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Fuente hidrotermal

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Fuente o respiradero hidrotermal de la dorsal Atlántica.

Una fuente hidrotermal, también traducido a veces como respiradero hidrotermal o fumadera, fumadero o fumarola hidrotermal, es una grieta o fumarola en la superficie de un planeta del cual fluye agua geotermalmente caliente. Las fuentes hidrotermales se encuentran comúnmente en lugares que son volcánicamente activos donde el magma está relativamente cerca de la superficie del planeta. Las fuentes hidrotermales son abundantes en la Tierra porque es geológicamente activa y tiene cantidades grandes de agua en su superficie. Los tipos comunes de la tierra incluyen las aguas termales, las fumarolas y los géiseres. Relativo a las dimensiones del mar profundo, las áreas alrededor de las fuentes hidrotermales son biológicamente productivas, a menudo hospedando comunidades complejas alimentadas por los químicos disueltos en los fluidos que emite. Las arqueas quimiosintéticas conforman la base de esta cadena alimenticia, sosteniendo diversos organismos, incluyendo gusanos de tubo gigantes, almejas, y camarones.

Descubrimiento

Fueron descubiertas por primera vez en 1977 por un equipo de la Institución Oceanográfica de Woods Hole, a bordo de un submarino de tres personas que operaba a una profundidad de 2.400 m en el Océano Pacífico.[1]

Características físicas

El agua que fluye de las fuentes hidrotermales del fondo océanico consiste sobre todo en agua de mar conducida dentro del sistema hidrotérmico cerca un volcán a través de fallas y de sedimentos porosos o estratos volcánicos, más un poco de agua magmática lanzada por la ascensión del magma. El agua emerge de una fuente hidrotermal a temperaturas que se extienden hasta los 400 °C, comparado con los 2 °C del agua oceánica circundante. La alta presión a estas profundidades amplía perceptiblemente la distancia en la cual el agua sigue siendo líquida, evitando así que esta hierva. El agua a una profundidad de 3.000 m y una temperatura de 407 °C es supercrítica. Sin embargo el aumento en salinidad empuja el agua a su punto crítico. Algunas fuentes hidrotermales forman chimeneas casi cilíndricas. Éstos se forman de los minerales que están disueltos en el fluido que emite. Cuando el agua sobrecalentada entra en contacto con la agua de mar casi congelada, los minerales se precipitan hacia afuera para formar las partículas que le agregan altura a las chimeneas. Algunas de estas chimeneas pueden alcanzar alturas de 60 m.

Las etapas iniciales de una chimenea de la fuente comienzan con la deposición del mineral anhidrita. Los sulfuros de cobre, hierro y cinc entonces se precipitan en los boquetes de la chimenea, haciéndola menos porosa con el tiempo. Se han registrado crecimientos de fuentes en el orden de los 30 cm al día. Las chimeneas que emiten una nubes negras se llaman “fumarolas negras”, nombrados para la tonalidad oscura de las partículas que emiten. Las fumarolas negras emiten típicamente partículas con altos niveles de sulfuros metálicos. Las fuentes que emiten minerales más ligeros también se han descubierto, y éstos se nombran “fumarolas blancas”. Son típicamente más bajas en temperatura que fumarolas negros, y al mismo tiempo son deficientes en sulfuro de hidrógeno, hierro y cobre, mientras que son ricos en cinc.

Comunidades biológicas

Tradicionalmente, la vida ha sido vista siempre dependiente de la energía proveniente del sol, pero los organismos de aguas profundas no tienen acceso a la luz solar, por lo que dependen de los nutrientes que se encuentran en los depósitos de polvo y productos químicos de los fluidos hidrotermales en el que viven. Antiguamente, los biólogos marinos suponían que organismos de las fuentes hidrotermales existían consumiendo la "lluvia" de detritus de los niveles superiores del océano. Esta teoría limitaba la vida submarina a la vida vegetal existente en la superficie, y por ende, haciéndola también dependiente de la luz solar. Si éste fuese el único mecanismo por el cual se obtienen los nutrientes y la energía necesaria para la existencia de vida en el fondo del mar, las formas de vida serían muy escasas. Sin embargo, se ha demostrado que en el fondo del mar circundante a las zonas de respiraderos hidrotermales la densidad de microorganismos es 10.000 a 100.000 veces mayor. Las comunidades hidrotermales son capaces de sostener esa enormes cantidad de organismos porque existen procariotas quimiosintéticos que aprovechan los compuestos minerales que existen en dicha área. El agua que sale de los respiraderos hidrotermales es rica en minerales disueltos, y es compatible con una gran población de procariotas autótrofos. Estos procariotas utilizan compuestos de azufre, en particular sulfuro de hidrógeno, un químico altamente tóxico para los organismos más conocidos, para producir materia orgánica mediante el proceso de quimiosíntesis.

El ecosistema existente es dependiente de los respiraderos hidrotermales como la fuente primaria de energía, que difiere de la vida de la mayoría de la superficie de la Tierra que se basa en la energía solar. Sin embargo, aunque a menudo se dice que estas comunidades existen independientes de sol, algunos de los organismos en realidad sí dependen de oxígeno producido por los organismos fotosintéticos. Otras formas de vida más simples son anaerobias.

Esquema del ecosistema a nivel de las fuentes hidrotermales.

Una especie de bacteria fototróficas se ha encontrado que vive cerca de una fumarola negra frente a las costas de México a una profundidad de 2.500 metros (8.200 pies). A esa profundidad, la luz del sol es incapaz de llegar. Estas bacterias, que forma parte de la familia Chlorobiaceae, utiliza el débil resplandor de la fumarola negra para la fotosíntesis. Este es el primer organismo descubierto en la naturaleza que tiene exclusivamente otra fuente luz que no sea la luz del sol para la fotosíntesis.[2]

Aunque la vida es muy escasa en estas profundidades, las fumarolas negras son el eje de los ecosistemas. La luz del sol es inexistente, por lo que muchos organismos –como arqueas y extremófilos– convierten el calor, el metano y los compuestos de azufre proporcionada por los fumadores negro en energía a través de un proceso llamado quimiosíntesis. Más formas de vida complejas, como las almejas y gusanos se alimentan de estos organismos. Los organismos de la base de la cadena alimentaria también depositan minerales en la base de la fumarola negra, por lo tanto completan el ciclo de vida.

Nuevas e inusuales especies son constantemente descubiertas en las zonas vecinas a las fumarolas negras. El gusano Pompeii fue encontrado en la década de 1980, además diferentes especies de gastrópodos, como por ejemplo el scaly-foot, el cual usa sulfuros de hierro (pirita y greigita) para la esclerita dérmica, en vez del carbonato calcio que usan el resto de especies de este género. La presión extrema de los 2500 metros de profundidad (aproximadamente 250 ATM) puede que juegue un rol fundamental en la estabilización del sulfuro de hierro para propósitos biológicos. Esta armadura sirve de defensa en contra de las rádulas de los caracoles predadores en dicha comunidad.

Véase también

Referencias

  1. Steve Johnson. Tipos de fuentes hidrotermales
  2. Beatty, JT; Overmann, J; Lince, MT; Manske, AK; Lang, AS; Blankenship, RE; Van Dover, CL; Martinson, TA et al. (2005). «An obligately photosynthetic bacterial anaerobe from a deep-sea hydrothermal vent». PNAS 102 (26): 9306-10. PMC 1166624. PMID 15967984. doi:10.1073/pnas.0503674102.