el número de rotondas existentes en las principales ciudades españolas es considerable, muchas de ellas consecuencia de la burbuja inmobiliaria de 2007. Concretamente la ciudad de Madrid se posiciona como la segunda ciudad con más rotondas de la Unión Europea: 2704; esto supone una media de 1 rotonda cada 30 intersecciones. Otras ciudades que destacan por la presencia en elevadas cifras de rotondas son Barcelona, Valencia, Sevilla y Murcia. Se estima que en España hay 591 rotondas por cada millón de habitantes[1]​.

Si bien es cierto que el abuso de la rotonda en las carreteras españolas constituye una práctica evidente, dicho aumento en el número de rotondas no es una circunstancia exclusiva de España, ni siquiera de Europa, sino que es observable en países de todo el mundo tales como Estados Unidos, México, Japón etcétera. Así como el emplazamiento de esculturas en ellas. El uso internacional de la rotonda como elemento vial hace del rotondismo un fenómeno global presente en los 5 continentes.

Rotonda monumental "Homenaje a los poetas", ubicada en la Avenida Juan de Borbón I.

Murcia: meca del rotondismo

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De todos los lugares en los que el rotondismo ha dejado huella, merece una mención honorífica la Región de Murcia, más concretamente su capital. En relación con la acuñación del término, Fernando Castro Flórez destaca la tendencia a ubicar monumentos en rotondas de manera seria en la ciudad de Murcia. Actualmente la capital murciana cuenta con más de 75 rotondas, de las cuales un considerable número complementan su función de tráfico con la exposición de arte público; dicho hecho es patente ya no sólo por el elevado número de dicho elemento vial sino por la densidad de este en el espacio urbano. Ejemplo de dicha circunstancia lo constituye la Avenida Juan de Borbón, que en sus 2 kilómetros de longitud aglomera un total de 3 rotondas monumentales; todas de grandes dimensiones.

Ello ha dado lugar a la creación de diferentes contenidos digitales y proyectos que versan sobre el rotondismo de forma exclusiva en la Región de Murcia[2]​.

Características

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Aunque el rotondismo guarda una estrecha relación, a veces confusa, con el arte público; lo cierto es que casi la totalidad de las rotondas monumentales albergan esculturas y no cubren otros espectros del arte como la pintura sobre lienzo, la cerámica etcétera. Esto por razones obvias de superficies o exposición continua a la intemperie entre otros motivos. Asimismo, existe una tendencia a ubicar el elemento artístico en rotondas de grandes dimensiones con el propósito de convertir la mera rotonda en un elemento icónico, fácilmente recordable por los conductores y peatones que les ayuda a orientarse. Pretenden crear una transcendencia y exaltar la cultura para crear iconos urbanos y ser símbolos de las ciudades.

La ubicación de elementos artísticos en rotondas contribuye a embellecer un espacio urbano difuso a la vez que se cumple con una función vial necesaria.

Impacto cultural

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La ubicación estratégica de ciertas rotondas y el simbolismo e importancia nacional o regional de los monumentos que albergan han posibilitado que, hoy en día, constituyan puntos de reunión en fechas señaladas y verdaderos iconos de la ciudad donde se emplazan. Un claro ejemplo de ello es el uso de rotondas monumentales para la celebración de éxitos deportivos, en este sentido quizás el caso más reconocido internacionalmente sea el uso de la Fuente de Cibeles en Madrid, España, por parte del Real Madrid Club de Fútbol. En la misma línea encontramos el uso de la adyacente Fuente de Neptuno por el Atlético de Madrid o el Obelisco de Buenos Aires, Argentina, por parte del combinado nacional argentino.

Rotonda peatonal y vial de Shanghai.

Pese a lo reciente del término y de la mayoría de sus ejemplares, lo cierto es que es posible encontrar famosas obras de arte actualmente ubicadas en rotondas a lo largo del mundo. Otros ejemplos de rotondas monumentales célebres son:

Crítica

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Existe una gran parte de la opinión pública que se posiciona en contra del rotondismo por cuestionar su necesidad en función con los costes que supone y beneficios que proporciona. Si bien este contribuye a embellecer el espacio urbano y a proporcionar a los artistas una vía más para exponer sus obras, lo cierto es que también constituye un escenario convulso donde convergen diferentes intereses y los consecuentes problemas. En este sentido son muchos los que denuncian la arbitrariedad en las concesiones de la construcción de las rotondas monumentales, la especulación en torno a estas en relación con las altas inversiones económicas que precisan[3]​...

Sin embargo, el foco de la crítica se localiza más en el aspecto artístico, evidenciando una tendencia dentro del rotondismo hacia la banalización exagerada de la obra de arte. Y es que muchas de las esculturas que constituyen rotondas monumentales son donaciones de empresas que no han pasado por ninguna comisión de urbanismo; dicha circunstancia contradice, precisamente, una de las finalidades del rotondismo.

Por último se encuentra aquel porcentaje de personas que señalan la incoherencia de ubicar obras de arte en rotondas, subrayando la distracción que estas ejercen sobre el conductor y opacando las funciones de tráfico de la propia rotonda.

Horrotonda

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La horrotonda Osito de gominola en Boadilla del Monte, Madrid.

El término horrotonda nace, precisamente, para referirse a aquellos elementos de rotondismo antiestéticos que, a juicio personal de algunos, contribuyen a afear el paisaje urbano en lugar de a embellecerlo. Dicho término ha cobrado gran importancia en los últimos años en diferentes blogs y perfiles de redes sociales que han elaborado selecciones de aquellas rotondas monumentales más "infames". Ello constituye una muestra viva de la opinión pública y de como existe cierto consenso en relación con determinadas rotondas monumentales, dado que muchas de ellas encuentran repetida presencia en dichos rankings. En este sentido es destacable el certamen amateur "Miss horrotonda", algunas de las seleccionadas fueron:

Véase también

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Notas

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  1. Véase en: statista - Número de rotondas por cada millón de habitantes en países seleccionados del mundo a fecha de julio de 2020
  2. Véase: https://alumnorotondart2014.wixsite.com/rotondart
  3. Nación Rotonda: perfil de redes sociales dedicado a la denuncia de "pelotazos" urbanísticos

Referencias

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Enlaces externos

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