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Víctor Reviglio

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Víctor Félix Reviglio


Gobernador de Santa Fe
10 de diciembre de 1987-10 de diciembre de 1991
Vicegobernador Antonio Vanrell
Predecesor José María Vernet
Sucesor Carlos Reutemann

Información personal
Nombre en español Víctor Reviglio Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 4 de abril de 1938 Ver y modificar los datos en Wikidata (86 años)
San Francisco (Argentina) Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Argentina
Educación
Educado en Universidad Nacional de Córdoba
Información profesional
Ocupación Médico
Partido político Partido Justicialista

Víctor Félix Reviglio (n. San Francisco, Córdoba, Argentina, 4 de abril de 1938), político argentino, gobernador de Santa Fe desde 1987 hasta 1991.

Orígenes

Víctor Reviglio nació en San Francisco, una ciudad del este de la Provincia de Córdoba. Cursó sus estudios primero, en la escuela Rafael Nuñez, luego en el Colegio Nicolás Avellaneda y más tarde en el Gral. San Martín, todos en su ciudad natal.[1]​ En 1956 se mudó junto a su familia -padres y hermano- a la ciudad de Córdoba para comenzar a estudiar la carrera de Medicina en la Universidad Nacional de Córdoba. Allí se destacó por ser uno de los diez mejores promedios de la promoción 1968.[1]​ Se desempeñó como Practicante Menor y Mayor en el Hospital San Roque de esa ciudad y realizó residencias médicas en la especialidades Medicina Interna y gastroenterología. Casi al mismo tiempo, fue elegido presidente de la Federación de Centros de Practicantes la Provincia de Córdoba; a través de cuya actividad conoció a una estudiante de medicina santafesina que sería su futura esposa. Ello motivó su traslado a la Provincia de Santa Fe donde ejerció su carrera de medicina, primero ganando un concurso de Sanidad escolar y luego ejerciendo en forma independiente.

Los años de la resistencia peronista

Las raíces políticas de Reviglio se remontan a su época de estudiante secundario en San Francisco, militando en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) -organización nacional de carácter netamente peronista-. Al trasladarse a la ciudad de Córdoba militó en el Movimiento Juventud Peronista (MJP), vinculado luego a la denominada Resistencia Peronista. Así llegó a Córdoba en 1956.

Cuando Arturo Frondizi llegó a la Presidencia de la Nación en 1958, lo hizo con el voto de los peronistas, comprometiéndose a cumplir una serie de acuerdos, entre los más importantes como: el reconocimiento y la legalización del Movimiento Peronista (que se encontraba totalmente en la clandestinidad debido al decreto Numero 4161 del Poder Ejecutivo Nacional en setiembre de 1955, en la administración de la “Revolución Libertadora”), devolución de los bienes del Partido Peronista (rama masculina y rama femenina) y de la Fundación “Eva Perón”, normalizar la Confederación General del Trabajo (CGT), que estaba intervenida por militares, sindicatos y obras sociales, etc. en el término prudencial de seis meses. Pero Frondizi no solo no cumplíó lo pactado, si no que profundizó la etapa de represión.

En enero de 1960 se denuncia que en el país hay casi seis millones de pobres y un informe especial da cuenta de que a cada hora mueren cinco lactantes. Mientras aumenta el costo de vida, el ministro de Economía Alvaro Alsogaray repite que “hay que pasar el invierno” y anuncia un futuro feliz. Sin embargo, el verano argentino muestra un efluvio de malestares. Un periódico de Londres publica en febrero declaraciones de Perón sobre los guerrilleros Uturuncos (que significaba “hombres tigres” en quechua) y las elecciones legislativas que deben realizarse el 27 de marzo. El general, que desde hace un mes vive en España, la última y más prolongada etapa de su exilio, expresa: “En Argentina ha comenzado la época de los cambios. Se realizarán elecciones el mes próximo y millones de mis partidarios no podrán votar libremente. Ellos jamás aceptarán eso. La lucha ha comenzado ya en las montañas de mi patria”.

Se conformaron los Comandos de Resistencia de Córdoba. El plan de resistencia de los militantes peronistas incluía atentados contra objetivos económicos. El 16 de febrero de 1960 visitaban Córdoba el ministro Alsogaray y el secretario de Guerra, general Rodolfo Larcher. Ese mismo día explotaban los depósitos de nafta que la empresa estadounidense Shell-Mex tenía en barrio San Fernando, en cercanías del ramal ferroviario tendido hacia Malagueño. La cifra de muertos fue de 15 personas y hubo una veintena de heridos. La conmoción nacional fue muy grande. Toda la prensa lo calificó como “un atentado terrorista”.

