Urraca López de Haro

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Urraca López de Haro
Reina consorte de León
Reina consorte de León
1187-1188
Predecesor Teresa Fernández de Traba
Sucesor Teresa de Portugal
Información personal
Nombre completo Urraca López de Haro
Nacimiento c. 1160
Fallecimiento c. 1230
Vileña
Sepultura Monasterio de Santa María la Real de Vileña
Familia
Padre Lope Díaz I de Haro
Madre Aldonza
Cónyuge Nuño Meléndez
Fernando II de León
Hijos Véase Descendencia

Urraca López de Haro (c. 1160-c. 1230),[a]​ era hija del conde Lope Díaz I de Haro, señor de Vizcaya, y de la condesa Aldonza, fundadores del Monasterio de Cañas en 1169.[1]​ Reina consorte de León por su matrimonio con el rey Fernando II, después de enviudar, fundó el Monasterio de Santa María la Real de Vileña donde falleció y recibió sepultura.

Biografía

Hacia 1182, Urraca se convirtió en amante del rey Fernando II y después de la defunción de la segunda esposa del rey, Teresa Fernández de Traba, ella y sus hermanos recibieron varias mercedes del monarca leonés.[2]​ En 1186, su hermano García López fue nombrado alférez del rey y en 1187, otro hermano, Diego obtuvo la tenencia de la Extremadura leonesa.[3]​ Coincidiendo con su matrimonio en mayo de 1187, el rey le hizo donación de los señoríos de Monteagudo y Aguilar.[4]​ Pocos meses después de su matrimonio, que duró unos nueve meses, Urraca, que sabía que se acercaba el final de la vida del rey, quiso elevar al trono de León a su único hijo superviviente, Sancho Fernández de León, en perjuicio del infante Alfonso, hijo primogénito de Fernando II y de la reina Urraca de Portugal. Para lograr su propósito, sostuvo que el nacimiento del infante Alfonso era ilegítimo ya que el matrimonio de sus padres había sido anulado debido a los lazos de sangre existentes entre ambos cónyuges. El rey Fernando desterró entonces a su hijo primogénito, lo que supuso un triunfo para su madrastra, que se esforzó en que su hijo Sancho heredase el trono a la muerte de su padre, aunque dicha pretensión obtuvo pocos apoyos, incluso entre sus parientes, debido a la corta edad del infante.[5]​ Urraca también se enfrentó a los Traba que defendían los derechos del infante Alfonso, que se había criado con ellos, así como con los Lara, hijos de Teresa Fernández de Traba, la segunda esposa del rey Fernando.[3]

Tras la muerte del rey Fernando en la ciudad zamorana de Benavente el 22 de enero de 1188, su viuda se refugió en Castilla donde reinaba Alfonso VIII, sobrino del difunto rey, y confió la tenencia de sus castillos leoneses a su hermano Diego López II de Haro, aunque Alfonso IX de León, temeroso del poder de la familia Haro, pactó con su primo el rey Alfonso VIII, atacó y se apoderó de las fortalezas que la reina Urraca poseía en el reino de León.[4]​ En 1213, el conde Álvaro Núñez de Lara, esposo de Urraca Díaz de Haro, entregó a la reina viuda, tía de su esposa, varias propiedades que había adquirido en La Bureba localizadas en Santa María Ribarredonda y en los montes de Petralata, así como un pozo de salmuera en Poza de la Sal.[6]​ Después de haber muerto el conde, Urraca con estas propiedades, más otras adquiridas o que le fueron donadas, dotó y fundó en 1222 el Monasterio de Santa María la Real de Vileña, que fue incorporado a la Orden del Císter, donde tomó los hábitos y se retiró. Erróneamente, se ha dicho que la reina Urraca López de Haro, esposa del rey Fernando II, fue abadesa en el Monasterio de Cañas. Sin embargo, la abadesa en Cañas fue su sobrina la condesa Urraca Díaz de Haro, hija de su hermano Diego López II de Haro.[7]

Urraca en la documentación

Retablo de la Asunción del desaparecido Monasterio de Santa María la Real de Vileña

Urraca aparece en múltiples ocasiones en la documentación medieval. Algunas de estas apariciones son las siguientes:

  • En agosto de 1183, el rey Fernando II donó a Urraca López de la tierra de Villamor, Burón, y Omaña.[8]
  • El día 1 de julio de 1190 Alfonso VIII de Castilla hizo donación a Urraca de las villas de Vileña, La Vid de Bureba, y Villaprovedo, y del heredamiento real de Vesga y montes de Pedralada.[9]
  • El día 2 de febrero de 1194, la reina Urraca confirmó al Monasterio de San Salvador de Oña la posesión de los montes de Piedralada, los cuales habían sido concedidos a dicho monasterio por Alfonso VIII de Castilla un año antes, pro amore de domno Didaco meo fratre. Confirma la donación su hijo el infante Sancho Fernández de León y el hermano de Urraca, Diego López II de Haro.[10]
  • En 1195 la reina Urraca junto con sus hijos Sancho Fernández de León y María Núñez, hicieron una donación de una heredad en Mahude.[11]
  • El 15 de abril de 1222, por su alma y la de sus hijos, entregó toda su heredad en Vileña y en otros doce lugares a la comunidad del Monasterio de las Huelgas de Burgos para que dichas propiedades formaran parte de la dotación del monasterio que, perteneciente al Cister, se fundó en ese año en el municipio de Vileña, con Elvira García como primera abadesa.[12]
  • El 10 de mayo de 1224 el Papa Honorio III expidió un documento dirigido a la reina Urraca, ya religiosa en este monasterio y a las demás monjas, por el que toma bajo su protección el lugar en el que están, así como a sus vasallos de La Vid y Villaprovedo y también todas sus posesiones. Esta es la última mención de la reina Urraca en la documentación del monasterio.[13]

