Bóveda de arista

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Bóveda de arista, sobre pilares.
Bóveda de arista Barroca obra de Juan de la Cuesta alrededor de 1549 en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Villamelendro de Valdavia.
La multiplicación y sucesión de pequeñas bóvedas de arista es de gran importancia en la arquitectura medieval, como en la Iglesia abacial de Sainte-Foy de Conques.

La bóveda de arista es el elemento arquitectónico abovedado que se utiliza para cubrir espacios cuadrangulares; resulta de la intersección de dos bóvedas de cañón, que se cruzan perpendicularmente. Geométricamente, está generada por dos superficies semicilíndricas ortogonales cuyas líneas de intersección, o aristas, son arcos de elipse que se cruzan en el vértice superior.

Su utilización no solo se extiende por su fácil construcción con cimbras, sino porque permite distribuir los empujes de las cubiertas hacia los muros exteriores con gran facilidad.

Los ingenieros y arquitectos romanos la extendieron por el Imperio utilizándola como alternativa a los sistemas adintelados y las cubiertas planas para espacios pequeños. En instalaciones importantes, los baños romanos fueron cubiertos a menudo con enormes bóvedas de aristas, como son los casos de las Termas de Diocleciano en Roma, construidas entre 298 y 305 o las Termas de Cluny en París.

Mantenida durante la Alta Edad Media por su facilidad de construcción, se convierte en uno de los sistemas de cubrición más extendidos del arte románico. El primer ejemplo de una bóveda de arista estructural se halla en la iglesia arquetípica del primer románico, el también llamado Románico Lombardo, la basílica de San Ambrosio en Milán del año 1088-1099.

Salvo notables excepciones –Santa Magdalena de Vezelay, en el camino francés de peregrinación a Santiago– su desarrollo se circunscribe a las naves laterales y a las cubiertas de la tribuna. Las grandes iglesias de peregrinación a Santiago como la de Santa Fe de Conques, San Martín de Tours, San Sernin de Toulouse o la propia iglesia catedral de Santiago de Compostela son excelentes ejemplos de su desarrollo técnico.

Bóvedas cruzadas renacentistas en la iglesia de Santa Maria dei Carmini en Venecia.

Abandonada por la bóveda de crucería en el Gótico, se recupera con nueva fuerza y brío constructivo en el Renacimiento, sobre todo en el Quattrocento italiano donde Brunelleschi es firme defensor de sus posibilidades constructivas y decorativas. El Barroco la compatibiliza con otras cubriciones hasta que la modernidad y sus nuevas soluciones arquitectónicas la relegan al carácter de solución artesanal tradicional.

Bóveda tabicada de arista

También denominada bóveda extremeña o bóveda catalana, formada por ladrillos ligeros tomados de canto con yeso rápido, por lo que no necesitan cimbra; se forman por la intersección de dos toroides elípticos, por lo que en su intersección forman las aristas desde los rincones hasta abajo.[1]

Véase también

Referencias

  1. Juan Diego Carmona Barrero (mayo de 2005). «Normalización del proceso constructivo de la bóveda tabicada extremeña». Instituto Eduardo Torroja. Actas I Jornadas de Investigación en la Construcción. 

Bibliografía

  • Fatás Cabeza, Guillermo; Borrás, Gonzalo (1993). Diccionario de Términos de Arte. Madrid: Alianza. ISBN 84-7838-388-3.