Batalla del Dniéper

Para obtener información sobre el otro frente de batalla en el río Dnieper, véase también Batalla de Smolensk (1943). Plantilla:Ficha del frente oriental de la Segunda Guerra Mundial

La batalla del Dnieper (24 de agosto de 1943 - 23 de diciembre de 1943) es una batalla de la Segunda Guerra Mundial, considerada como una de las batallas más gigantescas de la historia de la humanidad, movilizando por parte de ambos beligerantes hasta cuatro millones de soldados y extendiéndose sobre un frente de 1.400 kilómetros. Durante esta campaña de cuatro meses, la orilla sur del Dnieper fue liberada de la presencia militar Alemana por parte de las fuerzas soviéticas, que atravesaron el río y crearon varias cabezas de puente sobre su orilla norte, liberando Kiev, entonces en las manos de los alemanes desde el verano de 1941.

Se le considera una de las batallas más sangrientas, con pérdidas estimadas entre 1.700.000 y 2.700.000 soldados de ambas partes.

Contexto

En respuesta a la batalla de Kursk y la contraofensiva del Ejército rojo, a mediados de agosto de 1943, Adolf Hitler comprende que no puede más que esperar contener la avalancha de éste, apoyándose en sus líneas fortificadas. Le pide al Grupo de Ejércitos Sur mantener, cueste lo que costare, las posiciones establecidas sobre la orilla norte del Dnieper.

Las pérdidas sufridas por el ejército alemán en Stalingrado, la ofensiva soviética de invierno de 1943, y posteriormente en la Kursk y la siguiente contraofensiva soviética hacen que sólo pueda plantearse una actitud defensiva en el Frente Oriental, esperando que lo soviéticos se estrellasen contra las líneas defensivas alemanas sufriendo graves pérdidas lo que, unido a la esperanza de que se produjesen fricciones entre soviéticos y Aliados, forzaran a la URSS a pedir una paz por separado.

Desde el lado soviético, Stalin se obstinó en perseguir la liberación de las regiones ocupadas por los alemanes. La rica zona industrial de Ucrania, con una considerable población y recursos agrícolas y mineros, facilitan la elección por parte del estado soviético de llevar el peso de la ofensiva al sur.

El comienzo

Preparativos defensivos alemanes

Con la caída de Orel y Belgorod quedó amenazada toda la línea alemana de defensa en la Rusia central y las tropas alemanas comenzaron a retirarse hacia el Dnieper en agosto. Hitler da la orden de fortificar la línea del Dnieper. El propósito era constituir el Ostwall, la Muralla Oriental, un sistema de defensa estratégico que iría desde la península de Kerch, a lo largo de la posición Wotan, los ríos Molochna, Dniéper medio y Sozh, hasta Gomel, continuando por el este de Orsha, Vitebsk, Nevel y Pskov hasta llegar a la Línea Pantera, formada por el lago Peipus y el río Narva. el OKW esperaba allí detener la ofensiva soviética y poder conservar la Ucrania occidental y la Rusia Blanca. La orden es inmediatamente puesta en ejecución, con el maximo de medios posible, pero debido a la presión de las fuerzas soviéticas, parece poco probable constituir una línea lo suficientemente densa a tiempo. Los esfuerzos se concentran pues sobre los lugares donde el paso del ejército rojo es más probable, es decir, Kremenchoug, Zaporozhe y Nikopol, fortificando más ligeramente otros pasos. El 7 de septiembre, para tratar de ganar tiempo, las unidades de la Wehrmacht y de Waffen-SS reciben la orden de efectuar sistemáticamente la destrucción de todo lo que no puedan llevarse consigo y de cualquier infraestructura que ayude al esfuerzo de guerra soviético, esperando mediante una política de tierra quemada, provocarle problemas logísticos al ejército rojo.

Liberación de la orilla inferior del Dnieper

El 24 de agosto de 1943, sobre una longitud de 1.400 kilómetros, extendiéndose desde Smolensk hasta el Mar de Azov, cinco frentes del ejército rojo se ponen en movimiento con destino al oeste. De norte a sur, los implicados en la ofensiva son, el frente central, el de Voronej, el de la estepa, el frente del sudoeste, y finalmente el frente del sur. Reagrupan cuarenta y cinco ejércitos, entre los que están cuatro de tanques y cinco aéreos, o en resumen, 2.650.000 hombres, equipados con 51.000 piezas de artillería, 2.400 vehículos blindados y 2.800 aviones. En frente, los alemanes con 1.250.000 hombres, 12.500 piezas de artillería, 2.100 tanques y 2.000 aviones, no pueden esperar mucho tiempo a esta marejada, en un terreno abierto por las estepas. Los combates no son fáciles, los alemanes cubren su repliegue, dejando tropas en cada poblado y cada colina, para retrasar e infligir el maximo de pérdidas a los soviéticos. La defensa de la ciudad de Poltava, será por ejemplo extremadamente eficaz, ya que si bien Ivan Koniev acabará por decidir dejarla para atrás, continuando hacia el Dnieper, y al estar finalmente aislada, la guarnición deberá rendirse. Finalmente Hitler acabará por alinearse con la opinión de Erich von Manstein, y ordenará el 15 de septiembre, el repliegue detrás del río. A fin de mes los soviéticos alcanzan el curso inferior del río, pero la parte que viene es la más difícil para ellos, pues deben ahora atravesar el obstáculo, frente a una defensa alemana preparada.

