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Sonderkommando

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Sonderkommandos incinerando cadáveres.

Los Sonderkommandos (literalmente "comandos especiales") eran unidades de trabajo durante la Alemania nazi que estaban formados por prisioneros judíos, y no judíos, seleccionados para trabajar en las cámaras de gas y en los crematorios en los campos de concentración nazis, durante la Segunda Guerra Mundial. Los einsatzgruppen tenían sus propios batallones Sonderkommandos para "asignaciones especiales".

Las personas destinadas a un "Sonderkommando", trabajaban bajo órdenes de los nazis, y si se negaban a cumplir las tareas, eran asesinados. Trabajaban bajo gran presión psicológica ya que eran los encargados de llevar a los prisioneros a las cámaras de gas, retirar los cuerpos, examinar orificios naturales (ano, vagina) en busca de piezas de valor ocultas, quitar los dientes de oro a los cadáveres, y por último incinerarlos en los hornos crematorios o en fosas crematorias. Muchos sonderkommando tuvieron que realizar éstas funciones, muchas veces, con familiares y amigos, viendo cómo ellos mismos conducían a la muerte a sus seres queridos. Si algún sonderkommando revelaba antes a los prisioneros que la supuesta "ducha de desinfección" no era tal, sino que era una cámara de gas e iban a morir, se le aplicaba la pena de muerte como castigo. Una de las formas de muertes utilizada de manera "ejemplar" para los sonderkommando que no cumplían las órdenes era ser incinerado vivo, en los hornos crematorios. Varios prestigiosos historiadores han aducido que dichas unidades no habrían existido o no realizaron las funciones que se les atribuyen, ya que entrar en las "cámaras de gas" justo después de la ejecución hubiese supuesto la muerte casi instantánea de cualquier persona que entrase en la cámara puesto que el Zyklon B tardaría varias horas en disiparse; si bien, era conocido que el ejército alemán de determinados campos de exterminio contaba con medios de protección, tipo máscaras antigás., según material encontrado en dichos campos y declarado en juicio.

Los sonderkommando vivían aislados del resto de prisioneros y no tenían ningún tipo de contacto con ellos. Era sabido que los sonderkommando tenían un periodo de trabajo de aproximadamente 3-4 meses, ya que, para no dejar testigos de la matanza a nivel industrial que se estaba realizando, era asesinado todo el sonderkommando y puesto en su lugar un nuevo grupo sonderkommando a realizar el trabajo.

Tareas

Las asignaciones de los Sonderkommando consistían en retirar los cadáveres de las cámaras de gas, seleccionar aquellos cadáveres que presentasen algún elemento de valor, apilar sus pertenencias por tipo, llevar a las víctimas al horno crematorio o bien inhumarlas. No podían hablar con los prisioneros, de lo contrario recibían la pena de muerte.

Eran mantenidos separados del resto de los prisioneros, de manera que no pudieran dar detalles sobre su tarea, para no alertar a los prisioneros que iban a ser exterminados en las cámaras de gas.

Una vez cumplida su misión eran, a su vez, exterminados.[1]

Resistencia

Paul Blobel, Comandante de sonderkommandos del einsatzgruppen C, sección 4a

Es interesante destacar que uno de estos Sonderkommando se rebeló el 7 de octubre de 1944 en Auschwitz. Ante los indicios de que las SS pretendían asesinar a un gran número de miembros del propio Sonderkommando que trabajaban en el crematorio 4 (debido a que la "carga de trabajo" de las cámaras de gas disminuyó después de ser intensamente utilizadas contra los judíos húngaros), se amotinaron y dieron comienzo a la única rebelión a gran escala de la que se tiene noticia en Auschwitz. Armados con piedras y herramientas improvisadas, atacaron a los guardias de las SS y prendieron fuego al crematorio. Algunos prisioneros pudieron escapar, aunque la mayoría fueron capturados y asesinados. Doscientos cincuenta murieron en la lucha, junto a tres miembros de las SS y doscientas personas más fueron asesinadas después.

Notas

  1. Entrevista de Shlomo Venezia con Miguel Mora (23 de mayo de 2010). «"No teníamos elección. Mataban a los que trabajaban y a los que no"». elpais.com. Consultado el 23 de mayo de 2010. 

Referencias

Libros

  • He sido el asistente del doctor Mengele, Miklos Nyiszli, Oświęcim, 2008, ISBN 978-83-921567-3-4
  • Jewish Supremacism: My Awakening on the Jewish Question, David Duke, Free Speech Press, 2003, ISBN 1892796058

Véase también

Enlaces externos