Diferencia entre revisiones de «Paloma Cordero»

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{{cita|"La esposa del [[Partido Revolucionario Institucional|candidato a la Presidencia de la República]] es una mujer sencilla, guapa, bien vestida...madre de cinco hijos y muy comprensiva con ellos. Le encanta cocinar y es aficionada a la [[música clásica]] y a las canciones románticas y excelente [[deportista]]. En general, se considera una mujer igual a cualquier [[madre]] mexicana."}}{{citarequerida}}
{{cita|"La esposa del [[Partido Revolucionario Institucional|candidato a la Presidencia de la República]] es una mujer sencilla, guapa, bien vestida...madre de cinco hijos y muy comprensiva con ellos. Le encanta cocinar y es aficionada a la [[música clásica]] y a las canciones románticas y excelente [[deportista]]. En general, se considera una mujer igual a cualquier [[madre]] mexicana."}}{{citarequerida}}
A la residencia oficial de [[Los Pinos (México)|Los Pinos]], la familia De la Madrid Cordero llegó a habitarla los primeros días del mes de [[febrero]] de [[1983]] pues, en el lapso de enero y febrero, se hicieron obras de conservación. Se pintaron los muros de diferentes colores, se cambiaron las alfombras y el mobiliario, entre otras adaptaciones menores. Con el apoyo de un decorador que era amigo de la familia, la residencia quedó adornada con muebles de [[marquetería]] poblana y algunos otros de estilo chippendale mexicano. En el sexenio de [[Miguel de la Madrid]], la residencia adquirió una decoración contemporánea, salvo algunos detalles de tipo mexicano, como los muebles y los tapetes de Temoaya. Asimismo, la familia se trajo sus propios muebles de su residencia en [[Coyoacán]] que hicieron juego con los que pertenecían a la casa presidencial, como lo eran el comedor y gran parte del mobiliario de la sala, del despacho, de la [[biblioteca]] y el salón [[Colima]].{{citarequerida}}
A la residencia oficial de [[Los Pinos (México)|Los Pinos]], la familia De la Madrid Cordero llegó a habitarla los primeros días del mes de [[febrero]] de [[1983]] pues, en el lapso de enero y febrero, se hicieron obras de conservación. Se pintaron los muros de diferentes colores, se cambiaron las alfombras y el mobiliario, entre otras adaptaciones menores. Con el apoyo de un decorador que era amigo de la familia, la residencia quedó adornada con muebles de [[marquetería]] poblana y algunos otros de estilo chippendale mexicano. En el sexenio de [[Miguel de la Madrid]], la residencia adquirió una decoración contemporánea, salvo algunos detalles de tipo mexicano, como los muebles y los tapetes de Temoaya. Asimismo, la familia se trajo sus propios muebles de su residencia en [[Coyoacán]] que hicieron juego con los que pertenecían a la casa presidencial, como lo eran el comedor y gran parte del mobiliario de la sala, del despacho, de la [[biblioteca]] y el salón [[Colima]].{{citarequerida}}
Como era costumbre, la familia De la Madrid se instaló en el piso superior, mientras que la parte de abajo la dejaron para oficina presidencial y recepciones sociales. Y en una de las casas que había construido el licenciado [[José López Portillo|López Portillo]], donde habitó su hija Carmen Beatriz, puso su oficina la señora Paloma. Para aquel momento, Los Pinos era un sitio bien acondicionado. Situado en un enorme terreno de casi cinco hectáreas, (anteriormente el Rancho "La Hormiga" perteneciente a la familia [[Martínez del Río]]) se erigían varias casas y un hermoso jardín. Los De la Madrid disfrutaron vivir allí, sobre todo de la alberca techada y la sala de cine. El inconveniente era sin embargo la excesiva seguridad, lo que a veces hacía sentir incómodos a sus ocupantes. Paloma rescató de las bodegas del [[Castillo de Chapultepec]], los candiles austriacos que habían sido retirados por [[María Esther Zuno|María Esther Zuno de Echeverría]], así como las mesas de fina madera, los sillones tipo europeo y también los cuadros de los mejores pintores mexicanos. Y volvió también su lugar el orden y el bajo perfil de la intimidad doméstica, al punto que apenas si se supo sobre la boda de la hija mayor, efectuada allí con todo y la presencia de los religiosos, o el festejo de sus [[Aniversario de bodas|bodas de plata]], o las escapadas a la casa de fin de semana en [[Cuautla de Morelos|Cuautla]].{{citarequerida}}
Como era costumbre, la familia De la Madrid se instaló en el piso superior, mientras que la parte de abajo la dejaron para oficina presidencial y recepciones sociales. Y en una de las casas que había construido el licenciado [[José López Portillo|López Portillo]], donde habitó su hija Carmen Beatriz, puso su oficina la señora Paloma. Para aquel momento, Los Pinos era un sitio bien acondicionado. Situado en un enorme terreno de casi cinco mil hectáreas, se erigían varias casas y un hermoso jardín. Los De la Madrid disfrutaron vivir allí, sobre todo de la alberca techada y la sala de cine. El inconveniente era sin embargo la excesiva seguridad, lo que a veces hacía sentir incómodos a sus ocupantes. Paloma rescató de las bodegas del [[Castillo de Chapultepec]], los candiles austriacos que habían sido retirados por [[María Esther Zuno|María Esther Zuno de Echeverría]], así como las mesas de fina madera, los sillones tipo europeo y también los cuadros de los mejores pintores mexicanos. Y volvió también su lugar el orden y el bajo perfil de la intimidad doméstica, al punto que apenas si se supo sobre la boda de la hija mayor, efectuada allí con todo y la presencia de los religiosos, o el festejo de sus [[Aniversario de bodas|bodas de plata]], o las escapadas a la casa de fin de semana en [[Cuautla de Morelos|Cuautla]].{{citarequerida}}


