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Diferencia entre revisiones de «Bronce Manchego»

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== Lugares de habitación ==
== Lugares de habitación ==
[[Archivo:Castellones Morra Oeste2.JPG|miniatura|250px|Aspecto de una '''morra''' sin excavar.]]
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Los asentamientos de esta cultura son muy numerosos y, aunque dispersos y extendidos por un amplio territorio, mantenían relaciones entre sí creando agrupaciones de asentamientos. Tenían equidistancias de 4 a 5 kilómetros entre unos y otros, según las zonas, pero siempre manteniendo el contacto visual. Se distribuyen por las vegas de los ríos, zonas llanas y fácilmente inundables y por las zonas palestras deprimidas, donde hasta época reciente era muy frecuente la existencia de los típicos humedales y lagunas manchegas. En casos como el de [[El Acequión]] (Albacete) el poblado es, prácticamente, una isla artificial ([[Crannog|crannóg]]). La ocupación del sitio comenzó en un momento de fuerte sequía conocido como [[Evento Climático 4.2 ka BP]], que duró varios siglos y secó la laguna según han comprobado investigaciones desarrolladas desde el [[Instituto Geológico y Minero de España]]. Ocupaciones sucesivas en este lugar llegaron a formar un verdadero [[tell]] con forma de montículo. Las mayores concentraciones de asentamientos estudiados están en el término municipal de [[Daimiel]] ([[Motilla del Azuer|Motillas del Azuer]], las Cañas, Zuacorta, Casa del Cura, De la Vega Media, de la Albuera, Daimiel y la Máquina) y en las [[Parque natural de las Lagunas de Ruidera|Lagunas de Ruidera]] (hasta 23 de distinta tipología y a una distancia visual, en algunos casos, de solo 1 kilómetro; destacan las de [[El Retamar]], Santa María y La Jacidra). Otras motillas se encuentran lejos de aguas superficiales, como las de Torralba o la de Los Romeros); su ubicación se ha explicado en función de la explotación del acuífero subyacente. Son muy numerosos los que quedan por investigar y, se supone, por descubrir en la cuenca media y alta del [[Guadiana]] y sus afluentes (Munera, El Bonillo, Lezuza, [[Villarrobledo|Villarobledo]], [[Argamasilla de Alba|Argamasilla De Alba]], [[Tomelloso]]). Sólo en la provincia de Albacete se conoce el emplazamiento seguro de unos 300 asentamientos.
Los asentamientos de esta cultura son muy numerosos y, aunque dispersos y extendidos por un amplio territorio, mantenían relaciones entre sí creando agrupaciones de asentamientos. Tenían equidistancias de 4 a 5 kilómetros entre unos y otros, según las zonas, pero siempre manteniendo el contacto visual. Se distribuyen por las vegas de los ríos, zonas llanas y fácilmente inundables y por las zonas palustres deprimidas, donde hasta época reciente era muy frecuentes la existencia de los típicos humedales y lagunas manchegas. En casos como el de [[El Acequión]] (Albacete) el poblado es, prácticamente, una isla artificial ''([[crannóg]]).'' Las mayores concentraciones de asentamientos estudiados están en el término municipal de [[Daimiel]] ([[Motilla del Azuer|Motillas del Azuer]], las Cañas, Zuacorta, Casa del Cura, de la Vega Media, de la Albuera, Daimiel y de la Máquina) y en las [[lagunas de Ruidera]] (hasta 23 de distinta tipología y a una distancia visual, en algunos casos, de solo 1 kilómetro). Son muy numerosos los que quedan por investigar y, se supone, por descubrir en la cuenca media y alta del [[Guadiana]] y sus afluentes (Munera, El Bonillo, Lezuza, [[Villarrobledo]], [[Argamasilla de Alba]], [[Tomelloso]]). Sólo en la provincia de Albacete se conoce el emplazamiento seguro de unos 300 asentamientos.


