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Diplomática (ciencia)

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La diplomática tiene por objetivo el estudio de los diplomas, es decir, «la descripción y explicación de los tipos, formas tradición y elaboración de las actas escritas»,[1]​ cualquiera que sea su autor, teniendo en cuenta sus caracteres extrínsecos e intrínsecos, es decir, el soporte, la escritura, el lenguaje, el formulismo y los demás elementos integrantes para formar juicio de su autenticidad e interpretarlos de acuerdo con una convención establecida, en una época y contexto cultural específicos. Al especialista en la materia se le conoce como diplomatista.

El nombre se tomó del primer libro en la materia, De re Diplomatica, de Jean Mabillon, publicado en París en 1681. Fue un estudioso benedictino quien empleó este término en su guía para la utilización de documentos oficiales como pruebas, lo cual era un recurso novedoso para la época. En la actualidad, la diplomática es una ciencia auxiliar de la historia.

Una de las ramas propias es la diplomática pontificia, que estudia los documentos pontificios.

Definiciones

El Diccionario Webster (1828) define la diplomática como la "ciencia de los diplomas, o de los escritos antiguos, documentos literarios y públicos, cartas, decretos, estatutos, codicilos, etc., que tiene por objeto descifrar escritos antiguos, averiguar su autenticidad, su fecha, firmas, etc."[2]​.

Giorgio Cencetti (1908-1970) definió la disciplina como "el estudio del Wesen [ser] y del Werden [devenir] de la documentación, el análisis de la génesis, constitución interna y transmisión de los documentos, y de su relación con los hechos representados en ellos y con sus creadores". [3]

La Commission International de Diplomatique ha definido la diplomática como "la ciencia que estudia la tradición, la forma y la emisión de los documentos escritos".[4]

De forma más pragmática, Peter Beal define la diplomática como "la ciencia o el estudio de documentos y registros, incluyendo sus formas, lenguaje, escritura y significado. Implica el conocimiento de cuestiones tales como la redacción y los procedimientos establecidos de determinados tipos de documentos, el descifrado de la escritura y el análisis y la autenticación de documentos".[5]

Theo Kölzer define la diplomática como "la enseñanza y el estudio de los fueros".[6]​ Trata los términos "carta", "diploma" y "documento" como sinónimos en sentido amplio, y se refiere a la definición de "documentos" del erudito alemán Harry Bresslau como "declaraciones escritas registradas de acuerdo con ciertas formas que se alternan según la diferencia de persona, lugar, tiempo y asunto, y que están destinadas a servir como testimonio de procedimientos de naturaleza legal". [7]

En sentido estricto, y tal como la entienden habitualmente los estudiosos actuales, la diplomática se ocupa esencialmente del análisis y la interpretación de los elementos lingüísticos y textuales de un documento. Sin embargo, está estrechamente asociada a varias disciplinas paralelas, como la paleografía, la sigilografía, la codicología y los estudios de procedencia, todas ellas relacionadas con las características físicas y la historia de un documento, y que a menudo se llevan a cabo conjuntamente con un análisis diplomático. Por lo tanto, el término diplomática se utiliza a veces en un sentido ligeramente más amplio, para abarcar algunas de estas otras áreas (como ocurría en la obra original de Mabillon, y como queda implícito en las definiciones de Webster y Beal citadas anteriormente). El reciente desarrollo de la ciencia en la Europa no anglosajona está ampliando su alcance a una historia cultural de la documentación que incluye aspectos de alfabetización pragmática o comunicación simbólica.

Christopher Brooke, un distinguido profesor de diplomacia, se refirió a la reputación de la disciplina en 1970 como la de "una ciencia formidable y lúgubre... una especie de juego al que juegan unos pocos eruditos, la mayoría de ellos medievalistas, inofensivo mientras no domine u oscurezca la investigación histórica; o, quizás, lo más común de todo, una ayuda para la comprensión de considerable utilidad para eruditos y estudiantes de investigación si tan sólo tuvieran tiempo libre de ocupaciones más serias". [8]

Historia de la diplomática

De re diplomatica..., Mabillon.

