Usuario:Nacaru/Taller/Cultura Trash

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La cultura basura o cultura trash hace referencia a un fenómeno artístico, cultural y estético vanguardista caracterizado por el uso de elementos que la cultura convencional considera subversivos, aberrantes o desagradables.[1]​ Representa un movimiento dentro del enfoque pop —en cuanto a que utiliza aspectos de la cultura de masas y rechaza la concepción de «buen gusto» a menudo asociada a las élites culturales— que pretende acercarse al extremo opuesto de lo que se considera convencionalmente agradable, rodeándolo de temas a menudo vulgares y desordenados, dentro de un contexto estético asociado a la pobreza y a las clases bajas. En ocasiones sus creaciones pueden ir acompañadas de un mensaje político y reivindicador.

La cultura basura nace en los años 70 en los EE.UU. donde, el que hasta ahora se considera su mayor representante, el cineasta y escritor John Waters, impulsó el movimiento con la creación de obras audiovisuales como Pink Flamingos (1972) o Female Trouble (1974), consideradas películas de culto en el género y en las que el autor usaba elementos escatológicos y provocativos para transmitir un mensaje irónico y político.

Sus orígenes toman influencia en movimientos artísticos anteriores como el surrealismo, el camp o el kitsch. Respecto a este último, el trash puede considerarse como una evolución del mismo, ya que igualmente utiliza elementos asociados a los estamentos más bajos, pero llevando el concepto de vulgaridad al centro de su obra.[2]

Aunque continúa asociado en mayor medida a obras audio-visuales televisivas y cinematográficas, se trata de un concepto que abarca tendencias culturales y que tiene representación en la literatura, el teatro y el arte performativo.

Definición y contexto[editar]

A pesar del debate continuo sobre lo que se considera la cultura trash, resulta difícil asociar el concepto a un estándar bien definido. A menudo este se entremezcla y compite con otros ya existentes como kitsch o camp, que también se asocian a fenómenos de la cultura de las masas y a actitudes relacionadas con esta. A menudo se utiliza como un término paraguas que se emplea para definir piezas audiovisuales de bajo presupuesto incompatibles con los estándares de la industria cinematrográfica convencional. Por ello, dentro de la industria del cine se ha identificado con el llamado cine de explotación, en cuanto a que trata de explotar temas sensacionalistas (como el sexo o la violencia) con el objetivo de generar una respuesta visceral —en lugar de emocional— en su audiencia. Sin embargo, al contrario del cine de explotación, el trash a menudo tiende a ser desdeñado por las masas y poseer una comunidad apreciativa más reducida.[3]


[...] El público puede alcanzar la felicidad a través de la celebración neurótica de lo inmundo. La cultura basura es el instrumento que te permite disfrutar de cualquier cosa sin necesidad de juzgarla. Lo que no me gusta es que el público se sienta por encima del objeto basura en cuestión: es cuestión de celebrar la diferencia, no de burlarse de ella.
John Waters en el Festival Rizoma (Madrid, 2011)

Considerado «el Papa de la basura», John Waters fue el creador de una gran cantidad de obras audiovisuales que hoy en día se consideran referencia en la cultura basura, estableciéndose como representante del movimiento.

Referencias[editar]

  1. «Cultura basura. Una espeleolegía del gusto». CCCB. Consultado el 8 de abril de 2021. 
  2. Cartmell, Deborah (1997). Trash aesthetics : popular culture and its audience. Pluto Press. ISBN 0-7453-1203-9. OCLC 35919265. Consultado el 7 de abril de 2021. 
  3. Sarkhosh, Keyvan; Menninghaus, Winfried (1 de agosto de 2016). «Enjoying trash films: Underlying features, viewing stances, and experiential response dimensions». Poetics (en inglés) 57: 40-54. ISSN 0304-422X. doi:10.1016/j.poetic.2016.04.002. Consultado el 7 de abril de 2021.