Los poblados han sido divididos en dos tipologías:
Los poblados han sido divididos en dos tipologías:
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* '''Facies motillas y facies morras''': Aunque las diferencias entre ambos tipos son mínimas (de hecho poblados idénticos se denominan motillas en Ciudad Real y morras en Albacete) se mantiene la diferente nomenclatura para distinguir las que están dispuestas en zonas predominantemente llanas (motillas), frente a las que se disponen en zonas menos llanas, cerros o pequeños espolones rocosos (morras). El aspecto externo e interno de motillas y morras es prácticamente idéntico y obedece al patrón arquetípico de asentamientos circulares, fuertemente fortificados, con diferentes cinturones de viviendas y una torre o atalaya central.
* '''Facies motillas y facies morras''': Aunque las diferencias entre ambos tipos son mínimas (de hecho poblados idénticos se denominan motillas en Ciudad Real y morras en Albacete) se mantiene la diferente nomenclatura para distinguir las que están dispuestas en zonas predominantemente llanas (motillas), frente a las que se disponen en zonas menos llanas, cerros o pequeños espolones rocosos (morras). El aspecto externo e interno de motillas y morras es prácticamente idéntico y obedece al patrón arquetípico de asentamientos circulares, fuertemente fortificados, con diferentes cinturones de viviendas y una torre o atalaya central.
* '''Facies castellones o asentamientos de altura''': Poblado situado en una altura muy elevada que generalmente está fortificado.
* '''Facies castellones o asentamientos de altura''': Poblado situado en una altura muy elevada que generalmente está fortificado.
Recientemente se han descubierto nuevos tipos de enclaves, como son los campos de silos o lugares sagrados. Entre los primeros se encuentra La Villeta (Ciudad Real) y entre los segundos, Castillejo del Bonete o Bocapucheros.


== Sociedad ==
== Sociedad ==
Se cree que la sociedad del Bronce manchego estaba organizada en [[Sociedad de jefatura|jefaturas]]. Desde los grandes poblados fortificados los jefes dominarían la producción agropecuaria de su área colindante y gracias a los excedentes que almacenarían en ellos podrían acceder a los bienes de prestigio que reafirmaban su posición privilegiada.{{Harvnp|Eiroa|2010|pp=846-849}}
Se cree que la sociedad del Bronce manchego estaba organizada en [[Sociedad de jefatura|jefaturas]]. Desde los grandes poblados fortificados los jefes dominarían la producción agropecuaria de su área colindante y gracias a los excedentes que almacenarían en ellos podrían acceder a los bienes de prestigio que reafirmaban su posición privilegiada.{{Harvnp|Eiroa|2010|pp=846-849}}


Se piensa que las concentraciones de poblados en torno a determinados lugares constituían una única comunidad cuyo modelo de asentamiento disperso permitía un control efectivo del medio y sus recursos desde puntos estratégicos. Sin embargo, se llegado a asumir que eran comunidades en guerra permanente debido a la propia disposición y fortísima construcción de las motillas y atalayas, así como por los ajuares de las tumbas masculinas, donde aparecen [[Arco (arma)|arcos]] y otras [[armas]], como la alabarda de [[El Retamar]]. Es probable que cumplieran ambos cometidos: control de pastos, tierras, cursos fluviales y otros elementos vitales y control militar del territorio .
Se piensa que las concentraciones de poblados en torno a determinados lugares constituían una única comunidad cuyo modelo de asentamiento disperso permitía un control efectivo del medio y sus recursos desde puntos estratégicos. Sin embargo, se llegado a asumir que eran comunidades en guerra permanente debido a la propia disposición y fortísima construcción de las motillas y atalayas, así como por los ajuares de las tumbas masculinas, donde aparecen [[Arco (arma)|arcos]] y otras [[armas]]. Es probable que cumplieran ambos cometidos: control de pastos, tierras, cursos fluviales y otros elementos vitales y control militar del territorio .