Los hombres de Estado fueron los primeros que dieron a conocer documentos de interés histórico, y fueron quienes lograron penetrar en los archivos señoriales y en los de las antiguas abadías. A partir del siglo XVII comienzan a darse a conocer documentos públicos y privados que pertenecieron a la Edad Media, útiles a la historia para suplir la ausencia de crónicas e historiadores de la época. Era imprescindible verificar la veracidad de los documentos reveladores. En los archivos señoriales y monásticos había gran número de documentos falsos.[cita requerida]

Con anterioridad al siglo XVII, la diplomática no se consideraba como una verdadera ciencia, desde siempre las autoridades han dictado reglas para distinguir los documentos auténticos de los falsos.[cita requerida]

En 2167, el jesuita Daniel Papenbroeck publicó su obra, en la cual denunciaba la falsedad de muchos documentos de la época merovingia, principalmente los de la célebre abadía de san Dionisio de París. En 1681, el P. Jean Mabillon refutó las afirmaciones de Papenbroeck en De re Diplomatica y sentaba los principios de la diplomática. El propio Papenbroeck acabó por retractarse.[cita requerida]

Durante más de cincuenta años, la obra de Mabillon fue considerada como el referente más completo en la materia. Se mantuvo una guerra diplomática entre las congregaciones de los jesuitas y la de los benedictinos que finalizó con una obra titulada El Nouveau traité de Diplomatique, que se utilizó en toda Europa.

Períodos

En la diplomática apostólica se distinguen cuatro períodos.

  • El primer período abarca desde los primeros tiempos hasta la ascensión del Papa León IX en 1049. La mayoría de los documentos papales son en forma de carta, salvo las leyes o actas de los sínodos presididos por el Papa. Las cartas papales se distinguen por: la suscripción Bene Valete (Salud) y la fecha completa. Todos los documentos eran autenticados por la impresión en plomo del sello papal (bulla).
  • El segundo período (1049-1198) abarca desde la ascensión del Papa León IX hasta la ascensión de Inocencio III. Se dividen los documentos en permanentes y transitorios conocidos como privilegia o bullae majores y litterae o bullae minores. Estos documentos se distinguen por la suscripción Yo suscribo, por la rota (dibujo similar al de la bulla, pero impreso con tinta) y el monograma (Bene Valete).
  • El tercer período (1198-1417) comprende el período del pontificado de Inocencio III hasta la ascensión de Martín V. Se observaron las formalidades y se definieron mejor las reglas. Lo común en este período fue el crecimiento en el uso de las cartas comunes, estas se dividían en dos tipos: de gracia y de justicia. Las primeras se escribieron más elaboradamente y se sellaban con una cuerda de seda; las segundas se escribieron con menos cuidado y se sellaron con cuerda de cáñamo.
  • El cuarto período abarca desde el año 1417 hasta nuestros días. Se continúan usando las cartas de gracia y de justicia. También existen otros documentos como ser las brevias (breves).

Cancillerías

  • Cancillería merovingia. Pertenecientes a los reyes merovingios en Francia, sobreviven 38 ejemplares originales, escritos en papiro y en pergamino. Estas cartas están autenticadas por la firma del rey y del funcionario de mayor rango en la cancillería y por la aplicación del sello real (era la representación de la cabeza del rey). Estos documentos pueden ser:
  • Cancillería carolingia. Carlomagno elaboró un monograma con su nombre construido en una cruz. Los diplomas eran autenticados por la signatura del canciller y el sello. Comenzó a emplearse la datación a través de dos palabras: datum (para el tiempo) y actum (para el lugar). Con Luis I, los documentos adquirieron su forma definitiva, se introdujo un monograma construido con la letra H. Los diplomas son redactados por notarios, quienes preservan las formas.
  • Cancillería inglesa. Durante el período anglosajón, hasta 1066, se generaron dos tipos de documentos: los diplomas y los writ (decretos). Los primeros se utilizaron para conceder tierras a perpetuidad en el nombre del rey. Están escritos en latín o en inglés antiguo, aunque la cláusula de límites esta en lengua vernácula. Los primeros diplomas conocidos datan del año 679 y desaparecieron definitivamente hacia 1154.[cita requerida]

Caracteres extrínsecos y caracteres intrínsecos

Debemos diferenciar los aspectos técnicos y metodológicos que nos llevan a determinar si el documento es verdadero (heurística) de la interpretación acerca de la veracidad de su contenido (hermenéutica). Es decir, un documento puede ser verdadero aunque no diga la verdad. Los documentos tienen dos tipos de caracteres: extrínsecos e intrínsecos.

Caracteres extrínsecos: Estos son la materia escritoria, la forma de documento, los instrumentos gráficos, las tintas, las letras, las abreviaturas, signaturas y rúbricas y los sellos. El documento puede ser papiro, pergamino o papel. La forma del documento puede ser: volumen o rollo, hoja suelta o página y cuaderno o libro. Generalmente el papiro se guardó en rollos; el pergamino en rollos o en hojas sueltas y el papel en cuaderno o libro. Los instrumentos utilizados para escribir varían desde el pincel, la pluma, el cáñamo, el punzón, etc. La tinta puede fabricarse sobre la base de tierras de colores, pueden ser negras, rojas, púrpuras, doradas y plateadas.

