Pringá
Se llama pringá (de «pringar»,[1] por la forma tradicional de comerla) a los ingredientes cárnicos del puchero o del cocido andaluz, es decir, a la carne —magro, falda, pollo, etcétera—, morcilla, chorizo y tocino, que, una vez cocinados junto al resto del guiso, se desmenuzan y pringan con trozos de pan para tomarlos como segundo plato, o bien se trituran para untarlos en pan. Son particularmente populares los montaditos de pringá, que se sirven como tapa. Se comercializa industrialmente a modo de paté.[2] También se usa como ingrediente de otras recetas más elaboradas, particularmente croquetas. Es un plato típicamente andaluz.
Historia
[editar]Según Emilia González Sevilla,[3] la pringá procede de la olla podrida, plato que a su vez se originó de la antigua adafina sefardí, guiso que se preparaba en el siglo XV los viernes por la noche a fuego lento para consumir caliente al día siguiente respetando el sabbat (obviamente esta receta no incluía cerdo, sino cordero).
Véase también
[editar]Notas
[editar]- ↑ Real Academia Española. «pringar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 28 de mayo de 2017.
- ↑ Véanse por ejemplo las comercializadas por Hermanos Moreno bajo la marca Casanaval.
- ↑ González Sevilla, E. (1998). A la mesa con los reyes de España. Ediciones Temas de Hoy. ISBN 978-84-7880-912-7.
Enlaces externos
[editar]- Del puchero con tos sus avíos, por Julio de la Torre (Grupo Gastronómico Gaditano)