Muchos de los asentamientos pequeños albergaban una o pocas familias, en sentido extenso: ascendientes, descendientes y parentela directa. La propia disposición de los asentamientos refleja una cierta posición de subordinación o, mejor, de interdependencia: los centros neurálgicos pueden ser importantes para el comercio e intercambio, pero los centros externos son vitales para el control del territorio.
Muchos de los asentamientos pequeños albergaban una o pocas familias, en sentido extenso: ascendientes, descendientes y parentela directa. La propia disposición de los asentamientos refleja una cierta posición de subordinación o, mejor, de interdependencia: los centros neurálgicos pueden ser importantes para el comercio e intercambio, pero los centros externos son vitales para el control del territorio.
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* [[Cultura argárica]]
* [[Cultura argárica]]
* [[Prehistoria en la Comunidad Valenciana#Bronce Valenciano|Bronce levantino]]
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* [[Castillejo del Bonete]]
* [[Castillejo del Bonete]].
* [[Motilla del Azuer]]
* [[Motilla del Azuer]].
* [[Motilla 'El Retamar'|Motilla de El Retamar]]
* [[El Acequión|Motilla de El Acequión]]
* [[Bocapucheros]]


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* BENÍTEZ DE LUGO ENRICH, LUIS (2010) «''Las motillas y el Bronce de La Mancha.'' Otros. Anthropos, Valdepeñas» Archivado desde el documento original. [https://eprints.ucm.es/id/eprint/67338/]
* BENÍTEZ DE LUGO ENRICH, LUIS (2013) «''Las motillas en el entorno de Daimiel: investigación histórica y gestión del Patrimonio Cultural.'' In II Jornadas de Historia de Daimiel: 125 aniversario de la ciudad de Daimiel. Ayuntamiento de Daimiel, Daimiel, pp. 29-42. ISBN 978-84-936471-7-9
* BENÍTEZ DE LUGO ENRICH, LUIS y MEJÍAS MORENO, MIGUEL (2014) «''Los primeros poblados prehistóricos en el entorno de Daimiel. Las motillas de La Mancha.'' In Las Tablas y los Ojos del Guadiana: agua, paisaje y gente.» Instituto Geológico y Minero de España. Ministerio de Economía y Competitividad., Madrid, pp. 51-90. ISBN 978-84-7840-927-3
* MEJÍAS MORENO, MIGUEL y BENÍTEZ DE LUGO ENRICH, LUIS y LÓPEZ SAEZ, JOSÉ ANTONIO y ESTEBAN LÓPEZ, CÉSAR y CAMUÑAS PALENCIA, CARLOS y GÓMEZ-ESCALONILLA SANCHEZ, DOLORES y IBARRA TORRES, PEDRO y MARTÍNEZ DÍAZ, SEBASTIÁN y ALBA SÁNCEZ, FRANCISCA y NÚÑEZ DE LA FUENTE, NURIA (2015) «''Arqueología, hidrogeología y medio ambiente en la Edad del Bronce de La Mancha. La Cultura de las Motillas.»'' Otros. Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Madrid.
* MEJÍAS MORENO, MIGUEL y BENÍTEZ DE LUGO ENRICH, LUIS y POZO TEJADO, JESÚS DEL (2015) «''Hidrogeología aplicada al estudio de la Edad del Bronce de La Mancha.'' In Arqueología, hidrogeología y medio ambiente en la Edad del Bronce de La Mancha: La Cultura de las Motillas.» Ministerio de Economía y Competitividad-Instituto Geológico y Minero de España., Madrid, pp. 57-66. ISBN 978-84-7840-972-3
* BENÍTEZ DE LUGO ENRICH, LUIS (2015) «''Revisión del paradigma del Bronce de La Mancha.'' In Congreso Nacional 'Ciudad Real y su provincia'»(14-15 abril de 2015). Instituto de Estudios Manchegos, Ciudad Real, pp. 91-104. ISBN 978-8487248-41-2