En calidad de [[Primera Dama]] de [[México]], la señora Cordero acompañó al licenciado De la Madrid a todas las giras emprendidas en las que se inauguraban albergues, hospitales y tianguis; estuvo presente en todos los actos protocolarios, se ocupó de los visitantes foráneos y dirigió el DIF y el Voluntariado Nacional. Durante su estancia al frente de estos patronatos, su actuación fue sencilla y discreta, así contrastando con el desempeño de las mujeres y familiares de los anteriores presidentes. Siendo presidenta del sistema de Desarrollo Integral de la Familia, éste creció con los siguientes programas: procuración de justicia, protección a menores maltratados, farmacodependientes e invidentes, rehabilitación de discapacitados, capacitación de técnicos y profesionales y construcción de plantas procesadoras de alimentos, albergues, estancias, centros de desarrollo infantil y campamentos recreativos.
En calidad de [[Primera Dama]] de [[México]], la señora Cordero acompañó al licenciado De la Madrid a todas las giras emprendidas en las que se inauguraban albergues, hospitales y tianguis; estuvo presente en todos los actos protocolarios, se ocupó de los visitantes foráneos y dirigió el DIF y el Voluntariado Nacional. Durante su estancia al frente de estos patronatos, su actuación fue sencilla y discreta, así contrastando con el desempeño de las mujeres y familiares de los anteriores presidentes. Siendo presidenta del sistema de Desarrollo Integral de la Familia, éste creció con los siguientes programas: procuración de justicia, protección a menores maltratados, farmacodependientes e invidentes, rehabilitación de discapacitados, capacitación de técnicos y profesionales y construcción de plantas procesadoras de alimentos, albergues, estancias, centros de desarrollo infantil y campamentos recreativos.

Revisión del 20:55 3 ago 2010

Plantilla:Infobox primera dama

Paloma Delia Margarita Cordero Tapia ( 1937) es la esposa del ex-presidente Miguel de la Madrid y sirvió como Primera Dama de los Estados Unidos Mexicanos de 1982 a 1988. Se convirtió en la Primera Dama de los Estados Unidos Mexicanos en diciembre de 1982, a raíz de que su marido ganó las elecciones celebradas el año anterior. Acompañó a su marido durante las giras en las que se inauguraban obras de asistencia social; estuvo presente en ceremonias y recepciones oficiales; se ocupó de visitantes extranjeros y encabezó el DIF y el Voluntariado Nacional.

