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Formulario de solicitud de viaje al extranjero. Quienes desearan emigrar permanentemente deberían marcar la palabra einmalig (un solo viaje).

La solicitud de salida (en alemán, Ausreiseantrag) era el nombre común de la solicitud de emigración permanente de la República Democrática Alemana. Mediante su presentación, los ciudadanos de la RDA expresaban su voluntad de establecer su residencia permanente fuera del país, lo que equivalía a la emigración.

La resolución era, generalmente, la única manera legal de cruzar la frontera interalemana o el Muro de Berlín. Lo contrario suponía un riesgo para la libertad, vida e integridad física; la conducta estaba tipificada como emigración ilegal, conllevando la detención por motivos políticos.

Por contraste, la libertad de circulación y residencia era (y es) un derecho fundamental de los ciudadanos de la República Federal de Alemania. De esta manera, los ciudadanos de la RDA no gozaron del ejercicio efectivo de dicho derecho hasta la caída del Muro de Berlín.

Quienes expresaban su voluntad de emigrar debían considerar el riesgo de acoso intenso y continuado, pudiendo llegar a la acusación penal y encarcelamiento. Pese a estos riesgos, emigrar bajo este sistema era posible; por ello, las autoridades de la RDA regularon de manera detallada y reservada el procedimiento de concesión de autorizaciones de emigración. Incluso si los solicitantes citaban el Acta Final de los Acuerdos de Helsinki, ratificados por la RDA en 1975, era común su discriminación como ‘solicitantes ilegítimos de reasentamiento’, con consecuencias personales, familiares y laborales.

Por su parte, el ordenamiento jurídico de la República Federal Alemana reconocía y regulaba, mediante la Ley de Acogida de Emergencia, el derecho de residencia de los alemanes que hubieran abandonado sin autorización su residencia, habitual o no, en la RDA o en Berlín Este. Dicha norma estuvo en vigor entre el 22 de agosto de 1950 y el 1 de julio de 1990.

Solicitud[editar]

El derecho de traslado permanente a Alemania Occidental (en la práctica, emigración) no estaba reconocido por el ordenamiento jurídico de la RDA. Pese a ello, las solicitudes de emigración no eran ignoradas por los “órganos estatales” (la denominación legal de la autoridad pública de la RDA), en tanto suponían un rechazo manifiesto del régimen político. La solicitud de emigración incluía, en ocasiones, la de renuncia a la ciudadanía de la RDA, según el artículo 10 de la Ley de Ciudadanía.

Las solicitudes debían presentarse en las Delegaciones Locales o de Distrito del Ministerio del Interior. Estas unidades administrativas se coordinaban con el Ministerio para la Seguridad del Estado para vigilar a los solicitantes. El tiempo de resolución podía ir de unos meses a unos años.

Pese a ello, en ningún caso se reconocían las garantías que el ordenamiento jurídico alemán concede a los promotores de los procedimientos administrativos. Las solicitudes eran clasificadas como “peticiones ilegales” y no seguían ningún procedimiento administrativo, por lo que los interesados nunca obtenían una notificación de resolución formal.

La tramitación y resolución de las solicitudes de relocalización en la RFA y Berlín-Oeste estaba regulada por una instrucción secreta del Ministerio del Interior. Esta norma prescribía un procedimiento formal, reservado y secreto, que comenzaba con una entrevista al interesado para evaluar sus motivaciones y determinar la admisión a trámite de la solicitud. Esta entrevista era indispensable para valorar la idoneidad del candidato a emigrar y comenzar el examen de los documentos que acompañaban a la solicitud.

Como regla general, las solicitudes presentadas por miembros de las fuerzas o cuerpos sometidos a disciplina militar, funcionarios y sus familiares, y esposas e hijos de “fugados de la República” estaban abocadas al fracaso. La inadmisión se comunicaba de manera oral y no motivada; dicha comunicación no debía ser cercana a fechas señaladas y tenía que ser coordinada con la Oficina de Distrito de la Policía Popular y el Servicio de Distrito de la Stasi para tomar medidas preventivas frente al rechazado y evitar “acciones de protesta” como intentos de escapada o acciones impulsivas.

