Diferencia entre revisiones de «Llorona»

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Según la tradición colombiana, la Llorona es un espectro errante que recorre los valles y montañas, cerca de los ríos y lagunas, vestida con una bata variopinta que la cubre hasta los talones. Tiene el cabello largo y rizado, de color plateado, negro y dorado, y en él se posan grillos, luciérnagas, cocuyos y mariposas. Su rostro es una calavera aterradora, y en las cuencas de sus ojos giran dos bolas incandescentes. De su nariz cuelga un cordón umbilical y con sus enormes dientes muerde el tallo de una rosa roja. Las mangas de la batola le llegan hasta sus muñecas y con sus manos grandes, huesudas y ensangrentadas, arrulla a un feto muerto.
Según la tradición colombiana,es muy fea y con cara da calacucha y en michoacan se aparece
la Llorona es un espectro errante que recorre los valles y montañas, cerca de los ríos y lagunas, vestida con una bata variopinta que la cubre hasta los talones. Tiene el cabello largo y rizado, de color plateado, negro y dorado, y en él se posan grillos, luciérnagas, cocuyos y mariposas. Su rostro es una calavera aterradora, y en las cuencas de sus ojos giran dos bolas incandescentes. De su nariz cuelga un cordón umbilical y con sus enormes dientes muerde el tallo de una rosa roja. Las mangas de la batola le llegan hasta sus muñecas y con sus manos grandes, huesudas y ensangrentadas, arrulla a un feto muerto.


Al gemir, la Llorona derrama lágrimas de sangre sobre la mortaja azul de la criatura, que conserva una expresión angelical y con sus ojos parece acusar a la madre que le quitó la vida. Sobre la cabeza de la llorona está parado un cuervo, pájaro asociado a los muertos, la desgracia y el infortunio, y de sus huesos emergen larvas, gusanos y cucarachas.
Al gemir, la Llorona derrama lágrimas de sangre sobre la mortaja azul de la criatura, que conserva una expresión angelical y con sus ojos parece acusar a la madre que le quitó la vida. Sobre la cabeza de la llorona está parado un cuervo, pájaro asociado a los muertos, la desgracia y el infortunio, y de sus huesos emergen larvas, gusanos y cucarachas.

Revisión del 22:07 9 sep 2009

La Llorona es un personaje legendario originario de México, muy conocido también en otros países de Hispanoamérica. Se trata de una mujer que pierde a sus hijos y, convertida en un alma en pena, los busca en vano, turbando con su llanto a los que la oyen. Aunque hay muchas versiones de la historia, los hechos principales son siempre los mismos.

La Llorona en México

Antecedentes históricos: la caída de Tenochtitlán

El imperio mexica dominó durante siglos el área de México. Según la leyenda, los fundadores del mismo partieron guiados por una profecía que afirmaba que los dioses les enseñarían dónde debían asentarse mediante una señal: un águila devorando una serpiente, de pie sobre un nopal en medio de un lago. Cuando llegaron a donde actualmente está la Ciudad de México, Distrito Federal, vieron el signo en medio de una amplia laguna. Sobre sus aguas erigieron la vasta ciudad de Tenochtitlán.

Con los años, los españoles llegaron a tierras mexicanas. Comandados por Hernán Cortés, tomaron la ciudad de Tenochtitlán, la redujeron a ruinas y asesinaron a los emperadores Moctezuma y Cuauhtémoc.

Los conquistadores españoles fundaron sobre la desolación la actual Ciudad de México.

El lamento del espíritu

En el México colonial, cada noche las campanas del templo católico marcaban el toque de queda sobre las once de la noche. Pasada esa hora, comenzaban a oírse llantos y gritos angustiosos, emitidos por una mujer sobrenatural que recorría de madrugada la colonia española y desaparecía misteriosamente antes del alba.

Después de que el suceso se repitiera por varias noches, los vecinos comenzaron a preguntarse quién sería esa mujer y qué pena la ahogaría. Asomándose a las ventanas, o saliendo bravamente a su encuentro, distinguieron a una mujer vestida de blanco, oculta tras un velo, flaca y macilenta, que se arrodillaba mirando a Oriente en la Plaza Mayor. Al ver que la seguían, se desvaneció entre la bruma junto al Lago de Texcoco.

