Antropomorfismo

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 08:43 3 ene 2016 por Yeza (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Asimo, robot antropomórfico.

Antropomorfismo (del griego «ανθρωπος» «anthrōpos», «hombre», y «μορφη», «morphē», «forma»)[1][2]​ es la atribución de características y cualidades humanas a los animales de otras especies, a objetos o a fenómenos naturales, a veces también llamado humanoide. Se trata de una forma de personificación parecida a la prosopopeya.

El término también se utiliza para referirse a un conjunto de creencias o doctrinas que atribuyen a la divinidad la figura o las cualidades humanas (antropoteísmo).

El primero uso registrado del término humanoide fue en 1870, refiriéndose a personas indígenas en áreas colonizadas por europeos. En el siglo XX el término llegó a describir fósiles que eran morfológicamente similares, pero no idénticos, a los de el esqueleto[3]​ humano. A pesar de que este uso era común en la ciencia durante gran parte del siglo XX, ahora es considerado raro.[3]​ De manera más general, el término puede referirse a cualquier cosa con características exclusivamente humanas y/o adaptaciones, así como poseedores de pulgares opuestos, visión binocular (teniendo 2 ojos), o bipedismo biomecánico (la capacidad de caminar en posición vertical).

Prehistoria

Hombre león.

Desde los inicios de la Modernidad conductual en el Paleolítico Superior, hace unos 40 000 años, hay ejemplos de figuras zoomorfas (objetos con forma de animal), que pueden representar la primera evidencia que tenemos de antropomorfismo. Una de las figuras más antiguas conocidas es una escultura de marfil, el Hombre león, de Alemania, una figurilla de un ser humano con cabeza de león, con cerca de 32 000 años de edad.[4][5]

No es posible decir exactamente lo que estas obras prehistóricas de arte representaban. Un ejemplo más reciente es el Hechicero, una enigmática pintura rupestre de la Cueva Trois-Frères, Ariège, Francia, la importancia de la figura es desconocida, pero se suele interpretar como una especie de gran espíritu o el rey de los animales. En ambos casos hay un elemento de antropomorfismo.

Este arte antropomórfico ha sido vinculado por el arqueólogo Steven Mithen con la aparición de prácticas más sistemáticas de caza en el Paleolítico Superior (Mithen 1998). Se propone que estos son el producto de un cambio en la arquitectura de la mente humana, una creciente fluidez entre la historia natural y social de la inteligencia humana, donde el antropomorfismo permite a los cazadores identificarse empáticamente con los animales cazados y predecir mejor sus movimientos.[6]

En la religión y la mitología

En la religión y la mitología, el antropomorfismo se refiere a la percepción de un ser o seres divinos de forma humana, o el reconocimiento de las cualidades humanas de estos seres.

Mitologías antiguas frecuentemente representaban lo divino como un dios o dioses con formas y cualidades humanas. Estos dioses se parecen a los seres humanos, no sólo en la apariencia y personalidad, sino que exhiben muchos comportamientos humanos que se utilizaban para explicar los fenómenos naturales, la creación, y los acontecimientos históricos. Los dioses se enamoraban, casaban, tuvieron hijos, libraron batallas, empuñaron armas y montaron caballos y carros. Algunos dioses antropomórficos representaron determinados conceptos humanos, como el amor, la guerra, la fertilidad, la belleza o las estaciones. Exhibieron cualidades humanas como la belleza, la sabiduría y el poder, y las debilidades humanas como la codicia, el odio, los celos y la ira incontrolable. Dioses griegos como Zeus y Apolo fueron representados a menudo en forma humana exhibiendo los rasgos humanos encomiables y despreciables.

El antropomorfismo en este caso se denomina antropoteísmo.[7]

Desde la perspectiva de los adeptos de las religiones en las que los seres humanos fueron creados con forma de lo divino, el fenómeno se puede considerar teomorfismo, o la entrega de las cualidades divinas a los seres humanos.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia Mormona) enseña que tanto Dios Padre y Jesucristo tienen cuerpos físicos, resucitados.

El antropomorfismo surgió como una herejía cristiana, particularmente prominente con los audianos en el siglo III en Siria, pero también en el Egipto del siglo IV y el siglo X en Italia.[8]​ A menudo, esto se basó en una interpretación literal de Génesis 1,27: «Y Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó;. varón y hembra los creó».[9]

Véase también

Referencias

  1. «antropo-». Diccionario de la Lengua Española. Consultado el 22 de octubre de 2015. 
  2. «-morfo». Diccionario de la Lengua Española. Consultado el 22 de octubre de 2015. 
  3. a b «humanoid, n. and adj.». OED Online. Oxford University Press. 
  4. «Lionheaded Figurine». 
  5. Dalton (1 de enero de 2004). «Lion Man Oldest Statue». VNN World. Archivado desde el original el 24 de noviembre de 2015. 
  6. Gardner, Howard (9 de octubre de 1997). «Thinking About Thinking». New York Review of Books. Archivado desde el original el 29 March 2010. Consultado el 8 de mayo de 2010. «I find most convincing Mithen's claim that human intelligence lies in the capacity to make connections: through using metaphors». 
  7. «anthropotheism». Ologies & -Isms. The Gale Group, Inc. 2008. 
  8. «Anthropomorphism, Anthropomorphites». Catholic Encyclopedia (en inglés). Nueva York: Robert Appleton Company. 1913. OCLC 1017058.