Biografía

Nació en la Ciudad de México. Fue hija de Luis Cordero Bustamante, abogado, y su esposa Delia Tapia Labardini, ama de casa. Hija de una familia católica, sus estudios los efectuó siempre en instituciones de monjas. Primero en el rígido Colegio Lestonnac en la delegación Tlalpan; y después en el Colegio Motolinía. Su infancia y juventud transcurrieron en la colonia Hipódromo-Condesa, sitio al que se había mudado la familia De la Madrid Hurtado en 1951. Fue en el año de 1953 cuando Paloma y De la Madrid se conocieron, presentados por su hermano mayor ya que ambos hacían el Servicio Militar juntos. En 1955, él de veinte y ella de dieciocho años, se hicieron novios. Cuando comenzó la relación, Miguel se encontraba estudiando el cuarto año de Leyes. Al cabo de cuatro años de noviazgo, se en 1959 en la iglesia Santa Rosa de Lima. El novio tenía veinticuatro años de edad y la novia tan solo veintidós. De esta unión nacieron cinco hijos: Margarita, Miguel, Enrique Octavio, Federico Luis y Gerardo Antonio. Desde los inicios del matrimonio, Paloma apoyó la carrera de su esposo. Incluso lo esperó en México, cuidando a sus primeros tres hijos, mientras él se fue 10 meses a estudiar un postgrado en la Universidad de Harvard en Estados Unidos. Y luego, cuando el licenciado De la Madrid se encontraba en ascenso por los peldaños de la carrera político-administrativa, además de ocuparse del hogar y de sus hijos, se incorporó al voluntariado, llegando a dirigir el de la Secretaría de Programación y Presupuesto cuando él fungió como secretario.

Al ser electo De la Madrid candidato a la presidencia de la República por el PRI, Paloma Cordero participó activamente en la campaña. Lo acompañó en sus giras por el territorio mexicano y emprendió una intensa labor a favor de la candidatura de su marido. Como lo decían las crónicas de los periódicos de la época:

"La esposa del candidato a la Presidencia de la República es una mujer sencilla, guapa, bien vestida...madre de cinco hijos y muy comprensiva con ellos. Le encanta cocinar y es aficionada a la música clásica y a las canciones románticas y excelente deportista. En general, se considera una mujer igual a cualquier madre mexicana."

[cita requerida]

A la residencia oficial de Los Pinos, la familia De la Madrid Cordero llegó a habitarla los primeros días del mes de febrero de 1983 pues, en el lapso de enero y febrero, se hicieron obras de conservación. Se pintaron los muros de diferentes colores, se cambiaron las alfombras y el mobiliario, entre otras adaptaciones menores. Con el apoyo de un decorador que era amigo de la familia, la residencia quedó adornada con muebles de marquetería poblana y algunos otros de estilo chippendale mexicano. En el sexenio de Miguel de la Madrid, la residencia adquirió una decoración contemporánea, salvo algunos detalles de tipo mexicano, como los muebles y los tapetes de Temoaya. Asimismo, la familia se trajo sus propios muebles de su residencia en Coyoacán que hicieron juego con los que pertenecían a la casa presidencial, como lo eran el comedor y gran parte del mobiliario de la sala, del despacho, de la biblioteca y el salón Colima.[cita requerida] Como era costumbre, la familia De la Madrid se instaló en el piso superior, mientras que la parte de abajo la dejaron para oficina presidencial y recepciones sociales. Y en una de las casas que había construido el licenciado López Portillo, donde habitó su hija Carmen Beatriz, puso su oficina la señora Paloma. Para aquel momento, Los Pinos era un sitio bien acondicionado. Situado en un enorme terreno de casi cinco mil hectáreas, se erigían varias casas y un hermoso jardín. Los De la Madrid disfrutaron vivir allí, sobre todo de la alberca techada y la sala de cine. El inconveniente era sin embargo la excesiva seguridad, lo que a veces hacía sentir incómodos a sus ocupantes. Paloma rescató de las bodegas del Castillo de Chapultepec, los candiles austriacos que habían sido retirados por María Esther Zuno de Echeverría, así como las mesas de fina madera, los sillones tipo europeo y también los cuadros de los mejores pintores mexicanos. Y volvió también su lugar el orden y el bajo perfil de la intimidad doméstica, al punto que apenas si se supo sobre la boda de la hija mayor, efectuada allí con todo y la presencia de los religiosos, o el festejo de sus bodas de plata, o las escapadas a la casa de fin de semana en Cuautla.[cita requerida]