Otros dicen haberla oído en otros lugares del país.

¿Quién era y por qué lloraba?

La Malinche traduce la lengua de los mexicas a Cortés. Lienzo Tlaxcala Siglo XV

Se formularon diversas teorías sobre la fantasmagórica desconocida, a la que el pueblo, por su perpetua aflicción, comenzó a llamar la Llorona. Se decía que era una mujer indígena, enamorada de un caballero español o criollo, con quien tuvo tres niños. Sin embargo, él no formalizó su relación: se limitaba a visitarla y evitaba casarse con ella. Tiempo después, el hombre se casó con una mujer española, pues tal enlace le resultaba más conveniente. Al enterarse, la Llorona enloqueció de dolor y ahogó a sus tres hijos en el río. Después, al ver lo que había hecho, se suicidó. Desde entonces, su fantasma pena y se la oye gritar "¡Ay, mis hijos!" (o bien, emitir un gemido mudo). Suele hallársela en el río, recorriendo el lugar donde murieron sus hijos y ella se quitó la vida.

Algunos ponen la leyenda en relación con la creencia totonaca en las Cihuateteo, mujeres muertas en el parto, a las que se consideraba diosas.

Su leyenda en otros países

Chile

En Chile la leyenda de la Llorona también es importante. Al igual que la Calchona, la Viuda y la Condená, es uno de los personajes femeninos más característicos del folclore y la mitología chilena. La leyenda es conocida desde la región de Atacama hasta Chiloé, en la zona meridional de Chile.

Encontramos algunas versiones muy semejantes a la leyenda mexicana y otras peculiares del folclore chileno. En cualquier caso, se trata siempre del espectro de una mujer que emite un gemido lastimero mientras busca a sus hijos.

En la versión distintiva de la tradición chilena, la Llorona se llama la Pucullén. Se dice que llora eternamente porque le quitaron a su hijo de sus brazos a muy corta edad. Es una presencia fantasmal vestida de blanco, a la que sólo puede ver la gente que está cercana a la muerte, algunas personas con habilidades especiales (como las Machis o los Calcus) y los animales que tienen los sentidos más agudos, entre ellos los perros, que lanzan lastimeros aullidos cuando perciben su presencia.

La Pucullén es una guía de los muertos, que indica con sus pasos y llantos el camino que debe recorrer el muerto para dirigirse desde su morada terrenal hacia el más allá. Se dice que llora como plañidera por todos los familiares del difunto, para que todos ellos se consuelen pronto de la pérdida; además, evita que el espíritu del muerto decida acudir a penarlos, disconforme con las pocas lágrimas y manifestaciones de pesar de sus parientes. Algunos cuentan que si uno se frota los ojos con lágrimas de perro, podrá verla; pero si el corazón del que observa no es firme, la imagen será espantosa.

Con sus abundantes lágrimas, que forman un charco cristalino, la Pucullén señala el sitio preciso en el campo santo donde debe abrirse la fosa para depositar el féretro. Se dice que si esto sucede, debe utilizarse toda la tierra necesaria para cubrir por completo el féretro, pues en caso contrario antes de un año morirá un familiar del difunto.

Como castigo por el descuido que la llevó a perder a sus hijos, roba los hijos de otras madres, confundiéndolos con los suyos.

Colombia

Según la tradición colombiana, la Llorona es un espectro errante que recorre los valles y montañas, cerca de los ríos y lagunas, vestida con una bata variopinta que la cubre hasta los talones. Tiene el cabello largo y rizado, de color plateado, negro y dorado, y en él se posan grillos, luciérnagas, cocuyos y mariposas. Su rostro es una calavera aterradora, y en las cuencas de sus ojos giran dos bolas incandescentes. De su nariz cuelga un cordón umbilical y con sus enormes dientes muerde el tallo de una rosa roja. Las mangas de la batola le llegan hasta sus muñecas y con sus manos grandes, huesudas y ensangrentadas, arrulla a un feto muerto.

Al gemir, la Llorona derrama lágrimas de sangre sobre la mortaja azul de la criatura, que conserva una expresión angelical y con sus ojos parece acusar a la madre que le quitó la vida. Sobre la cabeza de la llorona está parado un cuervo, pájaro asociado a los muertos, la desgracia y el infortunio, y de sus huesos emergen larvas, gusanos y cucarachas.