* BENÍTEZ DE LUGO ENRICH, LUIS (2015) «''Los principales yacimientos de la Prehistoria Reciente en La Mancha.'' In Arqueología, hidrogeología y medio ambiente en la Edad del Bronce de La Mancha: La Cultura de las Motillas.» Ministerio de Economía y Competitividad-Instituto Geológico y Minero de España., Madrid, pp. 29-46. ISBN 978-84-7840-972-3
* BENÍTEZ DE LUGO ENRICH, LUIS y MEJÍAS MORENO, MIGUEL (2016) «''Aspectos hidrogeológicos, paleoambientales, astronómicos y simbólicos del Bronce de La Mancha.''ARPI: Arqueología y Prehistoria del Interior Peninsular,» 4 . pp. 345-356. ISSN 2341-2496
* BENÍTEZ DE LUGO ENRICH, LUIS y MEJÍAS MORENO, MIGUEL (2016) «''Hidrogeología y captación de aguas subterráneas en La Mancha durante la Prehistoria Reciente: la gestión de los recursos hídricos en la Cultura de las Motillas.»'' Archivo de Prehistoria Levantina, 31 . pp. 137-168. ISSN 1989-0508
* BENÍTEZ DE LUGO ENRICH, LUIS y MEJÍAS MORENO, MIGUEL (2017) «''The hydrogeological and paleoclimatic factors in Bronze Age Motillas Culture of La Mancha: the first hydraulic culture in Europe.»'' Hydrogeology Journal, 25 (7). pp. 1931-1950. ISSN 1431-2174
* MEJÍAS MORENO, MIGUEL y BENÍTEZ DE LUGO ENRICH, LUIS y LÓPEZ-SÁEZ, JOSE ANTONIO y LILLIOS, KATINA (2020) «''La Cultura de las Motillas de La Mancha: testigos del Evento Climático 4.2 ka cal BP.»'' Boletín geológico y minero, 131 (1). pp. 89-108. ISSN 0366-0176
* BENÍTEZ DE LUGO ENRICH, LUIS y MEJÍAS MORENO, MIGUEL y LÓPEZ-SÁEZ, JOSE ANTONIO y ESTEBAN, CÉSAR (2020) «''The origins of social inequality in prehistoric Europe: rituals and monuments to control wealth in Bronze Age of La Mancha.'' In Papers in honour of Antonio Gilman. Bibliotheca Praehistorica Hispana.» Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, pp. 249-260. <nowiki>ISBN 978-84-00-10721-5</nowiki>.
* BENÍTEZ DE LUGO ENRICH, LUIS y MEJÍAS MORENO (2022) «''Climatic crisis, socio-cultural dynamics and landscape monumentalization during the Bronze Age of La Mancha: the Motillas Culture as adaptation to the changes of the end of the 3rd mill. BC.'' In Landscapes as resources assemblages in the Bronze Age of Southern Spain.» RessourcenKulturen (17). Universität Tübingen, Tübingen, pp. 165-179. ISBN 978-3-947251-52-0


== Enlaces externos ==
== Enlaces externos ==

Revisión del 21:54 3 jun 2023

Cultura del Bronce Manchego

Localización geográfica aproximada
Datos
Cronología 2200-1500 a. C.
Localización La Mancha
Península ibérica

Bronce Manchego es la denominación historiográfica genérica de una subdivisión espacial y temporal de la prehistoria en la península ibérica también conocida como Cultura de las Motillas.[1]​ Grupos humanos sedentarios, que basaban su sustento en la ganadería y la agricultura, ocuparon el territorio actualmente conocido como La Mancha (gran parte de la provincia de Ciudad Real, prácticamente toda la de Albacete y parte de las de Toledo y Cuenca) a partir del Calcolítico,[2]​ constituyendo uno de los sustratos indígenas que dio origen a la cultura ibera.