Marco jurídico[editar]

Muchos solicitantes de emigración motivaban sus peticiones con referencias al Acta Final de la CSCE de Helsinki de 1975 o en el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Las solicitudes de emigración permanente a Occidente solían ser rechazadas. Las de emigración temporal solamente se concedían a los llamados Reisekader, colectivos con movilidad reconocida por motivos políticos, públicos (artistas, científicos) o económicos. De manera excepcional, se concedían solicitudes de emigración temporal o permanente a quienes no eran deseables para el gobierno de la RDA.

Jubilados[editar]

Los jubilados tenían derecho a visitar la RFA durante cuatro semanas al año según un convenio de visitas, con lo que no tenían que solicitar la emigración permanente, ni siquiera para pasar temporadas en el Oeste. Las autoridades no ponían reparos a esta emigración, en tanto las pensiones consumían una parte importante del presupuesto de la RDA y los pensionistas orientales gozaban del derecho a una pensión según las leyes de la RFA. En palabras del historiador Alexander-Martin Sardina,

“El tenor literal de las resoluciones del PSUA y del ordenamiento jurídico de la RDA enfatizaba sus referencias al colectivo de los ‘trabajadores’. De esta manera, quedaban excluidos todos aquellos que no trabajaran, como estudiantes o jubilados, por no aportar beneficios económicos a la RDA, siendo considerados una carga económica o un coste a amortizar, y por ende miembros menos valiosos de la sociedad de la RDA”.

Esta postura explicó la despenalización de la emigración de jubilados a países occidentales, incluyendo únicamente restricciones en cuanto a divisas; si un jubilado no regresaba, la caja de pensiones veía reducido el número de perceptores, y la ausencia de convenios en este sentido eximía a la RDA de compensar al país receptor.

Otros solicitantes y consecuencias jurídicas[editar]

Por contraste, las solicitudes presentadas antes de la edad de jubilación acarreaban consecuencias negativas para las personas interesadas tanto a nivel laboral (con la pérdida de puestos de trabajo) como educativo (con la denegación del acceso a estudios superiores). Además, la presentación podía suponer la clasificación como persona hostil-negativa por parte de la Stasi.

La competencia para la ejecución de dichas medidas recaía en el Grupo de Coordinación Central de la Stasi (ZKG). Dicho Grupo asumía la coordinación con otras autoridades estatales, empresas e instituciones respecto a su abordaje de las solicitudes, en un marco de cooperación político-operativa. A tal fin, se crearon procedimientos operativos para determinar la totalidad de las condiciones de vida de las "personas objetivo", con el propósito de conseguir el desistimiento de sus solicitudes mediante un programa de "descomposición" que podía llegar a durar años.

Dicho procedimiento era independiente de la resolución a adoptar sobre la solicitud de emigración. Por lo general, las medidas de discriminación social se adoptaban durante los plazos de instrucción del procedimiento de emigración. En ese período, podía optarse por el cese en el puesto de trabajo de los solicitantes y sus familias. También se les retiraban sus documentos de identidad. La ley exigía su porte en todo momento y su exhibición a los miembros de los órganos de seguridad y a otras personas autorizadas cuando fueran solicitados. En su lugar, se les expedía el documento PM-12, un carné provisional con diligencias limitativas de la libertad de movimiento de sus titulares.

Período Características
1957 - 1969 La primera cabecera de Telediario consistía en un globo terráqueo con la palabra 'Telediario' rotando.
1970 - 1971 La palabra 'Telediario' forma un remolino que, al detenerse, despliega el pictograma de un mapamundi achatado.
1971 - 1973
  • Se forma un collage con imágenes tratadas relacionadas con la tecnología, la moda, la política o el deporte para que tengan un contraste fuerte y a las que se hace un zoom repentino para generar dinamismo.
  • Para la primera edición, se utiliza una maqueta de un globo terráqueo a la que se añade la de un satélite. Se emplea una sintonía electrónica basada en el código Morse; el texto 'Primera edición' va acompasado a la música y además es tratado para que parpadee y emita destellos a su son.
1973 Se emplea una maqueta metálica de un globo terráqueo al son de una pieza electrónica.
1974 - noviembre de1976 Se usa una maqueta de un globo terráqueo tratada electrónicamente para eliminar los hilos que la hacen rotar. La cámara le va haciendo zoom mientras de fondo se utilizan trozos de espejo para generar destellos. La palabra 'Telediario' o 'Últimas noticias', junto al número de la edición, parpadean o se desplazan por la parte inferior de la pantalla.