Costa Rica

La Llorona era el personaje legendario más famoso de Costa Rica, junto con el Cadejos y la Cegua.

El Salvador

En El Salvador, junto con La Siguanaba y La Descarnada, la Llorona es el personaje legendario más conocido de El Salvador. Los ancianos cuentan a menudo su historia. Se dice que vaga por las calles de pueblos rurales llorando por sus hijos y, tras entrar en la iglesia local, desaparece. Afirman que el alma de quien la mire vagará durante toda la Eternidad.

Guatemala

En la versión guatemalteca, la Llorona es una mujer llamada María, condenada a repetir hasta el fin de los tiempos su grito («¡Ay, mis hijos!»). En efecto, mientras su esposo estaba fuera, María tuvo amores con un mozo que llegó a revisar un problema en su casa y la dejó embarazada. Angustiada, ahogó a su hijo, Juan de la Cruz, en el río (o, según otras versiones, a sus dos hijos).

La Llorona es bien conocida en toda Guatemala. Según la tradición, pasea por las calles solitarias y frecuenta los lugares donde hay agua, como piletas, ríos, fuentes o tanques. Sus lastimeros gritos asustan al más valiente y paralizan al pavoroso. Muchos dicen haberla visto y escuchado. Se cuenta que cuando se la escucha cerca, en realidad está muy lejos, y viceversa. Se dice que no puede ganarse a una persona (es decir, quitarle la vida) si ésta usa la ropa interior al revés, y que un hombre acechado por la Llorona se salvará si una mujer le toma de la mano, pues el espectro sólo ataca a personas solitarias. También se cuenta que si uno escucha el grito debe tratar de moverse y no quedarse congelado por el pavor. La persona tiene que huir antes de escuchar el tercer grito, o la Llorona se la ganará. Para evitar encontrarse con ella, o ahuyentarla, hará bien en rezar al santo de su devoción o repetir las oraciones tradicionales católicas.

Unos imaginan a la Llorona como una mujer vestida de luto riguroso; otro la ven vestida de blanco. También se dice que el pelo suele taparle la cara.

Honduras

La Llorona y la Sucia son personajes bien conocidos en las leyendas hondureñas. Se cuentan muchas versiones de su historia. Generalmente, se la sitúa junto a los ríos.

Panamá

La leyenda de la Llorona es el cuento folclórico más popular de Panamá. No hay ningún niño panameño que no haya crecido escuchando este cuento de sus padres o abuelos.

En este país centroamericano se la conoce con dos nombres: la Tulivieja, muy popular en las provincias centrales, y la Tepesa, oriunda de las comarcas indígenas y muy popular en las tierras de las provincias de Los Santos, Veraguas y Chiriquí.

Tanto la Tulivieja como la Tepesa son espantosas y aparecen de noche cerca de los ríos y quebradas buscando a su hijo perdido.

Según la tradición, la Tulivieja era una hermosa y joven mujer. Tenía fama de ser muy parrandera y no se perdía ninguna fiesta que se celebraba en su pueblo. Al dar a luz a su primer hijo, su marido le prohibió que siguiera yendo a las fiestas y le ordenó que se quedará en casa cuidando al bebé.

En una ocasión, aprovechando que el esposo estaba en un viaje de negocios, la chica decidió acudir a un baile con su hijo en brazos. Para evitar que el hijo le estorbara, lo abandonó camino a la fiesta. Lo colocó debajo de un palo de mango que estaba a orillas de un río, pues pensaba volver a buscarlo después del baile.

Esa noche, una fuerte tormenta azotó el pueblo y arrastró a su hijo por el río. Cuando ella regresó a buscarlo, ya no lo encontró y comenzó a llorar, arrepentida por el grave error que había cometido. Dios la castigó por su irresponsabilidad y la transformó en un ser horripilante con agujeros en su cara y cabellos largos hasta los pies. Sus pies se le viraron y se transformaron en patas de gallina. Desde entonces anda vagando por la eternidad buscando a ese hijo perdido.

La historia de la Tepesa se remonta a la conquista, cuando un español enamoró a una hermosa joven indígena de la comarca Ngöbe Bugle y la dejó embarazada. Para que nadie en su tribu se percatara de su falta, la joven escapó hacia lo más profundo de las montañas y cuando nació su hijo, lo ahogó en un río.

