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Muñecas Sexuales[editar]

Al interior de la robótica encontramos la fabricación de muñecas sexuales destinadas a complacer a los humanos en su deseo de animar lo inanimado, atribuyendo cualidades antropomórficas a elementos, en principio, de naturaleza no-humana[1]​. Estas muñecas son equipadas con Inteligencia Artificial (IA) para poder interactuar con los seres humanos que las adquieren de una forma más orgánica, llevando a las clásicas muñecas utilizadas como juguetes sexuales, estáticos e incapaces de genear una interacción bidireccional, a convertirse en elementos capaces de interactuar con un usuario, recordando hechos en busca de generar una perfilación del individuo con el cual se está interaccionando y poder simular una relación sexual entre parejas humanas.

Avances en Robots Sexuales.[editar]

Los robots Pepper son uno de los robots humanos con éxito que pueden leer emociones humanas y vivir con humanos, pero una de las reglas con respecto a estos tipos de robots es que no hay sexo para los robots Pepper y cualquier acto indecente de propósito sexual romperá el contrato de propiedad.

Partiendo desde estos robots y aplicando los avances mismos en el desarrollo de muñecas sexuales básicas se llegó a obtener productos como los desarrollados por WMDOLL, una de las principales empresas productoras de sex dolls. Esta empresa, con sede en la provincia de Guangdong, en el sureste del país, lanzó a finales de 2016 lo que se conoce como muñecas impulsadas por AI, las cuales ofrecen características que van desde una simple conversación hasta movimientos de ojos, brazos y torsos. Los clientes que adquirieron estas muñecas pueden personalizarlas al elegir varias opciones de apariencia que incluyen altura, peinado y color de ojos. Al día de hoy, las características de estas muñecas siguen siendo básicas, en cuanto pueden responder preguntas, conectándose a la base de datos del gigante tecnológico chino Baidu, pero no tienen la capacidad de mantener una conversación fluída. Estas muñecas se encuentras valoradas entre 10.000 yuan y 50.000 yuan (1.470 USD y 7.350 USD).[2]

Hanson Robotics y Hiroshi Ishiguro Laboratories son dos de las compañías destacadas y laboratorios que desarrollan robots humanoides. Hanson desarrolló un robot realista llamado Sophia que tiene cámaras en sus ojos y utiliza un algoritmo específico que establece un contacto visual preciso y reconoce a una persona individual que sigue su rostro. Una conversación encantadora entre los usuarios y Sophia es también una de las partes interesantes de esta investigación. Otra característica está relacionada con la piel y las emociones realistas. El silicio patentado se utiliza para crear una piel flexible y similar a la humana, que puede emular más de 62 expresiones faciales. Finalmente, la tecnología de reconocimiento de voz también se toma en consideración para poder hablar.[3]

El sistema endocrino artificial, la transición del estado afectivo y el ensamblaje de amor probabilístico son la nueva consideración de la inteligencia artificial en Lovotic. El progreso de la entrega de componentes táctiles del sexo virtual a través de Internet es de alguna manera notable, pero una entrega precisa y realista de componentes de diferentes partes del cuerpo, tanto para hombres como para mujeres, apenas está bajo investigación.[3]

La más reciente muestra del avance en el área de la lovótica es Harmony. Harmony AI es parte de la aplicación de Android, un asistente personal sexualizado que se puede descargar directamente desde RealBotix. Imagina algo entre Ella y Siri para el sexo telefónico. Pagando 20 USD al año, los usuarios pueden crear un número limitado de avatares personalizados con voces, estados de ánimo y rasgos de personalidad ajustables. Llegando al punto en el que, por 10.000 USD, es posible adquirir una cabeza modular capaz de ser instalada en cualquiera de los cuerpos de muñecas ya fabricadas por RealBoxit (RealDoll), para intereactuar, de forma física, con alguno de los avatares desarrollados desde el smartphone personal. A tal punto que, Matt McMullen, planea llevar a Harmony a un entorno de Realidad Virtual, creando un ecosistema completo de amor.[4]

Contratar Muñecas Sexuales.[editar]