En calidad de Primera Dama de México, la señora Cordero acompañó al licenciado De la Madrid a todas las giras emprendidas en las que se inauguraban albergues, hospitales y tianguis; estuvo presente en todos los actos protocolarios, se ocupó de los visitantes foráneos y dirigió el DIF y el Voluntariado Nacional. Durante su estancia al frente de estos patronatos, su actuación fue sencilla y discreta, así contrastando con el desempeño de las mujeres y familiares de los anteriores presidentes. Siendo presidenta del sistema de Desarrollo Integral de la Familia, éste creció con los siguientes programas: procuración de justicia, protección a menores maltratados, farmacodependientes e invidentes, rehabilitación de discapacitados, capacitación de técnicos y profesionales y construcción de plantas procesadoras de alimentos, albergues, estancias, centros de desarrollo infantil y campamentos recreativos.

Paloma Cordero (izquierda) con el embajador de Estados Unidos en México, John Gavin (centro) y Nancy Reagan (derecha), observando los daños ocasionados por el terremoto de México de 1985.

Para Paloma Cordero y su familia, este fue el hecho más doloroso del sexenio, fueron días vividos con mucha intensidad, fueron en verdad momentos muy dramáticos. La señora sintió mucho la pérdida de vidas y de los que quedaron mutilados, asimismo de los que se quedaron sin hogar.[cita requerida]

Cuando el terremoto, la Primera Dama visitó albergues y hospitales, visitó a muchas personas que tenían problemas y les envió ayuda. . Permanentemente, la señora Paloma se puso a visitar los albergues y los diferentes lugares en donde estaban concentradas las personas, alentarlas en la paciencia, y tratar de reubicarlas. La Primera Dama estuvo en constante comunicación y dio seguimiento absoluto a la situación, hasta que las personas fueron reubicadas a mejores albergues, mientras les eran entregadas sus casas. De igual manera, estuvo al pendiente de su vestido y su alimentación, y convivió con la gente y sus hijos lo más que pudo en las fiestas de Navidad y Reyes, obsequiándoles además ropa y juguetes. Pese al gran dolor, los afectados tuvieron la oportunidad de ver la generosidad de mucha gente que aún sin recursos, dio apoyo a sus semejantes. Muchos países enviaron su ayuda a México, tanto en víveres como en medicinas, así como la ayuda francesa con sus perros de rescate. La reina Sofía de España y Nancy Reagan vinieron al país; Colombia, Francia y Suiza aportaron los grupos de rescate. La Primera Dama de Estados Unidos, la señora Reagan, llegó a México con el propósito de transmitir personalmente al primer mandatario los sentimientos de solidaridad de su país y ofrecer de parte del presidente Ronald Reagan la ayuda que México solicitara. Entregó al Fondo Nacional de Reconstrucción un cheque por un millón de dólares y visitó en compañía de Paloma Cordero albergues, hospitales y algunas zonas afectadas. Nancy Reagan y la Primera Dama de México, emprendieron un recorrido visitando los lugares más afectados para enterarse de sus necesidades. Además, la reina Sofía vino a México los primeros días del mes de octubre para una visita de condolencia y solidaridad. La princesa Alejandra de Kent, prima de la reina Isabel II, fue recibida en la Ciudad de México una semana después del terremoto. Varios presidentes latinoamericanos vinieron a ver al licenciado De la Madrid para darle su apoyo y ofrecer su ayuda.

En el último informe de gobierno que rindió Miguel de la Madrid el 1 de septiembre de 1988, le agradeció dos veces a su esposa, una por su trabajo público: "A mi esposa Paloma, mi más cariñoso agradecimiento por su dedicación en estas tareas, como presidenta del patronato del DIF así como su labor al frente del patronato del Voluntariado Nacional", y otra por su apoyo personal: "Mi agradecimiento cariñoso a mi querida Paloma, soporte firme en todo momento, digna compañera de estos años inolvidables." En el mes de octubre de 1988, la familia De la Madrid deshabitó la residencia oficial y regresaron a residir a su residencia particular en Coyoacán. Concluida la administración del presidente, Paloma Cordero pudo regresar a la intimidad de su hogar y a dedicarse como antes de la Presidencia.

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