Museo y Parque Fernando García

Museo Fernando García
Ubicación
País Uruguay
División Montevideo
Subdivisión Municipio F
Municipio Carrasco
Localidad Camino Carrasco 7445 Esquina Santa Mónica
Dirección Camino Carrasco
Coordenadas 34°51′53″S 56°03′43″O / -34.86482, -56.06189
Tipo y colecciones
Tipo Museo
Historia y gestión
Inauguración 1947 y 2005
Propietario Intendencia de Montevideo
Administrador Departamento de Cultura de Montevideo
Sitio web oficial

El Parque y Museo Fernando García es una de las instituciones más antiguas que presenta el barrio Carrasco de Montevideo y pertenece al patrimonio cultural arquitectónico y paisajístico del país. Su parque con el chalet, las caballerizas y cocheras junto a treinta y dos carruajes constituyen el principal acervo material. Aspira a constituirse como una manifestación de las nuevas tendencias museológicas contemporáneas. Para lograrlo, desarrolla una labor que tiene diferentes aspectos. Por una parte se valora el patrimonio arquitectónico y paisajístico que lo constituye, y por otra, contiene los objetos que lo definen como museo del carruaje y transporte de la ciudad.[1]

Acervo[editar]

En el museo se encuentran diversas variedades de carruajes, entre ellos un Landau que perteneció a Juan Lindolfo Cuestas, dos volantas del Gral. Máximo Santos, una Berlina de Juan D. Jackson y un Break de Chasse de Fernando García que fue utilizado en el desfile de los campeones olímpicos de 1928. Pueden apreciarse Cabriolets, Cupés, Buggys, Cabs, Landaulet, Milords y una gran colección de Volantas.

En los exteriores del museo, se encuentra un tranvía de tracción a sangre, el cual perteneció a la Compañía del Tranvía de la Unión y Maroñas. Único ejemplar en el país.

Introducción[editar]

El Museo y Parque lleva el nombre de Fernando García por ser una donación del mismo, pero su cometido lo define como Museo del Carruaje y del Transporte y su temática particular es el trabajo en los medios de transporte a tracción a sangre. El Museo presenta una exposición permanente de carruajes y una exposición fotográfica. En la actualidad, las exposiciones fotográficas presentan una temática de los oficios, proyectos de recuperación de oficios y réplicas de carruajes. El museo está tramitando un plan de restauración de algunos trolebuses y se va incorporar un tranvía, para lo que también trabaja en proyectos de infraestructura. Dentro del Parque se destacan tres importantes edificaciones, el chalet, la cochera y las caballerizas.

Integración edilicia[editar]

  • El Chalet, con frente a Camino Carrasco, fue construido en la década de 1930 como finca de descanso para los fines de semana de la familia García. En la actualidad, es la sede de la administración del Museo y hospeda a la muestra fotográfica. En esta se puede recorrer el mundo de los oficios vinculados a la fabricación de carruajes y al manejo de distintos tipos de enganche de caballos para el trabajo en la ciudad y en el campo.
  • La Cochera, en donde se encuentran diferentes tipos de carruajes de época usados por la alta sociedad de los últimos dos siglos.
  • Las Caballerizas lucen una combinación de piedra, ladrillo de prensa y madera. Cuenta con 12 boxes con laterales de madera dura y porteras de madera de incienso con cerrojos en hierro forjado, con un entrepiso de madera de pinotea americana que antiguamente se usaba para almacenar la alfalfa. Se reunían en las caballerizas numerosos caballos de raza, de tiro liviano y silla. Actualmente en plena recuperación de este espacio, se albergan caballos de tiro, que también son utilizados para las actividades de equinoterapia.[2]

Fernando García[editar]

Nació en Uruguay en el año 1887. Fue comerciante, importador de whisky y también tenía una fábrica de cigarrillos. Estaba relacionado con la política, fue presidente de la Junta Departamental por el partido colorado, de la división de Baldomir. Integró el directorio del Banco Comercial y fue vicepresidente del Banco Hipotecario. Fue poseedor de una gran biblioteca y colección etnográfica que fue donada al Museo de Historia Natural y coleccionó grandes obras de arte que fueron donadas al Ministerio de Educación y Cultura (400 obras de pintores Uruguayos, dentro de las cuales se destacan numerosas obras de Juan Manuel Blanes) Al fallecer (1945) dejó como herencia modal a la Intendencia de Montevideo la casa quinta, que comprende 17 hectáreas de parque.[3]

Historia del museo[editar]

En los años 1930 Fernando García le compró a Francisco Piria una propiedad de 9 hectáreas, incorporando posteriormente 8 hectáreas más. Encomendó el diseño del Parque al paisajista francés Carlos Racine, también diseñador del Parque Roosevelt, además de otros ejemplares como el Rosedal del Prado. Al Parque, lo recorrían amplias avenidas bordeadas de palmeras y pinares. Contaba con un importante plantío de árboles frutales, y un lago artificial que albergaba cisnes, focas y pelícanos.[4]

En 1943 Fernando García realiza un testamento en el que expresa que al fallecer, su predio quedará en manos de la Intendencia de Montevideo. Fernando García fallece en 1945, a partir de entonces, se lleva a cabo lo que expresó en su testamento. Legó todos sus bienes al municipio de Montevideo a condición de que se convirtieran en museo. En 1947 se abre el parque para la recreación y uso público. En sus inicios no se destacaban las colecciones, asimismo parte de ellas fueron quitados del lugar y llevadas a otros museos. La gestión del Museo, dependía del Museo y Archivo Histórico Cabildo, toda su administración se vinculaba a ese Museo, es por ello que no había una perspectiva museográfica propia del Museo, por lo que no funcionaba con autonomía. En la década del 90, junto a comisiones y organizaciones sociales de la zona, se empezó a trabajar en un proyecto de gestión del parque, con una propuesta que había desarrollado el director de cultura de esa época. En el año 2005 comenzó la gestión como Museo independiente, proyecto que hasta hoy se sigue desarrollando. Se tornaba dificultoso caracterizar ese espacio como Museo, puesto que las colecciones de carruajes no tenían un atractivo, ya que se no había conocimiento de carruajes y se le otorgaba poca importancia al transporte de tracción a sangre. Luego de la creación de esta gestión se comenzó a dar importancia a lo que es transporte de tracción a sangre y a vincular ese espacio museológico con su entorno y con los vecinos.[5]

Referencias[editar]