Huelga de Río Blanco

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Obreros amotinados frente a la fábrica de Río Blanco, 6 de [1]​ en la fábrica de hilados y tejidos de Río Blanco, en Veracruz, México, la mayor fábrica del porfiriato en este rubro, el 7 de enero de 1907, que se extendió a las fábricas aledañas de Nogales y Santa Rosa. La rebelión de Río Blanco es nombrada un suceso precursor de la Revolución mexicana de 1910.

Huelga de obreros en Río Blanco

En 1905 se fundó la Sociedad Mutualista de Ahorros que logró numerosos adeptos y el 1 de abril de 1906 se constituyó en el Gran Círculo de Obreros Libres promovido por José Neira Gómez y Juan Olivar, delegados del Partido Liberal Mexicano. En las cláusulas secretas de la constitución de dicho Círculo se estipulaba que se mantendrían relaciones secretas con la Junta Revolucionaria residente en Saint Louis, Missouri y de la cual Ricardo Flores Magón era presidente y que se encontraba en el exilio dado que había orden de encarcelamiento emitida por el gobierno porfirista.[2]

En diciembre de 1906, obreros textiles de Tlaxcala y Puebla se declaran en huelga para exigir mejores condiciones laborales. Para frenar la creciente organización del movimiento obrero en la región, los industriales realizaron un paro patronal (lock-out) el 24 de diciembre en toda la zona industrial. Los obreros solicitan la intervención de Porfirio Díaz, quien favorece a los empresarios y ordena la reanudación de labores en las fábricas el 7 de enero de 1907, no sólo sin satisfacer las demandas de los trabajadores, sino que atentaban contra la libertad de asociación y prensa de toda la vida.

La rebelión

Monumento a los Mártires de Río Blanco.

Los obreros de Río Blanco no aceptaron la resolución del presidente, dado que las medidas ordenadas favorecían a los empresarios extranjeros, dueño de la fábrica de hilados y tejidos.

El día 7 de enero en Río Blanco cerca de dos mil operarios agrupados en el Círculo de Obreros Libres se amotinaron frente a la fábrica, le lanzaron piedras e intentaron quemarla pero la policía montada lo impidió, entonces saquearon y quemaron la tienda de raya propiedad de Víctor Garcín, un comerciante protegido de los dueños de las fábricas y que además era el dueño de otros dos almacenes en Nogales y Santa Rosa, Ciudad Mendoza. Después los obreros se dirigieron a la cárcel y liberaron a los reos.

Soldados dispararon contra la multitud que huyó a Nogales y a Santa Rosa, donde también saquearon la tienda de raya, paralizaron el servicio de tranvías, cortaron los cables de energía eléctrica y saquearon las casas de particulares acaudalados. De regreso a Río Blanco los amotinados fueron interceptados por más fuerzas federales que dispararon contra hombres, mujeres y niños. No existe un registro exacto, dado que las cifras correctas fueron ocultadas por el Gobierno porfirista federal y por el gobierno estatal cuyo gobernador había sido nombrado por Díaz. Pero se estima que entre 400 y 800 obreros fueron asesinados, durante dos noches algunos testigos vieron plataformas de ferrocarril con docenas de cuerpos amontonados que de los 7083 operarios de esa zona, la diferencia es de 1571 de los cuales unos habían sido muertos, heridos o desplazados. Cerca de 223 operarios varones y 12 mujeres más fueron encarceladas.[3]

Los sucesos de Río Blanco se han conocido en la historia oficial, como la Huelga de Río Blanco, sin embargo en esa localidad la patronal fue quien había cerrado la fábrica y no los trabajadores, los obreros que sí habían declarado la huelga pertenecían a las fábricas de Tlaxcala y Puebla. La rebelión que tuvo lugar en Río Blanco respondía a la inconformidad con el decreto de Porfirio Díaz y el paro patronal que afectó a todos los obreros textiles de la zona. Pero como se ha dicho esa fue la versión "oficial" emitida por el gobierno de Díaz

Una vez restablecido el orden por las fuerzas militares, el gobierno de Porfirio Díaz ofreció un gran banquete por el desagravio a los empresarios extranjeros propietarios de las fábricas en compensación por la rebelión obrera.

Véase también

Referencias

  1. Hernández Padilla, Salvador, El magonismo: historia de una pasión por libros 1900/1922, Ed. Era, México, 1984, p. 76.
  2. Gil Olivo, Ramón. «El Partido Liberal Mexicano y la huelga de Río Blanco», Historia Obrera, vol. 2, núm. 6, septiembre de 1975, p. 15.
  3. Anónimo. «Los sucesos de Río Blanco». La Voz de México, a. XXXVII, núm. 11, 13 de enero de 1907, p. 3.