Planes de Desarrollo de España
Los Planes de Desarrollo Económico y Social fueron tres planes de planificación indicativa con los que se superó el período estructural económico denominado Autarquía, que se remontaba a la posguerra. Arrancan del Plan de Estabilización de 1959 y su epónimo fue Laureano López Rodó. Provocaron un potente crecimiento económico, con una tasa media acumulativa del 7,2% anual en el aumento del PIB. A esos años se les conoce como Desarrollismo. Buena parte del éxito de los planes estuvo basado una balanza comercial desequilibrada (las importaciones permitían el "take-off" económico), cuyo déficit se compensaba con remesas de la emigración española a Europa y con ingresos por turismo, aparte de las entradas directas de capital extranjero, que se liberalizaron. La industrialización contó con la existencia de los denominados polos de desarrollo: zonas de preferente instalación de empresas industriales, como Valladolid y Vigo (donde se instalaron fábricas automovilísticas de Renault y Citroën respectivamente), Puertollano (refinería), etc.
Se creó un ministerio ad hoc, el Ministerio de Planificación y Desarrollo, que desde 1967 a 1973 ocupó Laureano López Rodó, persona destacada entre los llamados tecnócratas del Opus Dei, grupo que actuaba como una de las familias del franquismo con mayor control sobre el área económica, al menos hasta el estallido del escándalo Matesa (1969).
El Tercer Plan de Desarrollo tuvo que declararse inconcluso, por estrangulamiento financiero, iniciándose la transición estructural de la economía española (reconversión industrial), que se solaparía con la trasición política tras la muerte de Franco; transiciones que se extenderían hasta ya entrados los años ochenta, con el ingreso de España en la Comunidad Europea, cuando se puso en marcha el modelo económico que ha tenido a la construcción como locomotora industrial y que ha sido financiado con las propias ayudas europeas y mediante el endeudamiento masivo de hogares y sociedades financieras y no financieras con el exterior.
Hubo tres Planes de Desarrollo, sucesivamente:
- Primer Plan de Desarrollo (1964-1967), aprobado por la Ley 194/1963 de 28 de diciembre (que entra en vigor el 1 de enero de 1964). Surgen los polos de desarrollo industrial, con importante incidencia en ciudades como Valladolid (FASA-Renault), Vigo (factoría Citroën), La Coruña, Zaragoza y Sevilla.[1] Se centró en el Polo de Promoción Industrial de Burgos y en el Polo Químico de Huelva. Obtuvo un resultado de un incremento del 6,4% del P.N.B.
- Segundo Plan de Desarrollo (1968-1971): Los polos de desarrollo industrial de Valladolid, Zaragoza y Sevilla son sustituidos en 1970 (aunque evidentemente eso no significa que desaparezcan) por unos nuevos considerados más prioritarios en Granada, Córdoba y Oviedo.[1]
- Tercer Plan de Desarrollo (1972-1975): interrumpido, entre otras razones, por el aumento del precio del petróleo y la lentitud del desarrollo de las actuaciones públicas previstas.
Referencias
- ↑ a b Obsérvese por curiosidad que todas las ciudades anteriormente mencionadas tienen en común que quedaron en la zona sublevada desde el primer momento del Golpe de Estado en España de julio de 1936 al inicio de la Guerra Civil Española