Plaza de Isabel II (Madrid)

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La Plaza de Isabel II en la actualidad, tras la remodelación inaugurada en 2011.

La Plaza de Isabel II (denominada también de forma popular como Plaza de la Ópera) es una plaza ubicada en el centro de Madrid.[1]​ Una de las calles más importantes que desembocan en la Plaza es la calle del Arenal procedente de la Puerta del Sol, otras calles son Arrieta, Campomanes, Carlos, Carlos III y de Isabel II. Fue hasta el siglo XVII un centro de recogida de aguas en Madrid (punto de reunión de aguadores).[2]​ Siendo igualmente un lavadero de la zona. De planta cuadrangular, ocupa el solar del antiguo Teatro de los Caños del Peral, que, desde su inauguración en 1738 hasta su derribo en 1817.[3]

Historia

En la Edad Media, tuvo una marcada función defensiva. Sus profundos barrancos, formados por el cauce del arroyo del Arenal, sirvieron de foso natural a la muralla cristiana. En esta Plaza se encontraba la Puerta de Valnadú (en otras tipografías, Balnadú), una de las entradas al recinto amurallado. Junto a ella, se alzaban varias torres albarrana, igualmente desaparecidas, encargadas de su defensa. De esta antigua construcción militar, caso del arco tardomedieval que se exhibe en el sótano de un restaurante situado en el número 3 de la plaza. Existen restos en algunas de las vías adyacentes, como los lienzos y torreón de la calle de la Escalinata (una de las confluyentes). La repoblación de la zona hizo que se fuera allanando el espacio hasta ser más o menos horizontal. Este fenómeno hizo que se establecieran diversos artesanos en sus alrededores y comenzaran las actividades mercantiles.

Las Fuentes del Peral

Imagen de la calle del Arenal procedente de la Plaza de Isabel II (antes de su reforma)
Vista aérea del Teatro

En 1567, Felipe II ordenó derribar la Puerta de Valnadú. La Plaza se denominó inicialmente como Plaza de los Caños del Peral.[4]​ Este tipo de caños eran muy conocidos como la fuente de los Caños del Peral (y que se denominó también Fuente del Arrabal).[2]​ El plano de Texeira (publicado en el año 1656) reproduce la fuente con sus cinco caños. Las fuentes desaparecieron cuando se allanaron los terrenos de la Plaza, así como los del Palacio Real. Las fuentes de los Caños del Peral se alimentaban de los viajes del agua subterráneas que provenían de bajo la Plaza Mayor de Madrid (estas vías alimentaban los baños cercanos de la Puerta de Balnadú). Alrededor de ella se levantaron distintos establecimientos balnearios y un lavadero con 57 pilas, de uso público. La fuente comenzó a dejar de utilizarse en el siglo XVIII y su abandono se produjo completamente a comienzos del siglo XIX cuando se comenzó la construcción de la Plaza de Oriente. Las fuentes se ocultaron debajo de la superficie de la plaza y se construyó cercano el Teatro Real, y cuando se realizaron las obras del Metro de Madrid relativas a la línea 2 (estación de Ópera) se descubrieron de nuevo en 1990.[5]​ Las excavaciones mostraban un conjunto de granito y ladrillo mazizo.

Evolución del espacio urbano

Tras la revolución de septiembre de 1868 se denominó Plaza de Prim, en homenaje al general Prim; aunque popularmente se conocía como "plaza del barranco" por la depresión formada por las vertientes de la calle del Arenal y la Costanilla de los Ángeles. Durante el reinado (1833-1868) de Isabel II se urbanizó la plaza en consonancia con la construcción del Teatro Real, edificio de estilo neoclásico que ocupa su cara occidental. El nuevo coliseo abrió sus puertas el 10 de octubre de 1850, coincidiendo con el cumpleaños de la reina. Ese mismo año se colocó en el centro de la plaza la estatua de Isabel II, encargada y pagada por Manuel López de Santaella, y obra de José Piquer y Duart, profesor de escultura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Un año después la estatua se desmontó del centro de la plaza y se colocó en el Teatro Real, hasta que en 1862 se colocó, en su lugar, una escultura alegórica de la Comedia, obra de Francisco Elías. La estatua de Isabel regresó a la plaza en 1905.

Popularmente conocida como plaza de Ópera, el término se refleja en el título de la película Opera Prima primera realización (de ahí el doble sentido de su título) del director Fernando Trueba en 1980.

El 1 de septiembre de 2008 comenzaron las obras de remodelación de la Plaza finalizándose en julio de 2011.

La intervención arqueológica

Los trabajos arqueológicos asociados al proyecto de remodelación de la plaza de Isabel II y al proyecto de implantación de nuevos ascensores en la estación de Metro de Ópera, pusieron de manifiesto en el año 2009 la presencia de restos del antiguo entramado urbano de la desaparecida Plazuela de los Caños del Peral.

La excavación arqueológica llevada acabo a 8 metros de profundidad, dirigidas por el arqueólogo Eduardo Penedo Cobo[6]​, coincidiendo con el segundo nivel de la estación, ha descubierto un tramo de acueducto del Viaje de Agua de Amaniel[1]], parte del recorrido de la Alcantarilla del Arenal, y la casi totalidad de la antigua Fuente de los Caños del Peral [2]].

La importancia histórica de los hallazgos y la voluntad de preservarlos en su localización original, impulsó un ambicioso proyecto museográfico integrado en la propia estación de metro de Ópera. Al tratarse de hallazgos sobrevenidos a las obras, Metro de Madrid ha destinó un área expositiva en el lugar en el que fueron realizados los descubrimientos arqueológicos.

Los restos monumentales, ahora visitables, han tenido que ser extraídos de su ubicación original, en un desmontaje controlado, a fin de adecuar el espacio para su musealización. Una vez instalados de nuevo, han sido sometidos a una exhaustiva limpieza, restauración y consolidación.

El proyecto de musealización ha valorado en primer lugar las condiciones de exhibición de los elementos inmuebles, convirtiéndolos en protagonistas absolutos del espacio, al mostrarlos como si de esculturas monumentales se tratase. Para su mejor comprensión, el discurso expositivo se complementa con distintos recursos: paneles explicativos y la retroproyección de audiovisuales dirigidos a públicos de diferentes edades.

Archivo:LA PLAZUELA DE LOS CAÑOS DEL PERAL.tif
LA PLAZUELA DE LOS CAÑOS DEL PERAL

Con la instalación museográfica se ha pretendido acercar y dar a conocer los importantes restos descubiertos a los ciudadanos de la que fue la famosa Plazuela de los Caños del Peral [3]].

Véase también

Referencias

  1. Carmen Santamaría, (2005), Balcones, caminos y glorietas de Madrid: escenas y escenarios de ayer y de hoy, Ed. Silex, pags. 80-85
  2. a b Fernando Doménech Rico,Fernando Doménech, (2007), Los Trufaldines y el Teatro de los Caños del Peral,Editorial Fundamentos, pag. 87
  3. Antonio Iglesias, (2003), El Teatro Real de Madrid: teatro de la ópera, Editorial Complutense, pag. 35
  4. Pedro de Répide, (1995), Las Calles de Madrid, Ed. La Libería, pags. 330-333
  5. Las nuevas líneas del Metropolitano y la urbanización de Madrid, Revista de Obras Públicas, (1926), Tomo I, pag.
  6. https://independent.academia.edu/EduardoPenedoCobo

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