Al ver el crimen, Dios la habló desde lo alto y la maldijo: "Ese pecado te pesa y te pesará hasta la eternidad, y desde ahora llorarás para pagar tu culpa". La Tepesa quedó transformada así en un ser espantoso que, al igual que la Tulivieja, anda vagando por los ríos y quebradas llorando, arrepentida de su pecado.

Uruguay

En Uruguay la leyenda de la Llorona es muy popular. Esta consiste que en el Parque Roosevelt la Llorona deambula llorando y clamando por los hijos que mató.

Venezuela

En Venezuela también se conoce la leyenda de la Llorona, que circula en prosa y en forma de corrido (canción narrativa). La Sayona es otro personaje similar, pero sólo se aparece a los hombres parranderos, que gustan de estar de fiesta en fiesta.

Cuenta la leyenda que la Llorona es el alma en pena de una mujer muy jovencita que tuvo amores con un soldado. De esos amores quedó embarazada de una niña, a la cual dio a luz. El soldado la abandonó y ella, como no tenía idea de cómo criar a un infante, desesperada por el llanto de la niña, la mató con sus propias manos. Cuando la joven vio lo que había hecho, comenzó a llorar y a gritar fuertemente, lo que atrajo a los vecinos y familiares. Al ver lo sucedido, la maldijeron. Ella salió corriendo hacia el llano y se convirtió en espanto. Siempre está llorando, y cuando entra a los poblados dicen que llama a su hija. Se sabe que roba niños que están solos, ya sea en sus casas o en las orillas de ríos o quebradas. Por lo general, se la oye llorar en tiempos de Semana Santa.

Según otras versiones, la Llorona fue una muchacha joven que vivía en un pequeño pueblo de los llanos venezolanos. Esta muchacha cada vez que daba a luz a un hijo lo mataba sin piedad. Le confesó todo al sacerdote que vivía en su pueblo, añadiendo que no sentía ningún remordimiento por lo que había hecho. El cura notó que estaba embarazada de nuevo y le dijo a la muchacha que cuando tuviera a su hijo le diera de mamar antes de matarlo, y así lo hizo; tras darle leche materna lo mató, pero se activó su instinto maternal, haciéndole sentir una gran culpabilidad. Desde entonces, vaga por los campos llorando de dolor, buscando a sus hijos y asustando a todo el que se le atraviesa en su camino.

Se la representa como una mujer joven, con una larga cabellera morena y la piel blanca. Lleva una bata blanca larga y encima otra bata de color negra con capucha, y suele portar un bebé en los brazos. Llora y grita diciendo "¡Mi hijo, mi hijo!".

A veces, las madres castigan y asustan a sus hijos diciéndoles que si las desobedecen, la Llorona vendrá a buscarlos y asustarlos por las noches.

La diferencia entre la Llorona y la Sayona es que esta última normalmente solo se viste de blanco, tiene ojos rojos y colmillos que parecen de león. Asusta, mata o vuelve locos a los hombres que son o fueron infieles, no a todas las personas o niños, como hace la Llorona.

Su presencia y representación en la cultura contemporánea

En la televisión

La presencia de la Llorona, o mejor dicho, de una mujer sonámbula a la que confunden con el espectro es común en los programas de televisión de Roberto Gómez Bolaños, Chespirito.

Así, en los cortos del Chavo del Ocho es común que el Chavo, Quico, la Popis o la Chilindrina confundan a Doña Florinda o a Doña Cleotilde, sonámbulas, con la protagonista de la más famosa leyenda de su país. En los cortos de los Caquitos sucede lo mismo con el personaje de Doña Nachita.

En Costa Rica, con motivo de la instauración del 31 de octubre como el Día de las Mascaradas, la compañía de televisión de Costa Rica presentó una mini-serie con las leyendas más conocidas de esa nación, donde se incluyó, por supuesto, a la Llorona.