Los militares -encabezados por el General Toranzo Montero- presionaron a Frondizi para que implementara el Plan CONINTES (Estado de Conmoción Interna) -el cual ya había sido declarado el 14 de noviembre de 1958 por Decreto "S" (secreto) 9880- a partir de las 0 horas del 14 de marzo de 1960, poniendo a todos los ciudadanos civiles en el área de la justicia militar a cargo de las Fuerzas Armadas. A este, se le sumó un decreto del 15 de marzo, que declaraba situación de emergencia grave de organización de la Nación para tiempo de guerra. De este modo, se habilitó a las fuerzas armadas para reprimir las protestas obreras. El país se dividió en zonas militares y a partir de allí Córdoba tuvo su consejo de guerra. Fueron detenidos sindicalistas, obreros, estudiantes -entre ellos Reviglio- y alojados en distintas cárceles de la Provincia de Córdoba.

Reviglio, junto a otros militantes, permaneció detenido bajo la figura ilegal del confinamiento y alojado en la Penitenciaría Capital -la cárcel más antigua de la Provincia-, ubicada en el histórico Barrio San Martín de la ciudad de Córdoba. Allí, se integró a la Unidad médica-odontológica que existía con función de practicantes de la salud, bajo la dirección del Dr. Centeno para asistencia de sus compañeros de causa detenidos. La aplicación del Plan Conintes se prolongó hasta el 2 de agosto de 1961 (decreto 6495/61).

La aplicación del Estado de sitio y del Plan Conintes no fueron suficientes para frenar la violencia en el país. Por esto, el Congreso dictó la Ley de emergencia Nº 15293, con el fin de reprimir las actividades terroristas en toda la Argentina. Hacía referencia a todas las actividades que atentaran contra la seguridad de los bienes o instituciones de la Nación y preveía las penas a aplicar según el delito cometido. En un intento de pacificación bajo los auspicios del presidente Arturo Illia, la ley fue derogada el 30 de noviembre de 1963.

Al dar por finalizado la aplicación del plan CONINTES, la justicia militar había cesado y la justicia civil no reconocía la situación de los denominados "presos CONINTES". No había documentación alguna. No había expedientes, ni registros de tales detenciones. Finalmente, todos fueron liberados.

La actividad política en Santa Fe

En la política santafesina se inició ocupando cargos relacionados con la medicina. Fue elegido Vicepresidente de la Ex Asociación Médica de Santa Fe -principal gremio médico- y desde allí pasó a militar en el Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) entre los equipos técnicos conformados entre el Partido Justicialista y el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) liderado por el popular exgobernador Carlos Sylvestre Begnis.

Tras las elecciones del 11 de marzo de 1973, fue designado Subsecretario de Salud Pública la Provincia de Santa Fe. Luego, en medio de los cambios introducidos en el gabinete de la presidente María Estela Martínez de Perón por el político santafesino Italo Luder fue promovido a Director Nacional de Atención Médica en 1975. El golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 motivó su desplazamiento temporal de la función pública.

Gobernador de Santa Fe

El 30 de octubre de 1983, al celebrarse las primeras elecciones en el país luego de más de siete años de dictadura militar, el justicialista José María Vernet derrotó a Aníbal Reinaldo, -candidato por la Unión Cívica Radical- en un proceso electoral muy cuestionado. Vernet prestó juramento y Reviglio fue designado estratégicamente como Ministro de Salud, Medio Ambiente y Acción Social de la Provincia de Santa Fe. Esta, era entonces la Provincia más importante -por población y por incidencia nacional- en manos del justicialismo. En Buenos Aires y Córdoba se había impuesto la Unión Cívica Radical.

El apoyo de los sindicatos resultó vital para la victoria de Vernet, hasta entonces un ignoto asesor contable de la Unión Obrera Metalúrgica, sin mayor militancia; lo que ejemplifica elocuentemente el rol y la influencia con el que todavía contaba el sindicalismo en el entramado justicialista.

La derrota electoral de Italo Luder, sin embargo, dividió aún más al peronismo -en su necesidad de encontrarle reemplazo a la conducción del fallecido Perón- y la división atravesó al peronismo santafesino. Cuando la confusa situación se despejó lo suficiente, al lado del gobernador Vernet se agruparon los grupos de la "verticalidad peronista": Reviglio y su Frente de Unidad Peronista, las 62 Organizaciones peronistas de Miguel Gómez, la Mesa Unificadora Ortodoxa de Antonio Vanrell y, sorprendentemente, junto a ellos, Carignano y Lealtad Peronista. En el bando opositor se ubicaron en cambio figuras como los diputados Cardozo y Rubeo, el vicegobernador Martínez, el senador Celestino Marini o Luis Druetta. La presidencia del partido quedó en manos del primer grupo, en la persona de Raúl Carignano.