Caracteres intrínsecos: Se pueden definir tres partes en un documento:

  • Protocolo:
    • Invocación (puede ser implícita o explícita).
    • Subscripción o intitulación (nombres y apellidos, títulos y dignidades, tratamientos, calificativos de humildad y honoríficos)
    • Dirección (persona a la que va dirigida el documento)
    • Salutación.
  • Texto:
    • Introducción. Encontramos el preámbulo, en él se desarrolla una máxima religiosa o moral, una sentencia bíblica o hazañas guerreras, y una notificación en la que se anuncia el contenido del texto.
    • Cláusulas. Estas pueden ser personales, expositivas o dispositivas.
    • Finales. Encontramos la sanción que puede ser jurídica y la corroboración, que es acerca del cumplimiento de la sanción.
  • Escatocolo:
    • La fecha, los datos históricos y personales.
    • La invocación final y aprecación.
    • Los signos de validación que serían subscripciones, signaturas y el sello.

Finalidad

La diplomática al estudiar los documentos, en cierto modo, los critica, es decir, no solamente equivale a juzgar su autenticidad o falsedad, sino también a conocer su valor en vista de los caracteres intrínsecos y extrínsecos que ofrece. Esta crítica, si ha de ser completa, abarca tres funciones:

  • Clasificar el documento según las distintas tipologías existentes.
  • Explicar el documento dando la razón de su existencia y señalando su objeto o finalidad y su importancia según su contenido y sus antecedentes y consecuentes.
  • Declarar su autenticidad ya sea como documento original ya como copia legítima. A partir de esta función pueden hallarse tres tipos de diplomas:
    • Auténticos, si corresponden a la época y autor a que se atribuyen.
    • Apócrifos o falsos, si no corresponden ni a uno ni a otro.
    • Adulterados, si en mayor o menor parte han sido falsificados en el original o en las copias.

Ejemplo de análisis diplomático: una donación de Hugues Capet en 989

Transcripción y estado físico

La escritura (número de referencia "Archives nationales de France" AE/II/84) está escrita en pergamino (696 x 320 mm) y su escritura en carolina tardía sobre diez líneas marca una división clásica en litterae elongatae (l.1, 9 y 10) y litterae communes (l.2-8), una tradición documentada desde al menos la Antigüedad Tardía.

IN NOMINE SANCTAE ET INDIVIDUȨ TRINITATIS, HUGO, GRATIA DEI REX. QUICQUID LOCIS DIVINO CULTU MANCIPATIS LARGIENDO CONFERIMUS, PROFUTURUM NOBIS AD AETERNAM BEATITUDINEM OPTINENDAM ET AD PRESENTEM VITAM FELICIUS transigendam omnino confidimus. Itaque noverit omnium sanctae Dei aecclesie fidelium nostrorumque presentium ac futurorum industria, quia pro absolutione peccatorum nostrorum, ad deprecationem venerabilis abbatis monasterii Fossatensis, nomine Maioli, et monachorum ejusdem congregationis, quod est dicatum in honore beatȩ virginis Mariae ac principis apostolorum Petri, considerantes eorum non modicas necessitates, propter hoc complacuit celsitudini nostrae, in quadam villa, in comitatu Parisiacensi sita, cui est vocabulum Mansiones, mansum indominicatum, cum pratis et terris arabilibus cultis et incultis, et farinariis, pascuis, aquis aquarumve decursibus, cum mancipiis utriusque sexus desuper commanentibus, sive cum omnibus apendiciis suis, videlicet aecclesias duas, quarum una est mater aecclesia sita in honore beati Remigii, et alia capella in honore sancti Germani, et omnem vicariam in ea potestate habendam, praedicto abbati vel fratribus traderae atque delegare. Unde etiam hoc altitudinis nostrae preceptum fieri, predictoque abbati vel congregationi dari jussimus, per quod memoratas res omnes, ad supradicti monasterii fratrumque subsidium juste legaliterque pertinentibus omniumque rerum summa integritate, tradimus ac delegamus ut secundum eorum dispositionem successorumque suorum administrationem per futura tempora ordinentur, eisque pro sua oportunitate utantur, nostrum memoriale conjugisque meae seu filii nostri Rotberti regis ac consortis regni nostri aeternaliter fundendo pro nobis preces inibi habeatur. Et ut hȩc auctoritatis nostrȩ largitio nostris futurisque temporibus diligentius conservetur, atque ab ipsis fratribus securius possideatur, manu propria subter eam firmavimus anulique nostri inpressione insigniri jussimus. RAGENALDUS CANCELLARIUS SCRIPSIT. SIGNUM HUGONI [monogramme] GLORIOSISSIMI REGIS. Anno II regnante Hugono rege [sceau]. Data mense XII kalendas julii, indictione II. Acta publice Parisica urbe.

