Diferencia entre revisiones de «Baha'ullah»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
m Revertidos los cambios de 2800:E2:B480:1C79:1CCE:E5AF:203:224A (disc.) a la última edición de Werthercito
Etiqueta: Reversión
una foto mas bonita
Etiqueta: Revertido
Línea 2: Línea 2:
{{Ficha de persona
{{Ficha de persona
| cabecera = Bahá'u'lláh
| cabecera = Bahá'u'lláh
| imagen = Bahaullah from miller.jpg
| imagen =
| tamaño de imagen = 200px
| tamaño de imagen = 200px
| pie de imagen = Foto de Bahá'u'lláh tomada en 1868
| pie de imagen = Foto de Bahá'u'lláh tomada en 1868

Revisión del 16:26 24 oct 2022

Baha'ullah
Información personal
Nombre de nacimiento Mirza Hussein-'Alí Nurí
Nombre nativo میرزا حسینعلی نوری
Apodo Bahá'u'lláh y بهاء الله Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 12 de noviembre de 1817
Teherán, Persia
Fallecimiento 29 de mayo de 1892
Acre, Siria otomana
Causa de muerte Fiebre Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Santuario de Bahá'u'lláh Ver y modificar los datos en Wikidata
Residencia Teherán Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Persa
Religión Bahaísmo
Familia
Padre Mírzá `Abbás Núrí Ver y modificar los datos en Wikidata
Cónyuge Ásíyih Khánum, Fátimih Khánum y Gawhar Khánum
Hijos Abdu'l-Bahá, Bahíyyih, Mírzá Mihdí, Samadiyyih, Muhammad-`Alí, Díyá'u'lláh, Badi'u'lláh y Furúghíyyih
Información profesional
Ocupación Profeta y Manifestación de Dios Ver y modificar los datos en Wikidata

Mirza Hussein-'Alí Nurí (en persa: میرزا حسینعلی نوری‎; Teherán, Persia, 12 de noviembre de 1817-Acre, Imperio otomano, 29 de mayo de 1892) o Bahá'u'lláh (en árabe: بهاء الله‎, lit. 'gloria de Dios') fue un religioso persa en Oriente Medio fundador del bahaísmo. Los creyentes de esta religión monoteísta le consideran a él y a todos los profetas anteriores como las manifestaciones de Dios, y a él concretamente como la manifestación de Dios en la época actual.

Biografía

Pasaporte de Bahá'u'lláh.

Era hijo de Mirzá Buzurg-i-Núrí, un acaudalado ministro del Gobierno (había recibido dicho título honorario por el decreto real de Fath-Àlí Sháh al quedarse este cautivado por su caligrafía). Pocos años después fue nombrado ministro del príncipe Imam Verdi Mirzá, duodécimo hijo varón de Fath-Àlí Sháh.[1]​ El origen de sus ancestros se remontaba a los reyes sasánidas, y según la fe bahaí también a Abraham y a Zoroastro.[2]​ Durante su juventud, el que más tarde sería conocido como Bahá'u'lláh disfrutó de una vida acomodada y de una educación centrada en la equitación, la caligrafía y la poesía clásica.

Bahá'u'lláh se casó tres veces. En octubre de 1835, Bahá'u'lláh contrajo matrimonio con Ásíyih Khánum (1820-1896), hija de otro noble, de quien tuvo siete hijos, de los que solo tres llegaron a la edad adulta: un varón, `Abdu'l-Bahá, nacido en 1844; una hija, Bahíyyih, nacida en 1846; y otro varón, Mírzá Mihdí, nacido en 1848. En 1849 se casó también con una prima suya que había enviudado, Fátimih Khánum (1828-1904), con quien tuvo seis hijos, de los que sobrevivieron cuatro, una mujer y tres varones: Samadiyyih, Muhammad-`Alí, Díyá'u'lláh y Badi'u'lláh. Su tercer matrimonio fue con Gawhar Khánum en Bagdad, en una fecha anterior a 1863. Gawhar era probablemente una de las criadas de la primera esposa de Bahá'u'lláh, por lo que podría haberse tratado de un matrimonio temporal (Nikāḥ al-Mut‘ah) según la ley chií. Tuvieron una hija, Furúghíyyih.