Sin que ninguno de los referentes políticos pudiera imponerse al resto, con la fragmentación del bloque de Diputados en la legislatura provincial y sin posibilidad de reelección para el gobernador Vernet, Reviglio se convirtió en el candidato natural para la sucesión en la "Casa Gris" sostenido por una alianza de corrientes internas bajo la denominación "Frente para la Victoria" (Lista 5). Así, apoyado también en una sumatoria de votos con el sector "Unidad y Solidaridad" (Lista 9), se impuso en las elecciones internas del 19 de octubre de 1986 a la lista "Restauración Peronista" encabezada por Carignano; quien retuvo la presidencia del partido, en tanto para esa categoría las tres listas presentaron candidatos separados.

La campaña electoral de 1987 se desarrolló en el marco de un fuerte desgaste político de la Unión Cívica Radical y del gobierno de Raúl Alfonsín: alta inflación, inseguridad en las calles y empobrecimiento de los asalariados. Reviglio era un candidato fuerte, apoyado en un esquema paternalista de ayudas sociales directas a los sectores pobres. La UCR presentó una fórmula renovada, integrada por Luis Alberto "changui" Cáceres -dirigente cofundador de la Coordinadora Nacional- y el prestigioso médico rosarino Juan Héctor "Canchi" Sylvestre Begnis -hijo del exgobernador desarrollista-; pero nada pudieron hacer frente a la debacle política nacional que vivieron.

El acto comicial se realizó el 6 de setiembre y Reviglio ganó las elecciones con el 44,3% de los votos por sobre el 28,4% de Cáceres.[2]​ En tercer lugar se ubicó el jurista Alberto Natale, candidato del Partido Demócrata Progresista y ex interventor de la Municipalidad de Rosario bajo el gobierno militar, con el 13,6%.[3]

En la noche de las elecciones, Reviglio declaró:

Es un voto castigo a las políticas del gobierno nacional implementadas de espaldas al pueblo. Pero no es un voto castigo a la democracia.

La cooperativa peronista

El Partido Justicialista de Santa Fe carecía de un líder que centralizara las decisiones y el poder. Así, existió un cuoteo político entre cinco o seis corrientes internas que se repartían básicamente los cargos y las designaciones a modo de cooperativa.

Reviglio, como gobernador, sucedió a Vernet el 10 de diciembre de 1987. Durante su gestión casi todas las áreas de gobierno fueron denunciadas por supuestos actos de corrupción: compras y adquisiciones fraudulentas en el Poder Legislativo, practicas defraudatorias en la Municipalidad de Santa Fe, mala administración en la Empresa provincial de Energía (EPE) estatal y quebranto del Banco de Santa Fe a partir del financiamiento del gasto público provincial.

El hecho más resonante fue una compra dispuesta por el Senado provincial por un millón de dólares en juguetes a empresas inexistentes. El descubrimiento y difusión periodística del hecho llevó al juicio político y posterior destitución del vicegobernador de la provincia Antonio Vanrell.[4]

En la gobernación de Reviglio también debió renunciar el intendente de la ciudad de Santa Fe, Carlos Aurelio Martínez -quien había sido vicegobernador de Vernet-, por compras irregulares durante su gestión. Luego de aquellos escándalos -incluida la denuncia sobre vaciamiento del banco provincial-, Reviglio conformó un gabinete con hombres de mayor consenso y encontró en el sistema de lemas una elegante salida para que el PJ siguiera gobernando la provincia.

Aunque su persona nunca fue vinculada a ninguna practica corrupta y siendo un hombre con un patrimonio limitado, Reviglio nunca pudo desasociarse de una época oscura de la política santafesina.

Hambre, disturbio y saqueos de 1989

El contexto económico y político hacia fines de 1988 y primer trimestre de 1989 fue el caldo de cultivo de la mayor crisis social de la historia argentina y en especial de la Provincia de Santa Fe. La hiperinflación hizo estrago en los salarios e ingresos informales de las familias argentinas y en especial, sobre las familias de trabajadores santafesinos que vivían una carestía de comida. A principios de mayo de 1989 el dólar costaba 80 australes y terminó costando 200. Ese mismo mes, el costo de vida de los rosarinos subió un 78,5% con respecto al mes anterior y la inflación trepó a 96.5% en mayo respecto de abril, por lo que los precios de los productos se remarcaban hasta dos y tres veces por día. Los sectores de menores ingresos no podían comprar alimentos básicos por la depreciación de la moneda.

A su vez, había un poder político totalmente debilitado. En las elecciones presidenciales del 14 de mayo de 1989 el justicialista Carlos Menem derrotó al candidato radical Eduardo Angeloz. El presidente Alfonsín empezaba lentamente a perder poder. Pero los gobiernos locales se hallaban debilitados por la falta de resortes para enfrentar la crisis y en el caso de Rosario -la tercera ciudad más grande del país tras Buenos Aires y Córdoba-, sin autoridad. El dirigente radical Horacio Uzandizaga había renunciado a la intendencia cumpliendo el juramento de irse si Carlos Menem era elegido presidente y el presidente del Concejo Deliberante Carlos Ramírez estaba provisoriamente a cargo del despacho municipal.