La sintonía hace uso de órganos Hammond y de una brass band para generar un sonido orquestal con influencias funk. Desde finales de 1975, se añaden en posproducción dibujos orbitales alrededor de la Tierra. A mediados de 1976, se sustituye la cabecera por rótulos con fondo de color primario compuestos en Letraset.

Noviembre de1976 - 1979 Con el nombramiento de Rafael Anson como director general de Radiodifusión y Televisión, se acomete una profunda actualización de los formatos de Telediario que se extiende a su presentación en pantalla.
  • La primera edición utiliza imágenes de un magnetoscopio en funcionamiento sobre las que se sobreponen imágenes tratadas para que su color sea intenso y en ocasiones psicodélico. La sintonía oscila entre el rock psicodélico y el funk y utiliza el efecto wah-wah como hilo conductor.
  • La segunda edición emplea originalmente imágenes espaciales tratadas con efectos psicodélicos. Para los rótulos se utiliza una máquina tituladora, algo rompedor para la época. Posteriormente, se abandona este formato y se pasa a uno en el que se añade el título del programa y su director en posproducción sobre las principales imágenes del día.
  • La tercera edición, llamada originalmente Última hora, usa imágenes nocturnas de Madrid, con una música inspirada en las sintonías de informativos usadas en Estados Unidos. En su última etapa, se sustituyó el montaje por un rótulo con un fondo simple.
1979 - 1981 Se retorna a un estilo más conservador para los informativos, que emplean sintonías compuestas por Rafael Beltrán.

El Partido Reformista fue fundado como un movimiento de protesta basado en el oeste de Canadá y más tarde se convirtió en un partido populista y conservador (especialmente en lo social). La motivación inicial de su fundación fue la percepción de la necesidad de reformas democráticas y el descontento profundo del oeste de Canadá con el gobierno de Brian Mulroney, del Partido Progresista Conservador. [1]​Liderados por su fundador Preston Manning, los reformistas se hicieron enseguida populares en el oeste y sustituyeron a los progresistas conservadores como partido más grande de la región en las elecciones federales de 1993, promoviendo desde la oposición reformas democráticas y un menor gasto público. [2]

  1. Reform Party of Canada (Junio de 1989). «Platform & Statement of Principles». Poltext. 
  2. Reform Party of Canada (1992). «56 Reasons Why You Should Support the Reform Party of Canada». Poltext. 

El acuerdo del Lago Meech (en inglés Meech Lake Accord y en francés Accord du lac Meech) fue un proyecto fallido de reforma de la Constitución de Canadá pactado por el primer ministro Brian Mulroney y los primeros ministros de las diez provincias. Su contenido tenía un carácter descentralizador, y pretendía conseguir la ratificación de la Constitución en la provincia de Quebec y aumentar así el apoyo al federalismo en la provincia. El rechazo al acuerdo creó una crisis territorial y dio un mayor impulso al soberanismo quebequés, desembocando en el referéndum sobre la soberanía de 1995. El artículo establece lo siguiente:

Section 33. Artículo 33.