Las diferentes partes del discurso diplomático

  • Invocación: patrocinio del acto por una autoridad superior, aquí la "santa e indivisible trinidad", duplicada por un crisma adornado (☧) en la parte superior izquierda.
  • Suscripción: nombre y cargo del autor (patrocinador) de la escritura, aquí Hugues, rey de los francos desde 987.
  • Fórmula de legitimación: "por la gracia de Dios", también conocida como fórmula devocional.
  • Reconocimiento y saludo: curiosamente ausente, la cancillería prefiere pasar directamente al preámbulo evocando las razones de la redacción del acta, e indicando o bien relaciones tensas entre el rey y los monjes o, por el contrario, una recuperación parcial del precepto tardoantiguo (inscripción-dirección en dativo[9]​) muy oficial.
  • Dispositivo: el corazón del mensaje. Describe exactamente lo que el rey ofrece ('complacuit celsitudini nostrae... "ha complacido a nuestra grandeza...") y cómo.
  • Cláusulas finales: verouillent la escritura de diversas maneras (con la jussio, es decir, el orden de redacción; apelación a los sucesores, etc.).
  • Fecha de tiempo y lugar: en el palacio de la ciudad (Parisiaca urbe) doce días antes de las calendas de julio, es decir, el 20 de junio. La indicación, un arcaísmo que data de Diocleciano, recuerda la continuidad imperial y el prestigio intelectual de la cancillería. Se refiere aquí al segundo año de la actual indicción, que según la tradición comenzó en septiembre de 988 (habría por tanto confusión aquí entre estilo pascual y estilo de la indicción) y el año de reinado corresponde a 989.
  • Suscripción: el equivalente de nuestra firma, aquí con recognitio, es decir, la marca del canciller responsable de este acto (Ragenaldus cancellarius scripsit). La presencia de numerosos testigos no es todavía sistemática, como lo fue para el nieto de Hugues, Henri I. Un sello (del que no queda rastro en la imagen) estaba unido al pergamino por una cinta de seda, completada por el monograma tetragramático del rey en el ángulo inferior derecho, siguiendo el modelo de los emperadores romanos y Carlomagno. La frase gloriosissimus rex (rey más glorioso) se remonta a Clodoveo y marca un apego a la diplomacia carolingia Plantilla:Inciso, explicada por la rivalidad con un pretendiente rival al trono, [Carlos de Baja Lotaringia|Carlos de Baja Lorena]], hermano del difunto rey Lotario y una amenaza constante hasta 991.

Véase también

Referencias

  1. Martínez de Sousa et al., 1989, p. 234
  2. Webster's Dictionary (1828); citado en Oxford English Dictionary (2ª ed.)
  3. Cencetti, Giorgio (1985). «La Preparazione dell'Archivista». En Giuffrida, Romualdo, ed. Antologia di Scritti Archivistici. Roma: Archivi di Stato. p. 285. . Traducción de Duranti 1989, p. 7.
  4. Cárcel Ortí, Maria Milagros, ed. (1997). Vocabulaire Internationale de Diplomatique (2nd edición). Valencia: Collecció Oberta. p. 21. Archivado desde el original el 6 de diciembre de 2016. Consultado el 27 de noviembre de 2013. «La Diplomática es la ciencia que estudia la tradición, la forma y la elaboración de los actos escritos.» 
  5. Beal, Peter (2008). org/details/dictionaryofengl0000beal Un diccionario de terminología inglesa sobre manuscritos, 1450-2000. Oxford: Oxford University Press. p. 121. ISBN 978-0-19-926544-2. (requiere registro). 
  6. Kölzer, Theo (2010). «Diplomatics». En Classen, Albrecht, ed. Handbook of Medieval Studies: Terms - methods - trends 1. Berlin: De Gruyter. pp. 405-424 (405). ISBN 9783110184099. 
  7. Bresslau, Harry (1969). Handbuch der Urkundenlehre für Deutschland und Italien 1 (4th edición). Berlin: De Gruyter. p. 1. 
  8. Brooke, Christopher N. L. (1970). «La enseñanza de la Diplomática». Journal of the Society of Archivists 4: 1-9. doi:10.1080/00379817009513930. 
  9. {Article|langue=en|auteur1=Carl-Richard Brühl|titre=Diplomatique comparée des royaumes barbares. |Periódico=École pratique des hautes études. 4e section, Sciences historiques et philologiques|date=1977|lire en ligne=https://www.persee.fr/doc/ephe_0000-0001_1976_num_1_1_6279%7Cpages=507-537}}

Bibliografía