Así, los primeros disturbios comenzaron en Rosario el miércoles 24 de mayo de 1989 -en medio de un feriado bancario-, cuando varias personas comenzaron a demandar que algunos supermercados repartiesen comida gratuitamente. No obstante, rápidamente se extendieron hacia otras ciudades, incluyendo el propio GBA.

El 28 de mayo, Alfonsín anunció la eventual implementación de un plan económico de emergencia. Durante esa misma noche, se generalizaron los saqueos en la principal ciudad industrial santafesina, especialmente en los barrios del sur de la misma, donde estaban concentrados la mayoría de los principales supermercados. Al día siguiente se diseminaron hacia Villa Gobernador Galvez, corredor industrial ubicado al sur de Rosario y gobernada entonces por el dirigente justicialista Santos Mauro, y hacia otras ciudades; produciéndose, en algunos casos, bloqueos de carreteras y cacerolazo.

Los manifestantes irrumpieron dentro de supermercados, almacenes y pequeños negocios, en grupos que oscilaban desde sólo unos 20 individuos hasta tanto como unas 1.000 personas. En la mayoría de los casos, se trataba de gente joven que incluía a una significativa proporción de mujeres y niños, quienes formaron una barrera humana frente a la policía. Aunque la mayoría estaba motivada por el hambre y sólo se llevó comida, muchos aprovecharon para robar cajas registradoras, muebles, heladeras o refrigeradores, etc. Entre la multitud, podían encontrarse tanto ladrones comunes como gente que evidentemente pertenecía a la clase media, así como también personas que cargaban mercadería robada en automóviles y otros vehículos motorizados.

Aunque la violencia estaba más bien dirigida contra comercios en sí mismos que contra personas individuales, tuvieron lugar algunos incidentes aislados en los que dueños de locales resultaron heridos o hirieron a otros mientras trataban de proteger sus respectivos negocios, además de ataques contra algunos destacamentos de policía.[5]

La propia reacción policial fue más bien pasiva durante los dos primeros días, lo que contribuyó a la generalización de los disturbios. Todo cambió el 29 de mayo, cuando el presidente declaró el estado de sitio por 30 días. La ciudad fue militarizada y dividida en tres áreas operativas. Se suspendieron las clases, se cerraron los bancos, se cancelaron los servicios de transporte público de pasajeros y se impuso un toque de queda.

Acusado de inacción por algunos dirigentes opositores y de promover ese estado de conmoción social directamente, el gobernador Reviglio se defendió y se dirigió al pueblo santafesino en un discurso que se transmitió en cadena:

Esperábamos que esto sucediera... hay crisis, hay marginados... apropiarse de lo ajeno no es lo correcto pero es entendible.

Para principios de junio los disturbios habían cesado, la policía restableció el control de la situación, y las autoridades nacionales y municipales comenzaron a enviar y distribuir asistencia alimentaria a través de comedores populares.

Funcionario nacional

En 1992, ya finalizado su mandato como gobernador, fue designado Embajador Argentino Extraordinario y Plenipotenciario en Nicaragua.[1]​ Al regresar al país, se insertó en el escenario político provincial al integrar la corriente interna del justicialismo liderada por Carlos Reutemann en los años noventa.

A pesar de gozar de su jubilación como profesional médico y como exfuncionario, regresó al actividad política a fines de 2001. Adolfo Rodríguez Saa, durante su efímero gobierno, lo nombró Secretario de Política Sanitaria.[4]

Posteriormente, ha militado en el Peronismo Federal en oposición al Frente para la Victoria.

Referencias

  1. a b c «Capítulo 7: Gobernadores e Intendentes de Santa Fe, Visita de Perón y Evita, 3º Parte». Consultado el 12 de marzo de 2010. 
  2. «Resultado de las elecciones de gobernador». Consultado el 16 de marzo de 2010. 
  3. Editorial (10 de septiembre de 2011). «Falleció Alberto Natale, ex intendente de Rosario y legislador nacional del PDP». Consultado el 28 de mayo de 2014. 
  4. a b José E. Bordón (30 de diciembre de 2001). «Vernet y Reviglio, con pasados polémicos». Consultado el 12 de marzo de 2010. 
  5. Página/12: "Aquéllos días de furia", 31 de mayo de 2009. http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/18-18741-2009-05-31.html


Predecesor:
José María Vernet

Gobernador de Santa Fe

1987 - 1991
Sucesor:
Carlos Reutemann