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Diferencia entre revisiones de «Cogito ergo sum»

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[[Archivo:Frans Hals - Portret van René Descartes.jpg|thumb|[[René Descartes]] ([[1596]]–[[1650]]).]]
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La locución latina «'''''cogito ergo sum'''''», que en castellano se traduce frecuentemente como «pienso, luego existo», siendo más precisa<ref>"Ergo" en latín es una conjunción ilativa, y "luego", ""por ende", "por consiguiente" en español lo es como quinta acepción, quedando como primera como un adverbio de tiempo.</ref> la traducción literal del latín «pienso, entonces existo», es un planteamiento [[Filosofía|filosófico]] de [[René Descartes]], el cual se convirtió en el elemento fundamental del [[racionalismo]] occidental. «''Cogito ergo sum''» es una traducción del planteamiento original de Descartes en [[idioma francés|francés]]: «''Je pense, donc je suis''», encontrado en su famoso ''[[Discurso del método]]'' (1637).
La locución latina «'''''cogito ergo sum'''''», que en castellano se traduce frecuentemente como «pienso, luego existo», siendo más precisa<ref>"Ergo" en latín es una conjunción ilativa, y "luego", ""por ende", "por consiguiente" en español lo es como quinta acepción, quedando como primera como un adverbio de tiempo.</ref> la traducción literal del latín «pienso, entonces existo», es un planteamiento [[Filosofía|filosófico]] de [[René Descartes]], el cual se convirtió en el elemento fundamental del [[racionalismo]] occidental. «''Cogito ergo sum''» es una traducción del planteamiento original de Descartes en [[idioma francés|francés]]: «''Je pense, donc je suis''», encontrado en su famoso ''[[Discurso del método]]'' pentracion en accion



La frase completa en su contexto es:
La frase completa en su contexto es:

Revisión del 12:23 17 dic 2012

René Descartes (15961650).

La locución latina «cogito ergo sum», que en castellano se traduce frecuentemente como «pienso, luego existo», siendo más precisa[1]​ la traducción literal del latín «pienso, entonces existo», es un planteamiento filosófico de René Descartes, el cual se convirtió en el elemento fundamental del racionalismo occidental. «Cogito ergo sum» es una traducción del planteamiento original de Descartes en francés: «Je pense, donc je suis», encontrado en su famoso Discurso del método pentracion en accion


La frase completa en su contexto es:

Mais, aussitôt après, je pris garde que, pendant que je voulois ainsi penser que tout étoit faux, il falloit nécessairement que moi qui le pensois fusse quelque chose. Et remarquant que cette vérité: je pense, donc je suis, étoit si ferme et si assurée, que toutes les plus extravagantes suppositions des sceptiques n'étoient pas capables de l'ébranler, je jugeai que je pouvais la recevoir sans scrupule pour le premier principe de la philosophie que je cherchois.
Pero en seguida advertí que mientras de este modo quería pensar que todo era falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese algo. Y notando que esta verdad: yo pienso, por lo tanto soy era tan firme y cierta, que no podían quebrantarla ni las más extravagantes suposiciones de los escépticos, juzgué que podía admitirla, sin escrúpulo, como el primer principio de la filosofía que estaba buscando.

Aunque la idea expresada en «cogito ergo sum» se atribuye a Descartes, muchos predecesores ofrecieron argumentos similares, particularmente Agustín de Hipona en De Civitate Dei (libros XI, 26), el cual se anticipa a modernos contrapuntos sobre el concepto.[2]

También se puede notar en Avicena, en su argumento del Hombre Volante para demostrar la substancialidad del alma, un paso previo al cogito cartesiano. Pienso porque existo. Se ha de saber que el mismo Descartes tradujo mal la frase del latín dando como resultado la famosa frase «pienso, existo».

La frase de Descartes expresa uno de los principios filosóficos fundamentales de la filosofía moderna: que mi pensamiento, y por lo tanto mi propia existencia, es indudable, algo absolutamente cierto y a partir de lo cual puedo establecer nuevas certezas.

Contexto de significación

El enunciado en francés Je pense, donc je suis (Yo -yo deíctico- pienso por ende yo existo), transcripto al latín como cogito ergo sum y al español castellano como "pienso, por lo tanto existo" muchas veces ha sido y se entiende mal, como que "a partir del pensar se existe" , en rigor la frase es base para el racionalismo ya que en su Discurso del método Descartes busca algo concreto en lo cual se base la razón (y por esto el racionalismo), entonces, tal cual lo expresa muy claramente Descartes en ese libro suyo, comienza a dudar de todo lo que existe, duda de la existencia misma (eso se llama duda metódica), duda hasta de los dogmas (que eran la "verdad" inapelable antes del cogito cartesiano) pero casi como siguiendo el método aporético preconizado por Sócrates llega a un punto indubitable: aquel en el cual reconoce que su pensamiento sale de un punto llamado yo, sea lo que sea ese yo es indiscutible que existe y si existe algo que es el yo entonces también puede existir la realidad de la cual el yo es un subconjunto y ciertamente lo real que hace concreto al yo, esa es la base de la objetividad de la existencia.
Tal descubrimiento cartesiano sirve de piedra de toque para que la filosofía e incluso el pensamiento científico tengan cimentación racional y no metafísica.

Así entonces el "yo pienso entonces (yo) existo" (que se entiende como yo pienso, por lo tanto existo) ha resultado básico para el desarrollo del pensar racional a partir del s. XVII. Pero en la segunda mitad del s.XIX Nietzsche[3]​ considera que Descartes ha planteado su célebre enunciado como un silogismo en el cual la premisa mayor no estaría demostrada por ello la proposición cartesiana no cumpliría con todos los pasos de un silogismo al no depender de premisas mayores y, especialmente, en tal proposición se pone explícitamente de antemano aquello a lo que todo conocimiento y toda proposición apelarían como fundamento esencial, en todo caso el cuestionamiento de Nietzsche tiene su sesgo nihilista y una posible recaída en el irracionalismo . En el siglo XX el primer Sartre defendiendo pese y desde a su existencialismo al racionalismo ha sostenido muchas de sus elaboraciones intelectuales en el apotegma cartesiano, pero casi al mismo tiempo que Sartre, Heidegger planteaba que había un defecto en el enunciado cartesiano y hacía renacer las objeciones nitcheanas, poco tiempo después Lacan utilizando la especial nuance (matiz) que en idioma francés distingue dos formas de yo: el je (yo deíctico) y el Moi (yo pronominal) distingue al "yo (deíctico) pienso entonces (yo pronominal) existo", siendo el Moi (como para Sartre) el verdadero equivalente al ego (añadiéndole una develación Lacan al yo pronominal: el ego es principalmente inconsciente: la existencia del yo ocurre entonces incluso antes del pensar del yo).

Véase también

Notas y referencias

  1. "Ergo" en latín es una conjunción ilativa, y "luego", ""por ende", "por consiguiente" en español lo es como quinta acepción, quedando como primera como un adverbio de tiempo.
  2. Véase Principios de filosofía 1, §7: «Ac proinde haec cognitio, ego cogito, ergo sum, est omnium prima & certissima, quae cuilibet ordine philosophanti occurrat.»
  3. F. Nietzsche: La voluntad de poder XII, n. 123:«El pensar no es para nosotros un medio para “conocer” sino para designar el acontecer, para ordenarlo, para volverlo manejable para nuestro uso: así pensamos hoy acerca del pensar: mañana quizá de otro modo».

Enlaces externos