Esta cultura arqueológica se caracterizó, principalmente, por la construcción de asentamientos fuertemente fortificados que han dado origen a topónimos locales: motillas, morras y castillejos. De entre estos, las denominadas "motillas" son eminencias topográficas que destacan sobre la llanura manchega. Su excavación ha demostrado que estaban formadas por viviendas apretadas dentro de cinturones de murallas concéntricas en varios niveles escalonados, dando una apariencia de cerro artificial al asentamiento que facilitaba su defensa frente a las invasiones y el control efectivo del territorio circundante (de manera similar a los tell del Oriente Próximo).

Cronología

Yacimiento arqueológico de El Acequión en Albacete.

Los trabajos de Gilman, Fernández- Posse y Martín[3]​ sobre la cronología de ocupación en los yacimientos de El Quintanar (Munera) y El Acequión (Albacete), dos de los poblados de la Edad del Bronce más significativos de los centenares documentados en la provincia de Albacete,[4]​ han proporcionado numerosas muestras de radiocarbono en largas secuencias de depósitos. Los resultados indican que la ocupación de El Quintanar empezó antes del 2000 a. C. y duró hasta el 1500 a. C., mientras que la de El Acequión se inició antes del 2200 a. C. y llegó hasta el 1800 a. C. Estos intervalos son análogos a los obtenidos para otros yacimientos de similares características en el resto de La Mancha: Motilla del Azuer (Daimiel) y Cerro de la Encantada (Granátula de Calatrava).[3]​ Así, el Bronce manchego resulta contemporáneo de sus vecinos el Bronce levantino (Comunidad Valenciana y Teruel) y el Bronce argárico (Murcia y Andalucía Oriental), sin que se pueda demostrar la pretendida prioridad cronológica de El Argar y considerándose totalmente coetáneas.[3]

Extensión

El Bronce Manchego respecto a otras culturas de la Edad del Bronce en la península ibérica.

La fijación precisa de los límites de influencia de los grupos del Bronce peninsular es una cuestión aún abierta puesto que en algunas zonas se solapan los vestigios de las culturas coetáneas. Debido a ello no se puede hablar de un límite claro pero se podría decir que al norte del río Segura comenzarían los primeros asentamientos no argáricos y clasificables en el Bronce manchego. La línea Hellín- Albatana- Montealegre del Castillo- Almansa (que casualmente coincide bastante bien con la actual división administrativa entre las provincias de Albacete, Alicante y Murcia) constituiría el límite sur. El valle del Vinalopó haría de linde entre el Bronce valenciano y el manchego, por el este, mientras que al norte se extendería hasta el valle del Tajo y la serranía de Cuenca. El límite occidental es mucho más impreciso.[3]

Características

En un principio se creyó que el Bronce Manchego era el resultado de la expansión hacia el interior de la península de los grupos argáricos, pero sucesivos estudios mostraron que tenía características propias.[2]​ Algunos autores habían llegado a considerar las morras y motillas como enormes túmulos funerarios pues dentro de ellos se encontraban restos humanos enterrados intencionadamente.[5]​ Actualmente se tiende a caracterizar el Bronce Manchego como un horizonte cultural diferenciado aunque con fuertes relaciones con los Bronces argárico y valenciano.[6]

A pesar de que su estudio está incluido en la Edad del Bronce, uno de los rasgos característicos del Bronce manchego, curiosamente, es la baja presencia (nula o casi testimonial en algunos yacimientos) de utillajes de bronce, frente a los fabricados con la aleación de cobre y arsénico o los de cobre sólo. Su tipología es similar a la argárica. La cerámica es bastante homogénea, habiendo pocas variaciones a lo largo de este periodo. Los modelos son diferentes de los argáricos: vasos globulares o carenados, lisos en su mayor parte, aunque también presentan decoraciones de cordones, mamelones y digitaciones. El ritual funerario es similar al argárico, enterrándose normalmente de manera individual, en fosas, cistas o pithoi, con ajuares relativamente sencillos. Recientemente se han descubierto enterramientos en Castillejo del Bonete, un conjunto monumental integrado por varios túmulos funerarios orientados astronómicamente. La presencia de objetos de marfil indica la existencia de un comercio a larga distancia.[2]​.La cerámica era sencilla, jarrones y vasijas hechos de marfil.