Descendencía

Contrajo un primer matrimonio con un pariente de su madre, el magnate gallego Nuño Meléndez,[14]​ — hijo de Melendo Núñez y de María Fróilaz, hija del conde Fruela Díaz, — y de la condesa Estefanía Sánchez. Tuvieron una hija:

  • María Núñez (m. 1255), quien aparece haciendo una donación junto con su madre y hermano Sancho en 1195 en el Monasterio de Santa María de Trianos. Entre los años 1234 y 1246, María fue, si no abadesa, administradora temporal del monasterio fundado por su madre.[15]

Fruto de su matrimonio con el rey Fernando II de León, con quien casó en mayo de 1187, nacieron tres hijos:

Sepultura

La reina Urraca fue enterrada en un sepulcro de piedra que fue colocado en el presbiterio de la iglesia del Monasterio de Santa María la Real de Vileña, que ella había fundado. Su sepulcro se encontraba en el Museo de Santa María la Real de Vileña en Villarcayo, trasladado ahí después del incendio que destruyó dicho monasterio en 1970. Actualmente se expone en el Museo del Retablo en Burgos ya que el museo del monasterio de Vileña cerró una vez que se marcharon las últimas tres monjas que residían en el nuevo monasterio en Villarcayo. Lo describe Inocencio Cadiñanos Bardeci de la siguiente manera:[16]

La figura yacente de la reina es de gran tamaño, tallada en un solo bloque de piedra. Aparece someramente trabajada, vestida de monja, como consta lo que fue en sus últimos años. La cabeza descansa sobre una almohada, encuadrada por figuritas muy mutiladas de ángeles turiferarios. El sonriente rostro ovalado está centrado por la gran toca plisada. Desde la nariz para arriba la cara de Doña Urraca se halla muy estropeada. Las manos, de largos dedos, aparecen cruzadas sobre el vientre, la superior casi desaparecida. Una sencilla túnica de plegados someros y casi paralelos, cubre el resto de su cuerpo. A los pies, los pliegues son numerosos. Una inscripción nos recuerda que allí descansa DOÑA hURRACA hYJA DeL CONDE DON LOPE DÍAZ / MVGER DEL REY DON FERNANDO DE LEON

Véase también

Notas

  1. Pudo fallecer hacia 1230, el último año en que se cita a los capellanes de la reina. Las monjas del monasterio de Vileña celebraban misa de aniversario de la reina el 13 de marzo, posiblemente el día de su fallecimiento. Cfr. Cadiñanos Bardeci (1990) p. 17

Referencias

  1. Baury, 1985, pp. 57-60.
  2. Cadiñanos, 1990, p. 14.
  3. a b Sánchez de Mora, 2003, p. 279.
  4. a b Arco y Garay, 1954, pp. 168-171.
  5. Cadiñanos, 1990, p. 115.
  6. Cadiñanos, 1990, pp. 17 y 102.
  7. Baury, 2011, p. 176.
  8. González, Julio (1943). Regesta de Fernando II, CSIC, Instituto Jerónimo Zurita, León. OCLC 6681413 [1]
  9. Cadiñanos, 1990, p. 101.
  10. Oceja Gonzalo, 19970, p. 64.
  11. Castán Lanaspa, 1992, p. 55.
  12. Cadiñanos, 1990, p. 102.
  13. Cadiñanos, 1990, p. 106.
  14. García Leal, 2006, pp. 4-5.
  15. Cadiñanos, 1990, p. 44.
  16. Cadiñanos, 1990, p. 49.

Bibliografía

  • Baury, Ghislain (2012). Les religieuses de Castille. Patronage aristocratique et ordre cistercien, XIIe-XIIIe siècles (en francés). Rennes: Presses Universitaires de Rennes. ISBN 978-2-7535-2051-6. 
  • Cadiñanos Bardeci, Inocencio (1990). El Monasterio de Santa María la Real de Vileña, su Museo y Cartulario. Burgos: Caja de Ahorros Municipal de Burgos. OCLC 627740127. 
  • Castán Lanaspa, Guillermo; Castán Lanaspa, Javier (1992). Documentos del Monasterio de Santa María de Trianos (Siglos XII-XIII). Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca. ISBN 84-7481-713-7. 
  • Guerrero Lafuente, Mª Dolores y Álvarez Castillo, Mª Angustias (1992). «Documentación medieval sobre el Monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos contenida en el Ms.13.063 de a Biblioteca Nacional». Cuadernos de estudios medievales y ciencias y técnicas historiográficas (Granada: Servicio de Publicaciones. Universidad de Granada) (17): 281-334. ISSN 1132-7553. 
  • Lizoain Garrido, José Manuel (1985). Documentación del Monasterio de Las Huelgas de Burgos (1116-1230). Burgos: Ediciones J.M. Garrido Garrido. ISBN 84-86371-02-3. 
  • Oceja Gonzalo, Isabel (1997). Documentación del Monasterio de San Salvador de Oña (1032-1284). Burgos: Ediciones J.M. Garrido Garrido. ISBN 84-600-3307-4. 
  • Salazar y Acha, Jaime de (1985). «Una familia de la Alta Edad Media: Los Velas y su realidad histórica». Estudios Genealógicos y Heráldicos (Madrid: Asociación Española de Estudios Genealógicos y Heráldicos) (1): 19-64. ISBN 84-398-3591-4. 
  • Serrano, Luciano (O.S.B., Abad de Silos) (1922). [2] D. Mauricio, Obispo de Burgos y fundador de su catedral]. Maxtor. ISBN 84-95636-21-2. 

Enlaces externos