Ir al contenido

Diferencia entre revisiones de «Condado de Barcelona»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Botones (discusión · contribs.)
m Retirando plantilla: Corona de Aragón
Línea 34: Línea 34:
[[Categoría:Condados de Cataluña]]
[[Categoría:Condados de Cataluña]]
[[Categoría:Corona de Aragón|Barcelona]]
[[Categoría:Corona de Aragón|Barcelona]]

{{Corona de Aragón}}


[[ca:Comtat de Barcelona]]
[[ca:Comtat de Barcelona]]

Revisión del 01:31 5 sep 2007

Escudo de armas de los condes de Barcelona

Orígenes

El Condado de Barcelona correponde al territorio regido, por los condes de Barcelona entre el siglo IX y el siglo XVIII, desde donde se formó históricamente Cataluña como una unidad política.

Sus orígenes se remontan al siglo VIII, cuando con motivo de la Invasión musulmana de los dominios del Reino visigodo y su posterior expansión sobre la actual Francia, la confrontación entre el los francos y las fuerzas musulmanas condujo a una respuesta defensiva de los monarcas carolingios, consistente en la creación de la la denominada Marca Hispánica. Esta se realizó mediante la dominación de los territorios del sur de Francia y del norte de la Península Ibérica y derivó en la formación de un conjunto de pequeños condados. La dominación franca se hizo efectiva tras la conquista de Gerona (785) y principalmente, cuando en el año 801 la ciudad de Barcelona fue conquistada por el Rey de Aquitania Luis el Piadoso (o Ludovico Pío) y es incorporada al reino franco, estableciéndose en ella el Condado de Barcelona, con dependencia del rey franco.

Inicialmente, la autoridad condal recayó en la aristocracia local, tribal o visigoda, pero la actitud independentista que inmediatamente mostró ésta obligó a los Carolingios a sustituirlos por condes de origen franco. Pese a todo, los lazos de dependencia de los condados catalanes con respecto a la monarquía franca se fueron debilitando. La autonomía se consolidó al afirmarse los derechos de herencia entre las familias condales. Esta tendencia fue acompañada de un proceso de unificación de los condados hasta formar entidades políticas más amplias. El conde Wifredo el Velloso, último conde nombrado por los reyes francos, representó esta orientación. Consiguió reunir bajo su mando una serie de condados y transmitirlos en herencia a sus hijos. A su muerte en 897 la unidad se rompió, pero el núcleo formado por los condados de Barcelona, Gerona y Vic se mantuvo indiviso.

El condado independiente

Durante el siglo X, los condes de Barcelona reforzaron su autoridad política y se fueron alejando poco a poco de la influencia franca. En el 985 Barcelona, entonces gobernada por el conde Borrell II, es atacada e incendiada por los musulmanes, liderados por Almanzor. El conde se refugia entonces en las montañas de Montserrat, en espera de la ayuda del rey franco, pero no aparecen las tropas aliadas, lo que genera un gran malestar. En el año 988, en el reino franco termina la dinastía Carolingia y es sustituida por la dinastía Capeta. Borrel II es requerido para prestar juramento de fidelidad al nuevo rey franco, pero no consta que el conde barcelonés acudiese a la llamada, pues el rey franco tuvo que acudir al norte a resolver un conflicto. Esto ha sido interpretado como el punto de partida de la independencia de hecho de lo que posteriormente se llamará Cataluña.

Posteriormente, el Condado de Barcelona va creciendo en importancia y en territorio con los sucesivos condes. Va absorbiendo otros condados de la Marca Hispánica y se expande hacia el sur gracias a las batallas contra los árabes. Así, por ejemplo, Ramón Berenguer III se casa con Dulcia de Provenza, por lo que parte de ese condado se une al de Barcelona, formando progresivamente un espacio territorial muy similar al de la actual Cataluña.

La incorporación a la Corona de Aragón

Sin embargo, otro matrimonio, el de Ramón Berenguer IV y Petronila de Aragón crea una unión dinástica compuesta por el Condado de Barcelona y el Reino de Aragón, bajo la denominación de Corona de Aragón. Ramón Berenguer IV fue hasta su muerte conde de Barcelona y príncipe de Aragón y de Cataluña. El hijo de ambos, Alfonso II, fue el primer rey de Aragón que a su vez fue Conde de Barcelona, títulos que heredarán a partir de entonces todos los reyes de la Corona de Aragón. A pesar de todo, los condados poseerán, dentro de la corona, de independencia prácticamente absoluta, manteniendo ambos territorios sus propias Cortes y Fueros.

En 1258 Jaime I de Aragón, con el Tratado de Corbeil, se independiza oficialmente el Condado de Barcelona de la influencia franca.

Durante los siglos XIII y XIV, el condado seguíria siendo regido por los condes de la casa de Barcelona, pero con motivo del Compromiso de Caspe, la titularidad del mismo paso a la dinastía Trastámara, originaria de Castilla, mediante la coronación de Fernando I de Aragón. Posteriormente, la unión dinástica entre las coronas de Castilla y Aragón comportaría la inclusión del condado en los territorios regidos por los Austrias.

La extinción del condado de Barcelona

A pesar de la vinculación del condado a la corona española, los fueros del condado de Barcelona se mantuvieron intactos hasta que se abolieron en el 1714 con los Decretos de Nueva Planta, aduciéndose para ello el derecho de conquista tras la Guerra de Sucesión española. Desde entonces, el condado ya no sería nunca más una entidad política y el espacio político de la actual Cataluña sólo volvería a definirse como tal mediante los estatutos de autonomía de 1932, 1979 y 2006.

Por otra parte, el título de conde de Barcelona es ostentado actualmente por el titular de los derechos a la corona española, Juan Carlos I, quien lo recibió de su padre, Juan de Borbón.

Véase también