La operación aerotransportada

El 24 de septiembre, para ayudar al paso, la Stavka, decide intentar una operación aerotransportada para obtener cabezas de puente sobre la orilla norte. El lanzamiento en paracaídas va a ser un fracaso verdadero, en particular a causa de la inexperiencia de los pilotos, que conocen muy poco la región. La primera ola, principalmente aterrizará en las líneas soviéticas sobre la orilla sur, incluso en el mismo Dnieper. La segunda, dotada de cinco mil hombres aterrizará bien sobre la orilla sur, pero dispersada y poco aprovisionada de armas antitanques, por lo que será apabullada por las fuerzas mecanizadas alemanas. Algunos supervivientes lograrán reunirse y atacar la logística alemana.

El cruce

El Dnieper es el tercer río de Europa en importancia, justo detrás del Volga y el Danubio, y alcanza más de tres kilómetros de anchura en su parte baja. Para complicar todavía la tarea de los agresores, la orilla norte que hay que conquistar es más elevada y cubierta de fortificaciones alemanas. En esta situación, el mando soviético, tiene dos opciones: o reagrupa sus fuerzas para intentar abrirse sobre uno o dos sectores de más fácil de acceso, para contornear luego los defensores y forzarlos a abandonar la línea inútil. Esta opción presenta sin embargo el riesgo de dejarles el tiempo a los alemanes de obtener reservas. Se intenta posteriormente, a partir de las posiciones ocupadas, abrir un paso sobre un frente ancho, tomando a los alemanes rápidamente, pero aceptando sufrir pérdidas importantes. Principalmente por razones políticas, Stalin que quiere ocupar Kiev, antes del 7 de noviembre, siendo la segunda opción la escogida. Los soldados van entonces a utilizar todo lo que puede flotar, para atravesar bajo un denso fuego enemigo, y luego sumergirse en los torrentes que constituyen la orilla norte del Dnieper. Estos ataques valientes van a tener un coste humano importante. El 22 de septiembre, una primera cabeza de puente es obtenida en la confluencia de los pantanos de Piripets y del Dnieper, el 24, un segundo lo es en Dniprodzerzhynsk, el día siguiente, uno en Dnipropetrovsk, y el 28, en Kremenchug. A fin de mes, son veintitrés cabezas de puente las que existen.

La reacción alemana, consistirá de allí en adelante, en vigorosos contraataques, para aplastar las cabezas de puente antes de que puedan gozar de apoyo pesados. Por ejemplo, el de Borodaevsk, que Konev menciona en sus informes sufrirá un ataque importante combinado por tanques y por aviación. Se quejó de la ausencia de patrullas de cazadores soviéticos para oponerse a los bombarderos alemanes y empujó un máximo de artillería sobre la orilla opuesta para apoyar las tropas aisladas. La organización de estos apoyos finalmente permitió a todas las cabeza de puente establecerse, pero solamente el precio de pérdidas terroríficas, llevó a la inmensa mayoría de las divisiones a no alinear más que la mitad o el cuarto de su efectivo.

La segunda batalla de Kiev

En el norte, Vatutin, que comprende que sus posiciones en el sur de Kiev tienen poca esperanza de atacar la ciudad, a causa de las defensas excelentes del 24º PanzerKorps de Nehring, hace pasar el 3º ejército de tanques de la Guardia de Rybalko, por la cabeza de puente de Lyutesh, y concentra su artillería para sostenerla. El 3 de noviembre, las defensas del 4º PanzerArmee son perforadas, y el 5 de noviembre los vehículos blindados de Rybalko están en las calles de Kiev. Los soviéticos se dirigen entonces hacia el oeste, hacia Zhitomir, Korosten, Berditchev y Fastov, amenazando el enlace ferroviario con Grupo de Ejércitos Centro. Von Manstein le piden entonces a Hitler darle el 40º y 48º PanzerKorps, para contraatacar e intentar recapturar la ciudad. Hitler se niega a emplear al 40º PanzerKorps, y releva a Hermann Hoth, para reemplazarle por Raus, en la cabeza del 4º PanzerArmee. La primera tentativa de contraataque del 48º PanzerKorps, con la 25º PanzerDivision, es detenida por el 7º cuerpo blindado de la guardia, en Fastov. Pero las unidades alemanas pronto reforzadas pueden endurecer su defensa e impedir lo peor. La 1º y 7º PanzerDivision, así como el LSSAH, toman de nuevo Brousilov y luego Zhitomir. Rybalko envía entonces sus vehículos blindados para detener el ataque alemán, dando lugar a una gran batalla de tanques, que dura hasta la llegada de la temporada de los lodos. Las operaciones prosiguen el 5 de diciembre, por un ataque alemán que fuerza el 60º ejército soviético a evacuar Korosten, y amenaza incluso Fastov. Finalmente, Vatutin pide refuerzos y recibe al 1er ejército de tanques, y el 18º ejército soviético, con los cuales se apodera de nuevo de Brousilov, poniendo fin al peligro.