En Venezuela, la productora Marte Televison produjo dos historias de Humberto Kico Olivieri, acerca de La Llorona y La Sayona, con toques de Humor negro, relataban las aventuras de dos camioneros enamoradizos y parranderos que contactaban con los dos personajes de la Leyenda,dos hermosas y misteriosas mujeres, al tiempo que eran involucrados sin saberlo, en trafico de drogas. Las dos versiones planteaban los enfrentamientos entre la religion cristiana y una absurda religion popular cuyo personaje central era una entidad alucinante, un tal CHALU, al que un brujo borracho invocaba para acrecentar su popularidad entre los lugareños frente a la del cura del pueblo.

En Estados Unidos, en el piloto de la exitosa serie de television Supernatural de WB Network, los hermanos Winchester se enfrentan a "La Llorona". Durante el episodio comentan que en muchos países existe el mismo personaje, con una historia parecida: "Una mujer que llora y grita, por haber matado a sus hijos".

En el cine

Hay numerosas películas inspiradas en el personaje. Entre ellas, las siguientes:

  • La Llorona (1933)
  • La herencia de la Llorona (1947)
  • La Llorona (1960)
  • The Curse of the Crying Woman (La maldición de la llorona) (1961)
  • La venganza de la Llorona (1974), también llamada El luchador, el pugilista y el fantasma.
  • Las lloronas (2004)
  • Kilómetro 31 (2005)
  • Haunted from within (2005)
  • Llorona the Wailer (2006)
  • J-ok'el:La Leyenda de La Llorona (2007)
  • The cry (2007)

El filme Kilómetro 31 (2005) de Rigoberto Castañeda ofrece una versión moderna de la leyenda de la Llorona. Según la película, la Llorona era "una joven de belleza imponente", que vivía en un pueblo cercano a la Ciudad de México. Un militar español la enamoró, y con ella procreó los hijos que su esposa (al parecer peninsular, como él) no podía darle; la muchacha no lo sabía, y cuando se enteró, llena de despecho se lanzó al Río Mixcoac junto con su hijo. Se ahogaron ahí mismo, y ahí quedó el cuerpo de la madre. El cuerpo del niño, en cambio, fue arrastrado por el río hasta llegar a "Desierto de los Leones", donde aún aparece, causando accidentes a mujeres jovenes, buscando a su madre. Ésta también lo busca, por eso grita por las noches "¿Dónde está mi hijo?", acompañado de muchas mujeres que también han sido catalogadas como Lloronas, principalmente madres ahogadas (por ejemplo, la madre de las protagonistas de la película, que se ahogó en una bañera)

En la música

Véase La Llorona (música)

En la música folclórica del estado de Oaxaca hay una canción llamada "La Llorona". En la letra, que varía de intérprete a intérprete y de región a región, predominan las referencias a la melancolía y el amor, temas característicos de la leyenda. Artistas y grupos musicales como Eugenia León, Chavela Vargas, Lila Downs,Banda Bostik,Susana Harp, Voodoo Glow Skulls y Caifanes han cantado a la Llorona. La cantante mexicano-canadiense Lhasa de Sela grabó en 1998 un disco de música mexicana llamado La Llorona. El grupo español Mägo de Oz incluyó una melodía instrumental llamada "La leyenda de la Llorona" en su álbum Gaia.

Bibliografía específica de México

  • Alvarez, Rogelio (1998). Leyendas mexicanas. España: Everest.
  • Appendini, Guadalupe (1999). Leyendas de provincia. México: Porrúa. Col. Sepan Cuantos 661.
  • Caballero, María del Socorro (1984). Narraciones tradicionales del Estado de México. México: Edición de autor.
  • Caso, Alfonso (1983). El pueblo del sol. México: FCE-SEP. Lecturas Mexicanas 10.
  • Olavarrieta, Marcela (1990). Magia en los tuxtlas, Veracruz. México: INI/CNCA. Col. Presencias.
  • Trejo, Marcia (2004). Guía de seres fantásticos del México Prehispánico. México: Vila. ISBN 968-5414-24-6
  • Valle Arizpe, Artemio (1978). Historia, tradiciones y leyendas de calles de México. México: Diana.
  • Varios autores (1991). Una tradición de mi pueblo. Relatos guanajuatenses. México: SECYR-Gobierno del Estado de Guanajuato-El Nacional de Guanajuato.
  • Weitlaner, Roberto (1977). Relatos, Mitos y Leyendas de la Chinantla. México: Instituto Nacional Indigenista. Serie antropología social.

Véase también

Enlaces externos