Huevo órfico
En la tradición órfica de la Grecia antigua, el huevo órfico es el huevo cósmico del que nació la deidad hermafrodita primordial Fanes/Protógono (que también se equipara a Zeus, Pan, Metis, Eros, Erikepaios y Bromius), que a su vez creó a los demás dioses.[1] El huevo se representa a menudo con una criatura parecida a una serpiente, Ananké, enrollada sobre él.
Simbolismo
[editar]En el mito griego, especialmente en el pensamiento órfico, Fanes es el ser primordial alado y dorado que nació del huevo cósmico brillante que fue la fuente del universo. Llamado Protógonos (Primogénito) y Eros (Amor) -siendo la semilla de los dioses y los hombres- Fhanes significa "traer la luz" o "brillar" y está relacionado con el griego "brillar" así como con el latín "Lucifer". Un antiguo himno órfico se refiere a él así:
Inefable, oculto, brillante vástago, cuyo movimiento es zumbante, dispersaste la oscura niebla que yacía ante tus ojos y, batiendo tus alas, giraste alrededor, y a través de este mundo trajiste la luz pura.[2]