Parábola del vino nuevo en odres viejos
La parábola del vino nuevo en odres viejos es una de las parábolas de Jesús, encontrada en Mateo 9:14-17, Marcos 2:21-22 y Lucas 5:33-39.
Pasaje
La parábola se encuentra luego de la elección de Mateo como nuevo discípulo. Jesús la dijo en un banquete al ser cuestionado sobre el ayuno de sus discípulos:
Le dijeron a Jesús:
–Los seguidores de Juan y los de los fariseos ayunan mucho y hacen muchas oraciones, pero tus discípulos no dejan de comer y beber.
–Nadie corta un trozo de un vestido nuevo para arreglar un vestido viejo. De hacerlo así, echará a perder el vestido nuevo; además el trozo nuevo no quedará bien en el vestido viejo. Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo hace que los odres revienten, y tanto el vino como los odres se pierden. Por eso hay que echar el vino nuevo en odres nuevos. Y nadie que beba vino añejo querrá después beber el nuevo, porque dirá que el añejo es mejor.
Jesús les contestó:
–¿Acaso podéis hacer que ayunen los invitados a una boda mientras el novio está con ellos? Ya llegará el momento en que se lleven al novio; cuando llegue ese día, ayunarán.
También les contó esta parábola:
Lucas 5:33-39, Dios Habla Hoy
Interpretación
La parábola habla de la relación entre las enseñanzas de Jesús y el judaísmo tradicional.[1] Según algunas interpretaciones, Jesús les muestra su nuevo sendero, en contra de las viejas costumbres de los fariseos y sus escribas[2] A principios del siglo II, Marción, fundador del Marcionismo, usó este pasaje para defender “una total separación entre la religión que Jesús y Pablo apoyaron, y la de las escrituras hebreas.”[3]
Otras interpretaciones dicen que es un mensaje de que Jesús ha traído algo nuevo, y que los rituales y las tradiciones del judaísmo oficial no pueden ser parte eso. [4]
Juan Calvino dijo en sus comentarios sobre Mateo, Marcos y Lucas[5] que los odres viejos y el vestido viejo representaban a todos los discípulos de Jesús, mientras que el vino nuevo y el trozo de tela nuevo representan la práctica de ayunar dos veces a la semana, y mencionó que ayunar de esta manera sería pesado para los nuevos discípulos, y más de lo que pudieran soportar.[6]
Véase también
Referencias
- ↑ Edwards, James R (2002). The Gospel According to Mark. Eerdmans. pp. 91-92. ISBN 0-85111-778-3.
- ↑ Green, Joel B. (1997). The Gospel of Luke. Eerdmans. pp. 248-250. ISBN 0-8028-2315-7.
- ↑ Tyson, Joseph B. (2006). Marcion and Luke-Acts: A defining struggle. University of South Carolina Press. p. 32. ISBN 1-57003-650-0.
- ↑ France, R. T. (1985). The Gospel According to Matthew: An introduction and commentary. Eerdmans. p. 169. ISBN 0-8028-0063-7.
- ↑ Calvin's Commentaries, Vol. 31: Matthew, Mark and Luke, Part I
- ↑ «Baker: Grand Rapids». Calvin's Commentary XVI. 1981. p. 408.