(1) Parliament or the legislature of a province may expressly declare in an Act of Parliament or of the legislature, as the case may be, that the Act or a provision thereof shall operate notwithstanding a provision included in section 2 or sections 7 to 15. El Parlamento o la asamblea legislativa de una provincia podrá promulgar una ley que declare expresamente que todas o algunas de sus disposiciones serán aplicables con independencia de una disposición concreta del artículo 2 o de los artículos 7 a 15 de la presente Carta.
(2) An Act or a provision of an Act in respect of which a declaration made under this section is in effect shall have such operation as it would have but for the provision of this Charter referred to in the declaration. La ley o la disposición de la ley amparada por una declaración conforme a este artículo tendrá el efecto que tendría con excepción de la provisión de esta Carta a la que se hace referencia en la declaración
(3) A declaration made under subsection (1) shall cease to have effect five years after it comes into force or on such earlier date as may be specified in the declaration. La declaración hecha conforme al apartado 1 cesará en sus efectos cinco años después de su entrada en vigor o, en su caso, en un plazo inferior determinado por la misma.
(4) Parliament or the legislature of a province may re-enact a declaration made under subsection (1).
(5) Subsection (3) applies in respect of a re-enactment made under subsection (4).
Diario Libre
Tipo Diario vespertino (excepto los domingos)
Formato Tabloide
País EspañaBandera de España España
Sede Madrid
Ámbito de distribución Regional
Fundación 16 de febrero de 1978
Fundador(a) Juan Tomás de Salas
Fin de publicación 8 de abril de 1978
Género Sensacionalista
Idioma Español
Precio 15 pesetas
Director(a) José Román Orozco
Editor(a) Grupo 16
ISSN 2487-3357

Diario Libre fue un periódico vespertino sensacionalista español con sede en Madrid que existió durante 44 días del año 1978. Su creación en febrero obedeció a los intereses económicos del Grupo 16, que intentó explorar el segmento de mercado de prensa sensacionalista. Sin embargo, la ausencia de circulación hizo fracasar al periódico, que acabó cerrando a principios de abril. [1]

Creación[editar]

La creación de Diario Libre respondía a las necesidades económicas del Grupo 16. Mientras que la revista Cambio 16 era rentable, esto no ocurría con su negocio de prensa. Diario 16 acarreaba pérdidas de 180 millones de pesetas y tenía una plantilla sobredimensionada. Diario Libre pretendía llenar un hueco no explotado en España: el del tabloide sensacionalista. La operación también buscaba segregar la división de prensa del grupo y redistribuir al excedente de personal. De esta manera, se pretendía que Diario 16 fuera el diario generalista matutino y Diario Libre el popular vespertino. [2][3]​ Como consecuencia, se creó la sociedad Inpulsa para publicar ambos títulos.

La salida al mercado fue accidentada. Su maqueta aún no estaba lista cuando salió la campaña de presentación. El diseño fue encargado al maquetador Francisco Arribas, que tardó tres días en terminarlo. [2]​Finalmente, el diario salió al mercado el día 16 de febrero con una tirada de 75.000 ejemplares y un precio inferior al de sus competidores, 15 pesetas. [4]​ Su primer editorial rezaba, con Román Orozco, proveniente de Diario 16, a la cabeza: [5]

Tiene usted en sus manos un nuevo periódico. El periódico de las caras. El periódico lleno de personas. El periódico plagado de aventuras humanas. [...] Junto a la noticia estará la foto de su protagonista. Para que usted le vea la cara. Para que sepa bien cómo es.
José Román Orozco en el número de inicial de Diario Libre, 1978

Contenido[editar]

El contenido de los artículos se centraba en el interés humano de la noticia, con un tratamiento sensacionalista. Esto se acompañaba de titulares llamativos y prominentes visualmente. El diario publicó así portadas con titulares como «Yo me acosté con La Pasionaria» o «Felipe González fuma marihuana». [6]​Sin embargo, una de las mayores polémicas vino con la primera página del 3 de marzo de 1978. [7]​ En ella, un titular de carácter homófobo, «Maricas en el Ministerio de Cultura», daba paso a una pieza que, hablando de un «escándalo homosexual», vinculaba el cese del director general de Difusión Cultural, Antonio Papell, a

una historia 'sentimental' en la que también se hallan implicados un periodista y un joven y modesto empleado en el Ministerio de Cultura [...] completaban el eterno trío de una historia llena de sexo y celos.
José Román Orozco, Diario Libre, 3 de marzo de 1978