Alice, Ai, Mayu y Tina fueron algunas de las muñecas famosas que tuvieron éxito en el mercado de la contratación de muñecas sexuales. La membresía de un club de muñecas sexuales también se tiene en cuenta. Los japoneses no son las únicas personas que buscan muñecas sexuales y que las alquilan. Ahora muchas otras personas aceptaron las muñecas sexuales y las de alquiler también. Por ejemplo, Siumi Le Chic y Mistress Luna están disponibles en Londres con el precio de un mes de costo de vida por hora.[3]

Complicaciones Éticas.[editar]

El caso más reciente puede ser entendido desde la primera robot con IA que ha sido condecorada con una ciudadanía, puntualmente de nacionalidad saudí. Este robot humanoide es Sophia y su habilidad para expresarse, comprender temas de actualidad dentro de una conversación, brindar discursos y responder a cualquier tipo de pregunta de forma homóloga a como lo haría un ser humano lleva a considerar que, al momento de otorgarle cualidades y capacidades propias de una persona, estos robots humanoides han de ser acreedores de los mismos derechos básicos de los que goza cualquier persona.

La concepción de lo que representa ser humano no es constante a lo largo del tiempo y el espacio, de forma tal que es posible basarse en un récord cultural para establecer que la definicion de humanidad está directamente vinculada con la clase, la raza y el género[5]​. Aunque, en ese mismo sentido y considerando la posición articulada dentro del Artículo Primero de Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la que se estipula que "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.". Considerando esta posición, se establece la posibilidad de requerir validar a estos robots sexuales como entes merecedores de derechos básicos, aun cuando estos no tengan sentimientos ni tomen decisiones, sino que emulen dichos comportamientos en función a una programación base, como sugiere David Levy al sugerir que los humanos prostituidos no son muy buenos para mostrar su disfrute en el acto, planteando esto como razón para las prostitutas robot.[6]

"Razones más obvias por qué la experiencia de los robots será más atractiva que visitar a una prostituta incluye la manera absolutamente convincente en que los robots expresarán afecto y otras emociones, simplemente porque sus emociones estarán programadas en ellos, para ser parte de ellos, en lugar de el ser simulado por una prostituta con poco entusiasmo genuino por la necesidad de convencer."[1]

Fabricaciones con motivaciones moralmente cuestionables[editar]

Las muñecas sexuales infantiles son también otro tipo de muñecas que apunta a los pedófilos. Una empresa japonesa llamada Trottla está produciendo este tipo de dolls. Muchas personas están en contra de esta tecnología y se quejaron al gobierno de Japón por prohibir la producción y venta de estos artefactos como un problema grave. Esto es mientras la compañía afirma que, con fines terapéuticos, están ayudando a las personas que están involucradas con pedófilos. Al mismo tiempo que Richardson afirma que este programa no tiene justificación terapéutica alguna.[3]

Vídeos Relacionados.[editar]

Referencias Bibliográficas.[editar]

  1. a b Richardson, Kathleen (2 de junio de 2016). «Slavery, the Prostituted, and the Rights of Machines: Sex Robot Matters». IEEE Technology and Society Magazine. doi:10.1109/MTS.2016.2554421. Consultado el 7 de marzo de 2019. 
  2. «This sex doll maker in China is embedding its products with artificial intelligence». South China Morning Post. 26 de julio de 2018. Consultado el 7 de marzo de 2019. 
  3. a b c d Cheok, Adrian David; Levy, David. «Love and Sex with Robots». Third International Conference: Lecture Notes in Artificial Intelligence. doi:10.1007/978-3-319-76369-9. Consultado el 7 de marzo de 2019. 
  4. Trout, Christopher (4 de noviembre de 2017). «RealDoll's first sex robot took me to the uncanny valley: Harmony’s eyes are a window to an uncertain future». Engadget (en inglés). Consultado el 7 de marzo de 2019. 
  5. Aristotle (1992). The Politics (en inglés). London, U.K.: Pengiun. 
  6. Richardson, Kathleen (2015). An Anthropology of Robots and AI: Annihi-lation Anxiety and Machines (en inglés). Routledge. p. 15.