Tranvías en Uruguay

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 01:12 13 ago 2014 por Minuanoencapital (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.

El primer servicio de tranvías en Uruguay, con coches tirado por caballos, se inauguró en Montevideo el 25 de mayo de 1868, durante la presidencia de Lorenzo Batlle.

Historia

El gobierno había concedido dos líneas: la de Villa del Cerro y Paso Molino, y la de la Unión y Maroñas. Esta última, cuyo presidente y tesorero eran W. Marston García y Juan McColl, se adelantó a la otra y comenzó a tender raíles desde la calle de los Andes por avenida 18 de Julio hasta el nacimiento del antiguo Camino Real a Maldonado (llamado ya “A la Villa de la Unión”), actualmente denominado Avenida 8 de Octubre, por la zona de las “Tres Cruces”, donde hoy está el Hospital Italiano. Los raíles continuaban hasta la plaza de Frutos, actuales 8 de Octubre y 20 de Febrero (donde se construyeron galpones para guardar los trenes, las caballerizas y talleres, en lo que constituyó la primera estación tranviaria del Uruguay) y de allí hasta la Curva de Maroñas.

El servicio regular comenzó el 1 de junio de ese año, con cinco servicios por la mañana y seis de tarde, con cuatro vagones de primera clase, seis de segunda y cinco de carga. La novedad tomó desprevenida a la población, que, según las crónicas de la época, protestó cuando se arrolló a algún peatón durante los primeros días; luego se adoptó el cornetín para avisar de la presencia del tranvía –utilizado hasta el fin de los servicios con caballos, en la década de 1920–, y para seguridad de los pasajeros se dispuso que un guardia armado viajara en el pescante, junto al mayoral. Era común el refuerzo de tiro (en general una yunta de caballos con un cadenero adelante) que brindaban a los vehículos los cuarteadores, jinetes provistos de fuertes caballos que ayudaban en el pasaje de tramos difíciles, como barriales o subidas.

Del otro lado de la ciudad, al Oeste, se completó la línea al Cerro recién en 1870, por una compañía cuyo gerente fue Esteban Anacleto Elena, fundador del hotel Carrasco, luego directivo de una de las dos empresas que administraron el sistema de tranvías eléctricos (La Transatlántica) y ministro de ganadería y agricultura. El sistema de caballos tuvo su auge desde 1893 a 1897 (en 1895 se registró la primera huelga de tranviarios), cuando llegaron a operar 13 empresas de tranvías en Montevideo. Durante el gobierno de Juan Idiarte Borda (1894 – 1897) se llegó a transportar en un año a 17.000.000 de pasajeros; el personal ocupado llegó a 1.092 trabajadores, con un parque de 511 coches, 3.984 caballos y 14 estaciones.

El sistema fue languideciendo porque, entre otras causas, debido a los avances tecnológicos. Las empresas que utilizaban tracción a sangre fueron compradas por dos compañías extranjeras –La Comercial y La Transatlántica– que las unificaron y las convirtieron al sistema de tracción eléctrica. El 31 de diciembre de 1925 el último convoy de caballos, de la empresa Tranvía del Norte, salió del centro y terminó su recorrido en Agraciada y Zufriateguy, cerrando un ciclo que duró 56 años.

La Comercial, subsidiaria del consorcio británico Atlas, y La Transatlántica, filial de la alemana AEG, se instalaron en 1896. La primera línea de tranvías eléctricos fue inaugurada por La Comercial el 17 de noviembre de 1906 entre la Aduana y Pocitos –donde la empresa operaba el Gran Hotel Pocitos u Hotel de los Pocitos– y el servicio formal se inició el 8 de diciembre. Pedro Elena, hermano de Esteban Elena, fue jefe de estación (estación de la calle Agraciada y Rondeau) de esta empresa. La Transatlántica, por su parte, comenzó sus servicios con la línea entre la Aduana y el Paso Molino el 2 de junio de 1907. Los coches tenían capacidad para 32 pasajeros en asientos de esterillas, 18 parados y ocho en la plataforma posterior, y tomaban la energía eléctrica a través de un trolley tipo pértiga desde cables elevados. La tracción eléctrica significó un cambio importante en la vida de la ciudad; del trote del caballo se pasó a velocidades de 40 y 60 kilómetros por hora del tranvía eléctrico. En 1910 finalizó la electrificación de las líneas del tranvía, con excepción de la del norte, que como ya dijimos, duró hasta el fin de 1925.

En 1928 la Sociedad Comercial adquirió La Transatlántica, y la fusión completa se hizo en 1933. En 1947, en el gobierno de Luis Batlle Berres –y en el proceso de nacionalizaciones que vivía Uruguay y América Latina– se creó la Administración Municipal de Transportes Colectivos de Montevideo (AMDET), que tomó a su cargo los tranvías como parte de pago de la deuda que Gran Bretaña tenía con Uruguay por abastecimientos realizados durante la Segunda Guerra Mundial. AMDET sustituyó progresivamente las 61 líneas de tranvías por trolebuses, proceso que se inició en 1951 con la inauguración de la línea 62 de esos vehículos. En abril de 1957, con la llegada a Belvedere del coche número 159, cesaron los servicios de los tranvías eléctricos en Montevideo. Entre 1967 y 1974 circuló una línea de carácter histórico en la calle Carlos Gardel, en el barrio Sur, más conocida como 36.

Véase también

Enlaces externos