Lugares de habitación

Aspecto de una morra sin excavar.

Los asentamientos de esta cultura son muy numerosos y, aunque dispersos y extendidos por un amplio territorio, mantenían relaciones entre sí creando agrupaciones de asentamientos. Tenían equidistancias de 4 a 5 kilómetros entre unos y otros, según las zonas, pero siempre manteniendo el contacto visual. Se distribuyen por las vegas de los ríos, zonas llanas y fácilmente inundables y por las zonas palustres deprimidas, donde hasta época reciente era muy frecuentes la existencia de los típicos humedales y lagunas manchegas. En casos como el de El Acequión (Albacete) el poblado es, prácticamente, una isla artificial (crannóg). Las mayores concentraciones de asentamientos estudiados están en el término municipal de Daimiel (Motillas del Azuer, las Cañas, Zuacorta, Casa del Cura, de la Vega Media, de la Albuera, Daimiel y de la Máquina) y en las lagunas de Ruidera (hasta 23 de distinta tipología y a una distancia visual, en algunos casos, de solo 1 kilómetro). Son muy numerosos los que quedan por investigar y, se supone, por descubrir en la cuenca media y alta del Guadiana y sus afluentes (Munera, El Bonillo, Lezuza, Villarrobledo, Argamasilla de Alba, Tomelloso). Sólo en la provincia de Albacete se conoce el emplazamiento seguro de unos 300 asentamientos.

Los poblados han sido divididos en dos tipologías:

- Las motillas, eran una especie de fortalezas circulares dispuestas en anillos concéntricos en torno a una gran torre central, con viviendas en su interior y exterior. Actuaban como lugares centrales de un área agrícola y su principal recurso consistía en el control del agua mediante profundos pozos.

- Las morras, también circulares y de pequeño tamaño, y los castillejos, mayores, se situaban en mesetas elevadas y, a veces, presentan también fortificaciones y edificios singulares.[2]

Algunos autores han llegado a distinguir hasta cinco tipos (facies) de asentamientos diferentes:

  • Facies cuevas: No son los más usuales por la propia falta de cuevas grandes en amplias zonas de La Mancha. Sin embargo, en algunos lugares donde sí existen se ha constatado la presencia de asentamientos propios de esta cultura, aunque existe el debate sobre si deben o no incluirse en ella.
  • Facies fondos de cabaña: Se trata de poblados en llano, normalmente de carácter estacional con viviendas construidas con materiales no permanentes y de los que sólo suele quedar la planta de la cabaña.
  • Facies motillas y facies morras: Aunque las diferencias entre ambos tipos son mínimas (de hecho poblados idénticos se denominan motillas en Ciudad Real y morras en Albacete) se mantiene la diferente nomenclatura para distinguir las que están dispuestas en zonas predominantemente llanas (motillas), frente a las que se disponen en zonas menos llanas, cerros o pequeños espolones rocosos (morras). El aspecto externo e interno de motillas y morras es prácticamente idéntico y obedece al patrón arquetípico de asentamientos circulares, fuertemente fortificados, con diferentes cinturones de viviendas y una torre o atalaya central.
  • Facies castellones o asentamientos de altura: Poblado situado en una altura muy elevada que generalmente está fortificado.

Sociedad

Se cree que la sociedad del Bronce manchego estaba organizada en jefaturas. Desde los grandes poblados fortificados los jefes dominarían la producción agropecuaria de su área colindante y gracias a los excedentes que almacenarían en ellos podrían acceder a los bienes de prestigio que reafirmaban su posición privilegiada.[2]

Se piensa que las concentraciones de poblados en torno a determinados lugares constituían una única comunidad cuyo modelo de asentamiento disperso permitía un control efectivo del medio y sus recursos desde puntos estratégicos. Sin embargo, se llegado a asumir que eran comunidades en guerra permanente debido a la propia disposición y fortísima construcción de las motillas y atalayas, así como por los ajuares de las tumbas masculinas, donde aparecen arcos y otras armas. Es probable que cumplieran ambos cometidos: control de pastos, tierras, cursos fluviales y otros elementos vitales y control militar del territorio .

