Kepler-186d

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Kepler-186d
Descubrimiento
Descubridor Kepler
Fecha 2014
Método de detección Tránsito astronómico
Categoría Exoplaneta
Estado Confirmado
Estrella madre
Orbita a Kepler-186
Constelación Cygnus
Ascensión recta (α) 19 h 54 m 36,65 s
Declinación (δ) +43°57′18,1″
Distancia estelar 492,5 años luz, (151 pc)
Tipo espectral K
Masa 0,48 M
Radio 0,47 R
Temperatura 3788 ± 90 K
Metalicidad −0,28 (Fe/H)
Elementos orbitales
Inclinación 87,09 grados sexagesimales
Semieje mayor 0,09 UA
Excentricidad 0.25
Elementos orbitales derivados
Período orbital sideral 13,34 días
Características físicas
Masa 3,99 M (asumiendo una composición similar a la de la Tierra)
Radio 1,56 R
Características atmosféricas
Temperatura 147,35 °C (420,5 K) (asumiendo una atmósfera y albedo semejantes a los de la Tierra)
Cuerpo celeste
Anterior Kepler-186c
Siguiente Kepler-186e

Kepler-186d es un exoplaneta de tipo supertierra perteneciente a la constelación de Cygnus, a 492,5 años luz de la Tierra.[1]​ Su presencia se confirmó en 2014, después de que el telescopio espacial Kepler observase varios tránsitos del planeta frente a su estrella.[2]​ Cuenta con un radio de 1,56 R, justo en el límite teórico establecido por los científicos que separa a los cuerpos terrestres de los de tipo gaseoso. Por tanto, es probable que se trate de un planeta telúrico, de un minineptuno, de una transición entre ambos o de un mundo oceánico donde el agua se encuentre en un estado de fluido supercrítico.[3][1]

Se han identificado otros cuatro planetas en el sistema Kepler-186, Kepler-186b, Kepler-186c, Kepler-186e y Kepler-186f.[2]​ Excepto este último, todos tienen órbitas cortas y, como consecuencia, es probable que sus temperaturas sean muy elevadas.[1]​ Kepler-186f es el primer objeto de masa terrestre descubierto más allá del Sistema Solar que pertenece a la zona de habitabilidad de su sistema.[4]

Características[editar]

Kepler-186 es una estrella tipo K-tardío, casi una enana roja tanto por su tamaño como por su luminosidad, que cuenta con una masa de 0,48 M y un radio de 0,47 R.[2]​ Su metalicidad (-0,28) es muy similar a la del Sol aunque algo inferior, lo que indica una cierta escasez de elementos pesados (es decir, todos excepto el hidrógeno y el helio).[2]​ El límite de anclaje por marea del sistema se encuentra entre el centro de la zona habitable y su borde externo, a 0,3752 UA de la estrella. Al igual que Kepler-186b, Kepler-186c y Kepler-186e; Kepler-186d está demasiado cerca como para superar el límite, con un semieje mayor de 0,09 UA. Así pues, es muy probable que su rotación esté sincronizada con su órbita, y que cuente con un hemisferio diurno y otro nocturno.[5]

El radio detectado del planeta es de 1,56 R, casi en el límite de 1,6 R que separa a los planetas telúricos de los de tipo minineptuno, que lo convierte en el mayor objeto planetario encontrado en el sistema.[6]​ Si su composición es parecida a la de la Tierra, su masa sería de unas 3,99 M y su gravedad un 65 % mayor que la terrestre.[1]​ Considerando sus características, podría tratarse de un planeta telúrico como la Tierra o Venus, o un minineptuno; aunque la posibilidad de que se trate de un mundo oceánico aún no ha podido ser descartada, en cuyo caso el agua se encontraría en un estado de fluido supercrítico.[3]​ Sin embargo, dada la proximidad entre el objeto y la estrella, cabría esperar que perdiese casi toda su atmósfera, especialmente el hidrógeno por escape hidrodinámico.[7]

Considerando su posición en el sistema y la luminosidad de su estrella, la temperatura de equilibrio de Kepler-186d es de 107,25 °C. Si su atmósfera y albedo son similares a los de la Tierra, su temperatura media en la superficie sería de unos 147,35 °C. No obstante, si se trata de un planeta terrestre es probable que la proximidad respecto a su estrella, la consecuente pérdida de agua, el anclaje por marea y la mayor actividad volcánica derivada de su masa y su ubicación en el sistema; lo someta a un efecto invernadero descontrolado similar al de Venus que incremente ampliamente sus temperaturas.[1]​ En este último, que proporcionalmente orbita a una distancia muy superior a la de Kepler-186d, la diferencia entre la temperatura de equilibrio y la temperatura media superficial se acerca a los 500 °C.[8]

Sistema[editar]

Kepler-186d es el tercer exoplaneta confirmado en el sistema Kepler-186, tras Kepler-186b y Kepler-186c.[2]​ Poco después de su hallazgo, se descubrieron otros dos más, Kepler-186e y Kepler-186f.[1]​ Excepto Kepler-186f, todos orbitan a distancias muy próximas entre sí y respecto a su estrella. Kepler-186d completa una órbita cada 13,34 días, Kepler-186b cada 3,89, Kepler-186c cada 7,27 y Kepler-186e cada 22,41. Durante la distancia mínima de intersección orbital, la separación entre cada uno de ellos y sus vecinos más cercanos no supera los cinco millones de kilómetros, casi diez veces más cerca que la distancia mínima entre Venus y la Tierra, y solo doce veces más que la distancia entre la Luna y la Tierra.[1]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. a b c d e f g PHL (14 de octubre de 2015). «Planetary Habitability Laboratory». PHL University of Puerto Rico at Arecibo (en inglés). Archivado desde el original el 1 de diciembre de 2017. Consultado el 7 de diciembre de 2015. 
  2. a b c d e «NASA Exoplanet Archive». NASA Exoplanet Science Institute (en inglés). Consultado el 7 de diciembre de 2015. 
  3. a b «New Instrument Reveals Recipe for Other Earths». Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (en inglés). 5 de enero de 2015. Consultado el 7 de diciembre de 2015. 
  4. Morelle, Rebecca (17 de abril de 2014). «'Most earth-like planet yet' spotted by Kepler». BBC News (en inglés). Consultado el 7 de diciembre de 2015. 
  5. PHL. «HEC: Graphical Catalog Results» (en inglés). Archivado desde el original el 23 de abril de 2021. Consultado el 7 de diciembre de 2015. 
  6. Rogers, Leslie A. (2015). «Most 1.6 Earth-radius Planets are Not Rocky». The Astrophysical Journal (en inglés) 801 (1): 41. arXiv:1407.4457. doi:10.1088/0004-637X/801/1/41. Consultado el 7 de diciembre de 2015. 
  7. Schirber, Michael (9 de abril de 2009). «Can Life Thrive Around a Red Dwarf Star?» (en inglés). Space.com. Consultado el 4 de diciembre de 2015. 
  8. Jacobson, Mark Z. (2012). Air Pollution and Global Warming: History, Science, and Solutions (en inglés) (2ª edición). Cambridge University Press. p. 267. ISBN 978-1107691155. Consultado el 3 de diciembre de 2015.