Bahá'u'lláh, tras declinar la carrera ministerial que tenía ante sí, escogió consagrar todas sus fuerzas a la beneficencia, lo que ya a comienzos de la década de 1840 le valió ser conocido como "Padre de los pobres". En 1844 esta existencia privilegiada cambió repentinamente de signo: Bahá'u'lláh se había convertido en uno de los grandes defensores del babismo. Este movimiento —precursor del bahaísmo— se hizo notar fuertemente en Irán, por lo que atrajo sobre sí la persecución feroz del clero, con gran influencia sobre los jefes gobernantes del país. Tras la ejecución del Báb, fundador del babismo, instigado por el recién llegado primer ministro Amir-Kabir y ratificado por el clero chiita de Tabriz, Bahá'u'lláh fue arrestado en Shemiran afueras de Teherán, para ser conducido encadenado y a pie, hasta a esta ciudad. Algunos cortesanos y clérigos influyentes solicitaron su pena de muerte, pero su vida quedó a resguardo gracias a su reputación personal, la posición social de su familia y las protestas de algunas embajadas occidentales. Fue arrojado a una mazmorra llamada "Pozo Negro" (Siyah-Chal, en persa), con lo que las autoridades confiaban en que este castigo acabaría con su vida. Sin embargo, aquella mazmorra se convirtió en el nacimiento de una nueva revelación suya.

Bahá'u'lláh pasó cuatro meses en el Pozo Negro. Fue allí donde, según sus propias palabras, llegó a conocer el alcance de su misión.

Yo no era más que un hombre como los demás, recostado en su lecho, cuando he aquí que las brisas del Todoglorioso me embargaron y me instruyeron en el conocimiento de todo cuanto ha sido [...] No es esto algo que proceda de mí, sino de Quien es el Todopoderoso y el Omnisciente. Y Él me ordenó que alzara la voz entre el cielo y la tierra [...].
Mapa del exilio de Bahá'u'lláh

Bahá'u'lláh dejó la mazmorra para emprender un exilio que le llevaría fuera de su tierra natal y que habría de durar cuarenta años. Su primer destino fue Bagdad. Al cabo de un año Bahá'u'lláh emprendió el camino hacia las desoladas montañas del Kurdistán, en donde vivió dos años de meditación solitaria.

En 1856, a instancias de los exiliados babíes, Bahá'u'lláh regresaba a Bagdad. Bajo su jefatura renovada, el prestigio de la comunidad babí empezó a crecer. La reputación de Bahá'u'lláh como guía espiritual se divulgó por toda la ciudad. Por ello, y temiendo que su popularidad reenardeciese los ánimos de la comunidad babí de Persia, el Gobierno del Sah logró que las autoridades otomanas dieran orden de enviarlo a tierras aún más distantes.

En abril de 1863, antes de abandonar Bagdad, Bahá'u'lláh y sus compañeros acampaban en un jardín situado a la vera del Tigris. Desde el 21 de aquel mes hasta el 2 de mayo, Bahá'u'lláh anunció a sus seguidores más cercanos que él era el Prometido predicho por el Báb y, según las creencias bahaíes, y que también cumplía las profecías de los textos sagrados de otras religiones al respecto.

Los bahaíes dan a ese jardín el nombre de "Ridván", palabra árabe que significa "paraíso". Los aniversarios de los doce días allí transcurridos, conocidos como "la Fiesta de Ridván", constituye la celebración más importante del calendario bahaí.

El 3 de mayo de 1863, rodeado de su familia y algunos compañeros escogidos, Bahá'u'lláh partió de Bagdad camino de Estambul, capital del Imperio otomano. En aquel momento Bahá'u'lláh era ya una figura que gozaba de enorme prestigio y afecto populares.

Al cabo de cuatro meses de estancia en Estambul, Bahá'u'lláh fue enviado prisionero a Adrianópolis (la actual Edirne), adonde llegó el 2 de diciembre de 1863. En el curso de los cinco años que permaneció en dicha ciudad, la reputación de Bahá'u'lláh fue creciendo, suscitando interés entre algunos círculos de estudiosos, diplomáticos y altos funcionarios de la administración.

Hacia septiembre de 1867 empezó a escribir una serie de cartas dirigidas a los dirigentes de la época, entre ellos, el emperador Napoleón III, la reina Victoria, el káiser Guillermo I, el zar Alejandro II de Rusia, el emperador Francisco José I, el papa Pío IX, el sultán Otomano Abdülaziz I y el sah Naseredín de Persia.