Muchos de los asentamientos pequeños albergaban una o pocas familias, en sentido extenso: ascendientes, descendientes y parentela directa. La propia disposición de los asentamientos refleja una cierta posición de subordinación o, mejor, de interdependencia: los centros neurálgicos pueden ser importantes para el comercio e intercambio, pero los centros externos son vitales para el control del territorio.

Véase también

Referencias

Notas

  1. Uso bibliográfico en Google books de "Bronce Manchego" y "Cultura de las Motillas".
  2. a b c d e Eiroa, 2010, pp. 846-849.
  3. a b c d Gilman, Fernández- Posse y Martín, 1996, pp. 111-137.
  4. Una lista bastante exhaustiva (un total de 272 de más de 300 estimados) se encuentra en GILMAN GUILLÉN, A., FERNÁNDEZ MIRANDA, M., FERNÁNDEZ- POSSE, M. D. & MARTÍN, C. (1997). «Preliminary Report on a Survey Program of the Bronze Age of Northern Albacete Province, Spain». Encounters and Transformations: The Archeology of Iberia in Transition (Ed. M.S. Balmuth, A. Gilman & L. Prados- Torreira). Sheffield, Sheffield Academic Press. 
  5. Ruiz Taboada, 1997, pp. 57-72.
  6. El primer autor en considerar la existencia de áreas o culturas diversas para la Edad del Bronce peninsular fue Miquel Tarradell en sus estudios sobre El Argar. Cf. TARRADELL, M. "Sobre la delimitación geográfica de la cultura de El Argar" -Crónica del II Congreso Arqueológico de Sudeste Español (Albacete, 1946) en Boletín Arqueológico del Sudeste, nº 4- 7, pp. 139-145. Cartagena, Imp. Provincial, 1947.

Bibliografía

  • Eiroa García, Jorge Juan (2010). «Prehistoria del mundo». Barcelona (primera edición) (Sello Editorial SL). p. 846-849. ISBN 978-84-937381-5-0. 
  • GILMAN GUILLÉN, A., FERNÁNDEZ MIRANDA, M., FERNÁNDEZ- POSSE, M. D. & MARTÍN, C. (1997). «Preliminary Report on a Survey Program of the Bronze Age of Northern Albacete Province, Spain». Encounters and Transformations: The Archeology of Iberia in Transition (Ed. M.S. Balmuth, A. Gilman & L. Prados- Torreira). Sheffield, Sheffield Academic Press. ISBN 1-85075-593-0. 
  • GILMAN GUILLÉN, A., FERNÁNDEZ- POSSE, M. D. & MARTÍN, C. (1996). «Consideraciones Cronológicas sobre la Edad del Bronce en La Mancha». Complutum Extra II (6, pp. 111- 137). ISSN 1131-6993.. Archivado desde el original el 30 de diciembre de 2011. 
  • GILMAN GUILLÉN, A., MARTÍN, C. & FERNÁNDEZ- POSSE, M. D. (2000-2001). «Avance de un estudio del territorio del Bronce manchego». Zephyrus: Revista de prehistoria y arqueología (53-54, pp. 311- 322). ISSN 0514-7336..  |obra= y |publicación= redundantes (ayuda)
  • RUIZ TABOADA, A. (1997). «Asentamiento y Subsistencia en La Mancha durante la Edad del Bronce: El Sector Noroccidental como Modelo». Complutum (8, pp. 57- 72). ISSN 1131-6993.. Archivado desde el original el 30 de diciembre de 2011. 

Enlaces externos