Literatura del narco

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La nomenclatura literatura delos sicarios o del narcotráfico, es empleada para referirse a un tipo de narrativa que reflexiona sobre el complejo fenómeno social, político, económico y cultural del narcotráfico[1]​ en distintas partes de América Latina y Estados Unidos.

Discusiones sobre el concepto[editar]

Aún no se sabe quién comenzó a utilizar este término, no obstante, es seguro que se acuñó en el siglo XXI para caracterizar un tipo de literatura que busca representar o dar respuesta a la problemática del narcotráfico en distintas partes de América Latina y Estados Unidos. Comenzó a generalizarse durante los últimos diez años a causa de la violencia ocasionada por el narcotráfico y su subsecuente culturalización, y cobró arraigo en el ámbito literario después de la polémica suscitada entre el crítico Rafael Lemus y el escritor Eduardo Antonio Parra.[2][3][4][5]​ Desde entonces, la narcoliteratura ha sido parte de continuas discusiones. Entre ellas se encuentra la polémica en torno a la adecuación de la nomenclatura, pues algunos críticos consideran que el término resulta reduccionista y peyorativo.[6]​ Otro aspecto que ha generado debates es el de su origen geográfico[7]​ y literarios,[8]​ así como su expansión y comercio editorial.[9]​ Asimismo aún existe desacuerdo entre los especialistas tanto sobre las características temáticas y aspectuales que contiene este tipo de literatura,[10]​ como de los tipos textuales que podría abarcar.[11]

  • no crean*

Distinción de la novela del sicariato[editar]

Cabe hacer la distinción entre el término narcoliteratura y novela del sicariato, ya que, aunque ambos responden al mismo fenómeno, se distinguen en cuanto a su uso geográfico y la especificidad temática. El nombre novela del sicariato es empleado mayormente en Colombia y refiere a las novelas que tratan historias sobre sicarios. A este tipo de obras se les ha comparado con la novela picaresca española, a causa de las relaciones entre la figura del pícaro y la del sicario, ya sea por su divergencia o convergencia.[12]

Autores y obras[editar]

Élmer Mendoza, uno de los exponentes de la literatura del narco

Colombia[editar]

  • Fernando Vallejo (Medellín, 1942): La virgen de los sicarios (1994).
  • Gustavo Bolívar Moreno (Girardot, 1966): Sin tetas si hay paraíso (2007), El Capo (tres temporadas) (2009).
  • Laura Restrepo (Bogotá, 1950): El ángel descuidado (1997), Delirio (2004), Leopardo de sol (1993).
  • Jorge Franco Ramos (Medellín, 1962): Mala noche (1997), Rosario Tijeras (1999), Paraíso Travel (2001), Melodrama (2006), Santa suerte (2010), El mundo de afuera (2014), El cielo a tiros (2018).
  • Arturo Alape (Cali, 1938-Bogotá, 2006): Bogotazo: Memoria del olvido (1983), El Bogotazo: La paz, la violencia. Testigos de excepción (1985), Ciudad Bolívar. La hoguera de las ilusiones (1995), Sangre ajena (2004).
  • Andrés López López (Cali, 1971): El cartel de los sapos (2008), Las fantásticas (2009), El señor de los cielos (2013), Joaquin El Chapo Guzman: El Varón de la Droga (2015).

México[editar]