Sin embargo, uno de los elementos clave de la prensa sensacionalista, la fotografía, no fue explotada al máximo. Las imágenes solían estar mal posicionadas y, en ocasiones, se repetían de número a número. [2]

Cierre[editar]

La andadura del medio llegó a su fin 43 números después del lanzamiento el 8 de abril de 1978. [8]​ Al cierre, todos los periodistas del medio fueron readmitidos a la redacción de Diario 16, con lo que no hubo despidos. Según el director del medio, [8]

no ha habido dinero para promocionar el periódico. Libre fue una fórmula para que el contrato con la imprenta resultara rentable, y como periódico no ha existido, no lo ha conocido la gente. No creo que haya culpables, pero los periódicos sensacionalistas necesitan más medios que los normales. Y en Libre lo único que ha habido ha sido entusiasmo. Con medios precarios de gente y promoción no se puede hacer nada. Cuando hay una empresa fuerte detrás se pueden hacer las cosas; cuando es una solución a tumba abierta, no.
José Román Orozco en declaraciones a El País, 8 de abril de 1978

Posteriormente, más allá de razones económicas, se han propuesto otras causas para el fracaso del periódico. Una hipótesis fue la desconexión entre registros lingüísticos. Según Manuel Casado Velarde, el vocabulario pasota del medio no era adecuado para una publicación informativa. [9]​Otra apuntó a la ausencia de un segmento rentable en una época de politización y a problemas de distribución. En concreto, Inpulsa pretendía contratar a vendedores de prensa, frente a la oposición de los dueños de quioscos, que además ganaban menos con el diario. [10]​Asimismo, desde el análisis visual, el diario no aprovechó al máximo su maqueta. Como consecuencia, el periódico contaba con más texto del habitual, y las imágenes eran ineficaces para captar la atención del lector. [2]

  1. «Diario libre». Hemeroteca Digital. Biblioteca Nacional de España. Consultado el 13 de enero de 2024. 
  2. a b c d Puebla-Martínez, Belén; González-Díez, Laura; Pérez-Cuadrado, Pedro (29 de septiembre de 2021). «Un acercamiento metodológico a la utilización de las imágenes en el lanzamiento sensacionalista del Grupo 16 en 1978: 'Diario Libre'». Estudios sobre el Mensaje Periodístico 27 (4): 1189-1204. ISSN 1988-2696. doi:10.5209/esmp.75819. Consultado el 13 de enero de 2024. 
  3. Gutiérrez, José Luis (2004). Días de papel. Una evocación sentimental de algunos avatares de la Prensa en los 25 años de la Constitución Española. Madrid: Saber y Comunicación. 
  4. País, El (17 de febrero de 1978). «"Diario Libre", nuevo periódico de la tarde». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 13 de enero de 2024. 
  5. Casado Velarde, Manuel (1978). Lengua e ideología. Estudio de ‘Diario Libre’. Pamplona: Ediciones Universidad de Navarra. 
  6. «El Grupo16 crea el periódico sensacionalista DIARIO LIBRE bajo la dirección de Román Orozco.». La Hemeroteca del Buitre. Consultado el 13 de enero de 2024. 
  7. «El periodista Román Orozco publica en portada de su periódico que hay 'maricas' en el Ministerio de Cultura y cita expresamente a Antonio Papell (periodista de UCD)». La Hemeroteca del Buitre. 
  8. a b País, El (8 de abril de 1978). «Hoy se publica por última vez el diario "Libre"». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 13 de enero de 2024. 
  9. Beaumont, José F. (9 de marzo de 1979). «"El lenguaje «pasota» busca recursos en el mundo de la marginación urbana"». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 13 de enero de 2024. 
  10. Höber, Birgit (1997). «Boulevardjournalismus in Spanien. Kein Platz für eine journalistische Kultur der Massenblätter». En Machill, Marcel, ed. Journalistische Kultur: Rahmenbedingungen im internationalen Vergleich (Darmstadt: Westdeutscher Verlag): 212-222.