En ellas, Bahá'u'lláh proclama abiertamente que es el mensajero profetizado por el Báb y habla del advenimiento de una nueva era. Pero, antes que nada, advierte que el orden social del mundo iba a sufrir trastornos catastróficos sin parangón. A fin de paliarlos, recomendaba que los gobernantes del mundo actuasen de acuerdo con la justicia. Apeló a estos grandes mandatarios para que redujeran sus arsenales y estableciesen cierta asociación de naciones. Para alcanzar una paz duradera solo cabía un remedio: actuar conjuntamente contra la guerra.

Ante las instigaciones continuas de la embajada persa, el Gobierno turco decidió deshacerse de Bahá'u'lláh enviándolo a la fortaleza-prisión de Acre, que por aquel entonces era un remoto confín al que solían ser enviados los asesinos, asaltantes de caminos y disidentes políticos.

Bahá'u'lláh y su familia llegaron a Acre el 31 de agosto de 1868 en lo que sería el tramo final de su prolongado exilio. Los 24 años subsiguientes habrían de transcurrir entre Acre y sus alrededores. Al principio Bahá'u'lláh y sus compañeros estuvieron confinados en el recinto de la prisión. Más tarde se les permitió el traslado a una casa dentro de la ciudad amurallada donde vivieron en condiciones de hacinamiento. Dada su fama de herejes peligrosos, su presencia era objeto de la animosidad pública. Incluso sus hijos debían lanzarse a la fuga para evitar ser apedreados.

Santuario de Bahá'u'lláh en los Jardines Baháʼís, en Acre (Israel)

Con el paso del tiempo, el espíritu de Bahá'u'lláh y sus enseñanzas lograron hacer mella en medio de tanta hostilidad, al punto de que algunos de los gobernadores y clérigos de la ciudad llegaron a convertirse en devotos admiradores suyos. Al igual que aconteció en Bagdad y Adrianópolis, la talla moral de Bahá'u'lláh fue haciéndose acreedora del respeto, afecto e incluso de una posición de preeminencia social.

Acre fue además el lugar donde Bahá'u'lláh compuso su obra capital, más conocida entre los bahaíes por su denominación persa, el Kitáb-i-Aqdas (El libro más sagrado). En ella se describen brevemente las leyes y principios esenciales que han de seguir sus seguidores; asimismo en la obra quedan trazadas las líneas maestras de la administración bahaí.

En los últimos años de la década de 1870, Bahá'u'lláh quedó en libertad para trasladarse a vivir fuera del recinto amurallado, en un lugar donde sus seguidores podían visitarle con relativa paz y seguridad. Bahá'u'lláh fijó su residencia en una mansión abandonada, conocida como Bahjí, en cuyo retiro pudo dedicar sus días a la escritura.

Bahá'u'lláh falleció de muerte natural el 29 de mayo de 1892. Sus restos fueron inhumados en una habitación ajardinada próxima a la mansión. Para los bahaíes este es el lugar más sagrado de la Tierra.

Fotografía de Bahá'u'lláh

Los bahaíes prefieren no contemplar públicamente la foto de Bahá'u'lláh, de hecho, una carta escrita en nombre de Shoghi Effendi a un creyente, dice «No existe ninguna objeción a que los creyentes miren la fotografía de Bahá'u'lláh, pero deben hacerlo con la máxima reverencia, y no deberían permitir que ésta sea expuesta abiertamente al público, ni siquiera en sus hogares», por lo que para los creyentes es ofensivo y desconsolador ver cualquier foto de manera que no sea como la indicada en algunos de los escritos. En una carta en inglés sobre una foto de Bahá'u'lláh redactada por el Departamento de Información Pública de la Casa Universal de Justicia se menciona también que para los bahaíes es perturbador ver que una imagen de Bahá'u'lláh sea tratada de forma irrespetuosa.

Una copia de una de las fotos de Bahá'u'lláh en Adrianópolis se puede ver en el Centro Mundial Bahaí, donde las autoridades religiosas bahaíes consideran que la imagen puede ser tratada y contemplarse con la debida reverencia y respeto.

Bibliografía

  • Bahá'u'lláh, 'Abdul'l-Bahá, Shoghi Effendi (2008). La religión Bahá'í. Una introducción desde sus textos. Colección Paradigmas. Madrid: Editorial Trotta. ISBN 978-84-8164-996-3. 

Enlaces externos

Referencias

  1. Bahá'u'lláh el Rey de La Gloria, Editorial Bahá'í de España
  2. Revelation of Bahá'u'lláh, volumen 1, Editorial George Ronald