  • Élmer Mendoza (Culiacán, Sinaloa, 1949): Un asesino solitario (1999), El amante de Janis Joplin (2002), Balas de plata (2008), La prueba del ácido (2010).
  • Orfa Alarcón (Nuevo León, 1979): Perra brava (2010), Bitch Doll (2013).
  • Yuri Herrera (Actopan, Hidalgo, 1970): Trabajos del reino (2004).
  • Alejandro Páez Varela (Ciudad Juárez, 1968): Corazón de Kaláshnikov (2009), El reino de las moscas (2012), Música para perros (2013).
  • Alejandro Almazán (Ciudad de México, 1971): Entre perros (2009), El más buscado (2012).
  • Gabriel Trujillo Muñoz: Mezquite Road (1999).
  • Luis Humberto Crosthwaite (Tijuana, Baja California, 1962): Estrella de la calle sexta (2000), Idos de la mente (2001), Instrucciones para cruzar la frontera (2003).
  • Jesús Alvarado (Durango, 1969): Bajo el disfraz (2003).
  • Pablo Serrano: Diario de un narcotraficante (1967).
  • Víctor Hugo Rascón Banda (Chihuahua, 1948 - Ciudad de México, 2008): Contrabando (2008), Volver a Santa Rosa (1996), Los ilegales (1979), El baile de los montañeses (1982), Voces en el umbral (1983), Teatro del delito: La fiera del Ajusco, Máscara contra cabellera, Manos arriba (1985), Tina Modotti y otras obras de teatro (1986), Guerrero Negro y Cierren las puertas (1988), La daga, más teatro joven en México (1988), La banca. Doce a las doce (1989), Armas blancas (trilogía: El abrecartas, La navaja y La daga) (1990), Playa azul (1991), Cierren las puertas (1992), Sabor de engaño (1992), Escenario del crimen, Guerrero negro y Fugitivo (1999), Los ejecutivos (2003), Creencias e increencias (2006).
  • Juan Pablo Villalobos (1973): Fiesta en la madriguera (2010).
  • Eduardo Antonio Parra (Guanajuato, 1965): Parábolas del silencio (2006), Nostalgia de la sombra (2002), Nadie los vio salir (2001), Tierra de nadie (1999).
  • Heriberto Yépez (Tijuana, 1974): A.B.U.R.T.O. (2005), Al otro lado (2008), Made in Tijuana (2006).
  • Óscar de la Borbolla (Ciudad de México, 1949): La vida de un muerto (1998).
  • Sergio Guerra (2014).
  • Bernardo Fernández (Ciudad de México, 1972): Tiempo de alacranes (2005), Narcocuentos (2014).
  • Gerardo Cornejo (Sonora, 1937-2014): Juan Justino Judicial (1996).
  • Homero Aridjis (Michoacán, 1940): La santa muerte (2003), Sicarios (2007), La zona del silencio (2002).
  • Gonzalo Martré (Metztitlán, 1928), El cadáver errante (1993).
  • César López Cuadras (1951-2013) La novela inconclusa de Bernardino Casablanca (1993), Cuatro muertos por capítulo (2013).
  • Álvaro Enrigue (Guadalajara, 1968), Decencia (2010).
  • Fernanda Melchor (Veracruz, 1982), Temporada de huracanes (2017).
  • Mario González Suárez (México D.F., 1964) A wevo, padrino Mondadori, (2007)

Otros países[editar]

  • Gean Carlo Villegas (Puerto Rico): Osario de vivos (2012), Cuentos post retro (2009).
  • Eduardo Pérez Arroyo (Chile): El lugar donde los pájaros lloran (2015).


Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Fuentes Kraffczyk, Felipe Oliver (2013). Apuntes para una poética de la narcoliteratura (1° edición). Guanajuato: Univerdidad de Guanajuato-Depeartamento de Letras Hispánicas. p. 9. 
  2. Lemus, Rafael (Noviembre de 2005). «Música de despedida. Alegato con delirio». Letras Libres (83). Consultado el 19 de mayo de 2015. 
  3. Lemus, Rafael (Septiembre de 2015). «Balas de salva». Letras Libres (81). Consultado el 19 de mayo de 2015. 
  4. Parra, Eduardo Antonio (octubre de 2005). «Norte, narcotráfico y literatura». Letras Libres (82). Consultado el 19 de mayo de 2015. 
  5. “En menos de un lustro lo que Rafael Lemus con prudencia llamaba literatura sobre el narcotráfico hoy se ha convertido de manera oficial en narcoliteratura”. [Fuentes Kraffczyk, Felipe Oliver. op. cit. p. 13. ]
  6. Ortiz señala que la narcoliteratura “tiene algo, o mucho, de retintín, de intención—consciente o subconsciente—peyorativa. Y no es cuestión de semántica. En la expresión narcoliteratura late, en el fondo, un silogismo del tipo: la droga es mala para la salud, luego la narcoliteratura es mala para la literatura” [Ortiz, Orlando (26 de septiembre de 2010). «"La literatura del narcotráfico"». La jornada semanal. Consultado el 19 de mayo de 2015. ] Oliver también señala que el prefijo narco “encasilla la obra literaria hasta casi anular cualquier lectura al margen de ‘lo narco’.” [Fuentes Kraffczyk, Felipe Oliver. op. cit. p. 9. ]
  7. Para esto se puede consultar la polémica entre Rafael Lemus y Eduardo Antonio Parra suscitada en el 2005 (septiembre-noviembre) en Letras Libres, así como el libro de Fuentes Kraffczyk (2013) y el artículo de Raquel Velasco (2011), ambos en la bibliografía.
  8. Los orígenes del tipo de narrativa al que refiere este concepto se han situado en una larga tradición literaria: el subgénero neopolicial, la novela realista, el corrido, la literatura urbana, el género testimonial, la novela histórica, entre otros, debido a su inmediatez representativa de los hechos y problemas sociales.
  9. En las polémicas en torno al problema de la narcoliteratura “lo más importante ha sido desplazado: la literatura” mientras “los críticos discuten actas de nacimiento o la capacidad de distribución de la editoriales en medios poco o nada académicos.” [Fuentes Kraffczyk, Felipe Oliver. op. cit. p. 16. ]
  10. Rafael Lemus (2005), Lolita Bosch (2009) y Orlando Ortiz (2010) proponen que la narcoliteratura trata temas amorosos y vidas de narcotraficantes con matices coloridos y costumbristas propios del norte y de la narcocultura. Oliver Fuentes (2013), Eduardo Antonio Parra (2005), Gerardo Bustamante Bermúdez (2011) y Raquel Velasco (2011) formulan otras características. Velasco habla de la importancia del sicario. Parra, del clima y del paisaje, de la proximidad de la violencia, del lenguaje, del humor, de la diversidad de temas (homosexual, personal, testimonial, etcétera). Gerardo Bustamante, de la parodia, la ironía, la intertextualidad, la inserción del narcocorrido, del ejercicio crítico que estas obras suponen. Oliver Fuentes, de la relación destrucción del cuerpo individual con la del cuerpo social, de la intertextualidad que establecen con los infiernos locales de Juan Rulfo, Roberto Bolaño, Gabriel García Márquez y Juan Carlos Onetti, la trasformación de la figura del letrado en un ser menos mitificado y poderoso por la sustitución de lo popular, y de la unión del espacio, lo oral y el narco para autolegitimarse en las obras sobre el narcotráfico.
  11. Fuentes Kraffczyk propone la división en tres tipos textuales, corrido, novela y periodismo [op. cit. p. 9. ]; mientras que Lolita Bosch sólo los separa en dos tipos, los ficcionales y los no ficcionales [«Contar la violencia». El País. 8 de agosto de 2009. Consultado el 21 de mayo de 2015. ].
  12. Para esto puede consultarse los artículos Raquel Velasco (2011) y de Ana María Mutis (2009).

Bibliografía[editar]

BOSCH, Lolita. (8 de agosto de 2009). «Contar la violencia». El País/Babelia.

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DOMINGUEZ RUVALCABA, Héctor (2015). Nación criminal. Narrativas del crimen organizado y el Estado mexicano. México, Ariel.

FUENTES KRAFFCZYK, Felipe Oliver. (2013). Apuntes para una poética de la narcoliteratura. Guanajuato: Universidad de Guanajuato. Departamento de Letras Hispánicas.

LEMUS, Rafael. (septiembre de 2005). «Balas de salva. Notas sobre el narco y la narrativa mexicana». Letras Libres.

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MUTIS, Ana María. (2009). «La novela de sicarios y la ilusión picaresca». Revista canadiense de estudios hispánicos. Vol. 34, No. 1, Imaginación de la violencia, Otoño, pp. 207-226.

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ORTIZ, Orlando. (26 de septiembre de 2010). «La literatura del narcotráfico.» La jornada semanal, No. 812.

PARRA, Eduardo Antonio. (2004). «El lenguaje en la narrativa del norte de México». Revista de Crítica Literaria Latinoamericana. Año 30, No. 59, pp. 71-77.

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VELASCO GONZÁLEZ, Raquel. (2011). «La narrativa del narcotráfico y la novela del sicariato en México» en El norte y el sur de México en la diversidad de su literatura, Velasco González y Cueva Velasco. México, Juan Pablos Editor.

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